Noche estrellada

Fui a dar un paseo por samasha nunca habia estado en aquella isla y me interesaba. La noche estaba despejada y la luz de la luna bastaba para andar por als zonas menos frondosas. Tras un rato me detuve a descansar en loo que parecian las ruinas de una casa grande aunque no estaba seguro por que estaba medio derruida.

Tenia que despejar mi mente de tantos pensamientos.

Habían pasado muchas cosas en muy poco tiempo. Sentía como si mi cabeza fuese a explotar.

Iba todavia paseando pensando en mis cosas, cuando choque repentinamente con alguien.

Me habia quedado observando el inmeso poder que tenia la naturaleza al ir arrebatandole el terreno a las ruinas en las que ahora crecian plantas cuando alguien choco con migo. En un movimiento reflejo me gire para sujetar a aquella mujer para evitar que callera.

Hola, ¿estas bien?-

alguien me sujeto para que no me cayera.

Era un angel caído.

empalidecí y sin querer la imagen de Tenma pasó por mi cabeza. Intente deshacerme de ese pensamiento.

-Gr...gracias estoy bien. Siento el golpe.

Decia que estaba bien sin embargo estaba palida ,exageradamente palida

¿Estas segura? tu piel esta realmente blanca - dije con un poco de preocupacion

Todavia no me habia dado cuenta de que era una vampiresa y que ese tono de piel no era tan grave como parecia.

-No te preocupes por eso- dije intentando tranquilizarme- soy vampiro, es normal que tenga la piel pálida.

Desde la desgracia que ocurrió con Tenma quería tener mas cuidado con mi tratao hacia los caídos.

-Por cierto, soy Natasha.

Asi que era una vampiresa entoces es mas nomral- de todas formas no parecia muy relajada.

Encantado de conocerla, yo soi Nigaeroth y bueno soi un simple caido- conteste sonriendo-y bueno habia venido a conocer esta isla cuanod me encontre con estas "piedras" y despues contigo

Parecía un chico interesante a la par que misterioso.

-Siento si te estoy molestando- dije sobandome la nuca- si quieres me voy...

¿Molestar?-hice una pequeña pausa-Para nada molestas, estoi seguro de que tienes que ser una buena compañia-al terminar la frase me temblo un poco la voz por los nervios y di un pequeño paso hacia atras, me acababa de dar cuenta de la proximidad entre ambos habiamos chocado yo la habia ayudado y en ningun momento nos dimos ningu un paso