Nananananana nieve

Esta otra vez sobrevolando las cordilleras de la desesperación este sitio me llamaba mucho la atención, quizá demasiado, pasaba aquí muchos días disfrutando de la nieve y el frió que a mi tanto me gustaba.

Descendí e hice un vuelo rasante pasando la mano por la nieve haciendo un pequeño surco a mi paso.

Terminé llegando a un acantilado donde provoque una avalancha que me siguiera. Cada vez iba mas rápida quizá demasiado, no pintaba para nada bien aplique un poco de aire para aumentar mi velocidad.

Ya es la segunda vez que me pasa esto, quizá debiera dejar de hacer estas cosas.

Observé mi alrededor buscando un lugar donde cobijarme, con suerte encontré una cueva en el muro del acantilado. ¡UNA CUEVA TENIA QUE SER! Ains... la historia se repite con todo detalle. - pensé colándome en la cueva rápidamente.

Me quedé allí observando la avalancha distraído con mis pensamientos.

Iba volando a mi vola cuando de repente una avalancha de frente, al ver que no me daba tiempo a esquivarla cogi mi espada de fuego y aumente su poder con un poco de mi aura para no quedar sepultado.... El resultado no fue el esperado y me quede en una especie de cupula de nieve...

-Genial y ahora como leches salgo de aqui y a todo esto como leches se ha formado la maldita avalancha...

Despues de buscar una solucion solo se me ocurrio la fuerza bruta... Cogi la esada, esta vez sin fuego y le hice tres cortes a la cupula para poder escapar volando por el hueco.
cuando sali queria quitarme el frio del cuerpo y me puse a buscar algo donde cubrirme y gracias a dios habia.... Una cueba.
Cuando entro veo a mi hermano metido en su mundo

-Eyyy ¿Cuanto tiempo sin verte?

Para variar estaba disfrutando de los vientos frios cuando un estruendo me saco de mi felicidad, había una avalancha.

Algún idiota habrá estado jugueteando por ahí.

Con resignación decidí bajar haber si había algún herido.
Mi sorpresa fue percibir el aura de Zero Y Darksik.

Estaba paseando por el lateral de una montaña, disfrutando de la gélida brisa de aquel lugar, estando acostumbrada a la tundra era de lo más placentero. Miré hacia arriba y vi en la lejanía una cueva, y a los dos segundos, oí un fuerte estruendo.

Imaginé que sería una avalancha, así que corrí a refugiarme bajo un acantilado que sobresalía de la montaña. Mientras pasaba la avalancha, noté la presencia de otros tres como yo. Cuando pasó todo, subí a investigar, y bajé a la cueva.

Entré y me quedé en silencio, observándoles.

Decidí dejar el papeleo de una vez y dedicarme a lo que mas me gustaba: el esfuerzo físico.
Las cordilleras siempre fueron una buena opción para ello, después de mis queridos bosques, los cuales me sabía como la palma de mi mano.

Estaba escalando, solo ayudándome de mi fuerza y de mi habilidad ya adquirida para trepar.
Entonces, sentí un fuerte temblor. Miré hacia arriba y palidecí. "oh, joder". Una avalancha de nieve me tragaría si no hacía algo rápido.

Comencé a trepar, bajando, cada vez más deprisa, queriendo encontrar algo en lo que refugiarme y no morir aplastado. Fue muy tarde, ese mar de nieve se precipitó sobre mi, arrastrándome como la corriente.

Finalmente aquello terminó para mi, pues pude agarrarme a una roca emergente. Con esfuerzo salí de aquella montaña de nieve, maldiciendo por lo bajo. Sentía varias auras, alguna de ellas tenía que haber sido el responsable.

Cuando salí de la nieve lo hice casi arrastrándome, hasta descender un poco más a uno de los laterales de aquella montaña, cayendo de boca al suelo.
Levanté la vista, algo dolorido, entonces vi a una mujer, que por su aura podía adivinar fácilmente que se trataba de un demonio.

Me levanté, sacudiéndome para quitarme la nieve, aun que algo de ella quedó en mi puntiagudo pelo.

-Am, hola-dije, aun sacudiendome la cabeza-¿sabes quien es el imbecil que ha provocado una avalancha?-pregunté malhumorado

Sabía que ella no la había provocado pues estaba lo suficientemente apartada como para no haber tenido nada que ver.

Quince segundos en solo quince segundos y habían aparecido tres demonios de los cuales conocía a dos y a un licántropo que me resultaba familiar.

- Zero, Kyro, cuanto tiempo.- dije estrechandoles la mano. Mire al ultimo demonio hice una leve reverencia y comencé a presentarme. -Buenos días me llamo Darksik es un placer.

Luego me dirigí al licántropo con un semblante confuso y pensativo.

- Tu eras... ¿Andrew?

Le correspondo al saludo y me percato de que habia llegado Kyro, una diablesa y un licantropo que no conocia les hago un saludo y pregunto en general

-Olle ¿alguien sabeis a lo que se debe la abalancha de hace unos instantes?

Me siento en un rinconcito y espero a si alguien sabe y quiere contestar a esa pregunto porque lo del alud no me sento lo que dice muy bien...

En una de mis salidas del cielo decidi ir a la nieve, me gustaba ese paisaje, tan blanco y tan bello... Yo normalmente no llevo abrigo asi que me estaba quedando helado y apenas podia volar, lo que hice fue meterme en una cueva y me quede dormido...

Despues de un tiempo me despertó un gran estruendo y al abrir los ojos vi entrando a un demonio muy apresurado por lo que me levanté del susto y me puse en guardia.

Estuve observandole y no se dio cuenta de mi presencia, claor, tenia el aura suprimida, el demonio ya mas tranquilo se quedo observando la avalancha que se veia en el exterior y que me habia despertado cuando caminaba lentamente hacia el.

No habia dado ni 2 pasos cuando senti a 2 demonios mas en la zona y otro aura que no reconocia.
-Oh mierda, me van a matar me van a matar, seguro que los angeles como yo les caemos mal.
Después el demonio que tenia en frente saludo a las demas criaturas mientras yo intentaba pensar en una forma de escapar de alli

En un instante la cueva se había llenado e gente.

-Yo estaba volando ... vi la avalancha y baje a ver si había algún herido.-mire a la diablesa y al licántropo - Saludos , mi nombre es Kyro, un placer- les hice una reverencia.

Me senté junto a Zero.
Sentí otra aura, no conocía ese aura

Observé al licántropo, que me había preguntado, y al otro demonio.

-Yo he llegado después de la avalancha...-respondí con un tono de reprensión a los demás demonios presentes, de los cuales sospechaba que habrían sido Darksik o Kyro.

Guardé mis alas y me apresuré a presentarme.

-Mi nombre es Ketrya Shaen.-respondí sin cambiar mi semblante, y acto seguido me dirigí a la entrada de la cueva.

Me apoyé en una pared y observé las montañas, tras unos segundos así, me volví a dar la vuelta.

-¿Cuál es tu nombre?-me dirigí al demonio que había formulado la pregunta

Como salir de esa situación, eran demonios y seguramente no me iban a dejar ir asi por las buenas, se me ocurrió una cosa e inente hacerla suprimi mi aura y me acerque a ellos

-Hola, veo que sois muchos ¿Que quereis? ¿Buscais algo en especial o solamente cobijo?- dije un poco nervioso porque no queria que se dieran cuenta de que era un angel, al fin y al cabo no me quedaba otra que fingir que esta cueva es mia e inventarme algo, al menos por el momento

Vi a toda la gente que nos habiamos juntado en cero coma.
Mire a la Diablesa que me habia preguntado y recordaba que no me habia presentado...

-Perdonad mis modales... Soy Zero Tserof un placer- Me levanto y me hacerco a ella para estrecharla la mano.

Luego oigo a un chico joven y como empieza a decir una pregunta tras otra

-Tranquilo no creo que ninguno vengamos buscando problemas... A demas para luchar es mejor el aire libre, tienes mas terreno- Sonrio mientras le doy una palmadita en el hombro

Miré a un demonio que se hacia llamar Zero y que se acercó a mi
-Oh no he propuesto que vengais buscando problemas pero esque aqui vivo yo y me habeis sobresaltado entrando todos a la vez, y no yo no busco luchar con nadie, podreis quedaros el tiempo que querais, además como sois mis invitados dejadme ir a por algo para comer- dije en un intento de que me dejaran irme y no volver. He de reconocer que sentia un poco de miedo de aquellos seres.

De pronto empezaron a aparecer muchisimos demonios. "¿Pero que es esto? ¿El festival de las sombras o qué?" pensé, mirandolos a todos.

Uno de ellos parecía reconocerme, aun que yo no me acordaba de él. Demasiado tiempo había pasado ya y yo no tenía muchas relaciones con los Demonios.

-Si, mi nombre es Andrew Wingates-saludé, alzando la barbilla. Era el más alto de todos, y al parecer también en poder. Por lo que no me preocupé demasiado por esta tran concentración demoniaca-¿Qué pasa, que hay fiesta en el infierno? Queda bastante más abajo por lo que tengo entendido-bromeé, seguia sorprendiendome de que hubiera tanto demonio.

Entonces noté otro aura que se aproximaba. Era el aura de un ángel. "Pues vaya fiesta que se puede montar aquí..." pensé. Al parecer nadie sabía quien era exactamente el culpable de la avalancha, a lo que fruncí el ceño.

-Pues el idiota que la haya provocado que sepa que me ha jodido mi escalada.-suspiré.-Bueno, ya da igual. Sigo preguntandome que hacen tantos demonios en una misma zona.

Vi al fin a el ángel, que se le notaba bastante temeroso "y en gran medida con razón..."

-Buenos dias-saludé con ánimo-En buen lugar te has ido a meter-reí entre dientes pensando la situación

Miré al licantropo, el cual tenia el aura mas poderosa de los que estabamos alli y le contesté
-Hola Andrew, mi nombre es Ceres, y llevas razón, yo estaba aqui dentro durmiendo cuando me asaltaron estos demonios, se ve que hubo una avalancha pero no se que la pudo provocar, seguramente fuera algun animal que pasara por la zona norte, el minimo copo de nieve puede provocar una avalancha, asi que quedaos aqui un tiempo por si acaso sucede esto otra vez.-
Mire a todos los demonios, y estaba extrañado, ninguno de ellos se habia metido conmigo aun, tenia entendido que los demonios odiaban a los ángeles y yo me se de uno que estaba bastante indefenso ahora.