Visitando las runas (Zakarum y Azhara)

Era muy temprano, apenas habia comenzado a amanecer cuando emprendi la ruta hacia el antiguo territorio de los cazadores.
Habia desparecido misteriosamente o eso se rumoreaba por el pueblo.
Llegue hasta el lugar, habia ruinas por todas partes. Un sitio muy solitario y desolado.

No dormí la noche anterior, así que decidí ir a las ruinas de los cazadores, tampoco tenía mucho que hacer por el limbo, al fin y al cabo todos estaban en mi contra. Tampoco me importa mucho-pensé.

Cuando llegué a las susodichas ruinas, vi que ya había alguien, o algo allí, así que me acerqué a ver a la criatura.
Me acerqué silenciosamente, intentando que no me oyera, con mi aura reducida al mínimo. Cuando estuve suficientemente cerca, vi que era... algo... parecido a un espíritu. No daba miedo, pero era algo rara la sensación de verlo.

-Buenos días.-dije, con un tono de voz normal.

Estaba sumida en mis pensamientos. El lugar era un poco siniestro pero a mi me gustaba, siempre he sido una chica con gustos muy raros. En fin preferí no darle importancia. De pronto note aire helado en mi nuca y una voz me habló.
No me lo esperaba asi que di un bote asustada.

-Hola- dije intentando guardar las apariencias.

Miré el desolador lugar, lo que había pasado allí no era nada humano, eso había sido una matanza y destrucción total del lugar.

Cuando quise darme cuenta me había quedado pensando en como había podido suceder todo aquello, me quité eso de la cabeza.

-Mi nombre es Zakarum, ¿puedo preguntarte el tuyo?-dije con expresión seria-Y, ¿qué te trae por aquí? No parece un lugar para una chica sola, por fuerte que sea.-le pregunté.

Levante una ceja sorprendida. No parecía que tuviese mucha educacion aquel tipo. Le mire con mucha desconfianza. Al parecer era uno de los altos cargos de los Angeles caidos desconocía si pertenecía al reino oficial o al renegado pero aún así había algo en que no acababa de gustarme.

-Mi nombre es Azhara- preferí no darle mi apellido- he venido hasta aquí por que sentía curiosidad por este lugar he oido muchas historias acerca de este sitio y quería visitarlo en persona. No te preocpues por mi, ya soy bastante mayorcita para cuidarme yo solita.

La miré, y vi que no parecía que le agradara mi compañía, no sabía si fui un poco tosco... Uhm, no se si no debería irme... no parece muy cómoda-pensé. Pero procedí a disculparme.

-Disculpa, creo que no he sido muy educado.-dije, y añadí-Sé que eres fuerte, pero, ¿te gustaría dar un paseo por las ruinas?-dije, aunque prefiriera andar solo, por no parecer un maleducado, no quería causar tan mala primera impresión

Parecia que su actitud habia cambiado, o eso me parecia al menos. Me ofrecio dar una vuelta y me encogi de hombros.

-Bueno vale, total tampoco estaba haciendo nada interesante. ¿Donde vamos?

Le mire con curiosidad.

No conocía en absoluto estos lares, pero eché un rápido vistazo a mi alrededor. Lo único que vi fue una pequeña torre y una especie de casa muy grande, hecha de piedra, aunque bastante destrozada, que parecía el centro de la antigua aldea. Entonces pensé que podíamos ir allí, parecía el único lugar interesante de aquel lugar.

-¿Qué te parece aquella construcción? Parece explorable-le comenté-Aunque también queda aquella torre.-le dije con toda la amabilidad que era capaz de expresar.

Eche un vistazo tanto a la casa que había en el centro de lo que era el antiguo poblado de los cazadores y una siniestra torre que quedaba cerca. Arrasque mi menton con mi mano. ¿a donde es mejor ir? la casa parece interesante pero la torre...hay algo que me llama la atención mucho en ella.

-Creo que me da mas curiosidad ir a la torre...

-Vayamos dirección a la torre, pues.-le dije.

Íbamos caminando hacia la torre, y mientras, nos íbamos encontrando con todo tipo de ruinas: había tanto casas como lo que parecían ruinas de un pequeño mercado, el mercado de la ciudad, imaginé.

Cuando llegamos, iba a abrir la maltrecha puerta cuando al ir a cogerla, se cayó. Vaya... no sé si es buena idea entrar aquí, no está en buen estado-pensaba, y dirigí una mirada a Azhara-Pero se enfadará si no...-así que pensé en continuar.

Le cedí el paso con la mano, como solía hacer con las mujeres, era un gesto de cortesía.

Íbamos llegando poco a poco a lo que era la antigua torre. Me fije bien el estado en el que estaba la susodicha torre. Estaba muy anticuada y prácticamente se estaba cayendo a cachos pero aún así tenía que entrar. Algo me decía que podíamos encontrar algo interesante en ella.

Zakarum me ofreció entrar primero y se lo agradecí con una leve inclinación de cabeza. Al entrar me tope con una sala totalmente a oscuras.