Psch...

-...

Nos despertamos en un callejón de Eliria...

-¿Que hacemos aquí?

Entonces sentí algo raro. El poder de sellado de la piedra estaba en mi...pero la piedra no.

-¿Qué está ocurriendo?

Me sentía dolorido y cansado. No entendía nada de lo que pasaba. Tendría que recuperar fuerzas antes de volver a mi cueva, pero antes tendría que devolver el poder de sellado a alguna piedra o sería demasiado tarde para mi. Necesitaba ayuda...

Paseaba en una de las calles de la ciudad, en dirección al mercado a comprar sangre cuajada para la cena de esta noche. En mi camino, pasé por delante de la boca de un callejón oscuro, del cual procedía una voz tenue y apagada. No reconocía esa voz, me parecía extraña y rara. Me picaba la curiosidad, por lo que me adentré en el oscuro callejón, con paso lento pero decidido. El paso talante propio de mi mostraba mi orgullo. Aunque era precavida, no podía evitar llamar la atención.Con una voz amable, aunque no demasiado, disturbé el silencio del callejón.

-¿Quién está ahí?¿Necesitas ayuda?

Al seguir acercándome vislumbré una figura en la oscuridad. La poca luz no me permitía ver muchos detalles, pero lo suficiente como para darme cuenta de que había alguien de no poca altura.

Iba paseando cuando por los callejones de Eliria cuando vi a Aral y a Angeline

-¡Hola Aral! Hola Angeline...-dije, pero note que le pasaba algo a Aral-¿Aral? ¿Te encuentras bien?

-Es este el rastro de mágia que notaste? -Mi voz provenia de lo alto de un edificio de un callejón, me encontraba sentado en el borde del tejado con una pierna inclinada para apollar la barbilla sobre la rodilla.
-No es gran cosa, solo es ese Yasgeniod, debio de ser una falsa lectura. -Hablaba con una figura situada a mi lado, estaba de pie, su larga túnica negra ondulaba al viento y su larga coleta caia a su espalda, llevaba un libro en la mano derecha.
Me lancé al vacio desde lo alto de la estructura, pero usando mi agilidad fui reduciendo mi velocidad de caida agarrandome en salientes y colgandome de ellos. Finalmente caí de pie.
-Buenas noches. -Dije saludando a ambos desconocidos.

Me encontraba al lado de Walter cuando habló. Bajé a su lado y evité partirme los huesos con un conjuro.
-No hay duda, tiene restos de magia negra, una enorme presencia. Es como si hubiese sobrevivido a una catastrofe mágica... -Dijé acercandome a Aral para verlo mejor.
-Además... Creo que ha hecho algo que no debia... Absorvió el sellado de la piedra... -Puse una mano en mi frente y suspiré, estos jovenes...

-Hola...-dije algo preocupado-¿Po-podrías ayudarme? Algo le pasa a Aral...

CUando escuché la voz de Lukasian, me di la vuelta y vi a Lukasian acercarse con paso lento, y con una voz preocupada.

Hola...¿LUkasian era no? ¿Conoces a este hombre?

Una vez que terminé de hablar, cayó un par de hombres entre nosotros. Levanté la mirada y les miré a los ojos.

Buenas noches...¿quiénes sois?¿Y de dónde salís?BUeno, no importa eso mucho. Este hombre necesita ayuda, y no sé qué le pasa.

Di unas zancadas en dirección al cuerpo tumbado de aquel hombre, y me arrodillé al lado. Acerqué mi mano hacia la suya, y la tomé. Estaba fría. Entonces, me acerqué más, y dejé caer mi voluminoso "conjunto" lentamente sobre su barriga, intentándole transmitirle así calor.

Sonreí amablemente a los dos.
-No os preocupeis, esta bien. -Mi sonrisa se volvió picara y divertida. -Solo necesita uno de sus famosos tés, ¿verdad, Salem? -Cogí a Aral del cuello de su túnica y lo alcé con cuidado de apartar a la vampiresa. Mis ojos brillaron con malicia y arreé dos bofetones a Aral, uno a cada lado de su cara. Si no le espavilaba eso nada lo haria. Continué cogiendole del pescuezo despues de arrearle, esta vez con una sonrisa amable y encantadora.

ME aparté de Aran, dando un ruedo lento (OFF Que sigo sin saber que se llama así, pero para diferenciar)ON Al ver que ese hombre le abofeteó la cara, me levanté del suelo, y le miré con mirada fogosa al mismo. Estaba disgustada porque le pegase así, y no sabía por qué lo haría.

¡¿Pero qué cree que está haciendo?!¡¿Ha perdido la cabeza?!

Me acerqué al hombre y levanto la mano para darle una soberana bofetada en su mejilla.

Rapidamente interpuse la cara de Aral entre la bofetada y mi cara.
-Muy bien, asi se hace, si no recibe estimulos externos quedará completamente inconsciente. Y asi no podriamos preguntarle lo que ha pasado. -Seguia sonriendo de oreja a oreja, como si eso fuese lo más corriente del mundo y todo el mundo lo hiciese.
-Es un chico muy dormirlón ¿sabeis? Pero hace unos tés excelentes. ¿Podriais mirar en su bolsa y buscar alguno?

Los metodos de Walter a veces carecian de tacto, pero eran verdaderamente eficaces.
-Mi nombre es Salem Blackroot rey de los brujos renegados, y este de aqui es Walter Wingates, principe de los vampiros. Disculpad nuestro modales, pero debemos mantenerlo consciente.

-...Vale.-respondí sin rechistar.

-Argh, si despierto estoy...

Con la cara roja me incorporé, solo pude decir una cosa:

-Necesito una piedra, tengo que poner mi poder en ella. Deberíamos ir a Bhava-Agra.

Miré hacia Walter y a Salem. Sólo ellos sabrían algo de lo que me pasaba.

Me reí, que inocencia esta de la que hacia alarde el muchacho.
-Nunca es tan facil muchacho. -Seguia sonriendo, las cosas se movian y eso me divertia considerablemente. Aunque nada pareciese ir del todo bien, eso lo hacia más emocionante.

Bajé la mano de Walter con la mia para que dejará en el suelo a Aral, ya parecia haberse espabilado.
-Walter tiene razón... Tiene tus recuerdos... Lo veo, hay un vacio dentro de ti... ¿Recuerdas que has hecho las últimas horas? Seguro que no... Lo que si se es que falta parte de la información... Leyó tu plan y no solo se llevó tus recuerdos... Por decirlo de algún modo... Tienes un libro de conjuros al que le faltan palabras clave... No podrás traspasar el poder... Antes tienes que recuperar esas palabras que estan junto con tus recuerdos...

Mi cabeza estaba embotada, no podía pensar con claridad...

-Salem, tu pareces saber algo... Tienes razón, no recuerdo nada, ¿qué debo hacer?

Me quedé un rato pensativo, que debia hacer, no que podia, que debia.
-Hay varios factores a tener en cuenta... Dentro de tí reside parte del sello, por si solo no vale nada y podria traerte problemas... Si no consigues recuperar los fragmentos y todas las demás piedras son destruidas... Tu espiritú quebrará, seguramente serás el puente por el cual se libere todo... Evidentemente estarias muerto, asi que no te doleria... Yo te recomendaria deshacerte de ello e intentar evitar la destrucción de las demás piedras. Pero no puedo decirte que debes hacer...

Rechisté con desesperacion.

-En ese caso, dime si sabes alguna manera de poder llevar eso a cabo.

-Oh, es facil, ya te han quitado fragmentos. Solo hay que repetir el conjuro hasta recoger todo el poder. Aunque seguimos teniendo un problema, no dejaste que la energia de la piedra se disipase. Si te la sacamos a ti, ¿donde la metemos? -Me habia adelantado a dar la respuesta de Salem, pero estaba verdaeramente emocionado. Cuando las cosas se movian a mi alrededor, cuando de verdad ocurrian cosas interesantes disfrutaba, y cuanto más habia en juego, mejor.

Volví a rechistar:

-Por eso dije de ir a Bhava-Agra, solo espero que la piedra que hay allí siga en pie...

Entonces una idea se pasó por mi revuelta mente. Rápidamente me llevé la mano al bolsillo de la chaqueta, y se me congeló la sangre al observar pálido que no había lo que buscaba en él. Decidí calmarme y pensar con claridad.

-Walter, tenemos que encontrar otra piedra...

-...Yo lo llevaré, no tendré problemas con diferentes almas, ni nada por el estilo... Además, puede que convertirme en la puerta sea la única solución... -Dicho esto puse una mano sobre la frente de Aral y comencé a recitar. Lentamente los fragmentos de Aral volaron de su cuerpo al mio. Ahora empezaba la cuenta atras, esperaba no tener que converitrme en la puerta.

Sentí como la energía fluía fuera de mí y suspiré aliviado.

-Mejor...
Miré a Salem y a Walter unos instantes.

-Bien, lo primero que tengo que hacer es recuperar mis recuerdos y adivinar que ha pasado con...cierto artilugio. Espero veros dentro de poco.

Me transporté lejos del lugar.

Me giré hacia Salem, todos los seres mágicos estaban locos.
-Bien, amigo mio, ahora eres una bomba de relojeria