Sobreesfuerzo

Estaba en las costas del atardecer, entrenando, llevaba ocho horas corriendo, haciendo flexiones, abdominales y cantidad de ejercicios que me tenian agotado. Segui corriendo, con un pensamiento en la cabeza. Debo esforzarme, por ser debil...por ser debil, no puede defenderla, no pude defender a Rish. Las lagrimas comenzaron a salir de mis ojos, me las seque rapidamente y continue entrenando, mi cuerpo era pesado y mi vista comenzaba a fallarme, no puedo dejarlo, debo de esforzarme para que eso no vuelva a pasar.

Llegue corriendo a un acantilado, me puse haciendo el pino en el filo de este a hacer flexiones. Mi vista seguia fallando, todo me daba vueltas. Derrepente mi brazo derecho dejo de responderme, mi vista se nublo completamente, me resbale del filo del acantilado golpeandome la cabeza, haciendome un brecha no muy profunda.

Acabe cayendo al mar. Durante la caida iba pensando:como aquella vez, caigo al vacio. Rish, no pude defenderte, cambiaste tu destino por el mio, yo...tenia que haber muerto aquel dia. aquel fue mi ultimo pensamiento antes de notar el agua rozando mi cuerpo y desmallarme segundos despues.

Estaba en mi pequeña barquita junto a Sebastian pescando alegremente cuando vi flotando en el agua un cadáver. La cara se me iluminó de ilusión y me dirigí a recogerlo. Cuando me quise dar cuenta aún estaba vivo. Por el aura parecía un demonio, aunque estaba muy débil. Para despertarle le abofeteé fuertemente en una mejilla.

Al recibir la bofetaba, me espabile demasiado rapido, vi a alguien a mi lado, mas me sorprendi me puse de pie en el barco pero de la sorpresa tropece y cai de nuevo al agua. Me agarre al borde de la barca.

-Hola,- dije respirando un poco alterado por la sorpresa -gracias por salvarme. ¿Podrias decirme tu nombre?

-Así que no estabas realmente muerto... Qué pena, habrías sido una comida deliciosa para Sebastian - dije acariciando a mi mascota

¿Mascota? Era algo extraño tener de mascota una criatura asi.

-Esto... siento ser repetitivo mas, he preguntado por tu nombre.

Le miré curioso, como si la primera vez realmente no le hubiera oído.

-Mi nombre es William Schliff demonio. ¿Cuál es el tuyo?

-Me llamo Darksik, encantado de conocerte, por cierto... ¿sabes que soy un demonio?, ¿que clase de humano eres tu? Creia que ningun humano sabia de nuestra existencia.

Sere imbecil como no cai antes...¿seria un cazador?

-¿A caso eres un cazador?

Le miré como el que mira a un completo imbécil cuando dice alguna estupidez. Me mantuve un rato callado, dando a entender que aquella pregunta no había sido adecuada.

-Líder de los cazadores del bien, mucho gusto - respondí al cabo de un rato irónicamente

-Perdone mi ignorancia.- dije agachando la cabeza -No he visto muchos cazadores y desde luego nunca habia visto un cazador del bien.

-Sabe, podria matarme si gustais no lo dudo, pero... creo que ya habria atacado si en verdad buscara matarme, asique quedan tres opciones... o quiere pedirme algo, o le intereso de aliado, o le interesa que me vuelva mas fuerte para poder enfrentarle.

De pronto puse mi cara más seria y amenazante. Me acerqué al demonio poco a poco a escasos centímetros de mi rostro.

-De seguro...

Después le di una palmadita en la espalda y comencé a reír estruendosamente, a carcajada limpia, y por supuesto, amistosamente.

-¡De seguro que nos llevaremos bien, demonio! Eres un tipo interesante.

Se mostro una sonrisa en mi cara, esta hombre tenia un humor un tanto raro pero...me gustaban esas bromas.

-Gracias, por el alago. Seguro nos llebaremos bien y en verdad es un honor tenerle de amigo.

-¿Te gusta pescar? Tengo dos cañas - dije sacando de mi mochila una nueva caña plegable.

-Claro, estaria bien relajarse a pescar.- dije extendiendo la mano para coger la caña.

Mientras estaba pescando tarareaba una alegre canción.

-Bueno demonio, ¿y qué es lo que estabas haciendo para que te encontrara medio muerto en el agua?

-Estube entrenando, demasiado, creo que no tendria que aberme pasado tanto.- dije lanzando el sedal para probar suerte.

-Ya veo, pero debes tener cuidado. Si no hubiera pasado por aquí estarías muerto.

Mientras decía esto un pez picó. Sin inmutarme tiré de la caña y lo metí en la cesta, aún coleando.

-Si... En verdad debo de cuidar mas mis actos.

Este hombre era algo extraño, antes parecia el hombre mas loco del mundo y aora mismo, me estaba hablando con seriedad y encima dando buenos consejos. Un pez que pico en anzuelo me hizo que despertar de mis pensamientos, cogi la caña con fuerza y tras un poco de esfuerzo consegui sacar un pez, con una pinta bastante apetitosa, el cual meti en la cesta.

-¿Acaso todos los demonios estáis locos? Jajaja, sois criaturas muy extrañas.

Mientras decía esto otro pez había picado y lo volví a meter en la cesta.