Verde oscuro

Hice un gesto de incomprensión ante su primer comentario,pero el segundo llamó mas mi atención.


-Yo?..no estoy segura de que fuera a ayudar en mucho,ademas,todos seréis altos rangos.

Sonreí. Deberías dejar de subestimarte, Kaede. Eres quizás la persona más importante de todos los que vamos a tomar parte en esto. Eres la única persona capaz de mantenernos a todos unidos y dejar las viejas rencillas para luchar con un fin común. Kaede, si no estás, todo será un caos.

-Yo me subestimo,pero tu me infravaloras..o al menos eso es lo que creo-dije riendo un poco.
No estoy segura de que deba ir,al fin y al cabo todo lo que se se lo conté a Aspicious.

Me quedé realmente sorprencido con sus palabras.
¿Que te infravaloro? Más bien diría lo contrario. -dije serio.
Te lo pido por favor Kaede, ven.

Le mire a los ojos,y suspiré.

Esta bien,iré,pero que conste que no quiero molestar.

Tranquila no lo harás. -dije quitándola un mechón de pelo y colocándoselo detrás de la oreja. Otra vez apareció esa sensación extraña que me decía que quitase la mano pero tragué saliva y terminé la acción. Tendría que acostumbrarme.

-Te gusta mucho hacerlo-dije sujetando su mano y mirándole a los ojos de forma peculiar.

Sonreí y agaché la cabeza sonrojado. La verdad que siempre me gustó hacer eso, pero quizás ahora no era el momento para ello.

-Dime,tan bueno es ese sentimiento..?amar verdaderamente a alguien..,me pregunto si lo e sentido alguna vez-dije mirando cabizbaja,habían pasado muchos años ya.

Volví a mirarla a los ojos. No sabría decirte, quizás no me he enamorado nunca. Si te soy sincero, no se podría decir que te ame, ya que creo que eso es algo que aparece con el tiempo, si te quiero con locura, pero quizás no te amo. En cambio, no se nada de tu vida, nunca me contastes nada anterior a nuestro primer encuentro. -dije pensativo. Si no quieres contarlo, no lo hagas. -quise dejarlo claro.

-Como ya imaginarás,no nací siendo ángel caído.

Nací en el seno de una de las familias mas honorables de los antiguos ángeles..o eso se supone-dije en voz baja recordando el pasado.


-Por culpa de los supuestos seres divinos..perdí a la única persona que realmente me había llegado a importar por aquel entonces,era la persona de la que estaba enamorada-dije con una leve sonrisa amarga.

La cogí las manos para darla más confianza sin decir ninguna palabra. No obstante, entendería que no quisiese seguir con ese tema, sería doloroso recordarlo.

-Mi clan,siempre estubo dividido en dos partes,la raíz principal,de la cual yo era heredera..y la raíz secundaria. Siempre existían conflictos entre ambas,como ya imaginaras,ademas de eso,nunca tuve oportunidad de ser escuchada por mi padre,ni siquiera quería oír hablar de relaciones con otras razas,y eso me dejaba vacía por dentro.

Así pasaron los años,siendo entrenada en exceso,hasta que cansada de todo aquello,me marché.Y fue solo entonces,cuando conocí a ese chico,el único que me enseño que era realmente el cariño,y el amor-dije con una pequeña sonrisa,apretando con fuerza la llave que colgaba de mi cuello.

El me enseño a sanar...,solo lo se por el. -añadí tras un corto silencio.


Un día,acabo por estallar la guerra definitiva entre ambas raíces,y tenían que enfrentarse los dos herederos de ambas,yo..y Yukimaru.-era la primera vez que decía su nombre en alto desde hacía mucho tiempo.


Ambos nos negamos,y por ello,fuimos desterrados,perdimos nuestra aura de ángeles,en cierta medida,ambos adquirimos oscuridad por ello.

A las pocas semanas,aún insatisfechos..asesinaron a Yukimaru,por no haber limpiado el orgullo y dolor que "sufrió" su raíz.


Vi como la persona a la que amaba moría entre mis brazos....confía en mi,eso es lo último..que querrás sentir en tu vida.


Dicho esto último,me levanté,con el cuerpo frío como el hielo,y miré el cielo con tristeza.



Solo recuerdo su último aliento de vida..solo eso,lo siguiente que recuerdo..es haber llegado aquí,y creo..que hay ciertos años de mi vida que han sido borrados de mi mente-dije llevándome una mano a la cabeza.

Podía comprenderla y entenderla, pero al no haberme visto en una situación parecida, solo podía llegar a sospechar la magnitud del dolor que pudo llegar a sentir, eso y el olor que desprendía que llegaba a mis fosas nasales metiéndome sentimientos completamente oscuros. Ahora la comprendía muchísimo más que antes, comprendía cada acción y cada palabra, y sobre todo su comportamiento con los demás.

Lo siento... -dije en bajo, no sabía que decir ya que posiblemente nada la haría cambiar de pensamientos en ese momento. Lo curioso es que, a pesar de que lo normal en mí hubiese sido la envidia de no haber sido la persona que ella amó, no sentí celos ya quelo único que quería era ayudarla en lo que fuese.
Quizás no debí haberte preguntado. No quiero que sufras por los recuerdos. -dije mirando hacia el suelo.

-No puedo escapar de mi pasado,no te sientas mal,es algo que tengo que llevar presente en mi vida-dije mirándole mas tranquila.

Quizás el futuro te traiga muchos momentos felices. -dije intentando animarla.

-Tu..piensas en el futuro?-dije arrodillándome de nuevo junto a el. Formulé la pregunta de tal manera,además del gesto que hice,que parecía una niña pequeña esperando escuchar algo que desconoce totalmente.

Contínuamente. Aunque intento no pensar en él para disfrutar del presente siempre vuelve a mi cabeza. Igual que siempre pienso en el destino. -dije sonriéndola.

Me apoyé en su pecho,bastante agotada,y cerré los ojos.Podría dormir ahí mismo si quisiera,era una sensación muy cálida.

-Yo en cambio..siempre e sido muy extraña..-dije en tono tan bajo,que parecía que me acababa de dormir,aun que por mantener a medias mi equilibrio,se notaba que no era así.

Extraña... nunca me gustó ese término. Prefiero singular, única, especial. -dije mientras la abrazaba, su piel fría me refrescaba por fuera y también por dentro.

-Especial...,me gusta esa palabra-dije sonriendo un poco.

Tu lo eres para mi-dije con los ojos cerrados,y enrojeciendo un poco sin mirarle.

Me derretí ante esas palabras, no había cosa que me hiciera más feliz que tenerla a mi lado.
Ojalá eso no cambie nunca. -dije apretándola contra mí con suavidad, como una muestra de cariño.

Le correspondí gustosa al abrazo,y me adormecí un poco,pues estaba realmente agusto con el.

Para mí eres... como una pequeña isla en medio de un gran oceáno en la que puedo guarecerme para no ahogarme. -en realidad no sabía porqué decía eso, tampoco si debía decírselo, pero me salió solo y no pude controlarlo.

-Me siento..feliz sabiendo eso, Ian..gracias-dije sonriendo,y abrazándole con mas fuerza.