El amanecer de la guerra

OFF: Venimos de aquí: https://creatureswars.forosactivos.net/t1336-una-reunion-inesperada

ON: Llegamos a nuestro destino envueltos en una nube de oscuridad. Estábamos rodeados de grandes árboles y arbustos, el ambiente era muy húmedo y se podíamos percibir las auras de bastantes animales en los alrededores. Wataru se encontraba a mi lado. En cuanto llegaron los acompañantes me dirigí a ellos.

-Este es un buen lugar para dialogar - dije cruzándome de brazos y mirando hacia el cielo completamente tapado por las copas de los árboles -. Y bien, ¿qué propones, renegado?

Después de un rato llegamos al lugar en el cual habíamos quedado para hablar mas tranquilamente... Había demasiada humedad para mi gusto aunque probablemente no para Aspicious, me negaba a creer que hubiera escogido una zona verdaderamente neutral, pero aquel no era momento para pensar en esto.

- Creo que ya te he hecho un resumen de lo que tenía pensado... Básicamente querría firmar un tratado de paz por parte el infierno... Esto lo hago principalmente para que los nuestros dejen de matarse entre ellos nada mas verse, lo cual no es demasiado difícil, después de todo los tuyos me reniegan y los míos... Obviamente hacen lo mismo contigo y ninguno de los dos podemos culparles, pero de lo que básicamente reniegan es de nosotros dos. Por eso pienso que si firmáramos un tratado de no agresión, aparte del echo de no matarnos podríamos ganar mas cosas, como que el infierno se convierta en ese instante y sin lugar a dudas en el mayor poder de todo Yggdrasil... Esto facilitaría la destrucción e cualquier reino de la luz reduciendo nuestras bajas, y también impediría que nadie, excepto un loco se atreviera a atacar el infierno, con o sin ejército. Ademas tendremos un poder mayor para enfrentar a Omega.

Caminé con tranquilidad por la zona, rascando un poco la corteza de un árbol como con curiosidad... Esperando a que mis palabras hicieran efecto en Aspicious, antes de volver a mi posición y mirarle de nuevo con tranquilidad.

- Piénsalo... Daría igual el reino como mínimo seríamos el doble de poderosos y eficaces que ellos... Como mínimo. A, y por supuesto no has de pensar en mi infierno como un lugar despoblado y sin demonios poderosos... Como puedes ver por mi compañía no soy el único con un poder importante, y ella no es la única princesa, si bien es cierto que aparte de mi no hay casi demonios hombres poderosos... No contemos al antiguo rey, no sabe aprovechar su poder... Pero para mi esto no tiene inconveniente alguno... Y bien, cual es tu opinión por el momento?

Hice una mueca sarcástica al escuchar aquellas palabras. En cierta medida me hacían gracia, pues en parte tenía razón, pero había algo en lo que estaba profundamente equivocado.

-Antes de nada me gustaría decirte que tienes un concepto erróneo de lo que sois vosotros los demonios renegados. Si mis hombres os atacan es porque decidisteis no formar parte de la sociedad del infierno, desobedeciendo a vuestro rey. La mayoría de los renegados que existen hoy se oponían a la antigua reina Arshei, es por ese motivo por el cúal no he tenido ninguna molestia de consideración con vosotros, al menos de momento.

A continuación me senté en la raíz saliente de un árbol cercano y expresé mi opinión acerca de lo que había dicho el demonio.

-No tengo ningún inconveniente en firmar una paz de vosotros, siempre y cuando os comprometáis a acatar mis órdenes - mi rostro se tornó juguetón a la vez que guasón -, pero es obvio que eso no lo haréis, así que eso significa un problema.

Después me crucé de piernas y de brazos y seguí con mi discurso.

-Sin embargo, también es cierto que uniéndo nuestras fuerzas alcanzaríamos un poder mucho mayor del que podríamos por separado. En este caso... Creo que es conveniente mantener una alianza aunque sea temporal.

Me levanté y me acerqué en un instante a Noctis. Con una mirada fría y seria le propuse mi trato.

-Siempre y cuando en guerra sigáis mis instrucciones no tendré problema con el resto. Tendré que ser informado de cada movimiento que hagáis y estar conforme con ello. Por lo demás podréis hacer lo que convengáis, pero sin esta condición no habrá trato, hay mucho en juego y no toleraré ningún paso en falso. ¿Está el rey renegado conforme con esto? - concluí con una sonrisa picarona en mis labios.

- Veras... - Mi tono se volvió analítico casi de broma a causa de sus palabras - Existe el problema de que, como decirlo... No me gusta seguir órdenes de nadie, por eso derroque a Kain, bueno aparte de por que tenía un puesto inmerecido. Aparte de que si eso sucediera, que no sucederá, todos mis hombres pasarían a no respetarme en lo mas mínimo, lo cual tampoco me convence... Les he hablado de un pacto beneficioso a dos bandas, y no te engañes, nunca harán algo si creen que eres tu el que lo manda, como tu has dicho, por algo somos renegados.

Paré mis palabras un instante manteniéndole la mirada con tranquilidad y una oculta diversión... Sus proposiciones e ideas eran mas bien de una fusión en la que el comandaría... Y eso no iba a suceder nunca.

- Luego existe la posibilidad de que te relajes y aceptes el echo que yo ya he aceptado, y es el de que si quieres el poder de mis tropas, tal y como yo quiero el de las tuyas tendrá que ser siempre por medio de nosotros dos, y nunca por órdenes, porque ninguno de los dos se va a dejar ordenar nada, ¿Me equivoco? - entorné un instante los ojos mientras una sonrisa maquiavélica se dibujaba en mi rostro, hacía todo lo posible por mantener cierta igualdad, pero estaba claro que al Rey demonio no le interesaba esta, claro que en realidad ello era previsible - Por otra parte no me molesta seguir los planes de otros siempre que mantenga mi libertad y que por supuesto me parezcan viables... Y si yo decido seguir una estrategia todo mi reino lo hará, así que si, informaremos de nuestros movimientos, siempre que sea algo recíproco y por otra parte tendrás acceso a nuestro poder.. Siempre que el uso que quieras darle me parezca correcto. Se que sabes mas de todo lo que esta ocurriendo que yo por eso te voy a dejar cierto margen, pero nunca podrás ordenarme nada... Solo pedírmelo, con o sin amabilidad, eso ya es cosa tuya. Y probablemente acceda, ya ue como he dicho no tengo demasiados planes para el inminente Apocalipsis... Probablemente...

La sonrisa se borró de mi cara, tomando con ello mis ojos una nueva expresión de frío análisis... Ya había terminado de indicar todo lo que había venido a exponer, o eso creía en un principio, ahora solo quedaba esperar la respuesta de Aspicious y su consiguiente reacción, que esperaba no incitara a un combate directo, pues no tenía demasiadas ganas de luchar en esos instantes, pero estaba preparado para reaccionar a cualquier ofensiva, algo que no sería raro que ocurriera teniendo en cuenta sus palabras tiempo atrás cuando aún nos encontrábamos en el infierno.

- Se que es mejor propuesta de la que se podría esperar... Después de años matándonos la guerra tomaría un alto, aumentaríamos las posibilidades de supervivencia y si sobrevivimos disminuirían las de los demás... No tengo nada mas que ofrecer, creo que ya he sido suficientemente comprensivo y generoso con todo lo que te he otorgado, porque lo siguiente sería que tu comandara mi reino y como te he dicho, eso no va a suceder, así que dime, ¿Que decides?

Sin apartar mi mirada de su rostro respondí tajante a su opinión.

-Espero que cumplas con tu palabra, renegado - dije recalcando esa última palabra con un ligero tono de desprecio -. No toleraré absolutamente ningún comportamiento fuera de lo establecido.

Acto seguido me di la vuelta y me volví a sentar en la misma raíz del árbol.

-Quiero que entrenes a una élite de elementales, al menos 100 soldados de cada elemento. Esos escuadrones formarán parte de uno mayor junto con los míos y parte de los ángeles caídos. El resto del ejército podrás manejarlo como te plazca, siempre y cuando no se salga de los planes preconcebidos.

Mirandole fijamente, instando a una rápida y breve respuesta pregunté.

-¿Alguna duda?

- Si que tengo una duda... Has entendido la parte de, solicitar? Es decir, como te he dicho me acoplare a tus planes si me parecen buenos, pero te tomas quizás demasiada libertad... Aún así no tengo ningún inconveniente a lo que solicitas, de echo ya estaba haciendo algo parecido, el reino estaba descuidado con el reinado de Kain y ahora esta reorganizándose y teniendo ejércitos reales con entrenamiento... Además, entraba en mis planes hacer grupos de elementales... Mi otra princesa debe de estarlo haciendo ahora tal y como la dije antes de irme, me parece algo lógico tener escuadrones elementales a la par que guerreros.

Era así, antes de marcharme, justo después de haber hecho mi discurso había dejado dividiéndose los ejércitos del inframundo para saber de que soldados disponía... Y aunque seguía sin agradarme el comportamiento de Aspicious podía soportarlo por el momento, si bien dejándole claro que era su aliado, no su juguete y que solo le ayudaría tal y como lo haría cualquier aliado.

- Bien, en ese caso creo que ya esta todo claro... O debería de estarlo al menos. Falta algo por decir?

Me crucé de brazos a la espera de su respuesta... Que de ser negativa habría de preceder a la firma de documentos o cualquier medio "legal" que fuera necesario, si no, en caso de no ser necesario o deseado podríamos partir cada uno de nosotros a nuestros respectivos reinos, a terminar de hacer los preparativos, o en mi caso partir a hacer una alianza mas que esperaba fuera mas pacífica que la que estaba haciendo en aquel momento.

-Puedes marchar, seguiremos en contacto - dije escuetamente.