La cuarta

-Y es que el mundo necesita una purga... Pero... Eso no es todo... ¿Que mejor manera de conocer el principio que preguntandoselo al mismisimo Genesis? -La respuesta que esperabais llegó a vosotros de manera inesperada.
Una grán presión se avalanzó sobre el lugar. La gravedad habia aumentado en una inmensa area y los arboles cedian sobre su propio peso. Sin embargo, la zona cercana a la piedra estaba protegida, pues esta absorbia la magia. Y aún asi, se podia notar... Que poder tan inmenso, enseguida lo comprendeis, habia absorbido el poder de tres de las piedras, nada habia que hacer contra él. Su aura era inmensa, como un inmenso foco oscuro que absorbia la luz. El falso Salem avanzó hacia vosotro con paso lento, pero se detuvo al borde de la influencia de la piedra.
-¿Acaso no esperabas una respuesta, Walter?

Miré a mi doble arqueando una ceja y cuando habló miré a Walter. Los pedazos fragmentarios de conocimiento que robé a Aspicious cobraron sentido. Eso lo cambiaba todo, o casi. Si lo pensabas bien tenia sentido, un nuevo principio implica el fin de la existencia anterior.
-...Asi que es eso... Omega y Genesis... Walter, Neliel.... -Miré a mi rival, sus jos eran espejo de los mios, pero carecian de algo, eran los ojos más frios que habia visto nunca. Prentendia acabar con todo para responder a una simple pregunta. ¿Por que?
Observé el cielo, deformado por la potencia de su ataque. La piedra no aguantaria mucho más. Creé un portal e indiqué a Neliel que lo cruzase. Yo esperaria a que ella pasase. Walter y Aspicious sabian cuidarse solos.
-Pequeño demonio, parece que tu guerra va a comenzar.

Abrí un poco los ojos,ahí estaba el tan esperado suceso. Era físicamente similar a Salem, pero todavía guardaban unas mínimas diferencias esenciales para cada uno.
La cuarta piedra estaba a punto de estallar,y con ella..las demás. Seguí las indicaciones de Salem para entrar en el portal,observando una última vez aquel deformado cielo,y a Walter y Aspicious.

Una increible presión amenazaba con destruirlo todo, tan solo nos protegia el escudo de la piedra, y no duraria demasiado en esas condiciones. Miré al falso Salem, evaluandolo con mis ojos carmesí. No se habia andado por las ramas, apenas habia llegado y la piedra estaba a punto de ceder, pero Salem ya tenia lo que buscaba y habia creado su portal, no habia tiempo que perder. Miré al cielo y pude ver la distorsión creada por el conjuro, era realmente impresionante... Incluso el mismo tejido de la realidad se tambaleaba.
"Hora de largarse." Fue un pensamiento fugaz pero importante. Me desvanecí sin perder un instante.

Ante la llegada del emisario supe que era el momento de actuar.

- Adelante - susurré a Walter, indicándole que realizara lo propicio para la situación.

Con una sonrisa en los labios fui desapareciendo en una nube de oscuridad. Allí no quedaba nada por hacer.

Y todos desaparecieron del lugar. La presión continuó creciendo, el escudo mágico de la piedra no pudo aguantar. Un inmenso crater ocupó el lugar donde antaño estaba la piedra. La energia flotó y el brujo extendió la mano para hacerse con ella.
La cuarta piedra habia caido, y la quinta no tardaria mas de unos minutos en colapsar debido a la presión. Omega despertará y el mundo llegará a su fin...
¿O tal vez no?
Ahora es momento de heroes, de enfrentarse a lo inevitable, es el momento de que Yggdrasil luche.