aplastando rebeliones xD

Aterrizamos en la puerta de la taberna. Antes de entrar, me recogí el pelo en un moño alto y comprobé que mis cicatrices no asomaban bajo la venda que ocultaba mis ojos palpándome la cara. Saqué mi espada de fuego, la apagué de modo que pareciera una espada normal y me la puse al cinto en vez de a la espalda.
-Lista, vamos allá.
Tomé aire y empujé la puerta.

*nada mas aterrizar,desenvaine la espada que reocrdaba a un trozo de lava por su pequeño fulgor en la oscuridad que la rodeaba y entre cuando se abrio la puerta,no sin antes colocar tal grado de oscuridad que solo yo pudiera ver bien8sabia que angela podria guiarse a traves de las auras,todos los conspiradores eran diablillos que como mucho llegaban a maestros,yh cree un circulo de fuego para que no pudiera escapar ninguno,sin mencionar la trampa al infierno,donde si osaban a regresar alli irian directamente a las prisiones habilitadas para los traidores y/o conspiradores de mi raza y comente*
-se acabo la juerga...
*y sin decir nada mas me lance al ataque*

"Al cuerno el plan de entrar sin ser reconocidas y espiarles un rato..." pensé cuando Arshei se lanzó al ataque. Solté un suspiro y entré tras ella, analizando el terreno con mi percepción extra. Había un par de licántropos que huyeron despavoridos enseguida, tres humanos que presumiblemente serían los camareros y un maestro angelical. El resto eran todo diablos, y me alegró comprobar que ninguno me superaba en rango. Mientras la mayoría de los presentes peleaba a ciegas por lo que suponía que era la oscuridad de Arshei, yo me moví por la taberna normalmente, puesto que aunque tenía a una reina en mi radio de alcance, mis sentidos estaban acostumbrados a moverse en la oscuridad. Encendí mi espada y la sostuve con una mano mientras con la otra atraía el agua del grifo. En menos de un segundo ya estaba ahogando, ensartando y/o chamuscando a cuando rebelde se me pusiera por delante. El único que me preocupaba era el maestro angelical, que podría incordiar bastante si se lo proponía, pero por suerte estaba más entretenido en intentar anular la oscuridad con su luz que en interferir en la pelea.

*detecte los vanos intentos del maestro angelical y me abri paso a espadazos y fuego hasta llegar a el.Cuando le tuve enfrente,se dio cuenta de que yo no era uno de esos diablillos,sino contra la que conspiraban.Intento desenvainar su espada,pero antes de que se diese cuenta estaba ya sin cabeza.Una vez eliminado el angel(y los 3 licantropos que mate de camino al angel),me dedique a eliminar a lo bestia a los diablillos,segando todo lo que encontraba por el camino de los conspiradores*

*Avance hacia la puerta de la taberna, llevaba todo el santo dia persiguiendo a un misero vampiro y se me habia escapado, Karina, mi loba, amiga y rastreadora, me miraba con sus ojos amarillos preguntandose lo mismo que yo ¿que me ocurria? La respuesta era sencilla, necesitaba una buena pinta de cerveza, tal vez dos. Cuando abri la puerta Karina hizo lo acostumbrado en las batallas, se planto sentada, no era una guerrera ni tenia que serlo, era una rastreadora, lo que alli vi me sobresalto, la sangre de tres grandes hombres lobo corria por el suelo, y alli estaban dos malditas diablesas, tambien habia caidos de los diablos menores que en absoluto me importaban, y aquel angel que seguro que era un prepotente, como era caracteristico en su especie pero... ¿Hombres lobo? Por mi mente repaso mi infancia en el acogedor regazo de mi familia adoptiva y la sangre me empezo a hervir*

-Vaya, vaya... los mas altos cargos de los que viven en las alcantarillas aqui... ¿que va a pasar?*dije mientras me acariciaba la barba y rodeaba la empuñadura de mi espada de luz aun sin desenfundar*

Percibí como la estrella del aura del ángel se apagaba y sonreí taimadamente. Uno menos. Sin embargo, la sonrisa se borró de mi rostro cuando oí entrar a alguien y detecté por su aura que era un cazador del mal, y bastante fuerte además. Podía traernos problemas. La breve distracción hizo que la espada de un diablillo menor rozase mi cara y me arrancase la venda de los ojos, revelando las terribles cicatrices que los surcaban y se extendían por parte de la frente y las mejillas.
-¿Maestra Angela?- preguntó el diablo. Reconocí su voz, era un antiguo alumno mío.
-La misma, Fidaere. Lamento comprobar que mis enseñanzas acerca de la lealtad no te han servido para nada- comenté sin asomo de arrepentimiento mientras le atravesaba el pecho con la espada de fuego-. Aquí la traición se paga con la muerte.
Su cuerpo fue engullido por las llamas de la hoja y volví a meterme en el combate general. No obstante, no dejé de prestar atención al cazador, por si se le ocurría atacar a Arshei o a mí misma por la espalda.

*Vi como aquella diablesa de poder considerable acababa con el que parecia amigo suyo por sus miradas, no hay honor en las huestes demoniacas pense. Una maestra y una reina, no era una pelea facil, ni tan siquiera para mi, de echo podian atraparme, el proverbio ya dice que la venganza se sirve en frio. Recogi los cuerpos de mis camaradas licantropos y sali a la puerta de la taberna donde los incinere con la luz abrasadora de mi espada.*

-El fuego purifique cualquier mal, mi brazo vengue vuestro honor-susure.

*Tras ese improvisado funeral me asegure de que sus almas ascendian y regrese al interior, un tembloroso camarero estaba agazapado tras la barra*

-Una cerveza, le dije con voz tranquilizadora. *Como siempre mi voz tuvo el efecto deseado sobre un ser humano*
*Me gire y vi que la batalla terminaba con una aplastante victoria de la maestra y la reina de los diablos. Coji la pinta de cerveza y las mire a sus oscuros ojos, una tozudez natural en mi me permitia mantenerles las miradas a aquellos seres que amedrantarian a cualquiera.*

-¿Que hay? *les pregunte mientras bebia un sorbo con una voz alegre que ocultaba mi estado de vigilancia. ¿Que ocurriria?*

off: mis ojos no son oscuros, son dorados xD
on:

No tardamos en terminar con la reunión. Dejé que un diablillo creyera que podía escaparse y en el último momento saqué mi cola rematada por una afilada punta rígida y le agarré del cuello con ella.
-Si me dices quién ha faltado a la reunión, tu muerte será rápida y dejaré en paz tu alma en el Infierno. Si no, ya sabes lo que te espera- le dije en demoniaco.
-Na... ¡Nadie, se lo juro, que me muera aquí mismo si miento!- gritó, desesperado, en el mismo idioma. Noté que sus pulsaciones se incrementaban y empezaba a sudar a chorros, estaba mintiendo.
-Mira que te lo advertí- suspiré, apretando mi presa en torno a su cuello.
-De acuerdo, ha faltado... Azashina- masculló.
-Buen chico ^^
Terminé de torcerle el cuello y su cuerpo desapareció en medio de una nube oscura.
-Dije que yo no te haría nada en el Infierno, pero no dije nada acerca de los demás- comenté encogiéndome de hombros. Recogí la venda del suelo y la palpé, tendría que ponerme otra porque esa estaba inservible. Después, me volví hacia el sitio del que provenía la voz del cazador y apoyé una mano en mi cadera mientras con la otra sacudía la espada para limpiarla.
-Pues hay muchos muertos, éso para empezar- contesté-. Lamento haber tenido que dar este espectáculo en su bar, pero es culpa de esos miserables por organizar aquí sus reuniones- le dije al camarero, girando la cabeza hacia donde se encontraba (a pesar de no verle, podía oir su respiración y sentir su levísima aura humana).

*suspire cuando acabo la pelea y la oscuridad que habia creado haciendo que solo yo pudiera evr en ella deaparecio completamente y sonrei*
-bien,angela,ya hemos acabado...+comente ignorando al cazador y continue*
-e notado varias fugas al infierno...que ahora estan en las prisiones.De todas formas,creo que me sera mas util hacer una alianza con la reina bruja que torturarla...veamos a que accede.si no quiere,siempre poddremos divertirnos con ella.*comente todo en diabolico antiguo,de forma que naie excepto angela entendiese la conversacion y,sin decir anda ms,me envolvi en una llamarada dorada y me fui a las prisiones de mi reino*

Torcí ligeramente el gesto y cerré mis ojos ciegos, una vez retirada la oscuridad se empezaban a irritar. No me hacían mucha gracia las alianzas, pero con Itachi parecía estar dando resultados... Y a Elinor le convenía aceptar, por su bien.
-Eh, no sin mí- exclamé al sentir que se iba. Me envolví en una nube de oscuridad y desaparecí yo también en pos de mi reina.

*En cuanto esos dos seres desaparecieron me puse a hacer un ritual de localizacion, no era un mago y poco de lo que los sacerdotes habian intentado enseñarme habia entrado en mi cabeza, era culto, pero la magia se limitaba a mi armadura que aun brillaba... Se habian marchado a un lugar sellado para mi. Deduje que el infierno... ¿Donde estan los magos cuando se los necesita? Hasta la casa de al lado estaba sellada para mis dotes de busqueda magica... Podia mandar a Karina... pero si habian ido al infierno no creo que fuera capaz de regresar sin que yo la ayudara...
Lo mejor era olvidarlo y tomar un trago, lo que tubiera que ser, seria.*