Buscando alguna conversación

Entré en la siempre bulliciosa taberna y pedí algo de beber, nada en especial y me quedé en la barra mirando a la gente que ocupaba la taberna. Alli siempre podias encontrar gente interesante con la que hablar.

Entré en la taberna después de casi un año de ausencia. He necesitado dedicarme tiempo, curtirme, crearme cicatrices y más quehaceres. El olor a rancio y a alcohol me trajo cálidos recuerdos de mis borracheras con Aurora en nuestra lejana juventud.

Entonces fue cuando le ví, Kashtym acababa de hacer acto de presencia. Compartimos esa mirada que solo pueden cruzarse dos completos desconocidos... ¿Qué hace un tipo como tú en un antro como éste?

Estaba ensimismadocon mi bebida cuando oi una voz, al principio no asimilé la pregunta ya que el alcohol mermaba mi capacidad de respuesta. Tras un rato conseguí poner orden a mis pensamientos y entonces entendí lo que me habian preguntado. Pasar un poco el rato ya que aun es pronto para dormir. ¿Y tu?, ¿Que hace un ser como tu en estos lugares? dije mientras leia el aura del angel caido.

-Después de encontrarme a mi misma en los lugares más recónditos de la tierra creo que ya es hora de volver a mi hogar. Pero como no tengo intención alguna de enfrentarme a la Casa Real de mi casta, y no me quedan más narices que hacerlo, prefiero intentarlo alcoholizada.

Su cara de perplejidad me lo dijo todo, o había bebido demasiado, o jamás había oido hablar de mi nombre entre los Ángeles Caidos.

-Es simple, amigo mío, durante un año he esquivado todo tipo de responsabilidad militar. Se supone que soy un vasallo de mi señora y de su familia. ¡Las narices! Me fui por patas, o halas, hace más tiempo del que me gustaría y ahora me enfrento a su dictamen, o el más duro de los castigos, o la misericordia más injustificada. Mis ojos desafiantes nunca les gustaron, y menos aún el hecho de que nos conociésemos cuando aún éramos unos niños, por lo que tengo mucho que contar en el caso de que fuesen a por mí.

-Y tú, aventurero, ¿Qué macabras historias podrías contarme junto a estas copas aún medio llenas?

Aparte de las atrocidades que he contemplado a manos de los humanos durante todo el tiempo que he viajado antes depresentarme a palacio, no se que te podria contar detallé mientras hacia memoria.

Recuerdo hace ya bastante tiempo, en una aldea cercana al territorio de los licantropos, una familia bastante amable me habia acogido en su humilde choza. Al anochecer llegó una patrulla de soldados de la casa real de Elriria que batía la zona en busca de un licantropo que se habia dejado avistar. Según ellos estaba aniquilando el ganado pero vi en sus ojos que lo buscaban mas bien por temor a que atacara. empezé a narrar entre trago y trago de mi vaso. Los pobres aldeanos no sabian de la existencia de este ser y se negaron a colaborar, gran error porque la patrulla arrasó toda la aldea, yo conseguí escapar por poco. Mientras me alejaba de la aldea en llamas esta muerte y muchas mas anteriores ya pesaban en mi alma, por eso decidí ir al palacio de hechicería, para purgar mi atormentada alma de toda esta muerte y destrucción. dije mientras unas lagrimas empezaban a aflorar en mis ojos, que rapidamente seqyé con mi manga.