Ûlitima vez

Tantos años buscandola, ese fue el unico motivo por el que viaje hasta estas tierras tan lejanas.

Por mucho que pregunte no di con ella, casi parecia que se la hubiese tragado la tierra.

Ya lo di todo por perdido, estaba en aquella selva perdiendo el tiempo cuando di con ella.

Esa maldita estaba ahi.

Sin pensarmelo mucho fui hasta ella.

-Vaya, vaya Natasha Higurashi.

Era uno de esos días en los que me apetecía alejarme de la civilización. El lugar idoneo para ello era la selva, nadie iría por allí.

Llevaba todo el día pensando...pensando demasiado. En mí y como siempre no hayaba ninguna respuesta en claro.

Ya estaba anocheciendo, debería volver al castillo pero no sabía porque me quería quedar aún por aqui.

Pero, de repente, algo atrajó mi atención. Una voz llamandome.

"Vaya vaya. Natasha Higurashi"

En cuanto oí mi voz me gire, era una un aura mucho mas inferior a la mia y era de un angel caído.

No me sonaba de nada intente recordarla pero no lo logaraba.

-Perdona, ¿nos conocemos de algo?

como er de esperar ella no me conocía...como iba a hacerlo. Esa maldita no podia ver mas allá de sus propias narices. Aún no comprendía como alguien como ella podía haber ascendido a Princesa.

La odiaba hasta tal punto de querer matarla en este preciso momento.

Pero no iba a dejarselo tan facil, quería disfrutar de aquel momento lentamente. Necesitaba hacerla sufrir, quería que me suplicara clemencia.

Me acerqué un poco hasta llegar a su altura, roze con la llama de mis dedos la empuñadura de mi espada, pero por ahora tan solo se trataba de un amago.

-Soy Sora Takenouchi, angel caido renegado- dije presentandome amablemente.

ante todo tenía que ser amable con ella. Tenía que guardar las apariencias por el momento.

Aunque me dijo su nombrme seguía sin sonarme y aunque me sonara no queria hablar hoy con nadie. Ella no tenía la culpa pero hoy necesitaba estar sola.

-Yo soy Natasha como bien has dicho. Seria un placer hablar contigo un rato pero tengo asuntos que atender y no tengo tiempo para estar aqui hablando contigo. Asique si me disculpas...

Hice amago de irme.

Tenía ganas de todo menos de perder el tiempo con un simple angel caido renegado.

podía pasar por alto muchas cosas pero no iba a dejar que alguien como esa furcia me dejara con la palabra en la boca.

Cuando ví que se estaba llendo, la agarre del brazo y la lancé hacia un árbol. Empleé demasiado fuerza pero me dio igual.

Me acerqué hasta ella.

-Natasha, he intentado hacer las cosas por las buenas pero deberias tener un poco mas de educacion. No sabes que esta muy feo dejar a la gente con la palabra en la boca- la mire duramente- Natasha...la tipa que se cree que no existe alguien mas desgraciado que ella, pobrecita Nat- fingi que lloraba- patetico, me das asco.

Nada mas dar un par de pasos, aquella chica agarró mi brazo con fuerza y me tiro contra un árbol. No me hizo demasiado daño.

Sus palabras me calaron hondo. ¿quien se creía que era ella para hablarme en ese tono? hablaba como si me conociera de toda la vida y no era asi en absoluto.

Espere a que terminara todo su discurso y le asesté una patada en la boca.

-Mide tus palabras, al menos cuando estes hablando con alguien de alto rango. Soy princesa asi que guardame un respeto.

Estaba placidamente durmiendo en una de las grandes ramas de un árbol. Me encantaba dormir al aire libre, sentir el viento acariciandome y oir a los pequeños animalillos corretear tranquilamente por la selva. pero todo buen momento tiene su final, un empujón al árbol me sobresaltó levantandome de inmediato. -Dios es que nunca se puede descansar en paz?!-bajé de un salto de mala leche la verdad-¿quien a sido la que a golpeado el arbol donde placidamente yo dormia!!-grité

Esa patada me dio de lleno en la cara y no pude esquivarla, me echó un poco hacia atras, pero me pude levantar a duras penas. Eso sí, tenía la boca sangrando debido al impacto de esa Vampira.

Iba a darle un buen merecido cuando una estupida chiguagua se metió por medio. Ya no tenía que fingir amabilidad.

Vi como Natasha intento explicarle algo, pero yo me adelante impidiendo de ese modo que hablara.

-¿Alguien te ha dado vela en este entierro?- dije secamente- fui yo quien empujo a Natasha hacia ese árbol, se buena chica y vete a dormir a otro lado...aquí se estan deliberando asuntos de vital importancia, asique largo.

Esto era algo entre Higurashi y yo.

Al terminar de oír las palabras de Tenma no pude evitar llevarme una mano a la frente y ladear la cabeza de un lado a otro.

*acaso esta estupida quiere morir hoy*

-Hanako.

No se porque la llame, pero lo adecuado sería ver la reacción que tendría ahora, y algo me decía que no era bueno.

Me da igual como reaccionara Hanako, Tenma Takenouchi estaba destinada a morir hoy y seria en mis manos.

La miré con cara de odio-Desde cuando un comun va a tocarme a mi las narices!- Me convertí el lobo y rugí fuertemente hundiendo mis garras en la arena-Sera mejor que te retractes en tus palabras, bicho asqueroso- Yumi y yo estabamos demasiado enfadadas como para pensar en otra cosa que no fuera arrancarla la cabeza a esa caida de pacotilla. Natasha me llamó y giré mi cabeza-peleare, pero no por ti, sino por una ofensa personal- Yunna había hablado y ahí se acabo. Mis ojos azul y marron se clavaron en ella-Enhorabuena, hoy es el dia en el que moriras.-

Analicé bien la situacion. Ser ayudada por ese licantropo que es condenadamente parecida a la fallecida Haruka, no se si sería buena idea pero queria darle a esa maldita angel una buena leccion.

*no puedo perder nada*

-De acuerdo- dije tras un largo e incomodo silencio- yo tampoco lo hago por ti pero quiero divertirme tambien.

Luego mire a esa niñata.

-Creo que acabas de firmar tu sentencia de muerte.

Sonreí de oreja a oreja.

-Bueno parece que ella también quiere divertirse un rato- dije con una sonrisa- supongo que no dispongo de mucho tiempo.


di unos pasos hacia atrás, guardando la distancia entre Nat y Hanako.

-Es una pena quería hablar un rato mas contigo querida Natasha...pero alguien nos ha interrumpido.

Tome aire y disfrute de aquel momento.

-Supongo que te estarás preguntando porque este ataque tan repentino hacia tu persona. Pero la verdad es que te conozco desde hace bastante tiempo pero claro tu no lo recuerdas- al ver su cara de asombro continué hablando- te conozco desde que eras humana y trabajas en aquella mansión como doncella y se que acabaste allí bajo el cuidado de tu tía Anna Higurashi porque...yo mate a tu familia humana- su rostro se lleno de furia y el mio de alegría- y por mí...también eres lo que eres ahora. Yo mandé a Dasfinguer a que te convirtiese en vampiro. Indirectamente yo acabé con tu vida de humana.


y dicho esto me prepare para defenderme.

Me quedé asombrada, bajé la cabeza nostalgica. Recordé la vez que aquel lobo convirtio a mi perciada hermanita y como luego me había convertido a mi. Rugi furiosa-como te atreves a jugar con la vida humana de otras personas-mi voz mucho mas ronca que antes denotaba desprecio, ira, mis ojos azules completamente se clavaron en ella. Definitivamente esa idiota iba a morir, ya no me importaba ayudar a un Vampiro, pues era cuestion de moral. Esperé a que Natasha diera el primer golpe, pues era ella la que tendría que vengarse en todo caso.

Todo se volvió negro.

el paisaje donde estabamos desapareció repentinamente, mi cabeza empezo a dolerme pero pude recordar...algo...algo que jamás pensé que podría recordar.


Una pelirroja llegando a casa tras un dia en que las cosas no le salieron bien, y que al llegar hasta su casa se encontró a sus padres clavados en una pared con una espada y todo lleno de sangre...

en seguida otro recuerdo vino a mi mente.

Yo, con 15 años llendome a vivir con mi tia Anna a aquella mansion, aquella mansion donde conocí a Dasfinguer y donde empezó mi maldición.

Volvío a mi cabeza el momento en el que dejé de ser natalia y me converti en Natasha, la princesa de los vampiros.

Todo eso por culpa...de esa maldita.

Mi familia muerta, yo muriendo a manos de un vampiro....mis sueños mis ilusiones todo roto por ella.


Apreté mis puños con fuerza, la ira iba apoderandose de mi cuerpo poco a poco...sentía como mi cabeza estaba a punto de reventar....

Intente controlar todo aquello pero una parte de mi decia, ¿porque deberia hacerlo? ella no tuvo la misma consideracion contigo arruinandote la vida


Agache la cabeza dejando que mis mechones rojizos cubrieran mi rostro, una pequeña sonrisa maqueavelica se apoderó de mí. Mis ojos verdes se fueron poniendo de un color negro intenso que podría asustar a cualquiera y dejé mostrar mis alagardos colmillos afilados.


Note que algo me mojaba, alce la cabeza y pude ver como empezaba a llover. Solte una siniestra carcajada. Me enderezé y me dirigi hacia Tenma.


-Hay cosas con las que no deberías jugar- dije sin miramientos- mientras en un rapido movmiento le hacia un tajo en el pecho con mi esapada- no sabes lo que acabas de ocasionar.


Estaba fuera de sí, estaba dispuesta a matarla.

Algo cambio en esa destestable vampiresa. Su comportamiento no era el mismo, un extraña aura la rodeaba aunque no podia decir de que se trataba.

Intente retroceder, pero cuando quise darme cuenta ya tenia un corte bastante feo en mi pecho.

me eche hacia atras, y a pesar del dolor consegui desenvainar la esapada. Me movia con dificultad.

-Maldita zorra, vas a arrepentirte de esto.

Aquella caida estaba demasiado absorta con Natasha, la cual había cambiado, demasiada oscuridad para mi gusto, me concentré en leer la mente a Tenma, mientras me perdía un poco por el bosqué, olía la sangre de la raja que le había echo Natasha. Aparecí por detras de la caida, asestandola un zarpazo por la espalda.

Queria atacar a Natasha cuando un zarpazo en la espalda me detenio. Cai al suelo automaticamente.

Empece a sangrar demasiado, clave mi espada en suelo y pude levantarme derrochando mucha energía.

Todo me había salido mal, esa loba nunca tenía que haber venido. Los planes no me estaban saliendo como yo quería.

Mire a Higurashi a los ojos. Mi destino ya estaba sellado, sabia que iba a morir esa noche, pero no me iria de este mundo sin hacer algo.

expandi toda mi aura al maximo, cogi mi espada con mis dos manos y en un rapido movimiento se la clave a esa vampiresa en el hombro.

me puse de rodillas tras la energia derrochada en ese ataque.

Mi furia aun no se había aplacado. Vi como aquella mosquita muerta se acercaba hasta a mí y me calvó su espada en mi hombro en un ultimo esfuerzo, luego calló al suelo de rodillas.

No iba a tener piedad con ella, no despues de saber todo lo que hizo aquella zorra.

Me quite esa esapda sin ninguna dificultad, sólo me hizo un rasguño. corri todo lo que pude y en un abrir y cerrar de ojos estaba delante de ella y en una milesima de segundo ya estaba detrás suya.

Sin pensarmlo mas le calve mi espada.

y con otro movimiento me puse otra vez frente suya.

Natasha la había clavado una espada, se la saqué y la cojí por detras, por los brazos levantandola con fuerza-este es tu fin caida asquerosa-medio rugí, miré a Natasha esperande que le asestase el tan esperado ultimo golpe. Las dos sabíamos que ese era su ultimo minuto de vida.

Hanako me dejo, el último golpe. Y no iba a desperdiciar aquella oportunidad.

Cogi la espada que e dio la licantropa y con ella me acerque muy lentamente hasta aquella caída.

-Este es tu ultimo momento, ¿alguna palabra antes de que te mate?

espere pero no obtuve respuesta asi que cogi la espada se la clave en la garganta y la arrastre hacia su estomago. Una gran brecha de sangre se abrio en ella y la sangre salio por todos lados.

una sonrisa triunfante se puso en mi rostro

La sangre salió por todos lados, dejé a yumi que tomara su venganza personal dejandola mi cuerpo para que hiciera lo que deviese. Rugió fuerte y abriendo la boca, mordió su cabeza lanzandola lejos, soltando ya su cuerpo inherte, la sangre salió con rapidez manchando mi pelaje. Miré a Natasha lanzando un gran aullido, aquella ya había probado su propia estupidez.

Hanako tampoco vaciló y le arranco la cabeza de un solo golpe.

La sangre salió disparada por todas partes y me dio de lleno. Me empapó de cabeza a los pies. Note como aquella sustancia me estaba chorreando por todos lados.

La ira se fue desvaneciendo...mis ojos volvieron a ser verdes, mis colmillos se ocultaron de nuevo y el dolor de cabeza se fue disipando poco a poco.

Tuve un pequeño mareo pero me se me pasó en seguida. Cerré los ojos y cuando los abrí de nuevo, vi ante mi una escena que me dejó helada.

Ese ángel caido degollado en el suelo y a Hanako y a mí cubiertas de sangre.


¿que ha pasado aqui?....no habre matado a...¡no! imposible yo nunca podría llegar a hacer algo como eso.


cobre mi compostura y me dirijí a aquella loba.

-¿que ha pasado aqui?- pregunte temerosa.

La miré sorprendida, no sabía que yumi quisera hacer aquello, me horrorizaba y gustaba a la vez, retrocedí un par de pasos asustada, cuando aquella vampiresa me habló.. me quedé callada unos instantes-La.. la clavastes la espada en la garganta y.. bajastes hasta el estomago.. la abristes el canal-Bajé la cabeza-yumi!!-grité, me dí la vuelta demasiado sorprendida y asustada como para hacer algo mas y salí corriendo, lo mas que podía.

No me podia creer lo que había echo.

Eche un vistazo a Tenma y me horrorice.

Me fui directa al castillo.

Debia muchas explicaciones.