Éxodo a tierras renegadas.

Me adentré por vez primera en territorio renegado, buscando refugio o simplemente a alguien a quien poder comunicar mi llegada a tierras renegadas.

Traté de leer o localizar algún aura cercana, pero mi instinto me decía que no parecía haber nadie cerca. Proseguí caminando apaciblemente por tierras renegadas, buscando pacientemente con la mirada algún edificio o alguna criatura.

estaba haciendo una ronda por el reino, hacia tiempo que no paseaba por alli, de camino vi a algunos renegados entrenando, otros tan solo conversaban o leian debajo de un arbol, sonrei apaciblemente, algunas cosas habian sacudido la paz del reino ultimamente, pero al contemplar aquellas escena me senti orgullosa de ser su reina.

andaba distriado hablando con algunos por aqui y por alli cuando senti una presencia nueva lejos de donde se cocentraba el barullo, me rasque me cabeza y decidi ir a investigar.

A medida caminaba, sentía un aura cada vez más cercana. Podía distingir que era un aura firme y poderosa, por lo que sospeché que sería una criatura de alto rango.

Perfecto, quién mejor que alguien así para comunicar mi llegada.

al aproximarme pude aperciar la silueta en la lejania de una caida, no era de mi reino, y no era comun ver a algunos de los oficiales rondar por estas tierras.

-buenas tardes, que la trae por aqui?- pregunte cuando me acerque aun mas a ella esta poder verla notoriamente bien

Por fin pude divisar de quién provenía aquél aura poderosa. Era una mujer, un ángel caído al igual que yo, y parecía tener alto rango. Me acerqué hasta ella, dispuesta a comunicarle mis noticias.

- Permítame presentarme, mi nombre es Edrielle Hyëlle. – dije haciendo una reverencia con la cabeza – Acudo a tierras renegadas con el fin de encontrar dos cosas: al líder de los renegados y quizá hospedaje en estas tierras, si soy bien recibida.

la observe un segundo, desprendia un aura algo superior a la de un caido comun, quiza fuese una maestra o por el contrario una princesa algo baja de forma, aun asi su aura era serena y tranquila, lo cual hizo que relajase los musculos de las espalda que, incoscientemente, se me habian tensado

* demasiados problemas ultimamente, estas perdiendo tu temple dana* pense

le devolvi la reberencia y la sonrei calidamente-mi nombre es dana cunha, y soy la reina de los renegados, asique si as venido a buscarme as dado con la persona corecta, en cuanto al hospedaje, este reino siempre brindara cobijo a quien lo solicite- hice una pausa y la mire, ¿porque una caida oficial pedia hospedaje en mi reino?- pero me gustaria saber el motivo- dije esta vez algo mas seria