Pieces

Quieto!!!¿Qué crees que haces!!?-pregunté tapando al segundo la caja de nuevo y golpeándole en la mano.


¿Y si fuera la caja de Pandora?-le pregunté bastante seria

Levanté las manos como si me estuviera apuntando con algún tipo de arma. Emm pues... me suena algo pero no se qué es eso de Pandora. -dije algo avergonzado, parecía que era un inculto. Pues si no se puede abrir, alguna manera habrá de ver que hay.

Esbocé una sonrisa maléfica mientras me apoyaba sobre la caja y me inclinaba mojada hacia él.


Es un mito muy antiguo ya. Podríamos resumirlo en que,la curiosidad mató al gato,aun así,si quieres saberlo te lo diré,gatito-dije con la misma sonrisa pícara.

Pero porqué la gusta acercarse tanto? Me asustaba un poquito, pero no molestaba. Después de haberme acercado a su boca para respirar de su burbuja había confianza.
Pues si me la contaras... -la miré haciéndola ojitos.

Volví a mi posición original mirando con mucha curiosidad la caja. Estaba claro que el licántropo no despertaba en mi más que las ganas de hacerle rabiar.

Mi tono se volvió mas serio mientras seguía inspeccionando la caja,pasando los dedos sobre ella:

Pandora fue una mujer creada a partir de varios Dioses,con el único propósito de castigar al Titán Prometeo,que robo el fuego divino para dárselo a los humanos.
Esta mujer,dotada de una gran belleza y facilidad para seducir,fue enviada a la casa del mismísimo Titán,pero fue su hermano,Epimeteo,el que se enamoró perdidamente de ella,contrayendo matrimonio incluso.
La mujer no fue sola,si no que era enviada junto a una caja que contenía todos los males que harían sufrir al hombre,y,por último,aguardando entre ellos,también contenía la esperanza.


Pandora no pudo evitar vencer a su curiosidad a pesar de las advertencias previas del dios Zeus,y así fue como,abriendo dicha caja,todos los males que hasta entonces se desconocían para el hombre se propagaron por todo el mundo. Ella,aterrada,la cerró de nuevo,aun que tarde,y pudo escuchar una voz dulce y melodiosa en su interior. La esperanza,el último y más valioso bien para el hombre,que,según dicen,fue guardado a buen recaudo.




Aun que todo esto es cierto,solo te tomaba el pelo. Los males fueron propagados hace tiempo ya..-comenté en un tono más misterioso de lo normal.
Ábrela,pues.

Escuché en silencio la historia empapándome de cada palabra.
¿Seguro que la abro? -pregunté aunque no la deje responder cuando abrí la caja de repente.

Me llevé una mano delante por puro instinto,aun que estaba en completo reposo,tranquila.

Al abrirla,como tapaba la vista con mi mano a su interior,moví esta a un lado y miré el interior con curiosidad.

¿Qué era aquello? Un frasco de cristal te tamaño mas bien pequeño reposaba sobre una hendidura cubierta de terciopelo rojo.

Saqué despacio el frasco y lo levanté para que la luz lo atravesara. El liquido era ligeramente morado,pero desconocía de que podía tratarse.

Y ¿bien?¿Alguna idea?-pregunté sabiendo la respuesta.

Observé con curiosidad el frasco pero no vi un dedo ya que eso era especialidad de Neliel.
A lo mejor si lo bebes... -dije riéndome. No se Neliel, no tenog ni idea de qué es.

Umm...no me suena de nada.-repuse mirando con mucha curiosidad el frasco a la escasa luz que nos acompañaba,y después,al volver la vista al cofre vi un papel que había estado todo el tiempo bajo el frasco,y que ninguno parecíamos haber visto.


Cogí el papel dándole el frasco al licántropo,y lo abrí despacio,como si quisiera disfrutar del momento expectante.

Al abrirlo,solo encontré en él dos palabras,aun que bastante claras: "El Olvido"-leí en alto,y volví a mirar el pequeño frasco.

Tras varios segundos en silencio,y aún sosteniendo el papel,comenté en tono más bajo:

¿Una pócima del olvido?

Mis ojos se abrieron mientras sopesaba las utilidades de aquella poción. Por si lo has pensado, no me gusta actuar de cobaya. -dije en el mismo tono que ella. Esto puede ser muy peligroso Neliel. -la miré directamente a los ojos.

Dejé de mirar el papel y fruncí un poco el ceño,pero volví a recobrar la sonrisa tranquila de siempre.

¿En qué momento te he dicho que lo pruebes?Además,estas hablando como si yo lo hubiera hecho-contesté en tono neutro,que no sonaba enfadado,aun que me había molestado un poco.

Un gran poder conlleva una gran responsabilidad,por supuesto,si esto cae en las manos equivocadas lo será,empezando por las tuyas-dije quitándole el frasco que tanto miedo le inspiraba,y temiéndolo junto al papel de nuevo en el cofre.

Me levanté y acerqué hasta el borde de la plataforma apunto de arrojar el baúl.

¿Sabes?Algunas personas harían lo que fuese para poder olvidar,incluso si es a través de una trampa como esta-comenté algo pensativa,mirando el agua profunda.

Extendí mis brazos,y el cofre cayó de nuevo al agua, hundiéndose por su propio peso.

Esto queda olvidado-dije dándome la vuelta y mirándole,para ver si ahora estaba mas contento.

Observé como me quitaba el frasco de las manos sin poner ninguna resistencia. Pero corrí hacia ella cuando tiró la caja al mar. Pero Neliel. -dije intentando estar tanquilo, no era que la quisiera para mi pero no me parecía apropiado esa acción. SI lo dejamos ahí, ?no puede ser que alguien lo encuentre como nosotros?

Desde luego que si,y puede que la sepa aprovechar bien,no como otros-dije dándome la vuelta y refiriéndome claramente a su negativa precipitada.

Por que,lo mires por donde lo mires,con una mínima astucia y precaución puede resultar un arma muy poderosa para cualquiera-dije con un tono tranquilo. Sea como sea,ya lo he arrojado...claro que..lo que has encontrado una vez,puede aparecer más en tu camino..-dije con una sonrisa pícara estirando los brazos en horizontal. Influir en los pensamientos de los demás era algo que hacía a menudo,y que no podía resistir.


Ya no nos veremos,Rey licántropo.-dije con la perfecta sonrisa mientras mi cuerpo empezó a desaparecer en una nube morada.

La plataforma que nos sostenía empezó a deshacerse,como si se evaporara,dándole a el tiempo para moverse sin caer al agua directamente.

Levanté una ceja mientras la escuchaba hablar. Que rara es esta chica. Iba a contestarla pero desapareció de repente y vi que la plataforma también desaparecía por lo que me dispuse a correr de nuevo. Si llegase a caerme antes de ponerme a correr, me habría resultado imposible subir a la superficie sin ningún apoyo, pero por suerte me dio tiempo.
No conozco a ningún brujo que se despida en condiciones... -susurré para mi mismo mientras me alejaba del lugar.