El pico de los dragones.

Una vez mas allí estaba, no quería llamar la atencion aun que sabía que ellos ya me habrian visto a esas alturas. Me agarré a otra roca ascendiendo lentamente por aquella roca, por fin habia sacado tiempo para volver a subir allí a aquella cima inmensa llena de las criaturas mas espectaculares del mundo. Era el lugar mas alto de las cordilleras aun sin nevar, el viento silvaba armonioso y solo se oian los suaves rugidos de aquellas hermosas criaturas. Ascendí unos cuantos metros mas alcanzando la cima y enderezandome con cuidado para no caer miré a mi alrededor, el cielo azul como el mar y varias siluetas volando armoniosamente entre ellas formando figuras y acrobacias impresionantes.
El viento me azotaba queriendome tirar y enredaba mi melena rojiza al viento, fijé mis ojos verdes en el cielo presenciando en silencio la maravilla de la naturaleza en todo su esplendor, nunca habia llevado a nadie a aquel sitio tan especial para mi y aquella sería la primera vez. Miré a Walter que aun andaba subiendo la montaña poco a poco y le sonreí-Vamos...-susurré en voz baja, para no estropear la maravilla. Una vez se enderezó a mi lado alcé la mano señalando todo lo que se extendia frente a nosotros. Los dragones mas bonitos y curiosos se removian tranquilos en su mundo, como si nuestra existencia no les importase lo mas minimo. Escuché un rugido agudo y suave a unos metros de nosotros. Giré mi cabeza para ver una cria, que luchaba sin evitarlo por poder alzarse en sus dos pequeñas patas, era una recien nacida y aun asi casi tenía nuestro mismo tamaño. Sus escamas eran negras como el carbon y su mirada perdida y desorientada. Reí suavemente ante aquella imagen, pues su madre grande, vigorosa y fuerte la cercaba con las alas para que no escapase de su lado. No pude evitarlo y mis labios comenzaron a moverse instintivamente, sonidos de una hermosa cancion casi perdida hace siglos comence a cantar.

.-Our hero, our hero, claims a warrior’s heart
I tell you, I tell you, the Dragonborn comes
With a Voice wielding power of the ancient Nord art
Believe, believe, the Dragonborn comes
It’s an end to the evil, of all Skyrim’s foes
Beware, beware, the Dragonborn comes
For the darkness has passed, and the legend yet grows
You’ll know, You’ll know the Dragonborn’s come-

cancion:

Seguí a Luccie hasta aquel lugar y lo que sentí al llegar y observar el panorama no se puede medir con palabras. Casi todo el mundo habia visto un dragón en su vida. Una mancha negra en el cielo y un rugido de vez en cuando. Otras veces, las que menos, podias verlos volar por encima de ti. Muchos dragones no atacaban a los humanos sin motivo pero otros mucho habian arrasado ciudades enteras antes de que alguien pudiese detenerlos. Ver tantos dragones juntos era algo sencillamente inigualable.
Sobrecogido y sin palabras escuché la canción de Luccie, seguramente perdida en el tiempo para los humanos, pero no para alguien que habia vivido tanto tiempo como ella.
-No me extraña que los humanos todavia no los hayan extinguido, llegar a este lugar debe ser imposible para ellos. -Dije sin poder decir anda más, me faltaban las palabras.

Cuando dejé de cantar suspiré y me quedé sumida en el silencio, hasta que Walter susurró-Lo se, la verdad es que los dragones me recuerdan un poco a nosotros. Las gentes les temen y les odian sin si quiera pararse a mirar mas allá-Me acerqué con la aprovacion de la madre dragona, que ya habia visitado varias veces y acaricié la cabeza del dragon que me miró intricado y rugió-Son cariñosos... son como cualquier otro animal-restregó su cabeza escamosa y suave contra mi mano -Acercate Walter-susurré poniendome al lado del pequeño que ahora observaba a Walter con especial atencion, como intentando descifrar si era bueno o no acercarse a el, al final decidió que si, y se acercó con pasos temblorosos hacia el parandose enfrente y bajando la cabeza. Llevaba años, siglos visitando ese lugar alejado de la mano de dios los dragones se habian acostumbrado parcialmente a mi presencia, antes me gruñían y no me dejaban acercarme, ahora simplemente me toleraban y me dejaban acariciar a alguna de sus crias mas cariñosas.

-Y al igual que nosotros los hay buenos y los hay malvados... Cuando era niño un dragón atacó el pueblo de al lado de donde solia pasar el verano con mi familia. Hubo muchos muertos y el pueblo tardó años en recuperarse del golpe. Y sin embargo tambien he visto dragones volando por encima de los carruajes, inofensivos. -Levanté la mano para ponerla, despacio, sobre la cabeza del dragoncito que se acercaba a mi.
-¿Y tu? ¿Cual de los dos serás pequeñajo? -Por supuesto era una forma de hablar, era casi más alto que yo.

-¿tu crees? o es simplemente que no has visto la otra cara?-le sonreí con dulzura, el sabía que no hablaba a mal sobre aquello-E visto el comportamiento de estos dragones durante años y nunca e sido atacada por ninguno. Mas el otro dia, vi a esta dragona..-Señalé a la dragona que estaba a mi lado tan tranquilamente observando el cielo- y la vi atacando un poblado-me puse algo seria- Son los humanos los que atacan primero, los que roban sus huevos, los que les lanzan flechas hiriendoles.. definitivamente no creo que ninguno sea malo en el fondo- Me senté en una de las rocas a su lado, cuando la pequeña cria se hizo un avollo con sus alas a mi lado, emitiendo un rugido encantador, paseé mi mano por sus escamas de la cabeza.

-Creo que no hay nada intrinsecamente bueno. Que todo ser vivo tiene la capacidad de ser bueno, o de ser malo. -Me encogí de hombros. -Estos dragones no son una excepción. Al igual que no todos los humanos roban sus huevos o los hieren con flechas.

Sonreí encojiendome de hombros-Bueno, para analizar eso primero tendrímos que ver la situacion de cada uno de ellos-me levante de nuevo y el dragoncito levantó la cabeza intrigado. -Es un buen sitio para pensar no?-dije tiendome y acercandome a el cojiendole de la mano.-Es un buen sitio para estar contigo.-

-Cualquier lugar es bueno para estar contigo. -Dije mientras apretaba su mano. -Aunque si que es un buen lugar, se nota que los humanos no han llegado hasta aqui, y si lo han hecho no han vuelto a bajar. -La miré y sonreí, hacia mucho tiempo que no podiamos estar a solas, con todos los asuntos que habia que atender.

Mis mejillas se sonrojaron-eres idiota...-susurré girando la cabeza en el lado contrario. Agarrando su mano con firmeza, cuando no estabamos frente a nadie, el se mostraba cariñoso e incluso decía esas palabras tan hermosas, cosa que no se podía esperar si habia alguien en la sala, aun que fuese un solo vampiro. "quizas sea por el rango..." susurré. La verdad llevaba tiempo pensandolo y aun que la gente me habia dicho que no y se habia negado rotundamente, por encima de todo quería su opinion, ya que de elegir a alguien le elegiria a el.-Walter... ¿que opinas del puesto de rey?-fue una pregunta quizas demasiado repentina, pero quería saberlo.

Aquella pregunta tan repentina me dejó algo descolocado. Me recompuse como pude y la miré.
-Pues... No se muy bien que decir. Ese puesto conlleva un gran poder, pero unas responsabilidades aún mayores, tu más que nadie debe saberlo. -Me encogí de hombros. -No sabría decir si es una bendición o una maldición.

Reí-yo se lo que conlleva ser rey, pero tambien quería saber que opinabas tu al respecto. No estoy muy contenta con lo que los ultimos meses de reinado han traido consigo, a veces creo y casi estoy segura de que, no cumplo bien con el papel que todos esperan de mi..-solo con el podía hablar esas cosas, mis preocupaciones y angustias-fijate... me e planteado hasta... dejar el trono y nombrar un sucesor-reí con nostalgia y algo de tristeza.

-No puedes decir eso, eres una gran reina. Tu reino se mantiene mientras que los demás caen. Tu gente te adora, prácticamente has sido la mejor reina que ha habido en milenios. -La cogí de las manos y la miré a los ojos. -El reino es tuyo y solo tuyo. Estas haciendo un trabajo impecable.

Cuando me miraba a los ojos, me perdia en ellos no sabía si tenía razon o no creia en ello-no se Walter, tu me quieres y puede que ello no te deje ver las cosas tal y como son, la mayoria de gente ni me respeta por parecer una niña, quizas alguien como tu, con gran sentido de la justicia, con ese semblante que a la gente le parece serio pero indudablemmente leal... -giré la cabeza-pienso que tu eres mas apto para el puesto que yo ahora ocupo, querría saber tu opinion.

Guardé silencio durante un momento cuando terminó de hablar. ¿Realmente podia ser cierto que pensase aquello?
-Entiendo tus dudas, pero no las comparto. No tengo la menor duda de que eres tú quien debe ser la reina. Todo el reino te venera y te respeta, eres la primera reina que consigue eso en nuestro reino. Antes de ti todo era oscuridad y tinieblas, ahora hay elección. Ahora hay libertad, ya no hay miedo. Tú nos has hecho grandes, has acabado con siglos de penurias y te has ganado su respeto y aprobación en más de una ocasión. Tu eres más reina de lo que nadie podrá serlo jamás.

Suspiré mirando hacia otro lado-¿de verdad crees que podré seguir llevando el reino?-pregunté sinceramente.-Ahora hemos tenido a lucia, ¿y si no puedo con las dos cosas? ¿y si no le doy la atención que necesita?-Mira a Walter a los ojos-Quiero seguir siendo reina y llevar mi reino a lo mas alto, pero ahora que soy madre... me pregunto si podre seguir siendo una buena reina y una buena madre..-

-Ser reina nunca te ha impedido ser una buena esposa. Además me tienes a mí para ayudarte a cuidar a Lucía, no estás sola en esto, sabes que siempre me tendrás a tú lado. Siempre. -Me acerqué a ella e hice que me mirase a los ojos. La dediqué la mejor de mis sonrisas y la bebé con delicadeza . Mis ojos clavados en los suyos, era verdaderamente preciosa.
-Serás una madre perfecta.

Supongo que tienes razon en eso-susurré bastante mas tranquila, la verdad es que hablar con el siempre me hacia sentir mejor, como si un gran peso se me hubiese quitado de encima. Me abracé a el con fuerza-Entonces... haré mi mejor esfuerzo-susurré en su pecho. Levanté la cabeza rozando nuestros labios en una suave caricia, estaba realmente muy enamorada.