El fin del encierro

Aparecimos justo delante del despacho de mi madre. Ahí estaba Slither y Herondale, guardando su puerta. Me abracé a cada uno de ellos pues llevaba con ellos toda mi vida, Herondale me acarició la cabeza con cariño y Slither solo me sonrió-Podríais llamar a mi padre?-pregunté con dulzura. Slither desapareció sin decir nada y nosotros entramos en el despacho de mama-Madre-dije al entrar de su mano y ponernos ambos en frente de su mesa.

-Tenemos que hablar contigo, por el momento quiero presentarte a Ryu... El hijo de Natasha y... jozu-susurré como ultimo, mi madre habia sufrido mucho con su muerte, hizo un funeral digno de un rey. Para ella cada uno era el mas importante, todos por igual.

Estaba nervioso era todo nuevo aparecimos delante de un despacho y había dos personas. Estas parecían tener algún vínculo con Lucía por el trato dicho. Escuché atento lo que les dijo llamaría a su padre. Un pequeño tirón de ella echando a andar hacía delante nos hizo entrar al despacho de su madre hasta llegar en frente de la mesa cuando la nombró le apreté la mano con algo de miedo.
Agaché la vista aun sin mirarla esperando que la madre de Lucía o mas bien dicho la reina dijera algo al respecto.

Estaba ordenando o intentando ordenar mas bien la montaña de papeles y mapas que tenía en el escritorio cuando noté que abrían la puerta. Asomé la cabeza para ver a mi pequeña y casi salí corriendo a abrazarla. La apreté contra mi durante unos instantes-Hola pequeña.. te lo pasastes bien hoy?-pregunté acariciandole la cabeza. Cuando de repente ví al muchacho que la acompañaba, tenía la cabeza baja, todos la tenían justo antes de conocerme. Le levanté la cabeza haciendo que me mirara y esbocé la mejor sonrisa, dulce y amable. Me habia dejado el pelo suelto, casi me llegaba a las caderas y estaba levemente ondulado, como una cascada roja como el fuego. Mis ojos verdes se fijaron directamente en los suyos y mi sonrisa, con las seis marcas de mis mofletes, era casi felina. Llevaba un corsé ceñido rojo con bordados negros que realzaba mi figura y sobre todo mi pecho, unos pantalones rajados y unas botas grandes y negras-Vaya...-fue lo unico que pude susurrar ante lo que me dijo Lucía.
Mi mirada antes jovial se convirtió en una mas nostalgica que otra cosa-Tu padre era... increible-susurré, mas por mi que por el, pues seguramente el no le recordase, ya que tenía la edad de mi niña. Se parecía bastante a el y a Nat de repente caí en algo-Pero.. Nat nunca me dijo sobre esto, que extraño-dije apartandome un poco.

Me dejé achuchar, antes de aproximarme a Ryu, era lo normal en ella, casi no nos pareciamos en nada-Eso es porque... le a mantenido encerrado en el castillo hasta ahora.-giré la cabeza hacia la ventana-Encerrado sin dejarle salir e de apuntar, hoy se a escapado y... me le e encontrado por casualidad-.Me quedé callada ahí, ahora le dejaría a Ryu que explicase todo lo que quisiese, al fin y al cabo el sabia todo lo que habia acontecido.

Estaba mirando al suelo escuchando y mirando algo de reojo lo que hacían. La reina abrazó a Lucía y al acto vino hacía mi. Clavé de nuevo la mirada en el suelo no sabía como mirarla hasta que ella me alzó el rostro con la mano e hizo que la mirara tenía los ojos verdosos como mi ojo izquierdo y al igual que yo era pelirrojo. En un momento me pude fijar en sus marcas pero lo que mas me llamó la atención fue su sonrisa hizo que me tranquilizara y sonriera con levedad hasta escuchar lo que nombro de mi padre.
Si tengo entendido que el viejo lo era..
Cuando tuve intención de decirle por parte de mi madre Lucía le comentó que estuve encerrado por todo este tiempo y la mire hasta que vi como giraba la vista como dándome a entender que era mi turno de hablar. Miré de nuevo a la reina.
Eh.. Lucía tiene razón pero... No le hagas nada a mi madre, solo lo ha hecho para protegerme ya que soy lo único atado a ella. Se hace la fuerte lo se.. Pero esta afectada aun por lo de papá... Por favor no le haga nada tan solo quería protegerme pero... Quería salir, quería ver las cosas del exterior, es mas hoy vi cosas increíbles con Lucía. Ha sido mágico Comentó lo último con una sonrisa enorme característica de jozu cerrando el ojo visible ya que el otro estaba tapado por un parche.

-Entiendo... Asi que nuestra otra princesa tuvo un hijo con Jozu y en vez de decirnoslo te encerró en el castillo para "protegerte". -Hablé desde la puerta de la habitación, habia llegado cuando el chico comenzaba a narrar su historia y habia permanecido en silencio, escuchando. Llevaba puesta una camisa y unos pantalones negros, pues hoy no tenia nada que hacer fuera del castillo. Mi pelo negro, como siempre, estaba revuelto.
Comencé a andar hacia el interior de la sala y situé mi mano sobre la cabeza de Lucia, revolviendola el pelo.
-Buenos dias, pequeña, me preguntaba por que no habias acudido a tus clases... Y parece que el motivo tiene forma de jovencito. -Dije con un ligero tono de reproche, pero divertido ante la situación. -En cuanto a ti, muchacho, me temo que tu situación es algo... Particular. ¿Como es posible que ninguno de mis informadores haya sabido nada de tí hasta ahora? ¿Y de que queria protegerte tu madre? -Escapaba de mi comprensión como alguien podia ocultar algo en ese castillo, se suponia que mi trabajo era saberlo todo, sin embargo no debia olvidar que Nat tambien era princesa. Suspire.
-¿Que haremos con él, cariño? -Dirigí mi pregunta hacia Luccie, aunque ya sabia la respuesta. Mandaria ponerle a prueba, para así poder darle un rango y hacerle parte del reino.

Miré a la puerta justo antes de que empezase a hablar, él tenía razon. Esconder a alguien en el castillo sin que nosotros lo supiesemos y sin decir nada. -Herondale!-llamé, ella no tardó mucho en presentarse-Por favor llama a Natasha, que se presente aqui inmediatamente-ordené en forma de pedido. Me quedé pensativa-Bueno, sinceramente esto es algo bastante grave, independientemente de que ella quiera protegerte y sea tu madre, esconder a alguien prisionero en mi castillo sin comunicarlo es una falta. Ademas esta no es la primera vez que Natasha hace algo grave sin consultarme, voy a tener que ser un poco mas dura con ella.- Me giré a Walter-Se le harán pruebas de nivel, y se le integrará, ademas... es el segundo pura sangre que tenemos Walter... creo que sabes que significa-me fuí a mi escritorio, al igual que Lucía él iba a tener a alguien a su cuidado, a parte de su madre, no podía dejar que los renegados le hiciesen daño, por ser hijos de quienes son.

-Esperemos a que venga Natasha y nos lo cuente, a raiz de eso decidiré que se hará, pero de momento se te asignarán, pruebas, clases y una habitacion en el castillo.- Miré a Walter-mas o menos es de la edad de lucía, si ella lo tubo cuando la gran guerra... no le hubiese sido dificil esconderlo, ten eso en cuenta.-suspiré-

Escuché atentamente a todos, pues yo poco tenía que decir en aquel momento. Cuando llegó mi padre me acarició como siempre y con una breve reverencia me disculpé-Lo siento padre, me encontré con el por casualidad cuando iba a irme ya, y después de que me contará lo que pasó...-susurré. Intenté obviar que habíamos estado nadando desnudos por un lago, que realmente conocía bastante, como se enterase no se a quien mataría primero si a mi, o a Ryu. Miré a mi madre, yo sabía que iba a tomar bien sus decisiones. Me puse en una pared apoyada y esperé paciente.

Me sobresalté al escuchar una voz que vino tras mio y no pude evitar darme la vuelta con algo de brusquedad. Me le quedé mirando y ante sus primeras palabras asentí sin contestación hasta ver como se acercó a Lucía y le acarició la cabeza.
Realmente lo lamento no quería que llegara tarde a la clase...
Prosiguieron las preguntas por parte de aquel hombre que había entrado en la sala y mientras escuchaba atento me preparé para contestarle.
Situación particular?... Hmm.. Pues no se pero del castillo e salido pocas veces y sobre la protección creo que es por que soy lo único que le queda de papá...
Agachó la cabeza y se sobó la nuca mientras escuchó como seguían hablando hasta el punto en que nombraron a mi madre haciendo que alzara de nuevo la cabeza. La habían hecho llamar para que acudiera allí me empezaba a poner nervioso, en que lío la acaba de meter tan solo por haber salido del castillo.No le hagas nada por favor..Eh? Pruebas?..
No entendía nada pruebas que clase de pruebas me harían hacer? Pero eso era lo de menos ahora, lo importante y preocupante era que habían echo llamar a mi madre y que en un momento u otro se presentaría allí. Vi como se alejó Lucía y se apoyó contra la pared. Mis nervios crecían por momento, no estaba nada cómodo en ese momento y comencé a mover levemente la pierna y me puse la mano sobre el ojo que llevaba el parche intentando controlar ese nerviosismo esperando que llegara mi madre y hablara con ellos.

Un lacayo de Luccie me habia mandado un mensaje de la reina.

Algo me decia que estaba metiendome en problemas.

Me puse mi vestido morado aterciopelado y fui inmediatamente al despacho de la reina.

Alli me estaban esperando todos: estaba la pequeña Lucia, tan bella como siempre, Ryu estaba a su lado. Le mire fijamente y lei su mente...y entonces comprendi todo lo que habia pasado.

Luccie y walter estaban tambien alli y sabia que no me iban a decir nada nuevo.

Entre en el despacho rapidamente, cuando pase al lado de mi hijo intercambie con el una mirada complice.

Avance hasta situarme enfrente de Luccie y Walter.

-Buenos dias, ¿me habiais echo llamar?

-Si, puede ser que durante la guerra...-La llegada de Natasha me sacó de mis ensoñaciones, hacia tiempo que no la veia, para mi se habia convertido casi en una extraña. La examiné de arriba abajo y cerré mi mente lo mejor que pude.
-Explicaciones, ya. -Dije señalando al chico. Fui directo y brusco, no me gustaba no saber algo que ocurria dentro del castillo.

Cuando fui a hablar, Natasha entró de pronto en el cuarto. Walter no tardó ni siquiera un par de segundos antes de pedir explicaciones con tono autoritario.-Walter-regañé en un tono un poco severo, las cosas se podían decir de mil formas y esa no era una de ellas.
Entonces volví mi mirada a Natasha-Bueno... creo que nos deves, sobre todo a mi, algunas explicaciones sobre este tema.-susurré-Primero ¿porque tenías escondido a tu hijo sin dejarle salir? y segundo ¿porque no me comunicaste inmediatamente de esto?-alcé una ceja algo enfadada, si las cosas seguian asi entre los mios quizas no devería dejarles tan a su aire.

Me mantuve en silencio, ahora era el turno de que mi madre hablara. Desvié la mirada hacía al suelo, se respiraba tensión en aquel ambiente pero no se le podía hacer nada, tan solo afrontarlo. Acto seguido alcé la vista de nuevo y escuché atento lo dicho y lo que quedaba por decir.

Respire hondo, aquello iba a ser dificil...sabía que este momento llegaría tarde o temprano pero no sabía por donde empezar.

"Dejame a mi hablar, no comentes nada hasta que termine de hablar" le dije mentalmente a mi pequeño. A continuación me aclaré la garganta y mire a Luccie a los ojos.

-Luccie...se que lo que he hecho no tiene nombre....pero...todo ocurrió muy deprisa, perdí a Jozu en la guerra pense que mi mundo se acababa no quería vivir sin él, y entonces descubrí que estaba embarazada. Estaba sola y asustada y tenía un inmenso miedo a perderle, por eso le oculté tanto tiempo en el castillo por que pensé que era la única manera de protegerle pero me he dado cuenta de lo mala madre que he sido todos estos años. Por supuesto se que no tengo ninguna justificacion por lo que he echo y por tanto asumo el castigo que queraís infligirme...estoy dispuesta a ello.

agache la cabeza avergonzada.