Mermelada de melocotón

La selva de la perdición, tierra de nadie entre el territorio licantropo y el vampirico. Un lugar en el que la vegetación ocupaba casi la totalidad del paisaje. La humedad inhundaba el ambiente. Pocas veces habia venido a este lugar en mis ateriores estancias en Yggdrasil, en total habria venido poco más de cinco veces. No me gustaba demasiado, sin embargo era el lugar idoneo para recabar información de los dos reinos, sus movimientos y pretensiones.

Como siempre llevaba mi aura reducida casi por completo. Esta vez llevaba ropas occidentales, más concretamente unos pantalones y camiseta holgados, de tonos cálidos. Saltaba de rama en rama para desplazarme, pues así disminuia las probabilidades de encontrarme con depredadores, eran una molestia.

Lo único bueno que tenia este lugar era que los humanos no habian podido colonizarla, su interior seguia siendo territorio salvaje, incluso habia visto un pequeño nido de dragones de camino, aunque eran de una variedad extraña pues no tenian alas. Finalmente llegué a un claro, eso indicaba que estaba llegando a las lindes, según mis calculos estaba a apenas unas decenas de kilometros del reino vampirico, vamos, una carrerita.

Sabía que debía hacer. Había olido su presencia, tan grande, tan extraña, que no podía pasar desapercibida a mi olfato, y lo más probable era que Andrew también lo hubiese notado.
Solo quería hablar, no había intenciones malas, pero nunca se sabía con esos seres con los que tan poco había tratado.
Me paré a una distancia considerable a esperar, lo poco que sabía de ellos era que su olfato era espectacular así que no tardaría en notarme.

Deambulaba por el reino, bordeando las fronteras del reino. Escuchaba los aullidos de mis hermanos y sonreía al ver como se comunicaban. Entonces un olor llego a mi. Era Ian, sonreí ampliamente.
Eché a correr, internándome en aquella selva que separaba vampiros de licantropos... No me gustaba, demasiado humeda para mi gusto..
Entonces olí a otra persona... y sentí su aura, era de alto nivel. Sonreí ampliamente al ver a Ian.

-Ian!-saludé con alegria, me acerqué a él y le dí un abrazo. Al separarme reconocí el olor de la otra persona que rondaba por aquella selva... ese agrado y desagrado repentino, solo lo sentía al encontrarme con mestizos... Interesante, hacia muchisimo que no me encontraba con ninguno.. creía que en estas tierras ya no quedaban

Off: Era un tema priavdo, pero bueno, yo tambien tenia ganas de conoceros xDDD

On: Sus auras los delataban, al igual que a mi me debia de haber delatado mi olor. El olfato de los mestizos no eran tan bueno como el de los licantropos, pero aún así pude olerlos a ambos. Uno de ellos tenia un olor muy similar al de Dean.

Frené en seco y cambié de dirección hacia aquellas auras. Ambos eran reyes, uno renegado y o otro oficial, por lo tanto uno de ellos tenia que ser el padre de Dean. Cuando estuve cerca de ellos me dejé caer al suelo y avancé a paso tranquilo entre la maleza. Con mi aura suprimida no podría acceder a sus mentes, tendria que apañarmelas.

-Buenas noches caballeros. Un lugar un tanto extraño para pasear. -Teniendo en cuentas que estabamos a pocos kilometros del reino vampirico. Me quedé parada a pocos metros de ellos observandoles con mis ojos color ambarino.

Le devolví el abrazo a Andrew según llego, algo que me costernó ya que justo estaba pensando en él.
Observé a la mestiza aterrizar asombrado, siempre me pasaba cuando veía a un mestizo aunque esto ocurría muy de vez en cuando.
Buenos días señorita. -estuve a punto de decirla algo del estilo si tu supieras... o algo similar pero habría sido extraño. Mi nombre es Ian Doyle, rey del reino licántropo. Me acerqué a darla la mano.

off: aaa, te aguantas, haberlo puesto entre parentesis xDDD on:

El mestizo se acerco y se dejo ver, para mostrarnos que en realidad era una mestiza... y con unos rasgos faciales peculiares, no notaba que no era de aqui.

-Buenas!-saludé alegre, aun tenia la felicidad de ver a Ian-En realidad yo vine porque me di cuenta de que no muy lejos andaba él-dije señalándole-Pero encantado, mi nombre es Andrew, Andrew Wingates, Rey renegado licantropo

Off: Esta puesto en el subtitulo, bien visible xD

On: Era una pareja extraña, y los modales del que dijo llamarse Andrew eran más bien deficientes. Estreché la mano de Ian, se me antojaba extraño. Nada más separarnos junté mis manos a la altura del pecho y me incliné en muestra de respeto, primero hacia Ian y luego hacia Andrew.

-Mi nombre es Mara, una de los últimos mestizos. -Respondí cortesmente. Miré a Andrew con curiosidad, Dean se parecia mucho a él. Aunque Dean parecia ser mucho más avispado e inteligente, supuse que ese aspecto habia salido a su madre. -¿Y que es lo que ha traido por estos parajes al rey de los licantropos, si puede saberse? -Terminé por preguntar a Ian.

Pues de inicio era pasear, después percibí un olor... peculiar y decidí investigar. -era obvio que ese olor provenía de la mestiza. La última vez que vi un mestizo fue algo extraño y había que ver si esto sería igual. Y usted que venía a hacer por aquí? Si se puede preguntar.