despues de dias vagando por aquel continente nuevo habia llegado al valle correcto. cuando decidi partir de lineris habia buscando informacion sobre Vaahl, y al parecer algunos urobas habian venido aqui anteriormente y habian tallado en aquella roca milenaria un palacio digno de nuestra raza. ese era el sitio que habia estado buscando y porfin hacia encontrado.
era un bonito valle, sin demasiada vegetacion, la justa para mantener una suculenta poblacion de osos y jabalies de la que alimentarse, estaba cubierto por una niebla alta, que no llegaba a tocar la parte mas baja del rio, pero si las cumbres, escondiendonos de miradas indiscretas, de esta manera se podia volar y trasformarse uno a gusto. en el centro de este se encontraba el monolito que ahora era un hermoso palacio. no hermoso al estilo convencional, sino al nuestro. alto y poderoso, con un fuerte estilo gotico, de altos pinaculos y dragoneras abiertas, la piedra de un color gris casi negros contrastaba a la perfeccion con nosotros.
subi a la torre mas alta y alli deje caer mis bolsas, aparte de mi macuto con ropa habia traido tambien grandes cajas repletas de libros, botellas de ron, y como no, mi piano de cola y mi guitarra. aquellas dos eran aficciones que poca gente conocia y que no practicaba a menudo, basicamente cuando llevaba algunas horas sin beber alchol y este se habia ido de mi sangre dejandome lucido.
coloque los libros en las estanterias directamente talladas en la roca, coloque la ropa en un pequeño armario, y deje el piano lejos y la guitarra en la otra esquina del cuarto. no necesitaba mas, ni alfombras ni cama ni mierdas semejantes, ya me encargaria de hacerme un buen nido a base de hojas y ramas donde poder asentar mi dragoneo culo.
una vez coloque todo mire a mi alredor. realmente perfecto, una habitacion modesta con grandes ventanas escabadas en la roca por donde salir incluso trasformado. aquello podia convertirse en un hogar facilmente