Dark meridian

Por mucho que quiese no podía quitarme ultimamente a Jozú de la cabeza. Asi que fuí a la isla de samasha a rezar una oración por él. La verdad es que yo no era muy creyente pero por lo menos se que así podría estar empaz.

Era una noche tranquila y silenciosa no se oia nada. camine en silencio.

Aparecí en la isla ya que algo me decía que tenía que estar allí, sin mayor motivo que mi intuición me acerqué a explorar el lugar a ver que encontraba. Era muy frustrante saber que va a pasar algo y no sabes el qué.

Era una noche tranquila y apacible. Necesitaba aclarar mis ideas, tenia la cabeza echa un lio. Demasiados acontecimientos en estos ultimos dias.
Fui a la isla de Samasha con la esperanza de aclararme las ideas. Suprimoi mi aura del todo. Cerca de donde estaba note dos auras, una oscura y otra de luz, esta ultima me parecia familiar.

Iba a llegar al lugar donde siempre me paraba a rezar por él, pero la presencia de varias personas me inquieto. No pude leer bien sus auras pero sabía que eran de rangos superiores a los mios. Me puse la capucha al instante, no quería descubirme todavía.
Continue en mi labor ignorandoles por el momento.

Me senté en el suelo a sabiendas de que había una persona a poca distancia mía, una vampiresa parecía por su aura. No era correcto acercarme allí de repente ya que podía asustarla. Además, estaba seguro de que era lo que debía hacer. Comencé a jugar con unas hierbas que se movían formando círculos similares a una órbita planetaria, cuyo centro era una pequeña piedra. Tarde o temprano vería a aquella mujer.

(OFF: obviamente, al demonio no le veo porque ha disminuido el aura al máximo)

Ahora que me había acercado un poco reconoci el aura de luz que había ahí y cuando vi a un joven jugando con unas hierbas le reconocí al instante, era Eric. No le había visto desde ese dia que investigamos unas huellas azules. Me coloque detras de él y le puse una mano en su hombro.

-Hombre mira a quien tenemos aqui, ¿cuanto tiempo hace que no te veo, Eric?

Escuche a mis espaldas varios susurros, como si no estuviese completamente sola. Me puse en alerta e inente captar sus pensamientos pero por lo que parecía eran de rantos superiores. Me di la vuelta hasta que quedamos los tres frente a frente.

No me sobresalté demasiado de la aparición de Demian ya que unos segundos antes algo me indicó que se acercaba.
Iba a contestarle cuando la vampiresa que había notado instantes antes hizo acto de presencia. Bastante guapa la verdad, pero parecía triste y eso la quitaba parte de la belleza que posiblemente antaño poseía. Aún así, vestía bastante bien, sabiendo lo que llevar y como hacerlo, una mujer hecha y derecha. Viendo esto se podría asumir que era un alto cargo, cosa que corroboró una suave lectura de aura indicándome que se trataba de una princesa. De momento no necesitaba conocer más acerca de ella así que dejé de observarla.
La cogí la mano sin avisar y la besé a sabiendas de que más de una se había ofendido por aquel acto. Mi nombre es Éric Novotny. -educación ante todo. Y vos preciosa dama?
Sabía perfectamente que había ignorado a Demian, pero esperaba que entendiese que esto era primordial.

La dama que nos daba la espalda se volteo hacia nosotros, era muy guapa y sus ojos eran preciosos. Tenía una mirada desolada, parecía bastante apenada y me preguntaba por que sería.
Eric no perdio mucho tiempo en presentarse y pensé que yo también tendría que hacerlo.

-Buenas noches, mi nombre es Demian Bolkonsky es un placer conocerla.

Había dos jovenes frente a mi, mas mayores que yo en apariencia por supuesto por que si de edad se trata yo les gano por siglos.
El primero que me habló fue el que mas llamó mi atención, un joven de cabellos claros y que despedía un aura de luz. No se porque pero me su cara me sonaba de algo...como si le hubiese visto en alguna otra ocasión pero por otro lado no podía ser ya que desde el altercado en la guerra no he vuelto ha salir de mi habitacion hasta hace unas semanas.

Y el otro chico que se había presentado era pelirrojo, alto ojos azules, despedía un aura oscura por lo que tenía que ser un demonio o algo parecido y tenía una mirada seductora...note como me miraba de arriba abajo y no me gusto nada. Intente "leerle" pero tanto el como el otro serían de rangos muy superiores a los mios ya que no podía llegar hasta su mente.

-Buenas noches- dije con mi característico tono frío- me llamo Natasha Higurashi- dije mirandoles a los dos- un poco tarde para estar dando un simple paseo ¿no les parece?

Me echó un poco para atrás su tono pero pensé que ella tendría sus razones.
Di un par de palmadas en la espalda a Demian en señal de saludo ya que no lo había hecho antes.
Cualquier hora es buena para pasear, tomando las medidas necesarias por supuesto. A más de un ladronzuelo de los pueblos isleños le gustaría recibir una gran recompensa. -la verdad que de camino me había cruzado ya a dos rateros que sacando una navaja intentaron atracarme pero empleando una pequeña porción de magia que, obviamente, no se enteraron se marcharon por donde habían venido.

Me acerque un poco mas hasta tener una buena vista de aquella mujer. Pelirroja un poco bajita para mi gusto, pelirroja y unos preciosos ojos verdes eso sin contar con su piel nívea que la caracterizaba como lo que era, una vampiresa.
Era bastante hermosa.

-Lo mismo podría decir de tí, ¿no es demasiado tarde para que una chica ande sola por estos lugares?

Mire mas fijamente a aquel Demonio, no me gustaba...había algo en él que no me acababa de convencer. No le conocía pero a simple vista y tras ver las miradas que me echaba parecía el típico hombre que suele coleccionar a mujeres como si fuesen trofeos.
Odiaba a los mujeriegos pero mas que a ellos odiaba a los tios que pensaban que era una damisela en apuros a la que tenian que rescatar.
Pose las mas glacial de mis miradas en sus ojos záfiros, mi aspecto se había vuelto mas serio todavía.

-Mas que de mi deberiaís preocuparos por vuestra espalda- dije secamente- se cuidarme perfectamente Rey de los demonios, no necesito tu ayuda para nada.

Observé al margen la pequeña discusión que mantenían los dos seres, y más bien parecía una lucha cuerpo a cuerpo por ver quien llevaba razón, testarudez diría yo. Chicos, chicos, haya paz. Así no se puede iniciar una conversación como dios manda. -no me apetecía escuchar palabras hirientes, que tarde o temprano llegarían si no se paraba la situación.
Ni vos sois una damisela en peligro -me dirigía a la vampiresa. Ni veo ningún mal en que este hombre se preocupe por usted, ¿no cree?

Menudo caracter que tenía aquella vampiresa por un momento pense que me podía congelar, su mirada era la mas gélida que había visto antes. No se por que pero me gustaban las mujeres con caracter y esta lo tenía pero tanto como Yuki....esa uroba si que se las gastaba, creo que es lo que mas me gusta de ella. Me quedé tan pensativo que perdí la noción de la realidad.

-Disculpa si te he ofendido, tan solo me preocupaba por vos, corren malos tiempos por el contiente no quería que os pasara nada.

Intente que mi voz sonara todo lo inocente y dulce que se pudiera.