La Promesa

Antes de decidir en buscar mis cosas, recordé la promesa que hice con Lucia tiempo atrás así que decidí ir a visitarla. Menos mal que recordé donde vivía ya que ella me dijo la dirección, aunque se me hiso un poco difícil pero al fin llegue.

Me sentía un poco incomodo por las miradas de los vampiros, sabia que era nuevo en esta zona, al parecer no era muy bienvenido, pero seguí avanzando. Quería encontrar a Lucia, la extrañaba un poco.

Llegue a algo parecido a un castillo, muy grande y tenebroso. Una leve gota de sudor pasa por mi sien al ver a tal enorme estructura.

Los vampiros agetreados empezaron a recorrer todos los dominios, hacia mucho tiempo que no se veía ningun caido por nuestras tierras y mucho menos que las recorriera con ese miedo, que casi se podía oler a kilometros.

Andaba sin ganas por el castillo, mis botas de cuero negras resonaban a cada paso que daba. Los vampiros que se cruzaban a mi paso huian despavoridos como si yo misma aun con el poco poder que tenía fuese a carbonizarles al instante.
Escuché revuelo asi que me acerqué a la puerta central, todos me miraban asustados pues mi pelo ahora corto, mi corsé de cuero ajustado y mis pantalones cortos daban a entender mi estado de animo.
Entonces le ví, era Hunter ahí parado enfrente del castillo, no le había visto desde hacía mucho tiempo y podía decir que era el unico chico quitando a mi padre en el que aun confiaba, pero las cosas ya se verían.

Salí del castillo abriendo la puerta y acercandome un poco, aun que a una prudente distancia, sonreí de medio lado-No esperaba tu visita-susurré

Cuando las puertas se abrieron dirigí mi mirada hacia ello, cuando salio Lucia del castillo me sorprendí mucho su cambio después de tanto tiempo. Su mirada era muy diferente a la que yo acordaba y su actitud, pero aun sabia que aun era la misma que conocí.

Sonríe un poco y me acerque un poco a ella, mirándola a los ojos. -Lo siento por llegar tarde... Había trafico.- Terminando con una pequeña carcajada.

Se acercó a mi sin embargo mi cuerpo no me pidió alejarme, parecía que seguía siendo aquel chico tan encantador que había conocido en la selva. No pude evitar reírme y sonreír ante su comentario-Suele haberlo, ademas hace mucho tiempo que ningún ángel caído pisaba estas tierras, en verdad me alegra que hayas venido- Tambien hacia mucho tiempo que no hablaba tan cordial con un hombre, seguía teniendo mis reticencias, pero el era diferente.

-¿Quieres pasar o prefieres quedarte aqui?-invité haciendo una suave movimiento con la mano-Ademas el interior es mucho mas colorido y acogedor que el exterior, te lo puedo asegurar.