Tras varios meses de viajes e investigaciones habia decidido volver al castillo, con el proposito de ver caras nuevas y charlar con viejos conocidos. Mientras paseaba por los pasillos, me paraba a conversar con los guardias, algunos los reconocia, otros no, pero siempre me saludaban como si me vieran de toda la vida. Al final llegué a la sala de banquetes y me senté a distraerme con un libro, mientras esperaba a que alguien apareciese.