La jaula de Kagome

Tarareaba una canción mientras miraba el resplandor del sol reflejado en la calmada superficie del agua. El vapor que provenía de mi té de arándanos embriagaba el ambiente a mi alrededor y endulzaba mi paladar. Dejé escapar un suspiro dejado.

-Que alba tan digna de ser interrumpida...

Los sígiles estaban perfectamente sincronizados con la tranquilidad del ambiente, en el perímetro tan perfecto cual ojo de aguja.

-No tengo nada que hacer...espero que ese demonio tarde en aparecer.

OFF: Por razones argumentales, el aura de Aral es de luz y de rango superior, no de rey neutro.

Llego el dia en el que tuve que patir del infierno para reunirme con el rey yasgenoid. Deje instrucciones para que se cuidase del infierno en mi ausencia.

Llegue alli todo lo rapido que me fue posible. Esperaba que aquel Yasgenoid no tardase mucho en venir.
Aun no me acababa de fiar. Todo por culpa de ese maldito Wataru, me estaba dando mas problemas de los que me gustaria.

Segui avanzando hasta que note el aura de un superior. Fui en esa direccion y cual fue mi sorpresa al ver a...un niño.

Tiene que tratarse de una broma

Noté la figura acercarse. ¿Tan pronto? Quería descansar un poco más...pero en fin.

-Buenas tardes, mi querido reyezuelo de azufre y salitre. ¿Qué le trae por aquí?

Alcé mi taza enérgicamente.

-¿Es el delicioso aroma de mi té, quizás?

Seguia mirando a aquel niño, no podria tener mas de 14 años. ¿Que hacia aqui un niño? No pude evitar mirarle con algo de desprecio. No me gustaban los niños, hacian que recordase cosas que queria mantener olvidadas.

Me cruce de brazos.

-Odio el te, eso no es lo que me ha traido hasta aqui. Espero a alguien, pero veo que la puntualidad no es su fuerte. Y tu ¿que haces aqui? No me digas que has venido hasta aqui solo para beber te.

Sonreí ante su exagerada muestra de orgullo.

-Lo que hago aquí no tiene importancia para ti. Pero sé a quien buscas. Buscas al rey de los yasgeniods renegados, ¿verdad? Y buscas a un demonio...Wataru Yoshikawa.

Me levanté y miré a la cara al rey.

-Desde luego no te has equivocado de lugar.

Enarque una ceja bastante sorprendido. Ese chico sabia demasiadas cosas y yo no sabia nada de el. Por mas que que intente indagar solo podia percibir el aura de un superior.

-Pareces muy informado sobre el tema, dime, con quien tengo de hablar.

Algo en todo esto no me daba buena espina.

Me froté el cabello con las manos y me puse en pie de un salto mirándole.

-Mi nombre es Aral Letsop. ¿Sabes? Desde los tiempos inmemoriales la armonía es lo que ha mantenido el equilibrio de este universo. Y la armonía nace fruto del caos. Las más intensas uniones surgen del fragor de la batalla. El devenir crea el equilibrio, y del conflicto del equilibro surge el devenir.

Llevé la mano a la empuñadura de mi espada.

-Si se quiere ganar al caos tenemos que conocerlo nosotros mismos, de forma armónica. Por eso, si dos quieren sobrevivir en este universo, tendrían que luchar para unirse mediante la armonía que en este devenir encuentra su génesis. Pero, para que no te pierdas, te lo presentaré de otra manera más simple.

Me posicioné a unos cuatro metros de Demian y desenvainé mi espada, apuntando con la cúspide al rey demonio.

-El que busca encuentra. Si quieres saber donde está Wataru Yoshikawa, sólo hay una condición. Demuestra tu valía ante el rey de los yasgeniods renegados...

Escuche toda la palabreria que me estaba diciendo y estaba empezando a pensar que estaba chiflado. Le vi acariciar la empuñadura de su espada y mi sexto sentido se disparo. ¿Que pretendia?

Cuando le vi alejarse varios metros de mi y desenvainar su espada lo tuve mas claro. Me estaba retando a un combate.

Maldito yoshikawa me estaba dando demasiados problemas y no sabia tan siquiera si merecia la pena.
Esto va en serio y en condiciones normales aceptaria el reto encantado pero...mis principios me impedian combatir contra un niño. ¿Es que no podria tener unos cuantos años mas?

Mi mente viajo hasta aquel dia. Mierda, me tiene contra las cuerdas pense apretando mis dientes.

Al final me decidi. Me quite la gabardina y la deje a un lado, desenvaine mi espada y salte dejando mas metros de distancia entre nosotros.

Mi rostro era frio, no se reflejaba ninguna emocion. Acaricie un segundo mi colgante. Sabia que me arrepenteria de esto.

-Natalia...perdoname por esto

-debo suponer que eres el Rey que me buscaba, ¿no es asi?

No iba ser yo el que diese el primer golpe.

Sus palabras resonaron en el eco del silencio, perdidas hasta que forzaron una inevitable expresión enigmática en el rostro de Aral. Sin bajar la espada, murmuré lo suficientemente audible unas palabras.

-¿Supones que soy yo aquel ante el que tienes que demostrar tu valía?

Unas trazas de oscuridad empezaron a arremolinarse frente a mi y a emborronar mi presencia generando de esta manera una brumosa nube tizona que comenzó a difuminarse y entonces...

...entonces comenzaste a distinguir una figura humanoide mientras la nube oscura desaparecía. Frente a ti se encontraba alguien que no habías visto jamas, alguien con una armadura que cubría todo su ser excepto una pequeña franja que dejaba ver sus ojos. Rápidamente pudiste notar que esa criatura poseia una oscuridad igualable a la tuya facilmente y que su aura era tan poderosa como la tuya, pero notabas algo extraño. Aunque poseia el aura de un rey, su aura parecía única, era muy similar a la de un demonio, pero tambien podias notar un poder mágico emanando de ella. El desconocido alzó su mano hacia el lago y rápidamente dos esferas de agua llegaron hasta el, estas esferas cobraron la forma de dos espadas de hielo y este adquirió una pose de combate singular manteniéndose en silencio.

OFF: Si, es Wataru, pero no puedes reconocerle. Esta es la pose de combate http://images.wikia.com/kingdomhearts/images/c/cb/MysteriousFigure.png

Sonreí con benevolencia y envainé mi espada. Me transporté encima de la roca de antes y chasqueé los dedos. De repente, aquellos sígiles que estaban circuncidando la zona formaron una gran cúpula transparente que plasmó la luz de aquel momento, deteniendo aparentemente en el tiempo aquel lugar desde el punto de vista de los externos al combate y formando una capa de luz que impedía la salida de los que se encontraban en su interior.

-Vigílate.

-No soy tan descuidada como crees...

Eso último que paso me sorprendió bastante, todo había que decirlo. En el fondo agradecía que este peculiar personaje entrase en escena. Eso me dejo mucho mas tranquilo al menos no tendría que combatir con un niño.

El joven creo una cupula de luz alrededor nuestra, era imposible salir de ahí.

La persona que tenía delante mio era muy curioso, no podía verle nada mas que los ojos. El agua del lago que teniamos proximo a nosotros se materializo en sus manos haciendo dos espadas de agua. Esto complicaba todavía mas las cosas.

"Elemental de agua"

Mire fijamente a aquel tipo que tenía frente a mi, su aura era de la de un príncipe pero...era una mezcla rara no sabía determinar si era la de un demonio o un ser mágico. Tenía una mezcla rara pero eso no era lo preocupante, aunque su aura era la de un príncipe su poder era igual al mio.

Todo esto era una especie de emboscada y sabía que no estábamos en igualdad de condiciones. Aún no me he podido recuperar de aquel incidente que tuve y controlar mi elemento aquí no iba a ser nada fácil. Mire a los lados intentando ver si la naturaleza iba a estar hoy de mi parte pero hoy no iba a ser ese día.

Mire mi espada, era lo único que tenía por el momento.

"Veamos como se desarrolla el asunto, luchare hasta el fin...si gano podré vivir para contarlo y si muero...podré reunirme con ella" ambas opciones eran muy apetecibles.

Me puse en guardia esperando a ver que ocurría.

El "rey de los demonios" estaba frente a mi en en este momento, perplejo por la situación, por lo visto no esperaba este comité de bienvenida y simplemente se puso en guardia, así que me decidí a dar el primer paso. Manteniendo mi posición miré hacia el lago y de el surgieron 4 lanzas de hielo que rodearon al demonio por todos sus lados, una vez hice esto asentí cerrando los ojos un momento y al abrirlos las cuatro lanzas se lanzaron hacia el rey por sus cuatro costados.

Esperaba un ataque directo, pero sabía que no iba a ser tan fácil.
El tipo se concentró un momento, como si quisiese invocar a algo. Y en seguida pude ver que es lo que era. 4 lanzas de hielo surgieron alrededor mía.

Mi gesto se puso serio, todo esto sería mucho mas fácil si contase con mi preciado elemento pero no había ni rastro de alguna manera para hacer fuego. A veces odiaba este tipo de situaciones.

Las lanzas de lanzaron hacia mi por los dos costados.

Di una gran estocada a una de las lanzas, haciendo que se rompiese por la mitad. Mi espada vibro por el golpe, no podría golpear a mas lanzas o de lo contrario me quedaría sin espada.

Con un movimiento ágil me tumbe al suelo haciendo que las dos de las lanzas chocasen entre sí, pero todavía me quedaba una lanza y yo seguía en el suelo.

Pude ver como rompía una de las lanzas con su espada y hacia que dos de ellas chocasen entre sí, pero aún quedaba una de las lanzas y ahora el demonio se encontraba en el suelo, esta era una buena oportunidad, así que utilicé el baile de las sombras para aparecer sobre el y presionar fuertemente su abdomen con mi pié derecho para que no pudiera levantarse mientras acercaba la última lanza hasta quedar cerca de su cuello. Aún sostenía en mis manos las dos espadas de hielo mientras hacia todo.

Iba a hacer amago de levantarme pero entonces su pie aprisionó mi abdomen haciendo que volviese al suelo al instante. Note como la lanza que quedaba en pie se rozaba peligrosamente mi cuello.

No tenía tiempo que cavilar en lo que podría hacer. A veces improvisar sobre la marcha era mas práctico.

Eché un vistazo a mi alrededor hasta que visualice una piedra que era bastante grande. La cogi y la estampe con todas mis fuerzas en la lanza, haciendo que esta estallase al instante. Con la mano que tenía libre agarre mi espada y hice un corte a aquel tipo en la pierna.

Aproveche ese momento para liberarme de su agarre y darle una patada en la pantorrilla.

-No te lo voy a poner tan fácil.

Ese demonio fué capaz de destruir rápidamente la última lanza y de quitarme de encima propinándome un corte en la pierna. Rápidamente retrocedí unos dos metros.

- No tenia pensado comenzar tan rápido, pero ahora no seré yo quien reciba los cortes.

Pensé. Mientras el "rey" se levantaba, hice que los pedazos que habian quedado de las lanzas volvieran a crearlas de nuevo y me puse en la misma posición de combate que al princípio, pero esta vez cuatro lanzas de hielo flotaban a mi alrrededor, así que sin pensarlo dos veces me lancé hacia el demonio propinando distintos tipos de ataques con mis dos espadas de hielo y mis cuatro lanzas desde todos los lados posibles.
El corte en la pierna me hacia flojear un poco, pero no era grave.

Aún estaba recuperándome de dolor de abdomen que tenía y me había levantado cuando de repente el extraño ese hizo un movimiento con su mano y regenero las lanzas que tanto me había costado destruir, se coloco en su posición de ataque inicial, flotando de nuevo las 4 lanzas alrededor suyo.
Las cosas se estaban complicando para mí.

Quise correr hacia otra dirección pero no me dio tiempo, aquel tipo se lanzó hacia mi atacándome por todos los lados.
Conseguí esquivar unos cuantos golpes con mi espada pero fue inútil eran demasiadas armas y yo solo tenía una.

Recibí muchos cortes, pero los mas graves fueron uno en la cara muy cerca del ojo y el otro en el costado derecho.

En un acto reflejo desplegué mis alas y me eleve varios metros hasta quedar lo suficientemente arriba del joven.

Comencé a golpear al demonio propinandole cortes en su cuerpo hastq que decidió abrir sus alas e intentar esquivarme volando al cielo.

- Será ingenuo...

Pensé con una sonrisa algo malévola en mi rostro, entonces las lanzas y las espadas se derritieron y mis garrafas estallaron creando así un gran charco bajo nosotros, luego dí un salto mortal hacia atrás, pero a mitad del salto desaparecí y aparecí sobre el terminando mi salto en una fuerte patada que lo impulsara hacia el suelo donde se encontraba ese gran charco, entonces, rápidamente y mientras descendía, saqué mi arco y lo tensé velozmente con una flecha cargada que lancé al demonio a la velocidad de un rayo.

Como me había supuesto al desplegar mis alas, él no tardo mucho en subir, dio un salto mortal que casi no vi y de una fuerte patada me estaba enviando al suelo. Eso no fue lo único que me paso.
Mientras caía en picado vi como cargaba una flecha. Cuando la disparó supe que no era una flecha normal, emanaba electricidad.

Al instante caí en la conclusión y eché un rápido vistazo al lago que tenía bajo mis pies. Si la flecha me daba en alguna parte de mi cuerpo acabaría electrocutado. Pero si caí al agua y la flecha también, acabaría del mismo modo.

Apreté los dientes. Definitivamente no había topado con un aficionado.

Expandí mi aura de oscuridad y la mezcle con mis espada de oscuridad. Cree una pequeña ráfaga de oscuridad que hizo que la flecha rebotase y saliese disparada hacia otro lado.

Conseguí desviarme del lago justo antes de caer en el agua, aterrice en el suelo forzasemente.

Pude ver como aquel demonio desviaba mi flecha y esta acabó clavandose en una roca, eso no me gustó, pensaba que ya tenia el combate ganado, pero sin embargo la flecha no impactó y él estaba a punto de aterrizar junto al gran charco, así que extendí mis alas, apunté con mi mano abierta hacia el charco y el agua comenzó a subir como si de una columna se tratase, mientras esto pasaba, me coloqué justo sobre el y entonces cerré el puño y de la columna de agua comenzaron a surgir varias "flechas" de hielo dirijidas hacia el rey, mientras que yo desde las alturas y esbozando una sonrrisa, lancé una segunda flecha sobre él, exclamando mis primeras palabras durante el combate.

-¡¿Piensas seguir huyendo hasta la muerte?!

Dije mientras las flechas de hielo y mi flecha eléctrica se dirigian hacia él.

Las cosas se estaban complicando demasiado. No es solo que estuviese cargando otra flecha electrica si no que ahora unas nuevas flechas de hielo se avecinaban hacia mi.

Tenia que pensar, y tenia que ser rapido. La flecha se acercaba cada vez mas a mi. Usando mi agilidad di una volterera hacia atras. La flecha se clavo justo donde estaba hacia un segundo. El terreno donde habia aterrizado.

Una de las flechas de hielo me dio en el brazo. Senti un dolor punzante, pero podia soportarlo. Rapidamente desplegue de nuevo mis alas y me pose en la copa de un arbol, evitando a duras penas las flechas que quedaban.

"Ese desgraciado tiene razon, debo atacar"

Expandi mas mi aura de oscuridad, haciendo que esta se propagase poco a poco por el aire. Estaba usando demasiada energia pero era necesario. Use la suficiente oscuridad como para cegar a ese tipo al menos por un rato.

Tome impulso y vole rapidamente hasta el suelo. Alli vi mi objetivo, dos piedras, eran lo suficientemente grandes. Las cogi, vole de nuevo hasta estar al lado de mi adversario y las choque con fuerza, una pequeña chispa salio de ellas. La tome con mis manos y la intensifique. Note como el poder del fuego me penetraba poco a poco.

Me coloque detras de el y coloque mis manos con fuego en sus brazos. Alguna quemadura se llevaria de todo esto.

-Wataru, las cosas se ponen calientes...

Seguía calentando el té de mora que me apetecía tomar hoy, haciendo caso omiso al combate, pero al escuchar a la compañera alcé la vista y vi a Wataru un poco quemado.

-Huy, que bien se lo va a pasar Zoroastros esta noche con su magia curativa.

Decidí que era hora de preparar la bebida para ellos dos también. Saqué uno de melocotón para Wataru y me transporté junto a Demian para preguntarle:

-¿No hay ningún sabor de té que te guste? Porque hombre, también tengo manzanilla y esas cosas, si quieres te puedo preparar alguna.

Ese estúpido demonio me agarró por la espalda usando fuego para quemarme los brazos, realmente dolia, pero lo que de verdad me molestaba esque me estubieran atacando con fuego, mi rabia comenzaba en ir en aumento y Aral apareció frente a nosotros, pero hice caso omiso de el y di un gran mortal hacia atras retorciendo los brazos del rey para asi ponerme yo a su espalda, los brazos me dolian mucho, pero aún asi saqué mi espada y la puse en su cuello.

- ¿Que importa su té faorito Aral? tu simplemente dame permiso para hacerlo...

Le dije a Aral mirando sus ojos con furia mientras sostenia mi espada en el cuello del demonio.

Le miré con resignación y escuche la voz.

-Suficiente para ti....

El atrapasueños apareció en mi mano y me transporté de nuevo junto al té.

-Todo tuyo.