Afilado reflejo

Tras mi encuentro con Angeline, llegué hasta la costa del Mar de Jade, uno de los lugares que pretendía visitar, tarde o temprano. Aunque el océano era algo que ya había visto de niña varias veces, pues Liang tenía un majestuoso puerto donde poder comprar el mejor pescado fresco.
Estaba amaneciendo, y el sol asomaba irregular, reflejándose en las olas en color anaranjado, y mezclándose con alguna nube baja que adornaba el cielo. Esta pequeña playa que encontré estaba un poco escondida, pues tuve que descender un terreno inclinado y pegar unos pocos saltos para alcanzar las redondeadas piedras que cubrían la superficie que se mezclaba con el agua. Pero estaba tranquila y en soledad.

Me senté en una roca más grande que el resto de las que había, para descalzarme y dejar mis cosas. Cuando me levanté y apoyé los pies, las piedras me proporcionaban un estupendo masaje.

Observé el sol elevarse con los brazos en jarra, respirando hondo un par de minutos, para poner mi mente en la misma calma que el entorno me ofrecía. Tras esto, cogí la espada de mi padre y la saqué de su funda. Brillaba tanto que parecía nueva, aunque la verdad es que no creía que tuviese mucho uso. Era bastante alargada, pero fina y ligera, por lo que no me costaba sostenerla con una mano.
La sostuve por el mango con las dos manos para mirar mi rostro en aquel filo, que se mostraba distorsionado.

Me acerqué al agua, que iba y venía lentamente a causa del oleaje. Coloqué mi cuerpo en disposición de ataque, y con ambas manos, di unas estocadas al objetivo invisible que tenía frente a mi. Al principio eran lentas y vacilantes, pues apenas había sacado aquella espada de su vaina, pero fui dando estocadas más rápidas y con más fuerza, sintiendo el esfuerzo de mis músculos humanos.

Me habían hablado de las playas del mar de Jade, eran de las mas hermosas de Lineris, estuve sobrevolando durante la noche desde Liang, cuando llegue estaba amaneciendo.
Aterrice cerca de la orilla e hice desaparecer mis alas demoníacas. Reducir mi aura al mínimo y comencé a caminar.
Tras un rato caminando observe a una joven , por su aura uroba, estaba realizando movimientos con su espada.Me acerque un poco a donde estaba.

-Debería tener cuidado con eso señorita, podría herirse si no tiene cuidado.-Me quede parado a unos veinte metros, era una mujer joven , pero iba armada y no conocía sus intenciones.-Mi nombre es Kyro Tserof.

Por el reflejo de mi espada, cuando estaba alzando los brazos por encima de mi cabeza para lanzar una fuerte estocada, pude ver una figura oscura moverse por el cielo. Me detuve para volver la cabeza cuando sentí cómo se situaba por la zona de mi espalda.

Se encontraba a una distancia prudencial. Era un joven con el pelo negro, vestido de ropas del mismo color, exceptuando la parte superior de su atuendo que estaba salpicada de color blanco. Algunas piezas metálicas adornaban su cuerpo, actuando como protectores.

Me giré al completo cuando el chico empezó a hablarme, un tanto avergonzada de que me hubiese pillado en mi triste ensayo con la espada:

-Buenos...buenos días -dije, mientras apoyaba la punta de mi espada en el suelo, relajando los brazos, pero sin dejar de sostenerla con firmeza- Mi nombre es Lysandra Xelmont...uhmmm...pero creo que seré capaz de no herirme a mí misma, gracias.

Esto último lo dije un poco molesta. Moví los dedos de los pies, inquieta, y miré mis cosas, que no se encontraban demasiado lejos "me pregunto por qué razón se detiene un desconocido para saludarme así por las buenas en lugar de pasar de largo..." pensé.

La joven ,por lo que habia podido observar,no tenia mucha practica con su espada.
Parecia un tanto molesta por lo que la dije asi que di un par de pasos hacia delante.

-Disculpeme si la he ofendido,señorita Lysandra,lo decia por su propia seguridad, las espadas no son juguetes, son un arma peligrosa y siempre hay que tener cuidado.-la mire a la cara,serio-¿Sabe usar una espada?señorita

Me fije en su espada,apesar de la distancia parecia nueva.
Tenia curiosidad,su forma era un tanto peculiar.

OFF: Esperemos que empiece Demian, mejor.

off: siento haber tardado tanto T_T
on:

Estaba a punto de amanecer, estaba dando una vueltas por las playas de Jade. En verdad era un lugar hermoso y mas teniendo en cuenta de que estaba a punto de amanecer.

El agua de la playa era cristalina y la arena tenía un tono claro que me gustaba. Empece a andar por el paseo marítimo, estaba descalzo y deje mi arma y mi capa en un sitio seguro.

Seguía caminando cuando me encontré con dos auras oscuras, una era la de Kyro y la otra era de un uroba pero no le conocía.

Me acerqué hasta ellos.

-Ya, ya lo sé...procuro tener cuidado con ella, lo tengo bastante claro. -dije, respondiendo a Kyro.

Levanté la espada y me la apoyé en el hombro, hacia atrás. Notaba su gélido filo a travesando mi ropa. Me acerqué unos pasos hacia el ser de alas negras y entonces por su espalda vi otra figura asomarse, por el extremo de la playa.

Venía totalmente desarmado, a diferencia de Kyro que también tenía una extraña espada, y se acercaba despreocupadamente hacia nosotros.
por lo que podía ver a esa distancia, tenía el pelo rojo y vestía con ropas oscuras, y también iba descalzo. Yo en cambio iba de colores grises y marrones, contrastando con ambos visitantes.

Miré a Kyro para responderle:

-Bueno, usar...lo que se dice usar... -dije, evitando una respuesta sincera, que habría sido algo como "No, no tengo ni idea y no la he usado contra nadie". No me fiaba de buenas a primeras de un extraño armado, que bien podría atacarme en cualquier momento.

Observe su respuesta.
Pese a lo que dijese no parecía que tuviera mucha experiencia con la espada.Se le notaba sobretodo en sus movimientos.Lysandra era una principiante.
Me di la vuelta y observe a Demian, no sabia por que pero siempre me acababa encontrando con él.

-Siento haberte interrumpido , sigue practicando por favor , no te molestare mas.-mire a Lysandra, tenia curiosidad en ver como evolucionaba con su manejo.

Me retire un poco y me senté en una roca.
Mire a Demian.

-¡Demian!¡Ven aquí!-Lo dije lo suficientemente alto para que me oyera. Prefería que babeara a Lysandra después de su entrenamiento.

Vi como Kyro alzaba la voz y me decía que me acercase hasta ellos. Me encogi de hombros y camine a paso lento hasta que estuve a su altura.
Por lo que estaba oyendo mientras andaba hacia ellos parecía que estaban hablando de armas.

-¿puedo saber que andabais haciendo?- pregunté intentando ser amable.

Aunque Kyro me había dicho que continuase, yo me quedé quieta, clavada en el suelo. No pretendía ponerme a practicar con personas delante y que no conocía. Me daba demasiada vergüenza y encima por su forma de hablar parecía saber del tema.

Kyro se sentó en una roca y llamó al chico de pelo rojo para que se acercase. Se llamada Demian por lo que escuché. Esperé a que se acercase, y lo hizo con calma y parsimonia, poniéndome nerviosa.

-Hola...-dije cuando Demian estaba lo suficientemente cerca.

Ambos tenían un aura que no reconocía, era totalmente nueva para mí, y la del chico recién llegado parecía más densa y poderosa que el anterior. Eso me inquietaba un tanto. Guardé la espada en su funda, colgada en mi espalda.

-Bueno, parece que soy el entretenimiento de la mañana -dije mientras me cruzaba de brazos, mirando a ambos.

Vi como se me acercaba Demian y le hice un gesto para que observara.

-Señorita Lysandra, no es que sea el entretenimiento de la mañana , simplemente quiero observar sus movimientos ,solo para ayudarla.-Sonrei con aspecto inocente, por suerte teniendo un aspecto de joven y eso solía tranquilizar a la gente.

Me levante.

-Comprendo que no confié en nosotros, pero me gustaría ayudarla un poco con la espada.

En cierto modo Lysandra me recordaba a cuando era mercenario y llegaban los reclutas que no habían cogido una espada en su vida, eran muy testarudos a la hora de dejarse ayudar.

Les miraba a ambos en silencio. Era una noche aburrida pero podíamos hacerla un poco divertida, si ellos estaban de acuerdo por supuesto.

-Por lo que estoy escuchando...¿quereís probar vuestras fuerzas? podríamos matar el tiempo y hacer algo de provecho.

Mire con atención a Lysandra.

Refunfuñé por lo bajo mientras pensaba qué hacer, me crucé de brazos, y poyé el peso de mi cuerpo en una pierna, mirando a ambos.

-Vale...bueno, agradezco tus intenciones, Kyro. -dije hacia el hombre alado.

Luego Demian hizo una sugerencia y le miré mientras hablaba:

-¿Y qué es lo que se te pasa exactamente por la cabeza?

Aquello de probar nuestras fuerzas me asustaba un poco, no quería combatir contra ellos, y menos todavía con ambos a la vez.

Mire de reojo a Demian , eso sonaba mal. Espero que no quisiera que luchara otra vez para un entrenamiento.

-¿Qué se supone que se te esta ocurriendo?

Quite los enganches de la funda mi espada y me senté en el suelo dejando mi espada junto a mi , no me apetecía luchar hoy.

Mire a ambos con mucho interes. Kyro se sento al instante en el suelo dejando su espada a un lado, cogi su indirecta.

"La verdad es que a mi tampoco me apetece luchar"

Me acerque lentamente a Lysandra y comence a dar vueltas lentamente alrededor de ella, observandola mejor.

-En mente tengo varias ideas...pero creo que lo que podriamos hacer es ayudarte a manejar la espada

Kyro se sentó en el suelo, con la espada en su costado y le preguntó algo a Demian. Luego el chico de pelo rojo se puso a caminar a mi alrededor mientras me hablaba:

-B-bueno, supongo que podría estar bien...os agradecería vuestra ayuda.

La forma en que me observaba hacía que me sonrojase de la vergüenza. Me sentía evaluada de antemano por ellos, y avergonzada de que mi poca destreza con la espada fuese tan notable, pese a haber estado practicando ante ellos durante poco tiempo.

-Entonces, ¿Cuáles son esas ideas? -pregunté con interés mientras mirada de reojo a Kyro para evitar la directa mirada de Demian.

Observe como Demian miraba a la chica.
Por sus palabras nos divertiríamos un poco , al menos él.

-Suéltalo ya, Demian.

Mire hacia el mar.
Parecía estar muy en calma.

Al parecer tenían ganas de saber que tenía en mente. Sonreí bastante satisfecho.

-Bueno ya que no podemos combatir por que no os veo con ganas, podríamos jugar a algo para entretenernos. Total no tenemos mucho mas que hacer. Dejemos nuestras armas aquí.

Deje mi espada en el árbol para que viesen que iba con buenas intenciones.

-¿os apetece jugar al escondite?

Kyro giró la cabeza, mirando al mar, y cuando volví mi mirada hacia Demian el joven estaba sonriendo. Dijo que dejásemos las armas y el hizo lo propio.

Le observé mientras dejaba su espada, extrañada y entonces dijo que jugásemos...al escondite?

-¿Al...al escondite? ¿Hablas enserio? ¿Es un escondite especial o algo así?

Era un juego de niños que había dejado de realizar hace unos años, y además el que lo proponía parecía el más mayor de los tres. Le miré sorprendida.

Hice un gesto muy infantil.

-¿Quee?¿tengo que dejar mi espada?-no me gustaba nada la idea.

No soportaba separarme de mis armas.
La idea del escondite no estaba del todo mal la verdad.
Pero aun así eran mis armas...

Les mire a abmos, no parecian especialemente ilusionados con la idea del escondinte. Me cruce de brazos y les mire.

-Oh venga no seaís aburridos, ¿acaso teneís algo mejor que hacer? si teneis una sugerencia mejor estoy dispuesto a escucharla.