El reencuentro

Dana y yo fuimos a dar un paseo. Al parecer tras nuestra marcha habían cambiado algunas cosas y ahora ya no era renegada. La reina era Kaede y bastantes cosas en general habían cambiado.
Yo seguía buscando respuestas y aun que dana no conociera a Katerina quería preguntarla si sabía algo del tema, ya más que nada por desesperación que otra cosa.

Paseábamos por las calles concurridas de Eliria, con el frescor de la mañana aun reciente y el gentío incesante pero tranquilo.

No me había dado cuenta antes, pero cuando llegué de este último viaje veía a Dana mucho más pequeña. Entonces comencé a percatarme de que ahora yo tenía una altura más que considerable, aun que nunca alcanzando a mi padre.
Vestía una camisa negra de tres botines a medio abrir en el pecho, que marcaba levemente mi ligera pero firme musculatura. Unos pantalones marrones, con un cinturón de cuero en el que estaban enganchadas mis bolsitas de medicinas y mi espada envainada. Además de unas botas robustas y resistentes, ya bastante gastadas.
Asomaba por mi rostro la marca de la barba que había comenzado a salirme poco antes de irme y se había desarrollado velozmente en este último viaje. Ahora estaba afeitado pero se veía el rastro de una barba de 2 días.

Tras varios meses de viajes,aventuras y varios descubrimientos decidí que era buena hora de volver al reino, me había marchado sin siquiera avisar a nadie; tan solo cogí mis cosas y me fui de aquel lugar. Debía aceptar que tenía un miedo increíble a la reacción de los demás si me presentaba allí como si nada hubiese pasado,como si solo hubiera estado fuera unas horas; cosa que, si hacía, sabía de sobra no iba a acabar bien así que solo cogí la capa con capucha que había conseguido en mi viaje y me la coloqué de tal forma que no se viera ningún detalle de mi cuerpo, ni tan siquiera el rostro.

Uff...Vamos allá...Kuru...tu puedes...solo...son...personas

Tanto tiempo en parajes en los cuales no había casi ni un alma ahora mismo me estaban pasando factura, suspiré bien hondo y me adentré con el corazón en un puño entre el gentío que poblaba las calles de la ciudad de Eliria. En aquellos momentos me encantaba ser el tipo de persona que no llama mucho la atención, pues así me resultaba el doble de fácil caminar entre aquellas personas sin sentirme extremadamente incómoda cosa que me relajaba bastante dejándome sentir el cosquilleo típico de un niño al ver un lugar nuevo; aquel lugar no era nuevo para mi, pero así lo sentía mientras, inconscientemente, buscaba rostros conocidos; necesitaba saber que todos estaban bien aun si no me acercaba a hablarles, solo verles me bastaría.

Auch! -Dije de pronto al notar que me chocaba contra algo más grande que yo, o mejor dicho alguien, provocando que la capucha se moviera destapando mi reconocible cabello rosado lleno de horquillas y mis ojos rojizos -Perdone señor...-Alcé la vista encontrándome con un joven que me resultaba preocupantemente familiar pero no sabía quien era ni donde podría haberlo visto-

OFF: Y yo esperando que respondiera Dana

el aire de la por la mañana era fresquisto, mas aun en aquellas latitudes, aun asi era agradable salir con aquellas temperaturas. dean iba a mi lado,mas alto y fuerte que nunca. habiamos salido a pasear, al menos el decia eso, mi intuicion "materna" llamemosla sexto sentido me decia que habia algo mas detras de todo aquello. quiza algo relacionado con su viaje.

iba mirando distraida los puestos del mercado, bucando algo para mi nueva casa, despues de todo aun seguia algo vacia y no tenia la cantidad de comida suficiente en la despensa como para poder sentirme segura por las noches.
distraida andaba cuando escuche un golpe sordo a mi lado, me gire y pude ver como alguien encapuchado habia chocado con dean.

mire mas antentamente, tratando de averiguar quien era esa persona que se tapada de cabeza a los pies, entonces hablo y algo dentro de mi hizo clic, yo conocia esa voz, estaba segura. y aunque pensase que era mentira mi memoria no me podia engañar.-no puede ser....¿kururu....?- pregunte muy bajito, hacercandome al desconocido, no queria hacerme ilusiones antes de tiempo. pero hubiese reconocido el aura de mi antigua princesa y amiga en cualquier lugar.

off: es que dana se toma su tiempo xDDDD :on

caminando entre el bullicio sentí de pronto que algo me golpeaba en el pecho, me dí cuenta enseguida que se trataba de una persona.

-Oh, dios. Discúlpeme, lo siento mucho-dije, disculpandome alzando las manos tratando de comprobar si aquel encapuchado estaba bien. Entonces vi sus ojos, eran de un curioso color. Eso no fue lo que más me alarmó. Esa melena de color rosa... Los recuerdos me azotaron como una mala brisa, de sopetón. Recordé entonces un momento concreto de mi infancia: El suelo estaba lejos, muy lejos, era como si volase. estaba todo muy distorsionado, como borroso, pero al levantar la mirada vi esa intensidad del pelo y lo que parecía una figura femenina, entonces yo saltaba hacia esta. Me di cuenta enseguida de que estaba rememorando una de nuestras salidas en el castillo caído en la que nos acompañó otra persona... ¿como se llamaba...?

Escuché a Dana a mi lado pronunciar su nombre, dudosa.

-¡Es cierto!-dije alzando la voz, emocionado. Me di cuenta entonces que había dmostrado demasiada efusividad. Me calmé un poco, algo avergonzado, pero aun feliz de volverla a ver-Kururu, soy Dean... no se si me recuerdas.

Me quedé completamente petrificada en el sitio,no solo porque Dean tuviese sus manos puestas en mi, sino porque no hubiese podido imaginar que aquel pequeño niño que antaño se subía a mi espalda, haciendo que el vuelo se convirtiera en la cosa más peligrosa del mundo, estuviese ante mi convertido en adulto. No podía negarlo, me había puesto sumamente nerviosa, pero mi nerviosismo aumentó en el punto y momento que vi a su acompañante,aquello debía ser una broma que el destino me jugaba por haberme marchado sin avisar...Dana...mi reina,mi profesora...mi amiga; estaba allí plantada mirándome, me habían reconocido,por supuesto que me habían reconocido y en mi cabeza solo pasaba una idea -Sal corriendo- No,no,no; no podía hacerles aquello y tampoco es como si con todo aquel gentío pudiese ir muy lejos.Pero antes de poder darme cuenta mi boca esbozó una sonrisa y las palabras comenzaron a salir atropelladamente.

¿De...Dean?¿Da...na?-Sin pensarlo ni dos segundos me lancé a abrazar a Dean sintiendo miles de emociones desconocidas recorriendo mi cuerpo,solo puedo decir que no eran nada desagradables-Como has crecido pequeño y que guapo te has vuelto,nada que envidiar a tu padre-Le solté despacio, alargando el momento todo lo que pudiese antes de ponerme frente a Dana notando que todas aquellas emociones placenteras se iban convirtiendo en tristeza,pesar,miedo y vergüenza-T..Tengo...¿Tengo permiso para abrazaros....alteza?-Intentaba prepararme para un "no" pero jamás hubiera pensado que costara tanto, la mera idea de un no ya me dolia.