Preocupaciones

150 metros por encima del nivel del mar, de pie en una roca que sobre sale del acantilado cuyas paredes han sufrido millones de veces las arremetidas del mar. Mirando el infinito mar y el horizonte adornado por unas pequeñas nubes. El sol se estaba poniendo en ese mismo instante y los últimos rayos del sol se escurrian entre mis dedos. La brisa marina soplaba ocn furia revolviendo mis cabellos. Seguia con mis ojos carmesí clavados en el horizonte mientras pensaba, meditaba, asimilaba los últimos acontecimientos.
Llevaba puesta la armadura negra con rebordes plateados con relieve de rosal que, desde que salimos de la cueva del reino de los brujos, llevaba siempre conmigo, como si tuviese miedo de lo que podria o no encontrarme tras la proxima esquina. La espada colgada del cinturón como era usual en mi al lado de la bolsa de canicas, el mosquete colgado de la espalda.

Aparecí detras suyo, en una roca un poco alejada. Estaba de cuclillas manteniendo el equilibrio con las manos en la parte delantera.

-Que? vas a la guerra? a que viene tanta cosa?

Esta vez llevaba una camiseta habierta hasta medio pecho con acabado en punta, sin mangas, color blanco y de tela fina. Los pantalones negros y desgarrados por la parte de abajo por las transformaciones. La espada iba a mis espaldas, enfundada, como siempre.

"Asi que averiguó como hacerlo... Y no solo eso." Sonreí ligeramente.
-No estoy muy seguro de si soy yo el que va a ella o ella la que viene a mi. Los ultimos acontecimientos me hacen pensar, plantearme posibilidades... Y muchas de ellas no me gustan nada... -Seguia mirando al horizonte en ese precioso atardecer.

Miré tambien el atardecer y me relagé con sus matices.

-No siempre conseguiremos que las cosas salgan como queramos

-Tal ves el problema esta vez sea que todo esta saliendo según lo planeado. -Me quedé un rato mirando el atardecer, ya casi se habia ocultado de todo el sol y los rayos anaranjados cubrian el cielo.
-Hay muchas cosas que no quiero perder...

-Como cuales?

Apesar de que el sol estuviera desapareciendo, no aparté la vista de el ni un segundo.

Pensé un momento antes de responder, aclarar las ideas.
-Puede que sean cosas a las que se apegaria un mortal... He pasado mucho tiempo solo, sesgando muchas otras vidas... Ahora no lo estoy... -Seguia contemplando el espectaculo de luces que estaba teniendo lugar en el cielo, el anaranjado dejaba paso a la oscuridad de la noche.
-Demasiado que perder... Enigmas que resolver... No puedo renunciar a ninguna de las dos partes. ¿Seguir o detenerme aqui? -Era una pregunta que no pretendia ser respondida.

Alcé la vista al cielo, viendo las primeras extrellas que dejaban de esconderse tras la luz del dia. El viento azoró mi cara con suabidad, haciendome entrecerrar los ojos y revolviendo aun mas mis cabellos.

-Si tienes alguien importante, lucha por ello y protegelo. Almenos es lo que yo pienso... Mas vale morir por lo que amas que perecer sin ello, una eternidad en soledad es peor que cualquier infierno al que fuesemos a parar

Mis ojos se adaptaron en seguida a la oscuridad que lo cubrió todo. Tarde un rato en responder y cuando finalmente lo hice parecia decidido.
-Me temo que si no soy yo quien se encarga de esto cosas nada buenas pueden llegar a ocurrir. Tengo que vigilarle... Pero si fracasase, si algo ocurriese, si no lograse cumplir mi objetivo... Prometeme que la cuidarás... Te lo pido a ti porque eres mi hermano y en las actuales condiciones eres el único en quien puedo confiar... Por favor... -Me volví hacia él mientras hablaba y clavé mis ojos en los suyos, debias de ser reflejo de lo que me atormentaba, sin embargo procuré no dar suficiente información acerca de mis planes.

Quedé largo rato en silencio. Sabía perfectamente que sentia solo con mirarle a los ojos, decian mucho mas de lo que su olor podría contarme.

-En que lios estas metido... hermano?-pregunté, aun sabiendas que no me contestaría, agachando la cabeza y suspirando. Volví a mirarle-Velaré por ella si algo te pasara... pero solo por el echo de lo que un dia fuiste, por nada mas.

-Muchas gracias... Pero no debes saber lo que ocurre, mantente al margen. Puede que la respuesta sea demasiado para él pero tengo que conocerla... Necesito saber... -Esto último casi lo dije para mi mismo mientras volvia a contemplar el horizonte.

-Si no me vas a decir nada, deja de hablar en codigo morse, idiota-le gruñi frunciendo el ceño. Al cabo, suspiré-Ten cuidado donde te metes... y con quien te juntas, Walter

-Tan solo me preocupa ella, que esté bien. Pero si no hago esto no podré dejar de culparme por haber perdido la oportunidad... Solo... Tengo que hablar con ella... -Concluí terriblemente abatido.

Cerré los ojos, aun con el ceño fruncido.

-Tus asuntos son tus asuntos... pero como mueras...-dije con un tono de rabia e impotencia.

Suspiré. Me acerque a él y le puse la mano en el hombro.

-Simplemente, no sete ocurra morir...-dije a media voz.

Si le perdía a el... habria perdido todo cuanto me ataba con mi antigua vida humana

Me deslice desde las sombras con una mezcla de sentimientos muy fuertes y contradictorios, estaba enfadada porque decidia por mi y porque no contaba con mis sentimientos al respecto, dolor al averiguar todas las cosas teniendo que ocultarme y mandando espias, incluso la propia Arshei, y a la vez trsiteza de que sabia lo que en mi mente se estaba cruzando. Me quede parada sin decir una palabra, estaba arta de esconderme para que el no lo supiera asi que por primera vez me plante con aquella carga de sentimientos y expandi mi aura ya que la habia reducido a lo maximo para que no me notasen. Mis ojos rojos se clababan en Walter sin dejar de mirarle.

-No quiero morir... Hay demasiado que perder... -De nuevo ella volvia a mi cabeza, actuando de conciencia, remordimientos. Tenia que hablar con ella pero no sabia como decirselo, como decir a la persona que amas que posiblemente no volvais a veros.

En ese momento apareció y todo se me echó encima. Un temblor en la mano derecha reflejaba mis nervios. Su mirada lo decia todo. Aflijido miré hacia abajo.
-No es aqui donde deberiamos hablar... Si todavia quieres darme una oportunidad... quiero creer que me la merezco... Ven al balcon del castillo esta noche... -Aun con la cabeza gacha comencé a andar.
-Buenas noches, hermano. -Y esta vez no lo decia como normalmente, no habia burla en mi voz. De verdad era mi hermano. Desaparecí de ahi rumbo al castillo.

Me miro y empezo a temblar pero segui sin decir nada, me cito en el balcon del castillo pero mi mirada seria seguia manteniendose en mi cara. No iba a hablar y tampoco a contestar si iria o no, simplemente lo pensaria me volvi a dar la vuelta cuando se fue caminando-Adios Andrew- dije para parecer educada, aun que mi voz se quebro de ira. Desaparecí por el mismo lugar en el que habia aparecido, justo en direccion contraria a la de Walter.

Observé la situacion. Ya sabía desde un principio que ana estaba ahi, la había olido.

Oli tambien su ira, su cansancio... al igual que los sentimientos que Walter hemanaba. Sabía perfectamente que algo iba muy mal.

Vi como cada uno se marchaba por un lado distinto.

-Adios...-me despedí de los dos, a media voz... sin saber exactamente como reaccionar.

Al rato, sin mas, desaparecí de la escena