Entrega (Ana e Ian)

Fui a comer a un bosquecillo, y cuando me estaba terminando el ciervo (mi comida favorita) me senté a esperar que apareciese Ana ya que la había citado allí.

Ian me habia citado ahi asi que rapidamente me encamine, ultimamente no le habia visto mucho el tenia su pareja y yo la mia y eramos de razas distintas, aun asi añoraba un poco los viejos tiempos. Apareci ahi a los pocos minutos-Hola Ian-salude con una sonrisa.

(OFF. se me olvidó por completo contestarte aqui xD)

Hola Anita -dije con una sonrisa. Creo que te tenia que dar una cosita. -dije sacando la daga de adamantio de la mochila, la otra la tenía guardada más al fondo.

OFF: Si ya claro.. escusas escusas xDDD

ON:Sonreí-ciertamente-me acerque y coji la daga, la guarde en mi cinturon justo al lado de mis dos espadas.-Espero que sepas bien como utilizar esa daga-

De momento no la he dado ningún uso, ya sabes que yo no soy de peleas, pero algñun día la usaré y hay un vampirito que tiene todas las papeletas -dije con una sonrisa.

-Vale pero ten cuidado-dije suspirando de repente me di cuenta de lo que llevaba en el cuello y le mire mucho mas sonriente-¿Sabes que? tengo algo que seguramente no te gustara nada, pero que es my divertido-

Lo tendré. Verás... como no me guste te pego -dije sonriendo pero en el fondo era una amenaza real, si lo que sacase era malo para mí y lo hacía voluntariamente las cosas cambiarían.

-No te pongas a la defensiva, solo te lo enseñare no lo utilizare bobo-dije sonriendo, de mi cuello saque un silvato, negro con adornos plateados con forma de murcielago.-¿ a que es bonito?-

Un escalofrío recorrió todo mi cuerpo y me eché hacia atrás inconscientemente. ¿Qué es? -dije seriamente, no me hacia ninguna gracia ese artilugio.

-o dios mio Ian-rei sin poder evitarlo-Es un silvato, anda toma ponte esto-le entregue unas orejeras especiales, yo ya habia entrenado para ello, pero el no y no queria fastidiarle los oidos. Espere a que se las pusiera y me diera la señal. Las orejeras eran muy parecidas al silvato.

La miré mal durante unos segundos y me puse las orejeras. Venga, dale -dije con un poco de miedo.

Sonrei y susurre aunque sabia que no me oia-Confia en mi- toque con el silvato y un sonido punzante entro por mis oidos, gracias al entrenamiento lo soporte perfectamente, con las orejeras ahora mismo Ian oiria un pequeño pitido, no muy molesto. En ese momento el pitido que se oian eran ultrasonidos. Cuando deje de pitar, le hice amago de que se quitara las orejeras y escuchara, se podia oir, un monton de murielagos revolotear hacia nuestra posicion, se colocaron todos en los arboles cercanos a mi y algunos en mis hombros.-¿No te parece fantastico?-dije emocionada.

Odio los murciélagos -dije nervioso. Me di cuenta de que todos los murciélagos me estaban mirando directamente y eso me ponía aún peor. Gruñí lo más fuerte que pude y se alejaron. Lo siento, pero no puedo evitarlo.

Reí un poco-tranquilo, pero responden a mis ordenes-cuando se iban alejando me di la vuelta y enseguida volvieron a mi.-No te procupes, no te aran daño a no ser que yo les diga que lo agan, y no lo are-Les mande enseguido otra vez a la cueva y volví a guardarme el silvato por debajo de la camiseta, coji las orejeras y las guarde en otra parte del cinturon con una sonrisa triunfante, me encantaban los murcielagos.

Hasta que no vi como se ivan y como guardaba el silbato no me quedé tranquilo. Espero que no se sepa la existencia de ese silbato. -dioje tranquilamente, la verdad que como alguien supiese que existía todos los vampiros querrían tener uno, y no me hacía mucha gracia.

-Solo hay uno en todo el mundo, segun mis documentos, fue echo hace siglos y siglos por un rey vampiro con el poder sobre los murcielagos, yo me entere de la existencia y.. aqui esta-dije sonriente me sente en el suelo y saque una cantimplora de la mochila llena de sangre, bebí un poco de ella algo molesta *tsk y todabia no confia en mi, hay que fastidiarse*

Olí su malestar. No es que no confíe en ti so tonta es que no me gusta nada

-si ya se, es solo que se me hace dificil comportarme de una manera distinta contigo, porque no concivo la idea de que eres un... licantropo-dije suspirando intentando no irradiar ira con la palabra licantropo.

No te preocupes es algo normal, al contrario también pasa pero hay que saber controlarlo -dije con una sonrisa

-Yo, ya sabes que me se controlar-dije con orgullo, mi autocontrol no habia sido muy bueno en el pasado, por eso me sentia tan orgullosa con mi progreso.

Eso esta bien. Te quiero con los ojos verdes, con los rojos no tanto -dije con una sonrisa.

Me reí-claro, y yo te prefiero sin tanto pelo en la cara.. en verdad no te favorece-ese comentario me habia puesto de buen humor, de repente recorde algo y me gire a mirarle con una sonrisa.-por cierto felicidades... tio-y me puse la mano en la tripa todabia sonriendo.

Me quedé paralizado en cuanto asimilé lo que me acababa de decir. Me pilló desprevenido. No había olido nada en su interior, supongo que porque era demasiado pronto. Pero... felicidades!! -dije y la abracé con cariño. No te voy a preguntar quién es el padre porque es demasiado lógico

Sonreí y correspondi a su abrazo-Gracias Ian^^, pero tu calla eh? todabia es un secreto-dije poniendome un dedo en los labios y guiñandole un ojo-aa.. acabo de enterarme y ya estoy deseando saber como sera.-dije alegremente.

Tranquila que yo no digo nada -dije sonriendo. Lo último me dio que pensar, otro vampiro en la familia, Andrew y yo estábamos perdiendo terreno.