Sin saber que hacer

Salí de la taberna, cabreado. Mientras caminaba por las calles bebía y bebía hasta terminar la botella. Me tambaleaba, nuevamente me había emborrachado. Llegué al puente de un rio bastante grande, algo apartado del pueblo. Me apollé en la barandilla de piedra y miré en el rio mi reflejo apenas divisible entre la oscuridad. Escupí pues tenia la boca algo pastosa del alcohol, cuando la saliba chocó con el rio este hizo unas ondulaciones circulares. Vi mi reflejo distorsionarse, mis lentes comenzaron a humedecerse. Me giré repentinamente y estampé con fuerza la botella en el suelo, me corté un poco la palma de la mano pero no me importó. Fui a la barandilla, tambien de piedra, del otro lado del punte y comencé a pegarle patadas con rabia. Una de estas me hizo echarme para atras, no luché para evitarlo. Noté la varandilla atras y con la mirada puesta en la nada y cara de cansancio y amargura me fui resbalando por ella hasta aterrizar en el suelo. Encogí las piernas, manteniendolas separadas, apolle los coros en las rodillas y me sujeté la cabeza, tapantome la cara. Una lagrima surgió por debajo de mi mano, otra la sigio en el lado opuesto de la cara.

No entendía por que me puse asi... hacia realmente poco que la había conocido...

Caminaba silencioso y solitario por el puente y absorto en mi tras volver de uno de mis frecuentes paseos nocturnos, cuando oí un escándalo proveniente de delante.
-Jeje, parece que tenemos compañía, Aral. Igual si tenemos suerte hoy peleamos de verdad.

Me resigné ante su risa demencial.

-Ains, pero que plasta eres. Siempre pensando en pelear. ¿No puedes hablarme de otra cosa? Seguro que es un pobre borracho.

-Y lo dices tu que no has probado una gota de alcohol en tu vida. Pues si es un borracho, nos lo cargamos, y le robamos su alcohol.

-Buenoooo, ahora te va a dar por el alcohol. Mal vamos, lo que me faltaba, borracho y controlado por ti.

-Pero si es que no has probado ni el vino. Y no pienso en morirnos sin que yo haya probado una gota en mi vida.

-A ver, tenemos diez años. Como quieres que beba alcohol. Nos mataría. Anda, vete a dormir un rato y déjame en paz, que quiero buscar algún sitio en el que dormir y tomar chocolate.

Me detuve ante el espectáculo con el que me encontré delante. Tras ver a aquel hombre hacerse tanto daño a sí mismo, me decidí a mirarle hasta que se calmara un poco, pues no me pareció prudente que pasar junto a él en ese estado. No quería pelear.

Ahora eran las gotas de sangre de mi mano las que recorrian mi rosteo, me limpié con la camiseta y mantuve la posicion. Había notado una presencia, pero realmente me daba igual. Miraba al suelo, con el pelo tapandome los ojos.

-Y tu que quieres?-dije, con voz seria y potente.

Asustado por el hecho de que se hubiera fijado en mi, le respondí llevándome a la cabeza y esbozando una sonrisa nerviosa:
-Nada, sólo me preguntaba por qué un hombre sin problemas de verdad se maltrata a si mismo de esa forma.

-Mis motivos son solo mios-respondí tanjante. Realmente no quería ser descortes, de echo no solia serlo, pero en esos precisos instantes poco me importaba todo-Acaso es que sacais veneficio de esa informacion?-pregunté burlon, pero sin siquiera hacer amago de sonrisa. Mi semblante continiaba serio, alcé levemente la cara cuando pronuncie esas ultimas palabras, descubriendo un poco mi ojo, mirandole de reojo.

-Me temo que hoy tampoco vamos a disfrutar del chocolate, Aral.



Me tuve que resignar a esa idea y le dije a la persona que allí delante se encontraba:

-No, no saco ningún beneficio, mas no puedo dejarte ahora así. ¿Por qué no me acompañas, te preparo una infusión para que te calmes un poco y me cuentas lo que te pasa?- y sonreí.

Quedé bastante sorprendido ante su invitacion y miré con desconfianza... era tiempos dificiles y no debias fiarte de cualquiera... No podía oler exactamente sus intenciones, devido a que el alcohó me quitaba mucha agudeza en ello.

-Y por qué hariais eso vos por mi?-pregunté, algo confuso

Volví a sonreír y le dije:

-Pues porque el pobre hombre que lleva el local no recibe ningún cliente aparte de mi en años, y mis infusiones suelen acabar en desastres paranormales. Además, siento que quieres contarle esto a alguien. ¿Aceptas o no?

No pude evitar que algo dentro de mi sonriera aun que fuera levemente ante su primer comentario, pero no lo expresé demasiado fisicamente.

-Realmente no me apetece hablar demasiado de lo que me ha sucedido... pero-suspiré-supongo que visitaré a ese hombre contigo, para que no sienta su local vacio

Me levbanté, aun tambaleandome un poco. Aun permanecia la borrachera, aun que se me habia pasado un poco. Caminé un poco zarandeandome al principio hasta que me equilibré solo cuanto pude; no quería que nadie me ayudase. Me paré frente a el, esperando.

-Bueno... supongo que es de mala educacion no presentarse... mi nombre es Andrew... Andrew Wingates-dije, estendiendo la mano aun ensangrentada, la miré un momento y la aparté enseguida, le ofrecí la otra para el apreton de manos.

Me acerqué a el y le estreché la mano sonriendo:

-Me llamo Aral, Aral Letsop. No tienes que hablar de ello si no quieres, pero acompáñame.


OFF: sigamos aquí, Q, https://creatureswars.forosactivos.net/lugares-de-caza-f53/la-casa-de-las-infusiones-solo-aral-y-xxcuestionxx-t753.htm#15399