Una taza caliente

Agotado tras mi viaje en relativa soledad por la ruta, no pude resistir la tentación de entrar en la acogedora posada que me encontré por mi camino, mas pasé de las miradas de la gente que allí se encontraban, comentando sobre mi estatura.
-¿Sabes que te estan vigilando, verdad, Aral?

Ignoré a mi compañera, pues ella sabia bien lo que rondaba por mi atribulada mente.

-Venga, déjame darles una paliza, Aral, que no se lo ven venir- decía mientras su risa demencial resonaba en los recovecos de mi mente.

-¿Te quieres callar? Sólo hemos venido a por una taza de chocolate caliente. Vete a dormir un rato.

Parece que debió de hacerme caso puesto que se callo, cosa que me sorprendió gratamente. Tras pedir al propietario de la taberna lo que buscaba me retiré a un rincón alejado y rogando al cielo que nadie me molestara, aunque sabia que eso era demasiado pedir incluso para mi.

Entre en esa humilde taberna y me acerque a el chaval de la barra por lo puedto que era en unico que estaba en esa taberna,llegue y le dije-que estas murmullando por tu mente,se te ve un poco preocupado-dije mirandole con una sonrisa

entre en la taberna a tomarme un cafe cuando vi que estaba desabitada pero que habia dos personas en la barra,me acerque y le dije al camarero-perdone ponme un cafe vienes-le dije al camarero mientras que les decia a los de mi lado-wenas.

Tan absorto en mis pensamientos no me fije en que alguien me estaba hablando, así que levante la cabeza sobresaltado cuando de repente mi compañera me dijo:
-Creo que te hablan, Aral, y limpiémonos los morros que me das vergüenza cuando los llevamos así .
Sobresaltado por las palabras de mi compañera, me levante algo apurado y me limpie los morros aunque sabia que nadie podía oírla. Tras ello le devolví la sonrisa y me di cuenta de que tras el otra persona había cruzado la estancia.
-Oh, hola. No estoy preocupado, no es nada, es que estoy cansado. ¿Queréis algo de chocolate?-les ofrecí tendiéndoles la taza, aunque no se podía decir que hubiera mucho. Pude notar la resignación de mi compañera al ver como repartía con tan poco reparo nuestro bien más preciado entre dos recién llegados.

Entre corriendo a la taberna abrí la puerta me puse delante de un niño pequeño que habia alli y le grité:
-Algo pequeñito uououooo,hala ahora vas y te quejas-
Tras esto volvi a irme corriendo de la taberna
OFF:luis asi te vale??

Tras quedarme atónito al ver a esa persona hacer semejante perogrullada, mi compañera dijo:

-Ja, a ese infeliz luego vamos y le zurramos, ¿vale?

-Sí, por una vez estoy de acuerdo contigo.


OFF: Héctor, ésta me la pagarás.

Me le quede mirando y le dije no hace falta-alze mi mano y le dije al camarero-otro chocolate y una pepsi para mi-le mire y le dije con una sonrisa-yo invito que acabo de cobrar

Agradecido por la proposición sonreí y me senté de nuevo, abriendo ahora espacio por si alguien se quería sentar. Tras ello, bajé un poco la mirada pensativa y murmuré:
-Gracias.- y me cubrí un poco con la capa para mantener el calor.

-Que te pasa,a mi me lo puedes contar,no dire nada-le dije con una sonrisa de honor

Levante de nuevo la cabeza y le contesté con una sonrisa:

-Lo que pasa es que no estoy acostumbrado a que la gente me atienda, siempre he tomado el chocolate solo. No me preocupa nada en concreto.

le dije sonriendole-pos si no es eso no pasa nada,pero haora mismo quiero que te tomes el choclate que ha tu edad debes de tomar muchas calorias jejejeje-le dije con una sonrisa

Acepté el chocolate que me ofrecía y comencé a beberlo ávidamente. Tras dar unos cuantos tragos que casi me arrasan la garganta me decidí por responderle:
-Gracias, pero no te preocupes por mi edad, que llevo tiempo cuidándome solo- tras reparar en que era un diablo, le dije-. Es la primera vez que hablo con un diablo. ¿Os gusta a todos la Pepsi?

-Me quede mirarandole mal y le dije-no por?

Le volví a sonreír y le dije:
-Oh, no, por nada. Es que vi que te pedías una pepsi y pensé que era por que os gustaban, ,lo siento.
La verdad es que a mi también me gustan pero me las guardo para ocasiones especiales.

Y le pegué otro sorbo a mi chocolate.

-sino te digo que no a mi me gustan pero nose si les gustan a los otros-vos sois un niño no deveriais beber cafeina que luego os alterais-le dije con una sonrisa

Resignado, agaché un poco la cabeza y dije con la boca pequeña:

-Si con la cantidad de tilas diarias que me tomo lo que me extraña es que no me quede sopa.

Me enpeze a reir y le dije-Eso es que tienes buena dureza