¡Circo árabe ambulante!

Abrí los ojos al machimo cuando aquellas cadenas empezaron a iluminarse y emití un pequeño quejido "luz.." pense maldiciendole cuando ató las esposas con una cadena tiré fuerte, aunque terminaba llevandome casi a rastras seguí tirando. Mis ojos se volvieron de color carmesí y tiré todabía mas fuerte hasta detenernos, observe su capa pero no me sorprendí-sacerdotes...-susurre cerrando los puños de dolor de mis muñecas-No te saldras con la tuya humano de pacotilla-dije alzando la voz, subi rapidamente mis manos colocandome el silvato en los labios, los cuales cerre con fuerza para que no se callera si tiraba de mis brazos y silvé, lo mas fuerte que pude, esperando a mis pequeños.

segui a walter hasta el lugar donde el hombre que compro a luccie y luccie se detuvieron vi como de las esposas salia luz , escuche un pequeño quejido por de luccie, mire a walter preocupado y dije-tenemos que hacer algo y rapido

-Ilusa, un humano cualquiera no podria hacer esto. -Alzó ambas manos y una cupula de luz le rodeó. Los murcielagos comenzaron a acercarse hacia él. La cupula de luz se expandió a gran velocidad provocando un inmenso destello, que milagrosamente o por obra de su creador, no golpeó a Luccie. Los murcielagos escaparon en un instante. El hombre se colocó la túnica y te arrebató el silvato, se lo guardó en el bolsillo.
-Nunca muestres todas tus bazas si no estas segura de poder ganar. -Con un fuerte tirón te hizo continuar.
La marcha continuó hasta una iglesia, una capilla inmensa y sobrecargada de adornos. Abrió la puerta principa y entrasteis a una inmensa sala en la que puedes ver a los demás miembros de la congregación.

Todos mis murcielagos habian huido, absolutamente todos, ante se inmenso poder, tiró de mi de nuevo y no me opuse, despues de un largo camino llegamos a la iglesia, ya no habia razon para esconder lo que era asi que expandí mi aura mostre mis ojos rojos, y mis colmillos sedientos de carne fresca de sacerdote. Era una gran sala con multipples esculturas de tema religioso me paró en medio de la sala y bufé ante las miradas de los que ahí se encontraban. No hice ningun gesto por el dolor y nunca lo haría delante de ellos. Volví a bufar esta vez de manera mas notoria-Que mirais imb*eciles, hacer un retrato, que os durara mas-dije mirandolos a todos con un odio bastante notorio.

"Oh, dioses." Me lancé hacia un callejón lateral de la calle para evadir el haz de luz y no convertirme en relleno de jarrón.
Cuando la luz paró continué siguiendoles, hasta llegar a la iglesia. Usando mi agilidad trepé por uno de los muros laterales hasta conseguir situarme en un ventanal desde donde ver el interior, sin que pudiesen verme a mi.

la luz me cego , cuando consegui ver otra vez vi que walter habia desaparecido ,pero gracias a mi habilidad de rastreo lo encontre otra vez ,estaba subido en el techo de la iglesia ,al verlo decidi escarlar la iglesia sin que nadie se de cuenta,al llegar me puse al lado de deimos y vi que habia ma personas que vestian igual que el hombre que compro a luccie *pero que co*ones?*pense, me gire hacia walter -que esta pasando walter?-pregunte preocupado

El hombre guió a Luccie hasta el altar para que toda la congregación pudiese verla y la colocó a su lado.
-¡Ahora hermanos, tenemos a su reina. Averiguaremos donde esta su castillo y los destruiremos, acabaremos con todas estas oscuras criaturas con el don que nos ha dado Zetros! -Dicho esto sonrió malevolamente y colocó las llemas de sus dedos sobre la cabeza de Luccie. Esta pudo notar como sus ideas se movian a voluntad del sujeto, como sus recuerdos pasaban ante sus ojos, y evidentemente a través de los del sacerdote. Estaba examinandolos.

Señalé con un dedo el interior de la capilla.
-Sacerdotes de Zetros, dios del orden sagrado. -Me señalé a mi mismo.
-Vampiro, criatura oscura que ha roto con todo lo sagrado, o al menos es asi como nos ven. Son una iglesia bastante radical, lo que no entiendo es como se han enterado de nuestra existencia. Aunque si poseen esos poderes puede que verdaderamente haya sido una aparición de su dios. -Hablaba mientras rellenaba todo el cañón de mi mosquete con polvora, la prensé lo más que pude y coloqué mi última canica explosiva bloqueando la salida del cañón.
Dejé el mosquete a un lado y tiré de un hilo de la ropa de Esra hasta conseguir como 4 metros. Lo até al gatillo del mosquete con cuidado de no apretarlo.
-Escuchame, yo causaré revuelo ahi abajo, en cuanto que ocurra quiero que acabes con cuantos sacerdotes puedas, no vayas a por el lider, parece ser demasiado para nosotros. Yo iré a por Luccie. Entramos y salimos ¿Entendido? -Aun continuaba examinando los recuerdos de Luccie. Hice un corte en mi muñeca para tener algo de sangre preparada. Y esperé la confirmación de Esra.

empuñe mis dos espadas-por fin hay fiesta, a tu señal comienzo -dije con una sonrisa picarona en mi cara

Asentí, rompí el cristal con la culata del mosquete y lo lancé al centro de la sala quedandome con un extremo del hilo en la mano. Los cristales calleron al suelo y todos los sacerdotes miraron. El hilo terminó de tensarse y el gatillo se apretó. Se produjo una chispa dentro del cañón. El mosquete explotó y sus piezas salieron disparadas como metralla. Adios a mi mosquete y a mis canicas. Se levantó una gran cantidad de humo que cubrió la escena. Miré a Esra y salté dentro de la iglesia.
Me moví a través del humo evitando a los sacerdotes gracias a mi rastreo y llegué al altar en apenas una fracción de segundo. Embestí al que habia cogido a Luccie para quitarle de enmedio y aprobeché para coger el silvato que le habia quitado a Luccie. No tardaria en levantarse asi que tapé sus ojos con algo de mi sangre. Rompí las esposas de Luccie con mi espada, la agarré del brazo y corrí con ella.
-¡Vamonos, corre!

vi como walter comenzo el rescate de luccie, espere a su señal para comenzar la distraccion , la vi y salte a traves de la cristalera que walter rompio ,cai encima de un sacerdote dejandolo K.O en el acto , rapidamente corri hacia un grupillo de sacerdotes que habia a mi lado y corri detras de uno de los de grupo y le corte el cuello ,acto seguido le di una patada en la espalda y lo envie a varios metros de mi,rapidamente me agache y le corte la pierna a uno de los que tenia al lado , me levante y grite-esto os pasa por secuestrar amigos mios-corri hacia una esquina con la intencion de que todos los sacerdotes me siguieran y que walter y luccie tubiesen tiempo para escapar

cuando colocó sus manos sobre mi cabeza quise apartarme pero me dí contra una mesa y no pude evitarlo, miles de imagenes sobre mi vida pasaron por mi mente como si las estubiera volviendo a vivir escuché la palabra de un dios, ¿acaso era un sacrificio?, mi mente divago y despues de que vieran el cstillo las imagenes empezaron a tornarse en mi pasado. Justo en ese momento algo armó revuelo y al poco rato estaba corriendo junto con Walter, un par de sacerdotes se pusieron delante nuestra para no dejarnos escapar, mis dientes rechinaron unos segundos y desaparecimos en unas ondas de oscuridad para luego reaparecer fuera de la iglesia. Le cojí el silvato a Walter y silvé al poco tiempo aparecieron mis murcielagos, eso serviria para despistarles un rato para que Esra saliese. aun temblaba, odiaba que se metieran en mi mente.

los sacerdotes comenzaron a rodearme cuando me quise dar cuenta ya me habian acorralado en la esquina no sabia que hacer quando de repente unos murcielagos comenzaron a atacarlos. rapidamente aprobeche la oportunidad para escaparme de alli sin que se diesen cuanta,cuando sali de la iglesia me diriji rapidamente hacia donde estaban walter y luccie-luccie estas bien ?-pregunte preocupado

No tardó mucho en salir, sus ojos reflejaban la ira que snetia en ese momento, una ira asesina. Buscó con la mirada al vampiro que le habia embestido para salvar a la reina. No lo dudó ni un instante alzó la mano y una luz muy intensa se dirigió hacia él. Además, el sacerdote portaba en una mano un martillo gigantesco y adornado con grabados extraños.

Vi salir a aquel tipo pero no me dio tiempo a desvanecernos asi que para evitar que hiciera daño a Walter por mi culpa le aparté con fuerza hacia al lado de Esra, la luz me dio en el brazo y yo solté un pequeño grito de dolor, notaba mi piel ardiendo y mi sangre callendo del brazo. Hice unas agujas con sangre y se las mande mientras corria al lado de Walter y Esra, y tocandoles a los dos, nos desvanecimos de ahí sin dejar rastro.