un misterio sin resolver

habia salido de paseo, hacia mucho tiempo que no salia de mi reino, para ser mas exactos de mi habitacion y mi despacho, habian sido unas semanas de pasearme de un lugar a otro, sin pararme ni un instante, apenas para comer y para dar unas pequeñas cabezadas. despues de tanto horas a la tenua luz del las lamparas, el brillo del sol me dañaba los ojos. me sente en los alto de una torre, con todos los papeles que habia sacado de la bibioteca de los renegados. cerre los ojos un minuto antes de cojer la primera carpeta y empezar a leer informes que estaban ya amarillos del tiempo.

casi una hora mas tarde la cerre una y coji la siguiente, aquella biblioteca habia estado desordenada mucho mucho tiempo, la idea de ponerla en orden me habia parecido una idea buena en un primer momento, pero en cuando empeze descubri que aquello no cuadraba, habia informes que no aparecian en las bases, y algunos que pese a estar regristrados no quedaba mas que polvo de ellos, incluso cenizas, algo me olia mal, pero no sabia aun que era.

suspire y mire el horizonte, coji la siguiente carpeta y retome la lectura...

Estaba dando una vuelta cuando me encotré con Dana.

-Hola Dana- ¿Qué tal?

absorta como estaba en la lectura di un resingo al oir una voz una cerca mio, levante la cabeza y vi a una caido junto a mi- buenos dias -la saludo con una leve inclinacion de cabeza

la sonreí.

-¿Que te trae por aqui?- pregunte curiosa

-necesitaba tomar un poco el aire, se me estaban atrofiando las alas ay dentro- señale el edificio con un dedo al tiempo que sacudia las alas- que haces tu por aqui?

-pasar el rato- dije- la verdad es que no hay mucho que hacer ultimamente...¿no te parece?

Estaba utilizando como excusa el hacer la ronda para huir de mi secretaria y sus montañas de papeleo cuando me encontré a Dana y otra caída a la que no conocía. Como de costumbre, llevaba mi aura suprimida. Descendí y me posé junto a ellas.
-Hola, Dana, y hola a ti también aunque no te conozca- saludé-. ¿Qué hacéis por aquí con tantos papeles?

-necesitaba un poco de aire, esos despachos parecen encoger con las horas- me levante e incline levemente la cabeza ante aurora- que haces tu por aqui?

Me dirigí hacia el caído que había llegado.

-buenas, me llamo Sora Takenouchi, encantada. Yo estaba dando una vuelta por aqui porque me aburria.

Correspondí con otra inclinación de cabeza al saludo de Dana.
-Estoy... eh... haciendo la ronda. Bueno, vale, en realidad no. Estoy huyendo de mi secretaria -.-U- respondí-. Ah, encantada, yo me llamo Aurora ^^- le dije a la tal Sora. Debía de ser renegada también, no me sonaba su nombre.

La sonreí.

-Supongo que la vida en el palacio es muy estresante por lo que puedo notar.

-no puedo creer que huyas de alguien-sonrei- aurora, reina del viento escapando de los papeles- me rei- aunque...yo tambien huyo de la mia...no sabes el mal humor que puede tener- suspire- peor que una manada de licantropos

Sonreí ampliamente y me senté al lado de las dos chicas.
-Oh, Helena no es que tenga mala leche, es simplemente demasiado perseverante. Si no me acosa por los pasillos lo hace en la sala del trono, y si no, es capaz de colarme una lechuza mensajera por la ventana cuando estoy en mis aposentos -.-U Pero supongo que no puedo quejarme, es muy fiel- comenté encogiéndome de hombros.

-ariadne no, sospecho que es un demonio completo, a veces me parece verle los cuernos-me rei- pero bueno, se como hacer que me deje un rato en paz- pase un dedo cariñoso por la sarten, siempre colgada del cinto, y ultimamente con algun que otro arañazo

Arqueé las cejas al ver su gesto.
-¿A sartenazos?- sonreí. La verdad es que nunca había conocido a ninguna reina que pusiera orden con... una sartén xD

-desde la revuelta de la taberna la gente le a cogido miedo, basta con mosrtar el mango para que se acobarden-sonrei- no tengo que usarla

off: siento mucho haber desparecido tanto tiempo Un.n.

on:

Sonreí a mi renia.

-Es un buen metodo, ¿quien necesita espadas?