Un "invitada"

-No tienes que pedirme permiso para todo-le dije a walter con una sonisa dulce y luego me volví a la angel y la cerre la mano con sus pendientes-En realidad si hay algo que quiero y no es muy dificil de conseguir en tu caso-dije dibujando una sonrisa divertida en mi rostro mientras quitaqba mi mano de la suya-Información, mucha información, como sabes tengo una hija, pero tambien un reino y una gente a la que proteger-desvie levemente mi mirada hacia Walter-Se que los licantropos planean algo, aun que no se contra quien o si van contra el castillo entero... necesito saber de que se trata y de sus tecnicas de ataque, solo eso, a cambio de esa información te dejaré libre-dije mirandola seriamente

-Muy bien. -Me acerqué a Angeline y la miré a los ojos.
-¿Y bien? ¿Que es lo que quieres saber? Si lo que buscas son historias he de decir que no soy un hombre muy interesante. -Dije encogiendome de hombros con indiferencia.

Me cerró la mano con los pendientes. Al parecer, no desea joyas. Así que, me volví a colocar ambos pendientes y los anclé nuevamente a mis orejas.

Sin embargo, al parecer, hay algo que sí le interesa. Información. Pero ¿Cómo consigo yo tal información?.

Respondí a su oferta, con curiosidad y ahora más tranquila por saber que sí pretenden sacarme de aquí.

Información...hmm..pero ¿cómo quieres que sepa todo eso? La única manera sería...in-fil-trán-do-me....

Esta última palabra la enuncié con lentitud, pues era realmente la solución. Pero podría destruir a los licántropos si seguía con esto. Era algo complicado. Aunque al parecer no habría otra manera de salir...

Sí...infiltración...espionaje....ésa sería la única forma de poder acceder a eso

Ahora mi tono parecía más satisfecho. Era la solución a esto, pero en el fondo estaba apenada, pues podía sacrificar las relaciones con los licántropos si seguía esto.

Walter se acercó, preguntándome qué quería de su persona. Yo, nada más se acercó, me separé de la pared, y dejé mis brazos caer junto a mis costados. Una sonrisa de maligno-alegria se plasmaba en mi rostro, adornado con una mirada divertida. Sería interesante conocer a los de mi especie. Dirigí mi mirada directamente a sus ojos, al igual que él hace conmigo.

Es sencillo. Algo me dice, o al menos cómo has dicho las cosas, que sabes más de mi que sólo mi nombre. Me gustaría saber qué es lo que sabes y lo que te han contado. Y si es posible, cuéntame algo más de ti, príncipe. ¿No has tenido alguna vivencia interesante? Seguro que sí, monsieur.

Una mirada de curiosidad e interés se clavó en los ojos de Walter, mientras seguía sonriente. Realmente me parecía interesante escuchar.

Sonreí satisfecha pues parecía muy dispuesta a hacerlo-Bien, solo tienes que seguir como siempre con ellos, no se enteraran de nada por mi parte, solo quiero estar preparada si intentan atacar, para poder contrarestarle, cualquier informacion que hable sobre mi reino, ataques o guerras me lo tendas que informar.-dije poniendome la mano en a barbilla-esa informacion me la daras a mi, a Walter o a Angeline, ningun vampiro mas que te lo pregunte se lo diras, de acuerdo?-dije poniendome realmente seria, no quería a los renegados merodeando por mis temas personales- y bien?, que opinas Señorita angel-dije pronunciando cada silava lentamente aun con la sonrisa pintada en los labios.

El asunto era sencillo. Tan solo tenía que infiltrarme entre los licántropos y saber lo que pudiera de ellos y sus planes de ataque. Espero que con esto no estropee las cosas con lso otros, pero es la única manera de salir. Ya pensaría en cómo arreglar esto cuando salga. Una semisonrisa se dibujó en mi rostro, y mientras cerraba los ojos, asentí lentamente con la cabeza, mientras mantenía mis manos entrelazadas delante de mi cuerpo, con solemnidad. Luego levanté la vista, y miré a los ojos directamente de Luccie. Hablé con tono semiamable pero serio al fin y al cabo, para que se diera cuenta de que sí lo había entendido.

Sí, haré este cometido. Y muy bien, informaré sólo a alguno de vosotros tres. Teneis mi palabra de ello

Aunque algo me picaba la curiosidad. ¿Por cuánto tiempo sería esto?¿Para siempre? Espero que no

Sonreí-Muy bien-extendí la mano por las berjas de la celda esperando a que cerrara el trato-Espero que cumplas tu palabra, soy bastante vengativa, no me gusta que me traicionen-dije acordandome de mi antigua aldea y mi rostro se entriteció levemente.

-Mi trabajo es saber. Practicamente me encargo del servicio de inteligencia del reino. La información es un arma mucho mas peligrosa que cualquier espada. Si no supiese de mis aliados no podria encargarme de mis enemigos. -Me encogí de hombros.
-Además ahora estoy preparando un grupo especial para cazar licantropos. La inquisición. Hacia tiempo que no me divertia tanto.

Advertí, repentinamente, tras su acercamiento de su mano, que su cara mostró algo de tristeza. Acerqué mi mano, y se la estreché con firmeza, sellando así nuestro trato. Mientras lo hacía, en tono bajo y preocupado, quise preguntar a qué se debía su tristeza.

Reina Vampira...¿Qué le ocurre? Parece triste...

COrté la frase a medias. Era algo que ella debía contestarme si quería, pero no sé qué va a hacer.

Enarqué las cejas al oirle. Parecía el príncipe más interesante de lo que él dice. Me sorprendía, por supuesto.

Información...muy interesante. Pero no me has terminado de responder. ¿Hay algo que acaso se me oculta? y por cierto, lo de la inquisición, me parece altamente interesante. Si me llega a incordiar más..habrña uno..que desearé aplastar con mis propias manos. El sujeto...deberá desaparecer de este mundo.

No era ni más ni menos que Andrew. La traición es algo que no se perdona fácilmente, y si se atreve a tal cosa, morirá.

-Quiero que me acompañe un segundo-dije con el mismo semblante, me corté la muñeca y volví a hacer la llave habriendo la jaula-Me alegro de que hayamos acordado esto-dije saliendo de la sala-Walter, Angeline, Amy es libre, hemos llegado a un acuerdo, se le prohibe totalmente cualquier tipo de ataque hacia ella y su reino-dije abriendo la puerta de los calabozos-Me acompaña Reina angel?-y empecé a salir de la sala.

OFF: nos vamos aqui https://creatureswars.forosactivos.net/t1331-una-revelacion-amy-y-luccie

-No se te oculta nada de lo que hayas preguntado. Pero has de entender que no estoy aqui para averiguar lo que quieres saber. -Entonces habló Luccie. Me giré he hice una leve reverencia.
-Yes, my lady -Despues me giré de nuevo hacia Angeline, quitando a los guardia de las mazmorras no habia nadie más.
-Va a comenzar una guerra, ese sujeto del que hablas no escapará. Y ahora dime, ¿Que quieres saber?

Al parecer, nuestra reina liberó al ángel, ya que acordaron en el traspaso de información. Con tono solemne y serio, respondí, haciendo una ligera reverencia.

Sí, excelencia, como usted diga

Luego, cuando se apartaron de nuestra vista, me levanté y apoyé mis manos en los costados de mi cuerpo, arqueando los brazos por tanto. Una sonrisa divertida se apareció en mi rostro, mientras observaba sus ojos con atención y dilación profundas.

COmencemos por el principio. No es que averigües lo que quiero saber, sino que quiero saber lo que sabes de mi. Y me parece altamente excelente que ese And...monstruo deformado caiga ante nuestro puño de hierro. Y ahora, lo que deseo saber es, si puede proporcionarme tal información, ¿Qué son las piedras de las que tanto se habla últimamente? Me han mencionado su existencia, algo relacionado con un sello, pero no sé de qué se trata. Y francamente, me gustaría conocer algo más de esto, si participo en el reinado de nuestra Excelencia Luccie.

Asentí con la cabeza levemente, mientras la Reina Vampiresa abría la celda en la que me cautivó. Mientras salía de mi celda, la reina parecía estar contenta por este trato que hemos acordado. Confirmé su comentario, con tono bajo y solemne, ya más tranquila por el hecho de que me abría la celda.

Yo también me alegro de que hayamos llegado a este acuerdo.

Luego me invitó a seguirla, a través de una puerta. Asentí con la cabeza, en respuesta a su pregunta, y continué por los pasillos a su lado.

-Solo se de ti lo que me han contado. Tu nombre es Angeline, apareciste hace un tiempo por estas tierras, tu rango es el de maestra y, al parecer, eres uno de los vampiros más antiguos que hay por aqui. Quitando a Itachi y su corte de viejos seniles. -Tras terminar es mi rostro reflejó un mueca extraña dificil de descifrar.
-Las piedras... Hay cinco piedras mágicas que protegen el equilibrio del mundo. Cierta persona las esta destruyendo... Con esto el equilibrio del mundo se verá alterado y habrá cientos de cataclismos. Pero eso no es lo peor. Las piedras tambien son un sello... Un sello más antiguo de lo que nadie puede recordar, ni siquiera angeles o demonios juegan con ventaja en este aspecto. Ese sello mantiene preso a Omega, el fin de todo. Si el sello se libera esa criatura aparecerá y caput.
Pero bueno, nosotros queremos evitarlo y blablabla, asi que lucharemos contra un ser que es capaz de destruir mundos. Yo por mi parte buscaré un solución que no implique millares de muertos.

Observé que Walter me respondía sin problema alguno. Y al parecer, prefiere mi vejez a la del tal Itachi, jejejeje."Aunque ahora que caigo...ese tal Itachi..ya le conozco. Era ese vampiro que estaba con nosotros en el desierto. Interesante.."

Tras esos pensamientos, Walter continuó su relato. Las piedras eran, definitivamente, un centro de poder increíble. Y tan antiguas que ni yo sabía nada de eso. Me pareció extraño que alguien estuviera destruyéndolas tan alegremente si sabía lo que se avecinaba con ello. Y El Ser, Omega, parecía algo que realmente nos quiere devorar a todos tal y como lo cuenta. Esbocé una sonrisa muy levemente, mientra seguía observando a los ojos de Walter. Apoyé una mano en su hombro, como muestra cooperativa.

Tu información es cierta. Soy ya muy vieja, jejeje, pero aquí sigo, y ahora siéndole fiel a nuestra Reina. Y las piedras...

Mi sonrisa se enarcó un poco más. El tema de las piedras me parecía altamente interesante. Un tono de interés se escapaba de entre mis labios.

Las piedras...al parecer son las que protegen la realidad presente ¿No? Cuando el Mal se desate, no habrá vuelta atrás...hmmm...¿No tenemos armas pesadas para acabar con esa cosa? En cualquier caso...siempre podemos jugar a la baja...jejejeje...

Una risa levemente maliciosa se escapó de entre mis labios.Tenderle una trampa al monstruo sería siempre lo más interesante para mi, si surtía efecto. Como hacerle caer en algún tipo de gigaagujero o que explote algo bajo sus pies.

Mostré una cara de sorpresa y extrañeza en cuanto dijo lo de las ruinas. Me parecía raro algo así, pues si es bien cierto que los ángeles existen desde siempre. Pero ¿y si era una civilización oculta bajo el mar o tierra?

Cabe la posibilidad de que esa civilización viviera en otro lugar, lejos de los ángeles y demonios. Podría ser un país subacuático o algo por el estilo ¿No puede ser? En fin, en cualquier caso ¿Tan difícil es hacerle algo a ese monstruo?

Me preocupaba este tema. Si realmente era casi invencible, tendríamos serios problemas

A todo lo que dijo, no hice más que mostrar un semblante serio, cruzarme de brazos con interés, apoyando una mano bajo mi barbilla, y dirigir mi mirada aparentemente interesada hacia sus ojos, intentando penetrar en ellos. Con la misma seriedad que mi semblante, comenté lo siguiente
Interesante...muy interesante. Si son anteriores a nuestra creación, debe ser difícil obtener datos de ellos. En cualquier caso, todo es útil.

Di un paso al frente, y me aparté de la pared, acercándome a él. Él es alto, al igual que yo, por lo que nuestras frentes estaban casi a igual altura. Una ligera sonrisa se dibujó en mi rostro, con cierta malicia marcada.

Bueno, muchas gracias por la información. Ahora, debo irme para terminar unos asuntos. No temas, no tardaré en regresar.

Me fui alejando de él, con paso lento. Levanté una mano, y la movñi lentamente, haciendo mi particular despedida, mientras guiñaba un ojo con diversión. Luego, me alejé más rápidamente, subiendo las escaleras y desapareciendo de su vista.

OFF El que me vaya no es que no quiera continuar el rol, sino que para darle continuidad al rol, he de hacer que de aquí me he ido. Lo digo por lo de mi encarcelamiento, jejejeje.

-Casi imposible, pero me gusta vivir en el limite. -Entonces se despidió con amabilidad y una picardia que no pasó desapercivida.
-Muy bien. No tengas prisa por mi. -Cuando se marchó suspiré. Slither apareció de repente y me dijo que la reina me habia hecho llamar junto con Lucia. Me encogí de hombros y eché a andar.