¿Quien me mandaria a mi...?

La primera vez que iba a un sitio frondoso, inexplorado, pensando buscar la tranquilidad...tranquilidad para el que se supiese orientar, claro estaba. No habia pasado mas de un cuarto de hora paseandome por alli, y ya estaba entre la arboleda, mas perdido que un pulpo en un garaje. Me hubiese gustado salir volando, ya que no era dificil salir por los pequeños espacios de los arboles...pero me enredaba entre las lianas, y por culpa de querer desatarme, una de las alas sufrio un tiron, quedandose inmovil para bastante rato. Buscar la salida en un sitio extraño, casi de noche, y sin mas compañia que la mochila que le tenia que devolver a Alice...ya me dira alguien como iba a salir de aquella situacion.

-otra vez no...-susurre mirando aquella selva, era ya la tercera vueta que daba por el mismo sitio. De repente noté un aura oscura, quizas esa persona supiera como salir. Salí corriendo en aquella dirección, miré hacia detras unos segundos para ver el lugar que acababa de dejar, pero fueron esos segundos los que hicieros que me chocara de bruces contra alguien, haciendo caerme al suelo del impacto, al parecer había encontrado a la persona con tal aura, me enderecé mirandole-es..estas bien, te e echo daño?-De repente me di cuenta de que le conocía-Seymour!!?-pregunté extrañada, hacía muchisimo que no le veía.

Alguien se choco conmigo...lo que no esperaba es que aquella esencia fuese conocida. Y tan conocida.
- ¡Ah, su alteza!-dije, levantandola del suelo, un poco azorado- disculpeme, mi señora, no miraba por donde iba. ¿Que hace en esta selva de mala muerte?
Le sonrei, haciendole una reverencia.
- Aunque sea lo que sea, me alegro de volver a verla. Es siempre un placer estar en su presencia.

Me ayudó a levantarme algo desorientado por lo que parecía, llamandome su alteza, empecé a ponerme colorada y agite levemente los brazos-po-porfavor.. tuteame-me ponía demasiado nerviosa cuando alguien me trataba asi, dejé descansar mis brazos apollados en mis caderas con una sonrisa-Yo tambien me alegro de volver a verte...-miré por los alrededores y volví a fijarme que era el sitio donde había estado antes, me rasqué levemente la nuca-veras pues.. a mi me gusta, andar, hacer senderismo, perderme por Shamasha y Eliria visitando lugares extraños... pero llega un punto que no me acuerdo como volver... me temo que me e perdido-me rasqué la cabeza levemente sacando un poco mi lengua-¿Y tu que haces en un sitio tan... deshabitado?-

- Buscaba un poco de paz. Hoy es una noche en la que me gusta estar solo y pensar un poco...pero no rechazo buena compañia como la tuya, Luccie- dije, sonriendole, mirando por un pequeño hueco la luna- Y si me preguntas por que no salgo volando por entre las ramas...ya lo intente, y mira.
Le enseñe el ala lastimada, que estaba un pelin torcida del tiron muscular.
- Yo de ti, no lo intentaria. Aunque tu eres mas delgadita, quizas si quepas mejor que yo.

Miré la luna en cuando menciono la soledad y sonreí totamente sin darme cuenta, me sobresalté cuando vi su ala torcida y me acerqué deprisa a mirarla-No creo que sea buena idea intentar volar en un sitio con tantas ramas... a ver dejame echar un vistazo.-examiné su ala, estaba magullada y algo torcida, menos mal que como ya me había perdido varias veces había decidido traerme una pequeña bolsa, con un par de botellas de sangre y un par de ungüentos, por si me lastimaba. Cojí uno de los ungüentos y lo unté en un trozo de tela, calmaria el dolor y así podría volvera a poner rigida. Comencé por masajear levemente la zona con la tela,de forma suave y apretaba, muy poquito algunas veces, poco a poco fué tornando a su posicion inicial hasta que ya estaba totalmente recta-Deverías dejarla reposar caida durante algunos minutos, sinó te volverá a dar-dije guardando mis cosas en la mochila de nuevo.

- Gracias, Luccie- dije, sonriendole- Ha sido muy amable por tu parte.
Mire la luna, cogiendo la rosa. Espere a que corriese el viento, dejando que los petalos se los llevase el viento por los huequecitos de la ramas, mientras murmuraba unas palabras.
- Amen, Némesis...en mi memoria quedas...- murmure, por ultimo.
Mire luego a Luccie.
- Disculpame. Era la hora clave, y siempre todos los años hago el ritual. Siento que hayas pasado unos minutos aburrida- dije, un poco intranquilo.

Me quedé sorprendida, sin decir una palabra, mirando atentamente todos sus movimientos, como cojió aquella flor con delicadeza y como el viento se la llevó. Sus palabras me dejaron sorprendida-a no... no pasa nada, no a sido aburrido-mostre una dulce sonrisa, me acerqué a el un poco-A quien rezabas? si se puede preguntar?-

- Por Némesis...mi hermana gemela- dije, con un tono un poco melancolico- Murio en esta misma fecha...y no la olvido, pero este dia la recuerdo con mas fuerza...y mi forma de recordarla es deshojando una rosa negra, sus favoritas, para que donde quiera que este, vea los petalos y sepa que nunca la olvido.
Le sonrei, tranquilizando mi tono.
- Gracias por ser tan comprensiva, dulce princesa. Eres la segunda persona que sabe de esto y entiende mi ritual y mi forma de mantener el recuerdo- dije, haciendole de nuevo una reverencia, besando su mano gentilmente.

Me sentí algo triste, pero luego le dediqué una sonrisa de animo-Seguro que ella te agradece esto que haces-miré al cielo y me puse una mano en la zona donde devería de latir mi corazon-Amen Némesis-y luego volví a ergirme, no sabía porque lo había echo, pero me gustaba honrar a aquellos a los que mis amigos y compañeros tenían tanto aprecio.-las rosas negras son el rosal mas fuerte y hermosa-dije con una sonrisita, recordando mi pequeño jardín-En el reino, tengo un jardin lleno de rosas negras, deverías verlo, es precioso-susurré, cuando me besó la mano y me llamó princesa me sonroje levemente , pero lo disimulé con una sonrisa-Lo entiendo y respeto, toda forma de guardar a un ser querido en tu corazon, de honrar su recuerdo, es hermosa y admirable.-volví a mirar el cielo nocturno.

- Estare encantado de acompañarte a ese jardin algun dia, mi reina- dije, sonriendole.
Mirando a la luna y al cielo, le pregunte, un pelin mas serio:
- Oye, ¿los angeles pueden ser reencarnaciones de alguien?- pregunte, un poco extrañado.

Me sorprendí ante su pregunta-Puede ser, no lo se, supongo que depende de los años que tenga la persona y el angel en cuestion-dije encojiendo los brazos, le cojí levemente la manga de la camisa-Hay algo que te preocupa, ¿cierto?-le miré algo seria-Si me contaras... me gustaría ayudarte-le miré a los ojos.

- No se...mi hermana murio hace mucho tiempo ya...pero esa angel caida, Alice...tiene su misma cara, sus ojos...es igual que ella. Solo que su melena es negra- dije, un poco pensativo- Se que tras una reencarnacion no se tienen recuerdos...o no se...pero y si ella...una posibilidad, por muy pequeña que sea, fuese ella...
Suspire.
- Soy un fantasioso, verdad?- dije, saliendo de mis pensamientos.

Me quedé pensativa, alice... yo la había visto, era una angel caido muy buena y amable, la vez que hablé con ella me calló muy bien.-Puede ser, aun que no lo sepa con exactitud, puede que solo sean imaginaciones tuyas que en verdad se haya reencarnado, aun que tambien depende de la edad... hace cuanto falleció y hace cuanto esa caida nació, aun que bien podría no serlo. De cuelquier forma puedo ayudarte a averiguarlo si quieres, aun que me temo que será complicado, pues como bien has dicho, no recuerdan tal cosa...-puse mi mano en mi barbilla pensando seriamente.-Podriamos intentar investigarlo, pero lo que no quiero es que te ilusiones... puede que sea y puede que no sea... no quiero verte triste-dije algo entristecida.

- Mejor lo dejo estar. Creo que es mejor estar como estoy- dije, sonriendole- debo mirar hacia adelante, pero sin olvidarla. Es mejor asi.
Me sente bajo un arbol, estirandome. Estaba algo cansado de estar de pie.
- Te apetece sentarte? Hace mucho que no te veo, y me gustaria charlar contigo- dije, extendiendo mi mano, sonriendole.

Observé su expresión, quizas si era mejor dejarlo en un recuerdo, lo mejor casi siempre era no abrir viejas heridas y menos si luego podías pasarlo mal, asi que no volví a hablar de ello. Cuando se sentó volví a poner aquella sonrisa que me caracterizaba y acepté su mano sentandome a su lado-Claro- dije colocandome la falda ya sentada en el suelo-Hacía ya meses que no te veía, has visitado muchos lugares nuevos?-pregunté divertida, seguramente si me contara algun lugar, iria a visitarlo en cuanto pudiera.

- He estado viajando por algunas ciudades, y la verdad, me gusta mas la ciudad donde vivo. Siempre el hogar es mas bonito que otros lugares, aunque no te niego que hay sitios que me han fascinado. Y tambien habia gente interesante- dije, contando algunas cosas.
Le sonrei.
- Aunque como mis chicas, dudo que haya alguien mas interesante que ellas- dije, dandole un pequeño toque en la nariz, con suavidad.

Escuche con atencion su viaje, parecía haber visto mucho mundo y eso era algo que me fascinaba, aun que su comentario de la ciudad...-tienes ra..-corté mi comentario cuando me dió el toque en la nariz, no pude evitar echarme una mano a ella, y le miré con incredulidad, por un momento me había parecido Ian, pero agité la cabeza y sonreí, ese chico realmente me hacía estar muy felizz-Si es que como nosotras quien?-dije orgullosa, alzando la cabeza, para luego bajarla y reirme un poco, un colmillito salio levemente por la comisura de mi boca, dandome un aspecto algo felino por las marcas de mi cara, pero igualmente feliz.

- Pues tu y Alice, y bueno, reconozcamoslo, Angeline tambien tiene su punto agradable cuando quiere- dije, sonriendole- pero en especial Alice y tu.
Solte una risita al ver su colmillito.
- Pareces una gatita con ese colmillito- dije, sonriendole- es muy lindo!

Asentí-Angeline, esa vampiresa si que me cae bien, es realmente lo que yo definiria como una delicada y refinada maldad-cuando dijo aquello de mi colmillito me sonrojé-perdona, es que me encantan los felinos... no puedo evitar a veces hacer cosas como esa-dije bajando la cabeza un poco avergonzada.

- No te disculpes, estas realmente encantadora con ese colmillo- dije, sonriendole con dulzura- a mi tambien me gustan mucho los gatos...aunque como casi siempre estoy de viaje, Alice cuida de Bizcocho la mayor parte del tiempo.
Cuando mencione el nombre, antes de que saltase la pregunta, dije:
- Bizcocho es mi gatito. Tiene dos años, y se llama asi por que es marron con la tripa y las patas en color canela, como si fuese un bizcocho recien horneado. Aunque tambien es por que ese dia, me robo el bizcocho que me estaba comiendo...
Aun recordaba el carrerón que tuve que echar tras aquella pelusa marron que corria calles abajo con el bizcocho en la boca. Solte una pequeña risita, recordandolo.
- Lo tuve que perseguir por todas las calles. Al final, ese pillo me conquisto- dije, diciendo luego, con un tono falso presumido- si es que es como su dueño...

Escuche todo lo de su gato con una especial atención, como si del mismisimo dios se tratase, mis ojos mostraban un brillo realmente raro, realmente adoraba a los gatos, cuando me contó lo del bizcocho me reí, con una sonrisita tonta-Que monada!!-de repente recorde a mi pequeña gatita-Yo tenía una gatita, de color negro, con el pelo largo y suave, con los ojitos mas azules que había visto nunca, pero cuando Lucía nacio mi gatita desapareció, creo que se asusto o algo asi, espero poder encontrarla algun dia-dije con una leve sonrisita.-Parece que estubieras hablando de tu hijo cuando era un trasto-

- Bueno, es que es mi niñito adorado. Me hace mucha compañia cuando ando de bajon; ademas, le encanta jugar. Si lo vieses perseguir los coleteros de Alice o ponerse a rascar las bolsas de la compra...- dije, riendo- eso si que es para pegarle gritos.
Curioso, pregunte:
- ¿Quien es Lucia? ¿Tu pequeña?

Me reí-si es tan pequeñito me imagino, todo le llamará la atención y querra jugar-al pronunciar a mi hija sonreí aun mas-Si, es mi niñita, parece mentira que tenga tres añitos-dije juntando mis manos emocionada-Aun que siempre lo está mordiendo todo, parece ser que sus colmillitos estan saliendo-

- Es normal, necesita morder algo para que no le duelan las encias. ¿Le has comprado un mordedor? Son muy buenos, y en frio, les calma mucho los dolores a los niños cuando le salen los dientes- dije, sonriendole- Tiene que ser una ricura de niña, como su madre.