Alucinaciones

La arrebaté la espada y se la coloqué en el cuello. He dicho que me mates. -dije tranquilo. Esperaba que se ablandase e hiciese lo que la pedía.

Negué con la cabeza.No podía hacerlo.

-Baja el arma,Samuel..

No te lo voy a repetir otra vez... mátame. -dije manteniendo la espada en su lugar. En el momento en el que ella hiciese algo, ella misma podría arrepentirse.

Retrocedí un paso,me flexioné y cargué contra el con increíble rapidez,callendo así los dos al agua,mientras que la espada se sumergió cerca de nosotros.

Le sujete con fuerza,y traté de buscar la espada,pero no la encontraba.

Caí hacia atrás sin hacerme mucho daño ya que caímos en el agua. Vi como la espada se sumergía a unos metros de nosotros e intenté alcanzarla sin éxito. Levanté una pequeña cantidad de agua para ver exactamente donde estaba pero al tener a Kaede encima me era imposible.

Que el agua fuera su elemento suponía un buen problema.

Dejé de sujetarle tratando de encontrar la espada con una mano,mientras con la otra le agarraba con firmeza.

Una ola de tamaño mediano se lanzó hacia Kaede para despistarla y poder cojer la espada, aunque seguía sin saber donde se encontraba esta.

Me sumergí unos metros mas adentro,pero me levanté con rapidez.

Ya empezaba a cabrearme.

Una corriente de viento del mismo tamaño que mi cuerpo arroyo a Samuel hacia atrás,y empecé a caminar hacia el.

Fui hacia atrás gracias al viento de Kaede pero alcé mis alas y en el aire levanté el agua hacia arriba dificultando su visión. En ese momento vi algo brillar más adentro y me lancé en picado hacia el esperando que me diese tiempo.

Apenas podía ver, así que alcé el vuelo y vi como se lanzaba en picado a lo que seguramente sería mi espada.

Descendí de igual modo,le empujé con otra pared de aire y cogí la espada con rapidez.

-Dime...-dije sujetándo con mas fuerza la espada-si tantas ganas tienes de morir,porque esquivas mis golpes?

Fue mucha más rápida que yo y vi como cogió la espada.
Porque yo no quiero morir, Sam sí. -dije sonriendo cuando me lancé hacia ella.

Fruncí el ceño,volvía a ser "eso".

Le esquivé y me puse en posición de guardia.

Vamos a acabar con esto. -dijo saltando hacia ella con la espada por delante mientras un grito de Samuel sonó en su cabeza.

Devolvió el golpe con rapidez,no me lo esperaba,desenfundé la espada y, la puse frente a mi para evitar su espada,pero en ningún momento escuché el sonido de los metales chocar.

Acababa de atravesar a Samuel.

Noté como algo frío penetraba en mi cuerpo y hacía contraste con la sangre caliente. Puse mis manos en la empuñadura e hice fuerza para sacarla de ahí.
No estaba triste, ni asustado. Estaba feliz porque ahora si podría dormir tranquilo, sin unas voces hablándome en mi cabeza. Y esas voces acababan de desaparecer, Robert ya no estaba.
La miré sonriente. Gracias.

Bajé la espada con pesadez.

-Samuel..,no puede ser esta la única solución-dije empezando a ver como la sangre brotaba de la herida que yo misma había echo.-No puedo dejarte marchar..no puedo-dije cada vez mas entristecida.

Déjame ir por favor. -dije mientras notaba como mis extremidades comenzaban a quedarse frías y la sangre se mezclaba con el agua salada.

Samuel..el ya se ha marchado,ahora no puedes irte tu también,no te rindas,porfavor!!!-le agarré por los hombros y le arrastré hasta la orilla,apoyándole con cuidado.Se notaba lo tensa que me encontraba.

Pero..hacía tiempo que había dejado de poder curar,que podía hacer..?

-Paseaba por la orilla de la playa sin rumbo establecido ni nada que hacer, en ese momento me llego un leve olor a sangre, vi a lo lejos un par de ángeles caídos echados en la arena, uno hembra y otro varón. El hombre tenia una herida bastante grabe y se veía bastante mal, en cambio la chica no estaba herida, pero tenia todo de sangre. Mis instintos empezaron a salir estaba por volverme loco tanta olor a sangre y reciente.. estaba por estallar, pero no podía tenia que suprimir ese sentimiento...
Poco a poco me fui acercando para ver que era lo que pasaba sin que me percibieran pero aún así no sabia si podía camuflarme del todo bien por culpa de la locura que me estaba llenando poco a poco por dentro que me incitaba a ir a la sangre... Aún así escuche que mantenían una conversación y decidí no acercarme mas.

Kaede, llevo mucho tiempo esperando este momento, quiero rendirme. -dije sin perder la sonrisa. Gracias a la visión estupenda que tenía vi que algo se movía a lo lejos, aunque ésta se volvió un poco borrosa y me impidió ver aquello que había detectado décimas de segundo antes.
Noté como mareaba y poco a poco me iba meciendo más en los brazos de Morfeo, aunque para siempre.

Samuel..porfavor!!!-le susurré,le susurré melancólica.

Miré la herida,y después mis manos,tenía que lograrlo..si no lo hacía,moriría.

Me quité la chaqueta, quedándome con la blusa negra,que me remangué para tener mejor comodidad en los brazos,y coloqué las manos sobre la herida de Samuel.

Pero..nada ocurrió,mis manos ya no desprendían luz,no sanaban,solo servían para blandir la espada.
Miré de forma borrosa a Samuel,cada vez mas pálido.Las lágrimas acababan de aparecer y resbalaban por mis pómulos.

-Perdoname Samuel..perdoname..

Alcé una mano y acaricié su cara suavemente mientras seguía sonriendo.
Adios Kaede, te veré allí, espero que en muchos años. -dije despacio y acto seguido cerré los ojos para disfrutar del sueño eterno.

Dejé de sentir el leve hálito de vida que emana de el,hasta que quedó disipada por completo.

Las lágrimas cesaron,para dejar lugar a un rostro totalmente serio y cansado.

-Hasta siempre..Samuel,encuentra el descanso donde quiera que vayas..-le besé en la frente,y me quedé unos instantes sujetando su cuerpo para que no fuera arrastrado por el agua.

Tras un tiempo,me levanté con el cuerpo a cuestas y lo recosté sobre la arena,mirándole desorientada.El cuerpo me temblaba por el frío y los acontecimientos tan repentinos.

-La presencia y fuerza vital del ángel caido se había esfumado, había tanta sangre, tenía que controlarme y salir del escondite y preguntar a la chica que es lo que había sucedido. Me levanté y fui asta donde estaba ella con esfuerzo y aguantando esa sed de sangre que tenía.
-Soy Jozu...Jozu Yagami...Llevaba un...rato mir...ando¿Q..ue a sucedi..do?... ¿Me puedes hac...er el favor de... limp..iar de alguna... man..era la san..n..gre?
- Le dije lentamente ya que no me era posible hacerlo mas rápido sin poder controlarme.

Al principio no le presté atención,pero cuando mencionó que nos había estado observando.no pude evitar quedarme perpfleja.

-Que nos estabas mirando..?,el ha muerto,podrías haber salido de donde quisiera que estuvieras y haberme ayudado-murmuré cansada,aun que con un poco de cabreo en la voz.

No me di cuenta de lo que menciono de la sangre.