En la taberna después de mucho tiempo

Entré a la taberna dado que hacía muchísimo tiempo, quizás meses, desde la última vez que entré. Me senté en la barra junto a un corpulento hombre y pedí un ron con cocacola al camarero.

Entré de nuevo a la taberna despues de un tiempo, miré a mi alrededor con pasimonia, no veí a nadie con malas intenciones asi que pasé de hacer nada raro y me sente en la silla mas cercana a la barra-Un zumo de melocoton, por favor-Sonrei al camarero y cuando me lo trajo bebí un pequeño sorbo y miré a mi alrededor, observando a alguien con un olor distinto, parecia un licantropo.

Olí como una licántropa entraba en la taberna, cosa que me alegró. Pocas veces aparecían nuevos licántropos de poder así que me hacía ilusión conocerla. Supuse que sería renegada pero, a pesar de que aún no había hablado como debía con Andrew, no tenía problemas con los renegados. Me giré para mirarla y cuando vi sus rasgos se me calló el vaso en labarra saltándo miles de cristalitos pequeños y alguno que otro grande, y uno de estos se me clavó en la mano. Miré hacia mi alrededor chupándome la sangre para ver si todo esto era una broma.

De repente su vaso se calló y me levante con prisas-¿Estas bien?-Mire su mano ensangrentada-o dios, camarero recoge esto y por favor trae algun trapo o algo-dije mirando de nuevo su mano-Deverías tener mas cuidado-dije algo seria, cuando ví que no me habia presentado-disculpa mi descortesía, me llamo Hanako Megurine-luego el camarero empezó a recoger cristales y me trajo una benda, que até con mucho cuidado donde se había cortado con un cristal, procurando no rozarle la piel demasiado.-Listo-sonreí

Vi como me vendaba la mano, cosa que me hizo gracia ya que ni siquiera nos conocíamos y últimamente se veían pocas personas que tuviesen tan buenas intenciones. Aún así observé atentamente su cara y todos sus rasgos, era idéntica a aquella a la que di sepultura.
Muchas gracias. Yo soy Ian Doyle, para serviros. -dije haciendo una especie de reverencia pero me salió un poco mal ya que no estaba muy acostumbrado a hacerlo.
Disculpe mi indiscrección señorita Megurine, pero enterré a una persona idéntica a usted. -no sabía porque la hablaba de usted. También recordaba el apellido de Haruka, no obstante era la segunda al mando junto con Andrew y mantenía una estrecha relación con ella.

Respondí a su reverencia algo forzada, pero me tube que sentar cuando dijo lo del entierro, con cara anonadada y seria, con una gran mezcla, sentía pena por mi hermana, ira por su muerte, ansiaba vengaza contra a quellos que jugaron contra ella-¿Te han dicho alguna vez que eres odiosamente brusco?-dije mirandole, lagrimas amenazaban por caer sbre mis mejillas y me levante dispuesta a irme, ese habia sido un golpe muy bajo.

No me había dado cuenta de mi error así que intenté arreglarlo.
Dioses lo siento mucho no creí qu... lo siento. -dije dándola un abrazo, no sabía porqué lo hacía pero sentí que debía hacerlo.
Cambiemos de tema si quieres, dios me siento muy mal...

Cuando me abrazo me separé, quizas fui un poco brusca, pero no me gustaba-lo siento, odio el contacto fisico-me sequé las lagrimas y me volví a sentar-si has dicho eso es porque conocistes a mi hermana....-susurré-Me presentare otra vez-levante la cabeza-Soy Hanako Megurine, la hermana gemela menor de Haruka.-

Tendría que recordar el detalle de lo del contacto físico para futuros encuentros.
Ahora me siento peor, lo siento de veras. Si lo llego a saber no te suelto eso es que... pensé que quizás era una broma de algún hechicero o algo por el estilo. -dije en bajo agachando la cabeza, no sería bueno que un humano nos escuchase..
Si, la conocí. era la primer mando de los licántropos -dije esta última en bajo también. Era su rey, bueno lo sigo siendo pero ya sin ella.

Suspiré, no se le veían malas intenciones, "¿asi que este es Ian?" le miré con curiosidad, escrutandole -Te conozco, la ultima vez que Haruka me mandó una carta, me habló de ti, decia que eras muy bueno-mi mirada era seria, observando cada movimiento, yo no era tan calada y amigable como mi hermana, y se me notaba levemente. Desvié la mirada unos cuantos segundos-¿Que la paso?-

Solo es mi deber como rey cuidar de los míos. -dije intentando ser modesto. Tengo una pregunta, estás con Andrew no? -esperé su respuesta.
Pues tuvo una fuerte lucha con Yunna, la cual pareció que ganó la batalla. Esto sumió en una especie de locura a la loba y huyó del castillo. Tuvo un encontronazo con un poderoso desviado y... bueno te lo puedes imaginar. En el último momento volvió Haruka para despedirse... -bajé la cabeza entristecido con los recuerdos. Andrew vengó su muerte. -terminé el resumen.

-si, estoy con el ahora mismo-luego le miré sorprendido cuand mencionó a una tal yunna-¿Quien, quien es esa?-pregunté intranquila, luego escuché toda su versión rechinando los dientes con fuerza "desviados" ahora esa raza estaría condenada a sufrir la muerte entre mis garras-Se que la vengó, eso lo tengo entendido-susurre-Andrew y mi hermana, ¿tubieron algo verdad?-

Creí que la conocías bien. Era el alma de la loba. -dije sorprendido, creía que hablaban bastante.
No sabía bien que decir ya que no conocía a la licántropa pero creí que merecía saberlo ya que era su hermana, aunque no tenía porqué saber todo. Bueno, en realidad lo que es tener, no tuvieron nada. Andrew estaba y está con una ángel caído.

Su contesatación me tomo por sorpresa-Has oido eso?-pregunté al aire-Claro que lo e oido, al parecer vuestros cuerpos eran iguales en casi todos los aspectos- asentí-disculpa pero resulta que la abandone cuando eramos pequeñas y me combirtio-desvié la mirada-como veras no se mucho sobre ella, ademas... se que ella y ese tal Andrew tubieron algo y yo voy a averiguar que es-dije alzando la cabeza orgullosa.

Me quedé un poco sorprendido con ese comentario. Emm claro que lo he oido, lo he dicho yo... -luego ya caí en la cuenta en que quizás ella era como Haruka y Rick. Vale ya lo he pillado.
La miré impresionado. Fue ella la que te convirtió?

Crucé mis brazos "es obvio que el no puede oirla.. que tonta" pense suspirando, pero cuando fuí a retractarme me había dicho que lo pillaba asi que lo dejé estar-Si-empecé a recordar con un poco de nostalgia-Haruka de la noche a la mañana cambio demasiado, era la pequeña y estaba acostumbrada a su presencia continua, pero de repente ella no estaba casi en casa y todas las noches salía apresuradamente. Un día me cansé de eso y la seguí, descubriendo lo que pasaba realmente, no pudo contenerse hasta el ultimo momento y me mordió. Me enfade, estaba furiosa, dolorida por las transformaciones y porque algo estaba dentro de mi, algo que yo no nconocía, yo la abandoné y no supe mas de ella, hasta una carta, en la que me contaba su paradero.-conté mirando a otro lado.

Escuché su relato callado. Había piezas que encajaban ahora en la historia de Haruka.
Nunca nos habló de una hermana gemela... y tu la respondistes con alguna carta? -pregunté interesado.

Le miré con tristeza-Se que nunca a nadie os habló de mi, pero no la culpo, al fin y al cavo me fuí yo ¿no?-dije con una pequeña sonrisa-No, nunca la envié una carta, no podía verla a la cara asi que, vine aquí-mi mirada se desvió al pequeño local-La ví en una fiesta, bailando con unas cuantas chicas encima de un escenario, la vi reir y divertirse con todo el mundo, me dolió mucho asi que salí de aquí refujiandome en una cueva a unos cuantos kilometros de aquí, y cuando porfin me decidí a...-trague con dificultad-.. os encontre a su alrededor, ella estaba ya muerta en el suelo-

Aún así eres su hermana, y gemela además. Un comentario nunca habría estado de más. -dije lo que realmente pensaba.
Olí a varios licántropos lejanamente pero era normal, había muerto su princesa. -dije en voz baja.

Asentí con pasimonia-No me arrepiento, se que ella sabía que yo estaba bien se que ella sabía que yo estaba ahí, mas nunca me intentó forzar a una comunicación-elevé la barbilla, la unica persona que en mi vida había admirado había sido a mi hermana, cada vez que hablaba de ella, una denotación de cariño y adoracion se notaba en mi suave voz-Si, me gustó aquel gesto.. por su parte, siento no poder ser el remplazo de mi hermana-dije mirandole tranquilamente, en el fondo, la gente me hablaba con cariño la mayoria de las veces porque era fisicamente igual que ella y la desilusion les marcaba la cara cuando descubrían que no lo era.-Pero no quiero que se me trate como a ella, soy una persona distinta, demasiado.-

No lo sientas, tu eres Hanako y ella era Haruka. Dos personas diferentes con un físico similar. Nada más. -dije poniendo una mano en su hombro. Inmediatamente la retiré al recordar que no la gustaba el contacto físico. Lo siento.

Me tensé inmediatamente al entrar en contacto y le miré con los ojos aguados, realmente odiaba el contacto con los hombres, me relajé cuando me pidió disculpas-No es tu culpa, tranquilo-suspiré pasando mi mano por la nuca. Luego e volvi a mirar dando un trago a mi zumo-Bueno y.. una pregunta que me reconcome un poco, haruka me habló de un tragua con los vampiros, pero el otro dia me adentré un poco sin querer y salí algo magullada, ¿que a pasado?-

Pues si, hubo una especie de tregua. La reina de los vampiros es de mi propia familia. Casualidades de la vida. Entonces como comprenderás ninguno quería dañar al otro, aunque bueno, a veces se nos iba la situación de las manos. Bueno, pues hay un problema con unas piedras mágicas y un ser inmenso que nos quiere comer con patatas, e intenté reunir a los lideres de todas las razas, lo que salió mal. Y desde ese momento las relaciones con los vampiros se torcieron y ahora estamos en guerra. Tu reino y el mio, aunque sospecho que vosotros tenéis más peligro. -terminé de hablar y la miré fijamente esperando su respuesta.

Me quedé con los ojos como platos intentando que la cabeza no me explotara por toda esa informacion tan repentina y me puse la mano en la frente-entonces... basicamente lo que me quieres decir es que el mundo se esta llendo al garete y para colmo hay tension entre los reinos...-me apollé en la barra con tranquilidad, suspirando-Bien, cuentame mas cosas sobre las piedras. ¿que se puede hacer?-

Pues por lo visto esas piedras sostienen algo así como el equilibrio del mundo, pero sobre ese tema no estoy muy al tanto, a los licántropos nos suele costar entender los temas mágicos. En aquella reunión se propuso hacer frente a Omega, el ser que te dije, pero no se llevo a cabo una resolución y se terminó legando que cada uno se protegiese y controlase su ejército para una lucha final. -dije sonriendo tristemente. Desde aquel momento las cosas habían ido de mal en peor.