¿diversion?

Era de noche, el cielo escuro y encapotado, no se podía ver ninguna estrella en el firmamento. El viento silvaba y mecia la hierba con suavidad, al igual que mi largo pelo rojizo, observaba el horizonte aparentemente tranquila. Llevaba tiempo queriendo darme un descanso, tirarme un dia entero sin que nadie supiera de mi, aun que como era costumbre me cansaba de estar sola. Había encontrado ese paraje hacia ya un par de horas y no me cansaba de ver la inmensidad de la llanura, y la preciosidad de la poca luz ahora presente. Algunas luciernagas volaban divertidas por entre la hierba y yo me reía al contemplarlas. Me levanté cansada de todo y empecé a andar, buscando algo con lo que poder divertirme un rato.

Había notado el aura de una gran vampiresa y me acerqué a saludarla ya que quería conocer a todos los habitantes de Yggdrasil. Me la encontré paseando entre luciérnagas. Buenos días amable vampiresa. -dije mientras hacía una reverencia.

me giré tranquilamente a mirar la persona que me acababa de hablar, sonreí-mas bien buenas noches-dije haciendo una leve reverencia, no sabía que hubiera alguien por aqui, disculpa si le molesté, Soy luccie hyuga.-sonreí volviendo a sentarme entre la hierba

Sonreí alegremente. Lo siento, últimamente ando un poco perdido. Me senté a su lado tocándo con la mano la suave hierba. Soy Éric Novotny.

Sentí dos auras cerca. Una de ellas pertenecia a un vampiro, la otra un mago. Por fin encontraba a uno despues de tanto tiempo. me acerque a ellos y saludé.
- Buenas noches

-no importa-dije sonriente-tu apellido no es muy comun por estos lugares y dices que estas perdido, asi que supongo que no eres de aqui, ¿de donde vienes?-hacia mucho que no me encontraba con nadie nuevo y me hacía feliz poder conversar con otra gente. Una hechicera aparecio derepente-Ah, sakura, cuanto tiempo-dije con una sonrisa, por lo que sabía habia sido pareja de mi pequeño primito.

la vampiresa era Luccie, prima de Ian y reina de los vampiros. y el hechicero era mi rey, por lo que me incline suavemente.
- Cierto Luccie. ¿que tal todo?

Sonreí-¿la verdad?, cansado, casi no tengo tiempo para descansar, ser reina es un rollo-dije con una pequeña carcajada-¿Y a ti que tal te ha ido? hacia muchisimo que no se te veia el pelo-

-me ha ido bastante bien la verdad. sin mucha novedad. - le respondí yo.- ¿y a ti?

Observé paciente la escena, quería haber hablado con la reina a solas pero no era posible en ese momento. Miré a las dos chicas y esperé mi turno.