El Observatorio

Durante varios meses cientos de demonios habían trabajado para dar forma al ambicioso proyecto que el rey Aspicious se traía entre manos, y por fin estaba terminado.

En lo alto de una remota montaña del infierno se alzaba majestuosa aquella edificación, conocida a partir de entonces como "El Observatorio". Una gran cúpula de piedra negra formaba la construcción. Por un orificio se extendía un potente telescopio que enfocaba hacia el cielo del infierno. Ingenieros demonios habían logrado una proeza. Las lentes enfocaban al cielo tenebroso del inframundo, pero gracias a un mecanismo pseudo-mágico, aprovechando la energía de los portales infernales, se podía observar a través de él y contemplar el basto mundo de Yggdrasil. No se trataba de un nuevo portal, sino de una ventana por la cual ver más allá del infierno.

Lo más importante era que el telescopio apuntaba justamente al cielo de Yggdrasil, preparado para ver las estrellas.

En el interior de "El Observatorio" trabajaban diversos eruditos demonios, en busca de respuestas a las inquietantes preguntas del vasto universo. Existián diversas salas de investigación, una pequeña biblioteca y por supuesto la sala de observación, en la que cualquier invitado podría contemplar la belleza del firmamento nocturno.

Esta sala de observación era completamente diferente al resto. En su interior había un pequeño jardín, en el cuál uno se podría tumbar y, sin necesidad de colocarse tras una mira, observar el cielo como se presenta en el propio Yggdrasil. Para mover el telescopio era necesario manejar un mecanismo que se ocultaba debajo de una piedra.

Tras ser abierta dicha construcción, era evidente que pasaría mucho tiempo tumbado en aquel jardín, solo, en busca de respuestas. Las estrellas habían abierto un nuevo hueco de meditación en el infierno.

Llegamos transportándonos al infierno. No sabía con exactitud a dónde quería llevarme Aspicious,así que miré a mi al rededor con atención,aún sujeta a su mano.


Off: Y no pongo más,por que supongo que eres tu el que quiere describir su estado etc etc.

OFF Perdonad que os interrumpa, pero quizás no es este el sitio adecuado para poner el tema. Si no os importa, voy a mover el tema a Demonios, dado que el apartado de Clanes suele ser para otras cosas. Disculpad las molestias.

De pronto aparecimos en el infierno, justo en la falda de una montaña. Solté a Kaede y miré hacia arriba. Sonreí ampliamente. Allí seguía todavía, no había sucumbido a la catástrofe.

En la cima se hallaba un edificio pequeño y ovalado, en cuyo techo se encontraba un gran telescopio que apuntaba al cielo. Y dicho cielo... en él había un gran agujero que mostraba más allá del infierno. Era la ventana a Yggdrassil, y las estrellas se podían contemplar en su máxima majestuosidad.

- Este es mi observatorio. Logré construirlo poco antes de que sucediera todo esto, por lo que apenas pude disfrutar de él - le dije sin apartar la mirada de mi obra.

Después me giré y la miré profundamente a los ojos.

- ¿Te gustaría ver las estrellas una vez más, conmigo? - pregunté cordialmente.

Observé con detenimiento aquel lugar. Debía haber predecido que el haría algo así.

-Claro-dije empezando a caminar en dirección a la antigua cúpula,que dejaba ver por su aspecto externo que nadie se había preocupado de ella hasta este mismo momento.

Si no me equivocaba, nunca había estado en otro lugar así antes.

Tras caminar un rato llegamos a la cima de la montaña y entramos en el edificio. Había pasado algún tiempo, y se podía observar como el lugar estaba abandonado. Los eruditos que allí trabajaban habían desaparecido y los instrumentos que en la sala principal había se encontraban llenos de polvo.
Antes de observar más a fondo los detalles me acerqué a la pequeña biblioteca. Al abrir la puerta descubri que estaba intacta, lo cual me dibujó una amplia sonrisa en el rostro. Al volverve conduje a Kaede a la sala de observación.

Una vez allí contemplé entristecido como el césped se había vuelto mustio y lleno de malashierbas.

- Antaño este lugar rebosaba vida, sin embargo ahora... - comenté algo apagado - Pese a ello no hay nada que no se pueda arreglar. Es cuestión de limpiar todo el Observatorio y hacer crecer de nuevo la hierba...

Seguí a Aspicious observando todo el lugar con atención. Aun que por suerte no había sido nada derruido,se notaba el paso del tiempo en él,sobre todo si nadie se había molestado en cuidar del lugar.

Le percibí algo apagado cuando vio la última sala,seguramente fuera una de sus favoritas. Le apoyé una mano en el hombro,y le sonreí con cariño.

Así es,podemos arreglar esto,ya verás como en pocos días vuelve a lucir como lo hacía antes. Además..incluso..-busqué unos segundos en uno de mis bolsillos-incluso aquí he traído semillas de flores y pequeños arbustos. Parece que el destino está presente,eh?-dije sonriendo para que se animara.

¿Sabes qué?Una de esas cuantas semillas también son de pensamientos,que si mal no recuerdo,eran tus flores favoritas-dije cogiendo su mano y poniéndole las semillas.
No temas,te supervisaré para que todas crezcan como es debido-dije señalando con el dedo indice hacia arriba,con gesto medio serio y medio sonriente. Verle animado es lo que más quería ahora.Terminé el gesto en una nueva sonrisa tranquila.

Me quedé un rato pensativo contemplando el mustio jardín en el que nos hallábamos. Entonces Kaede se acercó y posó su mano sobre mi hombro. Irradiaba comprensión y ánimo, por lo que no pude evitar dejar escapar una leve sonrisa. Al parecer ella se acordaba de cuáles eran mis flores favoritas. Hacía realmente mucho tiempo de eso, casi cuando apenas nos conocíamos. Tomé las semillas que me ofreció y cerré el puño con fuerza.

- Muchas gracias, Kaede. - le respondí agradecido - Lo cierto es que tienes razón, es cuestión de echarle ganas y replantarlo todo. En poco tiempo volverá a estar como antes. Sin embargo... - en este punto mi voz se tornó un tanto sombría y apagada. La situación era más grave de lo que parecía - Todos los demonios que aquí trabajaban se han esfumado. El infierno se ha vuelto un páramo desolado...

Agaché ligeramente la cabeza y andé hacia el centro del jardín. Una vez allí arranqué unas pocas malas hierbas para que pudieramos sentarnos y me quedé observando detenidamente el techo. En realidad, dicho techo es como si no existiera, pues era una gran ventana abierta al cielo nocturno de Yggdrasil, y las estrellas se veían relucientes como nunca. Aquello me animó bastante. El cielo no había perdido su maravillosa majestuosidad.

Después volví la mirada a la caída y le dediqué una profunda y sincera sonrisa, invitándola sin palabras a que se sentara a mi lado.

Observé con calma como se sentaba y miraba las estrellas. En esos momentos su mirada parecía mucho más tranquila y despejada. Eso me alegraba.


Asentí con la cabeza y me senté a su lado, cogiéndome las rodillas y observando el cielo nocturno.

-¿Sabes?Creo que,absolutamente todo,puede renacer si nos lo proponemos. Por eso mismo,se que esto puede volver a lucir como lo hizo en su día. Esto,y el infierno entero-dije sonriente,mirando al cielo.


Todo saldrá bien,ya lo verás-dije mas bajo,con cariño.

Sin apartar la mirada del cielo solté un largo suspiro. Costaría mucho trabajo, y yo no tenía la fuerza del pasado para hacerlo.

- Eres muy amable por intentar consolarme - contesté algo ausente -, pero en mi estado actual no puedo hacer demasiado. Mi poder es ridículo para intentar si quiera algo...

Después me tumbé y cerré los ojos. Me llevé las manos al rostro, algo derrumbado. Empecé a frotarme las sienes y después volví a abrir los ojos.

- Necesito... Recuperar algo de mi fuerza... Si no lo consigo no podré lograr lo que me propongo.

Apoyé mis manos detrás de mi espalda,algo estirada mientras seguía sentada.

¿Y quien ha dicho que no vayas a hacerlo?


Después de todo,yo ya tenía un "as" bajo la manga.Pero era pronto para decirselo,seguramente,sobre todo teniendo en cuanta que mis palabras no parecían servir de nada.

No parecía que a Kaede le preocupara demasiado lo que le estaba contando. Era como si se mostrara convencida de que todo saldría bien. Por un lado su actitud me impresionó. Resultaba curioso que fuera tan optimista. Al fin y al cabo, ella solía tener una visión mucho más sombría sobre sus problemas, al menos en el pasado. Quizá sí que había cambiado, se había vuelto más fuerte, y no solo en lo respectante a su aura. Aquello realmente me alegró.

- Estar lamentándome aquí no me servirá de nada. Además, poco a poco voy siguiendo el camino que me marqué hace siglos. Lo que me recuerda... ¿Alguna vez te hablé de mi padre, Kaede? - pregunté sin dejar de observar el cielo. Aquel asunto era muy peliagudo. Nunca me había gustado hablar de mi pasado, pero por algún motivo era como si tuviera ganas de contárselo.

Le observé un instante,y luego volví al vista al cielo,abrazando de nuevo mis rodillas.


-No,creo que nunca llegaste a hacerlo-murmuré,a la espera de sus palabras,ya que parecía un asunto serio.

Me quedé un rato pensativo, planteándome seriamente si contarlo en verdad. Pero finalmente decidí hablar. Quizá con un poco de añoranza comencé.

- Yo nací en el seno del infierno. Mi padre era uno de los mayores eruditos demonio que ha pisado jamás Yggdrasil. Él me enseñó muchas cosas, me educó para seguir sus pasos, como así ha sido. Tenía la costumbre de viajar mucho, y yo le acompañaba a la gran parte de sus aventuras. Simplemente se dedicaba a visitar todos los lugares que podía. Ese es uno de los motivos por los que conozco tan bien Vhaal.

Después tomé una pausa, y tras un breve descanso proseguí.

- Cierto día hubo un problema. Básicamente nos rodearon... Posiblemente eran ángeles, o quizá renegados en contra del por aquel entonces rey Astaroth, tampoco puedo recordarlo bien. Es posible incluso que en ese entonces Arshei se coronara. En cualquier caso, de un modo u otro mi padre murió protegiéndome.

Mi voz se quebró ligeramente al recordar aquel traumático momento. Sin embargo, en seguida pude recuperar la compostura.

- Yo he continuado con el legado de mi padre. He ido más allá de lo que él se propuso, pero si no hubiera sido por sus investigaciones yo no sabría sobre las piedras del conocimiento. Solo me queda una, Kaede... Pero me planteo si podré pagar el precio una vez más. Quizá la próxima vez tenga que ser mi vida.

Me detuve para observar el rostro de la ángel caído durante un instante. Tras un suspiro volví la vista al cielo estrellado.

- Muchas cosas han pasado, y por ello pienso que en cualquier momento la muerte podría llamar a las puertas. ¿Qué haré entonces? Es cuando me planteo todo esto acerca de mi padre. El dejó me cedió su legado... Sin embargo... ¿A quién se lo dejaré yo?

Estas últimas palabras mostraban una verdadera preocupación. Hasta el momento no había tenido ningún tipo de descendencia. Tampoco había encontrado a ningún alumno ni a ninguna criatura cercana digna de confianza a la que puediera transmitirle mi conocimiento y mi herencia con él.

Le escuché con rostro apenado,el tampoco lo había pasado bien en la vida,y ver a su padre morir ante sus ojos por protegerle no debió ser nada agradable. Cuando dijo eso recordé como murió de forma similar la persona que más me llegó a importar a mi.

El viento soplaba con calma agitando nuestra melena mientras el seguía hablando,y el frío parecía haberse incrementado a medida que contaba su historia. No aparté la mirada de él,hasta que dijo lo de la última piedra.

¿Qué?¿Y de que habrá servido tanto esfuerzo por parte tuya y de tu padre?¿De que sirve obtener tantos conocimientos si estos van a acabar con tu vida?-pregunté con tono molesto,pero no alterado. Se notaba la preocupación en mi voz,pero mas aún el desacuerdo.

Por otra parte,estaba claro que en estos 7 años no había cambiado nada. En su mente solo estaba,y estaría,sus ambiciones,esa sabiduría y búsqueda que tanto deseaba.
Mi corazón se encogió un poco,y solo un poco,por que apenas esperaba otra cosa.


Tras unos minutos de silencio,escuché sus ultimas palabras. Dejé de mirarle para que no viera mi cara,triste,como empezaba a ser costumbre. Observaba las lejanas estrellas.


¿Nunca has pensado en tener una familia?-dije en un susurro,observando el cielo,a modo de respuesta a su último comentario.

Al parecer, por el tono de voz de Kaede pude suponer que ella no terminaba de aceptar que lo hubiera dejado todo a causa de mi ambición. Me encogí de hombros. Aquello era algo que podía esperar. Después la miré de soslayo, mostrando una gran tristeza.

- No lo entiendes... ¿De qué sirve? Dudo que pueda explicártelo... Quizá algún día me conozcas mejor en ese sentido, pero es algo que tendrás que descubrir tú.

Solté después un largo suspiro.

- En cuanto a una familia... Nunca me lo he planteado. Siempre he pensado que antes de eso necesito hacer muchas otras cosas. Una familia sería un peso que me impediría la consecución de mis objetivos. Hasta que no estén cumplidos... No la formaré.

¿Hasta que no pierdas la vida,como has dicho antes?. Bien,supongamos que consigues todo lo que has estado deseando este tiempo,después de eso,¿qué harás?Si sacrificas todo lo que tienes por alcanzar ese sueño,¿que tendrás después?

Le miré con preocupación y ligeros tonos de molestia,peor realmente me sorprendía que nunca pensara en más que eso.No se daba cuenta de todas las cosas que estaba sacrificando,que todo tenía su límite,en especial las personas. ¿Y si se quedaba solo después de todo?
Agaché la cabeza,entrecerrando los ojos con cansancio.

Bien,entonces consigue de una vez tus objetivos.-me levanté con cansancio,y limpié mi ropa.Luego añadí,con tono neutro-pero ten cuidado de las otras cosas que te importan,si es que de verdad lo hacen,por que puedes perderlas en ese camino.

Me di media vuelta para marcharme,pero antes de hacerlo ,pregunté,aún de espaldas:

Aspicious..hay algo más,de lo que te hayas dado cuenta en todo este tiempo?Algo que debas decirme?-pregunté,aun temiendo la respuesta.

Definitivamente aquello no le había sentado bien. Después de todo, yo siempre había sido alguien frío y solitario. En el fondo sabía que ella tenía razón. Realmente ella había soportado muchas cosas, demasiadas, diría yo. Por un lado quizá la culpaba de no haberse sincerado totalmente conmigo...

- Kaede - dije con voz profunda pero delicada -. Hay muchas cosas que me gustaría decirte ahora mismo... Si es a lo que te refieres, no soy ningún témpano de hielo. Las decisiones que he tomado siempre han sido duras. Y toda decisión requiere un sacrificio. Eso no significa que lo que sacrifique no me importe. Justamente lo contrario. Sacrificas las cosas que te importan, si no, no sería tal.

Solté un largo suspiro y me levanté y me quedé mirando su espalda, esperando que se girara.

- Quiero conocerte Kaede - dije simplemente -. Puedo entender tus circunstancias, pero nunca me has hablado de tu pasado. Nunca me has hablado de tus verdaderos sentimientos. Siempre lo has mantenido bajo un velo de misterio. Ahora que sé que estás viva... Esta vez lo quiero hacer bien. Por eso haré cualquier cosa por no perderte de nuevo, por conocerte mejor, para cuidarte.

Le escuché sin girarme,negando a intermedios con la cabeza.

¿Para qué hablarte de mi pasado?¿Con qué fin?Si en tu cabeza solo guardas una cosa,y es todo por cuanto luchas.¿Para qué mas obstáculos innecesarios?...¿Por qué no quieres entender que me he esforzado todo este tiempo por resultar lo menos molesta en tu camino?..-dije finalmente,apretando los puños.

Recordaba todas las veces que habíamos coincidido,y todas en las que habíamos acabado hablando de uno de sus temas,o de la guerra,o de cualquier otra cosa que no tubiera que referirse a mi.

Solo te pido que cumplas tu palabra.Si son ciertas,adelante,simplemente,no te detengas-dije girando un poco la cabeza dejando ver la mitad de mi cara,algo cansada.

Si en todo el tiempo que pasamos juntos en el pasado nunca había conocido nada de mi,alguna razón debía haber,¿verdad?Y obviamente,no se trataba de que desconfiara de él.

Esta vez la miré con una convicción y una sinceridad absoluta.

- ¿Quieres que te diga de qué me he dado cuenta? Yo ya no soy la persona que conociste aquel día lluvioso en el bosque. He cambiado bastante desde entonces. Y bien es cierto que rara vez he preguntado qué fue de tí en el pasado. Pero esta vez necesito saberlo.

Me detuve momentáneamente e hice una nueva pregunta.

- Necesito saberlo porque, es muy probable que esto sea egoísta por mi parte, pero... ¿Puedo recibir tu ayuda para concluir la última parte de mi sino? Quiero demostrarte que no te dejaré de lado. Necesito que me des esta oportunidad, pese a que una vez en el pasado ya te fallé...

Me llevé la mano a la frente golpeándola con algo de fuerza,bastante frustrada.Era como hablar con un artefacto programado para una sola función.Sonreí un poco,por no llorar.Sabía que no me respondería lo que deseaba oír desde hacía años.

Apartando eso,sentía en numerosas ocasiones como si él me tratara como un medio para lograr algo,y no como un fin.

Claro que te ayudaré,Aspicious..nunca he dejado de hacerlo-comenté lo menos cansada que mi voz pudo emitir.

Estará bien si puedo estar a tu lado-pensé para mi misma.

Ante aquello no pude evitar empezar a reírme como un tonto. No podía contenerme, e hacía mucha gracia aquella situación. Alguna lagrimilla se me escapó.

- Jajajaja, si es que no tengo remedio... Aún me pregunto como eres capaz de soportarme, jajaja.

Después cuando me calmé un poco me acerqué a ella y le agarré con las dos manos la suya.

- Gracias Kaede... Quiero que sepas que es muy importante para mí. Y... disculpa todas las molestias que te he causado, pero ante todo, nunca olvides que te aprecio y que lo último que quiero es causarte algún mal. No quiero que pienses que te pregunto esto solo por interés. Espero que entiendas que no es así....

Me giré del todo y le escuché,poniendo una cara melancólica.Él también había sufrido mucho este tiempo,aun que fuera por razones distintas a las mías.Debía ayudarle,como fuera.

Me consolaron sus últimas palabras,al menos un poco.

Esta bien.Ya sabes que confío en ti..-dije soltándome de sus manos y abrazándole,muy despacio.Apreté su cabeza contra mi hombro,aun que el era un poco más alto.

Quiero tener fe en que siempre vamos a salir de los problemas,¿sabes?-le acaricié un poco la cabeza,y luego le separé sosteniendole por los hombros, mirando a la cara,con una media sonrisa.

Lucharemos juntos,y así todo será mucho mas fácil,¿verdad?-le sonreí una última vez,y me aleje unos pasos,lista para irme ya.

Es hora de que vuelva al Limbo,ahora soy yo la que debe cuidar del reino.-Me di media vuelta y empecé a desaparecer en una nube grisácea.

Volveré a por ti cuando esté preparada...-dije en tono misterioso,y sin añadir explicación alguna.

Correspondí a su abrazo cariñosamente, y después cuando se soltó la miré fijamente a los ojos, escuchando lo que decía.

- Yo también confío en tí, por eso esperaré pacientemente. Aún quedan muchas cosas que hacer antes de que llegue ese momento.

Le dediqué una última sonrisa antes de despedirme de ella.

- Te he entretenido demasiado, gracias por escucharme. Cuídate.

Cuando desapareció eché un ojo al observatorio.

*Aquí tengo mucho trabajo* - dije para mis adentros. Y me puse a trabajar