Reconociendo el terreno

Paseaba por las calles de esa nueva ciudad, el ambiente era extraño en aquellas tierras, mis sentidos se ponian alerta a la minima, sin embargo, traté de preservar la calma. Seguí caminando por las estrechas calles, contemplando los empedrizados edificios y dejandome llevar por la alegria del pueblo, que andaba por las calles animado

Estaba en un pequeño grupo de musicos, aun que todas eran chicas. yo bailaba dando un poco el espectaculo para ganarme unas monedas. Como era costumbre llevaba mi ropa habitual para asi llamar la atencion ademas de mi aura expuesta, asi me sentía mas libre. Comencé a reirme cuando terminamos y dejé una gorra en el suelo , algunos echaban y otros no, yo les daba las gracias igualmente.

Caminaba por aquella gran ciudad, cuando vi algo de gente arremolinada en torno a algo, me acerqué curiosa y observé que había un grupo de músicas, pero algo no me cuadraba ahí. Me fijé un poco y me di cuenta de la presencia de una licántropo, que ademas llevaba una ropa llamativa, aunque no podía hablar yo precisamente... Me acerqué a ella inclinándome levemente, esperando que me saludara ella, me daba un poco de verguenza, habiendo tanta gente.

Paseaba por las calles, cuando de pronto comencé a escuchar una animada melodia. FUi a donde mis oidos me conducian hasta que de pronto, quedé petrificada. Una mujer semi desnuda danzaba alegremente con la musica que otras chicas la brindaban. Mis megillas se enrojecieron levemente por el impacto, entonces sacudí la cabeza e intenté tranquilizarme.
"Madre mia... y casi me lo pierdo..."

Cuando la musica termino, aune staba algo exausta, sin embargo, traté de volver a mi estado natural y fui hacia ella.

-Hola! valla... que manera de moverse-sonreí ampliamente-mis felicitaciones, echaría algo de dinero en la gorra pero, temo decir que mis bolsillos estan vacios del largo viaje... asique... dado a que me has impresionado te voy a proponer algo. Puedo?

Me di cuenta de la presencia de aquella chica entre toda la multitud, la cual me había echo una reverencia, se la devolví al instante-Hola-la sonreí con dulzura, mas cuando quise seguir hablando una chica bastante atractiva a mi parecer s eme acercó-oh, no importa, no te preocupes, estamos aquí toodos los dias y gracias por el cumplido, se hace lo que se puede-La miré atentamente-claro dime, lo que sea.-

Sonreí ampliamente.

-Vale, mira, me queda algo de comida en la mochila y soy una gran cocinera. Te invito a comer, solo necesito un lugar donde poder hacer una pequeña hoguera y provarás el mejor pollo de tu vida, el secreto esta en las especias y siempre me encuentro muchas plantas con que poder ahcer por el camino-dije sonriente, entonces cahi en la cuenta, a la vez que me percataba de la presencia de la otra muchacha-Valla! disculpa mi educacion. Mi nombre es Selene, un plancer-dije, tanto a la muchacha bailarina como a la otra silenciosa, que a mi entender, era tambien hermosa-Si quieres tu tambien estas invitada, hay que tener educacion-invité sonriendo-siemore y cuando ella acepte-dije, mirandola con ojitos

De pronto Trancos, mi jaguar negro, se acercóa a mi. Llevaba demasiado tiempo en las sombras y se aburria, se sentó a mi laod y bostezó, indiferente ante el resto de personas. Yo agaché la cabeza y le mire sonriente, me agaché mas, acariciandole la cabeza; sin darme cuenta, mostré algo mas de lo comun el escote que ya se lucia, pero menos, tras una camiseta de tres botones abierta.

-¿Eh?-exclamé desorientada-¿Puedo... ir? Gracias...-dije enrojecida.

No me esperaba que me invitara así, nada más conocerme, y yo era muy vergonzosa aceptando invitaciones de la gente, más si la acababa de conocer. Encogí mi aura al mínimo, no quería que se fijaran en mí más de lo necesario.

Realmente me sorprendieron las palabras de aquella chica, hacia dias que no comía nada decente pues siempre estaba en la ciudad, sin poder cazar nada. Asentí sonriente-Claro que me apunto!, ademas conozco un lugar realmente bonito y apacible, donde poder hacer esa hoguera, esta algo lejos entre las llanuras celestes y los bosques, ahí no habrá peligro de que se incendie nada-reí. Me giré a mirar a la otra chica durante unos segundos-Claro, apuntate con nosotras, yo soy Hanako Megurine, encantada-hice una propia reverencia, propio de mi caracter y luego me enderecé para mirar el jaguar. Era tan negro, tan bonitoy su pelo tan reluciente, me daban unas enormes ganas de acariciarlo al igual que estaba haciendo Selene, pero preferí no hacerlo, pues no sabia si era agresivo o calmado, al girar mi cabeza levemente observé que su camiseta enseñaba un poco mas de lo que estaba acostumbrada y giré mi cabeza tosiendo un poco, intentando sacar de mi cabeza algunas ideas.-entonces vamos?-sonreí de nuevo.

Dejé de acariciar Trancos y miré a hanako, la sonreí y ladeé la cabeza, entonces me incorporé.

-Esta bien, vamos pues-dije sonriente. Entonces una pequeña mirada se me escapó hacia aquella muchacha, parecia tímida, sonreí nuvamente, el sonrojo la ahcia aun mas guapa y adorable.

-Vamos Trancos, no seas perezoso.

Trancos se levantó medio refunfuñando, como buenamente podia hacerlo un jaguar y se dispuso a seguirnos.

Me dispuse a presentarme, un poco tímida.

-Mi nombre es Elizabeth, encantada...-dije con una leve inclinación, y acto seguido me dispuse a seguirlas, puesto que no sabía a donde iba.

Estaba un poco tímida, no sabía por qué, y me enrojecí al presentarme.