Inconsciente me llevaron a la enfermería y a las horas yo desperté. Me ardía el cuerpo pero mucho mas la zona de la espalda, me removí intranquila en la cama levantandome de golpe. Me retorcí, me dolía demasiado como para estarme quieta, al poco tiempo el dolor remitió y me volvía tumbar en mi cama jadeante y cansada.