Llamada intrigante[Sakura y Amy]

Había acudido a la Selva de la Perdición, por un instinto que me llamaba poderosamente la atención. Era como si alguien me buscara, aunque quizás estuviera equivocada. Así que, mientras lo meditaba, me había internado en la espesura de la Selva, apartando con un gesto de la mano las gigantescas hojas de los árboles, al desplazar el agua que llevaban en su interior. Cada vez el follaje estaba más espeso, y cada vez notaba cómo la tierra se volvía más embarrada. Mis pies casi se hundían en ella, y debía tener cuidado, pues sabía que en la selva había animales de todas las clases, venenosos entre ellos. Pero tenía que seguir. Debía encontrar la fuente de aquella llamada que tan fuertemente me atraía.

Notaba cómo unas patitas diminutas se movían por mi brazo, y me costó girar mi rostro hacia el mismo. Cuando vi que lo que subía por mi antebrazo derecho era una mangosta, me quedé patidifusa. Repentinamente, traté de quitármela de encima agitando con virulencia mi brazo, mientras gritaba, asqueada del bicho.

¡Aaahhh!¡Noo!¡Déjame en paaaz! Gritaba, bastante irritada por el hecho.

Como de costumbre, por culpa de su torpeza a la hora de la orientación, había vuelvo a perderse por una Selva que no conocía... el espesor del lugar la hacía parecer que caminaba en círculos, o hasta que ni se movía...

Un tanto aterrada por lo que podría pasarla en ese lugar decidió ir a un lugar en el que se encontraría un poco más segura.

Extendiendo sus alas, alzó el vuelo hasta llegar al alto de un árbol. Se sentó sobre una rama de este y comenzó a acomodarse.

A pesar de estar sobre alto, aun no estaba segura de su propio bien estar, ya que los ruidos que provenían de los al redores no la invitaban a estar tranquila y mucho menos relajada, No sabía ni donde estaba, como para arriesgarse a investigar que era...

Estaba a punto de apoyar la cabeza sobre sus brazos cruzados tras la nuca en la rama, pero unos gritos la asustaron tanto que de la impresión se giró de la rama provocando que Sakura se cayera de la alta rama.

No la había dado tiempo a reaccionar y chocó contra el suelo...

- Ayyysssss.....- se quejaba mientras levantaba la cabeza...- Menos mal que he caído sobre hierva...- dice mientras se incorpora poco a poco...

¿De que la sirven las alas si no puede parar una caída?

Tras sacudir la mano con violencia, conseguí que el insecto cayera y se estrellara contra el tronco de un árbol, y mareado, se marchara. Tras haberlo lanzado, tenía los ojos que casi se salían de sus órbitas, y respiraba agitadamente, mirando el punto donde impactó el insecto. Esa mangosta era el primer ser que me había sacado de mis casillas en toda mi vida.

Sin embargo, oí un golpe sordo, no muy lejos de mi. Y cuando recobré mi estado de una relativa tranquilidad, noté nuevamente esa sensación de ser buscada. Con paso lento, atravesé unos arbustos que se encontraban tras aquel árbol donde se estrelló la mangosta. El suelo estaba blandito, y parecía ser una explanada de hierba, tan fina y suave como una alfombra. Y allí, tirada en el suelo, vi a una muchacha, levantándose, como si se hubiera dado un golpe. Me apresuré hasta ella, y le tendí la mano, devolviendo una sonrisa a mi rostro.

Vaya, te debes de haber dado un buen golpe. Permíteme ayudarte

No me había fijado, pero mis zapatos estaban embarrados, por culpa del fangoso suelo sobre el que había caminado, y me notaba un caminar pesado bastante extraño.

Comenzó a incorporarse poco a poco, después de todo, ¿tendría que levantarse algún día, no?
Mientras posaba las manos para levantarse, alzó al vista y vio a una chica de aspecto de ángel como ella, con largos cabellos castaños y el pelo hacia atrás. Esta le ofeció la mano para levantarse.

Sakura un tanto avergonzada de la caída tan tonta que había tenido y por tener que aceptar su ayuda, cogió su mano y gracias a esta se incorporó.

- Muchas Gracias...- la dice un tanto roja por el corte de la situación mientras la dedica una inclinación de respeto y de cortesía al no conocerla de nada.

Tiré de su mano al ver que tomaba la mía, con suavidad. Entonces me fijé en que, tras agradecérmelo, sus mejillas se sonrojaban. Esbocé una sonrisa tierna, mientras reía por lo bajo de forma un tanto refinada.

De nada, jejeje. Pero tan sólo te he ayudado a levantarte. Me llamo Amy Sunie, es todo un placer conocerte, jejeje Añadí, mientras hacía una inclinación de cabeza. Entonces me coloqué a su lado, y dirigí una mirada de curiosidad hacia su rostro, mientras llevaba un dedo a mis labios.

Y dime ¿cómo te has caído, querida? No parece que haya sido de casualidad, o tropezándote

Sakura se terminó de levantar con su ayuda, a lo que esta se presentaba mientras se colocaba el vestido de color Blanco que llevaba y estiraba un poco las Alas.

Se llamaba Amy Sunie, un nombre que nunca había escuchado, será por su poco tiempo permaneciendo en aquel mundo...

- Encantada de conocerte, Yo soy Sakura Kinomoto Tsubasa, ya se, mi nombre es muy largo, así que puedes llamarme Saku...- el dice mientras se colocaba su vestuario...

Al escuchar la pregunta de como se había caído otro sonrojo la recorrió las mejillas... era un poco duro confesarle a alguien su torpeza con solo explicarle lo ocurrido, pero no tenía remedio...

- Pues... esto... bueno... yo... escuché un grito y....- dice un tanto nerviosa- y... me asusté, así que.. me caí....- termina de decir mirando al suelo jugueteando con su ropa.

Mientras ella se recolocaba sus ropajes, oía su voz joven de adolescente resonar en mis oidos. Su voz es bastante aguda, y tiene un tono bastante agradable al oido, debía añadir. Sonreía mientras lo pensaba, pues notaba que se parecía en parte a mi. O por lo menos, lo que había visto de ella.

Se presentó como Sakura, y parecía que quería que le llamara así. Sakura...bonito nombre. Oriental debía decir, pero me encanta.

Sin embargo, me fijé que repentinamente sus mejillas se colorearon de un color rojizo, y su tono había cambiado, entrecortándose de vez en cuando. Mi sonrisa se desapareció, al oir que se había caído al asustarse por escuchar un grito.

Me llevé las manos a la boca repentinamente, mostrando una cierta sorpresa en mis gestos.

No me digas que fue por eso... Siento que te hayas dado ese golpe... por mi grito.. Respondí, mientras mis mejillas se ruborizaban, bajando el rostro lentamente, claramente avergonzada de mis actos.

Amy se disculpó por ser ella la responsable del grito que había provocado que se cayese y Sakura hizo un gesto con sus manos a modo de que no se preocupase...

- N-No te preocupes...- la dijo tímidamente...- No fue nada, a demás, podría no haberme caído, si hubiera estado hábil, hubiera usado las Alas...- añadió pensando en que podía haberse ahorrado una caída tonta...

Estaba claro que Sakura no tenía remedio... lo que tenía de buena persona y de inocente, la faltaba de espabilada y ágil en las cosas imprevistas....

Sonrió ampliamente para mostrar tranquilidad y alegría, después de todo, no quería que se preocupase por una tontería, no se había hecho nada...

- Y... discúlpame si yo te asusté a ti al caerme...-la dijo en tono bajo y tímido, pero con una sonrisa en los labios..

Me fijé en que gesticulaba de manera que no me preocupara. Seguía sonrojada mientras oía cómo le quitaba importancia a mis actos, echándose a sí misma la culpa a su vez.

Al oirla añadir eso, llevé mis manos a mi vientre, y sostuve con los dedos ligeramente la tela que conformaba el vestido blanco que llevaba, y jugueteé con los dedos, deslizándolos por la tela como si fuera algo suave. Mientras tanto, mis mejillas se sonrojaban un poco más

N-no te preocupes, jejeje. No me has asustado. Al contrario, me ha agradado tu sola visión. Callé durante un momento. Sentía que quien me buscaba era ella. ¿Y qué querría decir eso?¿Me necesitaba para algo? ¿O más bien eran sólo imaginaciones mías? No lo sabía decir con seguridad.

Y tras unos segundos callada, salí de mi enmimismamiento, y agregué
Grité porque vi una... En ese momento me estremecí repentinamente, al recordar al asqueroso insecto que se había posado en mi brazo una...man-mangosta...¡Brr!

Volví a estremecerme tras pronunciar el nombre de aquel bicho. Se notaba que realmente me había asqueado aquella forma de vida.

Se me pasó al poco tiempo, y luego, tras volver a dibujar una sonrisa tierna en mi rostro, inocente y aniñada, me dirigí a Sakura nuevamente, con los ojos abiertos, adquiriendo un cierto brillo de ilusión.

Pero bueno. Principalmente venía por...porque sentía que alguien me llamaba. Como si alguien me estuviera buscando...¿Podrías ser tú?

Sakura miraba a Amy un tanto extrañada... parecía un tanto nerviosa como ella, lo cual la tranquilizó un poco pero a la vez la hizo preocuparse por ella por si la sucedía algo...

En cuento el tema volvió a ser la caía comento cierta cosa que hizo que la cara de Sakura se volviese un cuadro... le gustaban los animales.. pero no podía aguantar cosas así...

- Ay! Te comprendo...-la dijo poniendo casi cara de asco de solo pensar en el bicho...

Pero tras responderla, comentó que se sentía llamada... atraída al lugar como si alguien la llamara...
Algo parecido sintió Sakura cuando llego a ese lugar, aun que ella se perdiera.... no conocía el lugar... se acababa de caer del cielo sin exagerar...

- Pues... yo sentí algo parecido la verdad..., pero yo estaba buscando la salida de este lugar... no se como salir... -le comentó...- se podría decir que yo entré desde arriba... y no quería....- añadió bajando la vista...

Me fijé ne su cara asqueada en cuanto mencioné la mangosta. Parecía estar de acuerdo conmigo en que esa clase de bichos no eran muy soportables.
Y curiosamente, ella parecía sentirse llamada igualmente. Me extrañé ¿Mera casualidad?¿O quizás una presión de los flujos del destino?

Yo también vine desde el aire. ¿Quieres que salgamos juntas de aquí? Podemos ir a Eliria, que es un lugar más orientativo que esta selva, o a donde prefieras, jejejeje Respondí, sonriendo con vivacidad. TOmé su barbilla, para que me observara mi sonrisa jovial. No quería verle cabizbaja, ya que es una chica muy maja

La esmeraldina, pareció animarse un poco y alzó al vista gracias a la ayuda de Amy, la cual la alzó el rostro de la barbilla...

Sus ojos se encontraron con los suyos y Sakura sonrió ampliamente y más tranquila, su proposición era buena...

- Vale, me parece un buen lugar, y nuca estuve allí, sería bueno conocerlo... Me hace ilusión- comentó la chica muy animada y volviendo a la naturalidad de siempre...

No la gustaría perderse por aquella selva tan intrigante y que su paso allí es hasta desesperante...

Tomé a Sakura de una de sus manos, entrelazando los dedos con suavidad y le dirigí una grata sonrisa, cerrando los párpados. Mi sonrisa era tal que mis mofletes se habían sonrojado por la fuerza de los músculos faciales.

Entonces un halo blanco nos envolvía, y la luz que destellaba iba envolviéndonos, impidiéndonos ver la arboleda de nuestro alrededor. Y en cuestión de unos segundos, nos envolvió por completo, dejándonos ante un vacío blanco que parecía no acabarse. Esperaba que no se asustara, era el método que teníamos de transportarnos más rápidamente.

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OFF Nos vamos aquí