Pueblo costero

Era de noche. No podía entrar en las casas si no me invitaban, pero yo esperaba oculta en las sombras, en lo alto de los tejados, a que alguna inocente víctima se atreviese a salir a la calle. Quería demostrarle a ella que seguía estando aquí, que seguía siendo una asesina... algo que ella me había enseñado y de lo que se sentía orgullosa de mí. Olvidé el trato que había hecho con el señor Wingates y estaba segura de que Dean ya no me miraría con los mismos ojos. Pero ya qué importaba... Era una vampiresa primigenia, una asesina, y quería volver a estar a las órdenes de mi creadora. Tenía que matar mis emociones... y eso sólo lo conseguiría robando vidas...
Escuché entonces sus pasos... los pasos de un alma solitaria que avanzaban por las calles. Una sonrisa indescifrable contorsionó mis labios. Mi sombra entonces, avanzó sigilosa por los tejados hasta dar con ella. Entonces me aparecí, quería que me viera y se confiara. Era un chaval joven. No necesitaba mucho para atraer a los hombres, tan solo una mirada y ocultarme entre las sombras, entonces ellos venían a buscarme... Yo entonces les alentaba a desearme... les permitía soñar que podían tenerme... y entonces, inocentes de ellos... les hincaba el diente antes de que pudieran si quiera saborearme... Pero yo sí que les saboreaba... oh, sí... Les robaba hasta la última gota de vida que les quedase en el cuerpo.
No saciada todavía, me dirigí al bar de la plaza.
Mi mirada escaneaba a cada una de las personas que allí se encontraban, en busca de mi siguiente presa. Buscaba a alguien que me llamara especialmente la atención. Mi fino oído entonces captó el grito de una mujer. Rápidamente me volví hacia el origen, mi mirada escaneó a la joven. Se trataba de una mujer que vestía un uniforme de camarera cuya belleza juvenil resaltaba a los ojos. Estaba atendiendo una mesa, su cliente, un hombre de mediana edad con pinta de ricachón bien alimentado acababa de darle un azote sin respeto alguno y parecía volver a disponerse a hacerlo… Pero su movimiento fue interrumpido a tiempo, me había desplazado rápidamente hacia él y ahora le estaba agarrando la muñeca con fuerza.
–Por favor, caballero. Muestre un poco más de respeto hacia la señorita –Mis ojos atravesaron los suyos como un gélido puñal. Estaba completamente erguida con la mano libre a la espalda, guardando una impecable compostura.
El hombre se echó para atrás, parecía haberle impresionado mi repentina aparición cual fantasma. Le solté la mano y me volví hacia la joven. Tenía los ojos verdes y el cabello largo y oscuro, ligeramente recogido dejando caer unos lindos tirabuzones por encima de uno de sus hombros y el otro lado del cuello completamente libre y desnudo. Era realmente hermosa y joven.
Me alejé de aquella mesa, hacia el servicio de mujeres y tal y como esperaba, la joven me siguió tras mis pasos. “¡Bingo!” Pensé.
–¡Ha sido increíble! Muchísimas gracias, no sabía cómo quitarme a ese pesado de encima –Me dijo efusivamente en cuanto ambas nos encontrábamos ya en el servicio. Yo me encontraba de espaldas a ella, seria, firme. Y al momento siguiente me encontraba frente a ella, tan cerca que podía oler su delicioso aroma. La chica se quedó inmóvil, por lo que aproveché para fijarme en sus facciones perfectas y suaves, atreviéndome incluso a deslizar mi dedo índice por el contorno de su cara, desde la parte inferior de las mejillas hasta la barbilla.
–No podía permitir que aquel viejo mancillase algo tan bello...
Mis ojos se habían clavado en su vena yugular, pues bajo su fina piel, palpitaba ahora con mucha más fuerza. Pero en seguida la miré penetrantemente a los ojos.
La chica se había quedado sin aliento, no se había esperado aquella reacción. El rubor se había apoderado embriagadoramente de sus mejillas.
Tenía que admitir que es mucho más excitante seducir a las víctimas y deleitarse con sus reacciones.
Para mi sorpresa, la chica no se separó ni demostró ninguna clase de miedo o aversión hacia mi persona, y por el contrario había enmudecido y parecía no querer separarse de mí.
Tomé su barbilla con suavidad, alzándosela ligeramente, pues yo era un poco más alta que ella y sin dudar, probé sus labios dejando que éstos la alentaran a desear los míos. Después la miré a los ojos, parecía haberle gustado, sus ojos me pedían más...
La empotré contra la pared y volví a besarla con locura, apoyando mi otro brazo en la pared, mientras dejaba que la otra mano se deslizara ahora por debajo de su falda... Ella entonces gimió con fuerza y alzó la cabeza hacia el techo, mostrándome su perfecto cuello desnudo, no me pude resistir, lo desgarré de un mordisco y dejé que la sangre invadiera mis papilas gustativas, sin dejar de jugar con mi mano por debajo de su falda... Volvió a gemir, el placer que sentía la joven contrarrestaba el dolor de su cuello... podía sentirlo. Sus emociones ahora me invadieron de nuevo como un chute de la mejor droga...
Sin duda, o más bien por sus gemidos, parecía haber encontrado a la chica perfecta, ya que parecía que no sólo lo que le hacía bajo las faldas le gustase, le excitaba incluso que le mordiera el cuello. ¿Sería masoquista? Realmente no me importaba, pero a mí también me estaba excitando...
Comencé a bajar por su cuerpo sumergiendo mi cabeza bajo su falda... Entonces, la chica emitió un gemido desgarrador y empezó a chorrear sangre por la entrepierna...
Volví a salir a la superficie y la chica cayó muerta al suelo. Hacía mucho tiempo que no probaba la sangre de aquella vena, la femoral... gracias a la gravedad fluía mucho más rápido y para la víctima resultaba mucho más mortal ya que se desangraba antes...
Me relamí los labios. La sangre excitada sabía mucho mucho mejor... Tenía los ojos inyectados en sangre, pero no me importaba... Así atraería más víctimas que correrían en su auxilio al escucharla gritar...

Por mucho que tu victima gritó no apareció nadie. Si que habia oido revuelo en el pueblo, no obstante no habia nadie a la vista. Que aburrido. Pero justo cuando pensaste que nadie apareceria un grupo de gente irrumpió en los baños.
Eran tres hombre de mediana edad, dos de ellos vestidos con ropajes de cuero teñidos de blaco inmaculado, armado con una espada y un revolver. El otro vestia una larga túnica blanca y llevaba un bastón.
-¡Criatura impia! ¡Como pudiste hacer esto! Tus inhumanos crimenes serán castigados, que Zetros nos de fuerzas para luchar contra la oscuridad. Despideté de tu vida, criatura de la noche. -Habló el hombre de la túnica y antes de que pudieses replicar los otros dos hombres apuntaron sus revolveres y dispararon.

“Hmm... Interesante...” Quizá llegasen tarde, pero mi olfato seguía oliendo la sangre humana.
Me habrían pillado, pero yo era más rápida que ellos y les había estado esperando. Esos trajes blancos... los recordaba de algo... Iban armados. Estaba claro, no se enfrentarían a una criatura de la noche con las manos blancas. Dispararon, todo pasó como a cámara lenta... avancé hacia ellos, por un lado, viendo pasar las balas hacia la dirección que yo debía estar.
Traté de desnucar al que se encontraba más atrasado de los tres, desde su espalda...

[Es una mision o se puede?]

[OFF No es ninguna misión, en principio es de entrada libre, así que sí, puedes entrar. La aparición de Master ha sido pura casualidad, al parecer me he pasado un poquito, jeje ]

off/ xD es que Deimos se aburre xDDD on/

Estaba meditando, paseando por las cosatas al anochecer. Sentia la suave arena en mis pies y el olor a agua marina me traia grandes recuerdos. Seguia caminando, distraido, inmerso en mis sentimientos. Entonces olí algo... ¿¿Katerina?? Su delicado olor se habia quedado grabado en mi memoria, mi carazon se habia acelerado e inconscientemente seguí aquel rastro. Aun asi olia algo diferente... ¿sangre?...

Llegué hasta un pequeño poblado y, para pasar desapercibido, decidí quedarme entre las sombras. Caminaba con sigilo por los tejados, entonces... lo vi. Estaba con una mujer, esta gemía y pude discernir su mano entre las faldas de la muchacha. Pobre ilusa, los colmillos de Katerina penetraron en su cuello, subcionandola la vida. La seguí, andaba muy distraida, tanto que no se dio cuenta de que estaba ahi... quizas en parte era por la sangre, habia mucha sangre.
Los vecinos la descubrieron tras el chillido de la muchacha y esta estaba ahora enfrente de una muchedumbre hambrienta de sangre, de su sangre. Seguramente para querer ahorcarla o tirarla a la hoguera, no sería la primera vez que presenciaba cosas asi... aun que estaba claro que no dejaria que hicieran algo asi a katerina... y que ella no sería tan facil de apresar.

Me quedé observando la escena... no me gustaba que matara a inocentes, pero estos noe ran tan inocentes. Ignorantes que solo se dejan llevar por su afanosa religion, religion que los encadena haciendoles presos, prometiendoles un mundo y un lugar que nunca llegaran a saborear y sin embargo... siguen dejandose el sudor y la sangre por aquellos adoradores. Estafadores, a mi parecer...

Esperé, observandolo todo

Off: No me aburro, esto es lo que le pasa a los que perturban la paz de los humanos ò_ó

On: Trataste de desnucar al que estaba más atrasado de ellos, sin embargo, cuando creia que ya le tenias uno de los que llevaban la ropa de cuero interrumpió tu ataque. Estaba claro que no eran novatos, y que estaban entrenados para trabajar en equipo.
Mientras ese bloqueaba tu ataque el otro lanzaba una estocada hacia tu estomago y el que llevaba ropas de clérigo comenzaba a entonar una letanía.
Iba a ser más dificil de lo que parecía.

De repente un olor familiar llegó a mis fosas nasales... “¿Dean?” Ya su aroma estaba tan arraigado a mi memoria que reconocería su olor en cualquier parte...
El despiste me costó caro... Se habían reubicado, y uno de ellos logró interrumpir mi ataque y con ello el intento de desnucar al que estaba más retrasado de ellos, resultó fallido. “¡Mierda! ¿Tienes que aparecer justo ahora?” Mi rabia me impedía darme cuenta de que en realidad, haberle olido me había hecho tan feliz que por eso me había despistado.
Para el siguiente ya estaba prevenida, le había visto venir... por lo que, ágil como una gata esquivé su estocada contorsionando el cuerpo como si de una danza se tratara, con la mala suerte de que la hoja llegó a rozar la parte de atrás del corsé que ataba mi vestido, notándose el desgarro de la tela y el aflojamiento de éste...
¿Qué eran? Parecía que supieran a quien se estaban enfrentando, pero no me iba a dejar atrapar, eso lo tenía muy claro. ¿Serían alguna clase de cazadores especializados en la captura de vampiros? Sus trajes blancos... ¿Podría ser que se tratase de miembros de aquella secta...? Los creía extintos... Sin embargo, no eran los únicos con experiencia en estos casos, pues tiempo atrás yo también había luchado contra esta clase de humanos racistas, mucho antes que con los mestizos...
Aquello me enfureció, pero ya no me pillarían con la guardia baja. Acababa de comer y estaba furiosa, muy furiosa... iban a conocer a su peor pesadilla...
Mi mirada ensangrentada se endureció, llena de furia. Mi aura estaba por las nubes... y mis garras estaban preparadas en la mano libre.
Apenas tenía tiempo de detenerme a pensar una estrategia, tenía que actuar por instinto, y el del cántico me molestaba, pero tenía que hacer algo con los otros dos...
Desenvainé mi espada con furia y contraataqué entonces con una estocada hacia su lado desprotegido de compañeros al que me estocó, gritando con furia y de manera desgarradora...

Observé la escena.
"Interesante" aquellos humanos sabian pelear, y bastante bien a mi parecer... Recordaba haber leido y conocido personalmente a gente como ellos. Estaban especializados en matar seres antinaturales, sobre todo vampiros, pues eran los que más se adentraban en las ciudades buscando sangre fresca.
Aun asi, seguian siendo humanos, podían dañarnos pero nunca matarnos, y menos dejarnos muy mal heridos amenos qeu fuera un grandisimo grupo y el ser en concreto estuviera debilitado.

Un grito estruendoso salio de los labios de Katerina, me preocupé, y mucho. No veia bien por el revuelo que habia pasado, pero olía a sangre. No sabía si era la de ella o la de los humanos... pero no pude evitar preocuparme. Me puse muy nervioso, no podía correr el riesgo de que, por si algun casual, Katerina hubiera resultado herida.

Eché a correr, salté de un edifício a otro y me colé por una ventana. Entonces, agilmente, me colé por la ventana donde lo habia estado viendo todo e impulsandome con el marco de esta me lancé con las piernas golpeando al que parecía un clérico, interrumpiendo su canto. Estaba ahora depié, en mitad de la sala, en guardia

Off: Estando tan atento a todo, has de saber que acabas de atravesar el tejado de una posada en mitad de un pueblo xD
"hacia el servicio de mujeres y tal y como esperaba, la joven me siguió tras mis pasos. “
Citado de Katerina xD
Y otra cosa, siempre debes dejar que tiempo de reacción, debes tratar a los personajes del master como a otros jugadores, tu no te plantarias delante de alguien como Lucia y dirias: "La degarré y la dejé moribunda" xD
Edita por favor~~

off/ jajaja que cagada, como lo lei antes ya ni me acordaba xDD vale ya esta xDDD on/

El ataque de Katerina fue bloqueado, aunque con dificultades por uno de los cazadores. Cuando Dean entró por la ventana el otro cazador se interpuso en su camino, evitando así que golpease al clérigo. Sin embargo, este recibió considerables golpes y heridas.
El clérigo continuó con su cántico y lo finalizó. Extendió su mano y sus ojos se pusieron en blanco. Un haz de luz concentrado recorrió la estancia en dirección a Katerina. Era un calor insoportable, incluso quemaria la madera, un impacto directo contra un vampiro seria letal.

Off: Lo he llamado Achicharrador 2.0 xD
Tambien me vale Fosfatinador xD

Llevaba millas corriendo siguiendo los pasos de esos malditos clerigos de la inquisicion. Me habian dado esquinazo por uno de los pueblos cercanos al mar, cuando oí un grito y algo de revuelo. Corrí todo lo que pude mimetizada por todas partes, hasta que encontré el lugar. Ví como el clerigo extendía su mano en direccion a la que parecía una vampiresa "si la toca adios..." pensé corriendo con toda mi velocidad, agarrandola de la mano en el ultimo momento.

Tiré de ella con fuerza casi arrastrandola, hasta que estuvo a salvo del haz le luz que chocó directamente contra aquel Licantropo, que por ser de luz no le habria echo daño. Miré a la chica, devía de estar algo asustada, al fin y al cavo algo invisible la habia empujado de repente tirandola al suelo. Me desmimeticé de repente para que pudiese observarme, no la habia visto nunca pero me daba igual. Mostré mis colmillos -nunca subestimes a la inquisicion-dije levantandome del suelo.-En un lugar cerrado saldrás perdiendo-dije a tono normal, pero estaba segura de que aquel licantropo me habia oido.

Me bloqueó la estocada. Entonces me agaché rápidamente, deslizándome hacia un lado, para contraatacarle con un corte a las piernas, mientras continuaba sopesando las posibilidades... El servicio de mujeres comenzaba a quedárseme pequeño, tenía que pensar en salir a un terreno más abierto... Vi la ventana al otro lado, tenía que probar esa posibilidad...
Pero, entonces... de repente, Dean cayó del cielo –o de la ventana–, pareciendo que fuese a aterrizar directamente sobre el clérigo, pero entonces el mismo hombre que antes le había protegido, bloqueándome, se interpuso nuevamente para proteger a su compañero, dejándolo bastante malherido. Su olor era inconfundible –el de Dean–, ¡había venido a ayudarme! y..., aunque estaba enfadada, me alivió en parte su presencia.
Entonces el clérigo terminó de cantar y un rayo con la misma intensidad del sol surgió de sus manos directo hacia mí... Iba a agarrar a Dean y teletransportarme al reino renegado de los vampiros con él, pero entonces, algo se me adelantó...
–¡¡¡DEAN!!! –Grité aterrada al ver cómo el rayo iba hacia él.
Todo había pasado muy deprisa, algo había tirado de mí y me había puesto a salvo de la trayectoria de aquel rayo devastador. Entonces, lo que –o, la que– me había puesto a salvo, se materializó ante mí... Era una vampiresa en apariencia joven y su aura rebosaba un poder muy superior al mío... Me quedé paralizada, sus rasgos... Se parecía mucho a Lucia... pero a pesar de su aparente juventud, ésta derrochaba una madurez que la inocencia de mi pequeña princesa aun no había aprendido del todo... ¿Sería ella... tal vez...?
Ya habría tiempo para presentaciones más tarde. No le faltaba razón. Pero no podía dejar de preocuparme por Dean... ¿Qué me estaba pasando...? “¡Actúa! ¡No dejes que las emociones te nublen el instinto assessino...!”
Asentí a su indicación.
–Gracias –Susurré, con voz dura, y como acelerada–. Hay que atraerlos al exterior...
Pero no podía dejar ahí tirado a Dean. Además, aquellos humanos de blanco –o lo que fueran–, habían herido mi orgullo, no me marcharía de aquí sin haberles hecho pagar...
Me di la vuelta rápidamente, mimetizándome con el entorno para pasar desapercibida a sus ojos, y regresé a la escena avanzando con un sigilo impecable y todos mis sentidos alerta, hacia la espalda del clérigo que antes había intentado fulminarme con aquel rayo devastador... blandiendo mi espada sedienta de sangre firme, dispuesta a ensartarlo... En cuanto le tuve a tiro, me lancé a por él, apuntando al corazón sin piedad...

off/ katerina al final no me transforme en lobo, si no me cargaba la ventana xD estoy en forma humano lo modifiqué por eso ^^U pero no pasa nada on/

"Malditasea" un cazador se haabia interpuesto entre mi patada y el clérigo dejando que este terminara su cántico aun que si que habia empujado lejos al otro. Un aura de luz arrojó contra Katerina, sentí que se me caia el alma. Corrí a protegerla, entonces todo sucedió demasiado rápido. Alguien se la llevó, apartandola del rayo, y ese rayo me golpeó a mi.
Del impulso salí despedido del edificio atravesando la pared, pero impresionantemente el rayo no me habia causado daño alguno. Caí al suelo desde la planta de arriba, fue lo que en tal caso mas me dolió. Me incorporé un poco, algo costoso, sacudiendome el polvo. Entonces comencé a mirar de un lado al otro. ¿Y Katerina? ¿estaba bien? No tenía tiempo, ellos ya estaban mirando por el agujero.

[OFF Ups, no me había dado cuenta de ese cambio cuando editaste, tenía en mente al lobo que entró la primera vez xD Ahora lo arreglo
Por cierto, qué bueno me está resultando este rol! ^^
Yatta! ^^]

El impacto lanzó a Dean por los aires, atravesando una pared, al ser un ser de luz tan solo recibió unas pequeñas quemaduras en el pecho y contisiones por todo el cuerpo, es lo que tiene atravesar paredes.
Eso dio tiempo a los inquisidores a reorganizarse, era evidente que la entrada en escena de Luccie los habia desconcertado. Uno de ellos se asomó por el hueco que acababá de abrir Dean y le observó, mientras que el otro se mantenia atento protegiendo al clérigo.
Nadie parecia haber notado la presencia de Katerina, sin embargo, el clérigo se dió la vuelta y la miró directamente a los ojos antes de que esta pudiese siquiera desmimetizarse. Entonces pudiste ver sus ojos, brillaban con luz propia, al parecer no caeria dos veces en el mismo truco. Desvió tu golpe con su bastón y contraatacó con creces a tu pecho y estomago.
Mientras tanto la campana de la ciudad comenzó a sonar, al parecer el estruendo se habia escuchado en todo el lugar. La gente comenzó a asomarse a sus ventanas. Eso no podría ser nada bueno.

Cuando quise darme cuenta Katerina se habia vuelto a meter dentro-Es que nadie me hace caso cuando hablo!-contesté molesta. Yo mas que nadie sabía de lo que eran capaces esos inquisitores, sus ataques la mayoria los conocia despues del ultimo enfrentamiento. Ví a Dean que habia salido volando y uno de ellos se asomaba curioso para admirar a su victima, tuve que hacer un esfuerzo por concentrarme en ir hacia el inquisitor en vez de ayudar a Dean a levantarse. "menos mal que es un licantropo" pensé. Desaparecí para hacer justo enfrente del curioso que miraba a Dean desde arriba y lanzarle fuera del edificio-Uno menos-dije relamientome. En la misma estancia habia otros dos, uno acababa de dar a Katerina y al otro... Entrecerré los ojos con furia, al otro le reconocía. Mostré una sonrisa burlona, al fin y al cabo me habia escapado de ellos hacia ya un tiempo y nunca me habian vuelto a encontrar.

¿Me había visto? ¿O es que podía sentir mi aura...?
“Nunca subestimes a la Inquisición...” Las palabras de aquella vampiresa resonaron en mi mente, abofeteándome, como un eco irrevocable que traía la verdad consigo como el viento... Iba siendo tiempo de tomarlas en cuenta... “Aunque ellos tampoco deberían subestimarme a mí...”
Interpuse mi espada rápidamente, apoyando el extremo en mi mano libre, haciéndola actuar de barrera. Opuse resistencia y aproveché el segundo ataque para empujarle con la fuerza que me caracterizaba, con lo que el filo de mi espada incidió inevitablemente en mi mano, dejando brotar la sangre abundantemente aunque no de forma muy dramática, al ser la mano... Sentí a la espada gemir y tuve que hacer un duro esfuerzo por apartarla, pues parecía como si quisiera absorber mi sangre... Rápidamente, fingí un dramático gesto de dolor para despistarle, apartando la mano del filo y sacudiéndola, llevándomela a la boca para chuparla y que la herida se cerrara.
Enseguida, la sangre que había caído de mi mano comenzó a deslizarse por el suelo silenciosamente hacia sus pies... mientras permanecía atenta a lo que hiciera después con aquel teatrillo que había improvisado. Esta vez esperaría su ataque.
Al estar alerta, me di cuenta de que se había ocasionado un gran boquete en la pared –imaginaba que a causa del rayo– y que uno de ellos se asomaba por el agujero... Aunque repentinamente salió volando por los aires... negué con la cabeza, al sentir el aura de la otra nueva vampiresa. “Es buena...” Pensé...
Dean no estaba ya en el baño, me preguntaba si seguiría vivo al otro lado... No podía disminuir mi aura en ese momento, por lo que no podía percibir la suya... pero podía olerle, y por suerte su inconfundible aroma no olía a muerte aunque sí olía a algo de sangre –pero no dejé que me afectara, esa sangre olía a Dean por más que fuese mitad humano–... la única muerte que podía oler en este momento, por suerte o por desgracia, era la mía propia y la de la otra vampiresa...

Itachi se encontraba de caza. En realidad, el era bastante precavido cuando lo hacía. Procuraba usar ropas limpias y no usar ningun perfume, lo que sumado a su condición de no-muerto, hacía imposible que fuese olfateado... Esto para evitar percances con los licántropos que pudiera cruzarse. También reducía su aura a la de una persona normal, ya que podía ser detectado por otras criaturas mágicas como el... Y la última barrera que siempre mantenía para salir por el lugar era la de caminar como una persona normal, vestido con ropas normales, únicamente armado con Puerta, que estaba muy bien escondida y disimulada entre los pliegues de su ropa. Básicamente, solo parecía una persona normal excepcionalmente pálida, pero nada que fuese demasiado raro.
Escuchó y sintió unos fuertes sonidos, seguidos de una especie de haz de luz potente que iluminó gran parte del pueblo, y luego la campana del mismo empezó a sonar, lo que provocó que Itachi comenzara a caminar hacia el lugar, a indagar que había pasado.

Estaba algo afectzdo por haber traspasado una pared, pero nada que no se pasara en poco tiempo. Me levanté costoso, sacudiéndome el polvo, entonces vi como un cazador fue lanzado desde el agujero, hasta aterrizar en el suelo, cerca mia. No logré ver a quien lo lanzó pero estaba claro que él no se habia tirado de aquella manera solito. Se estaba levantando, dolorido. Era hora de demostrar tanto entrenamiento de mi padre. Fui rapido hacia él, en guardia y dando un giro sobre mi mismo levanté las piernas a modo de golpe como su fueran aspas golpeándole la cabeza. Aterricé bien, terminando la vuelta y con brazos en posición de ataque lanzándole un puñetazo con fuerza al pecho.

Un olor me llegó entonces, aun que de refilón. El olor a muerto de los vampiros era demasiado evidente para nosotros, los licantropos, por nuestro olfato sobredesarroyado. En este lugar no habia solo dos vampiros, pero de todos modos, aun que supiera que habia uno mas no conocía ni su rango ni nada. De todas formas, en ese momento me daba igual.

El cazador voló, y luego cayó con un estrepitoso golpe y un ruido a huesos rotos en el suelo, y cuando comenzaba a levantarse Dean lo remató. Mientras tanto la campana continuaba sonando.

En el interior el otro cazador reconoció a Luccie.

-¡Tu! ¡Eres la que escapó aquella vez! -Exclamó entre asombro y sorpresa, no tardó mucho más en lanzarse hacia tí con la pistola en una mano y la espada en la otra, antes de llegar a tí y tratar de golpearte con la espada disparó un par de veces. Mientras tanto, la campana seguia sonando, era como un lamento.

El clérigo se lanzó hacia atrás despues del choque con Katerina, evidentemente no le gustaban las distancias cortas. Entonces un destello de luz lo envolvió, fue un solo instante en el que su cuerpo se convulsionó lleno de dolor. Su aura se expandió tanto que no necesitabais ni concentraros para observarla, era tan densa que se pegaba a las paredes y al techo, como una neblina pálida, incluso el mismo parecía irradiar luz.

-Jajaja Pequeñas criaturas... Inconscientes de los que os depara el futuro... -Su voz era sonora y retumbante, casi parecia no salir de su garganta, si no de otra parte. Un lugar lejano. Mientras tanto, la campana seguia sonando, era como un grito desgarrador.

Itachi, avanzaba hacia el lugar, y mientras lo hacía no pudo evitar escuchar un sonido, un repiqueteo constante que no paraba de aumentar de volumen. ¿Caballos? Eran muchos, si hubieses de contarlos lo harias por docenas, se dirigian a las principales entradas del pueblo. Mientras tanto, la campana seguia sonando, era una llamada.

[No lo puedo borrar y me despisté D: así que lo edito con un off bonito.]

OFF: Itachi, respeta el orden de los turnos. Borra tu post. Era el turno de Luccie.

Al parecer no era la unica que tenía buena memoria, el inquisitor ya se habia dado cuenta de quien era yo. Sonreí con malicia hasta que oí ruido en la calle. Movimiento, demasiado movimiento, las campanas sonaban con fuerza-Mierda!!-grité comprendiendo de pronto lo que ocurria. Me desvanecí a tiempo para que no me llegasen las balas y aparecí junto a katerina. Pero instanteneamente ambas desaparecimos de la sala.

Estabamos al lado de Dean quien habia rematado al primer inquisitor-El pueblo se a enterado de nuestra presencia!! Hay que largarse!!-Era la primera vez que mi tono se mostraba autoritario, sin dejar lugar a ninguna queja o respuesta.-Ya se han enterado de nuestra presencia, va a ser una autentica carnicería!-gruñí intentando darles a entender lo que pasaba e instantaneamente empeze a correr, sin perder de vista a Dean, no dejaría que nada malo le pasase.