Balanceando la situación

sus voces eran como eco en mi cabeza. Escuché que me llevarían al reino licantropo, interesante, nunca me cogerian y una vez dentro todo sería mucho mas facil. Miré a Itachi que desenvainaba su espada y le sonreí, seguramente el tambien hubiese visto mis intenciones. Dean desapareció y aparecio detras de mi, hubiese podido apartarme, pero eso no entraba en mis planes. -Nos.. vemos-susurré antes de que Dean desapareciese.

Me crispó el comentario de Jace, ¿que necesitaba a Walter? ¡Lo que necesitaba era mucha luz!
–Jace, ¿no lo entiendes? –El aura de Luccie me recordaba mucho al de mi creadora. Sabía perfectamente lo que tenía que hacer–. Es Kahlia hablando por su boca... La diosa de la oscuridad. Para vencerla necesita mucha luz... ¡Toda la posible para igualarla! –Sin apartar la mirada de Jace, me dirigí de nuevo hacia Dean–. ¡Dean! Hazme caso y llévatela, por favor. Sé de lo que hablo.
Suspiré aliviada al sentir su desaparición. Me había quedado a solas con Jace...

- Walter tiene muchos amigos, debe tener algún mago, si tenía a ese brujo cazarrecompensas cuyo nombre nunca recuerdo! - Le grité desde el aire.
- Y los licántropos no son tan luminosos como crees, necesita ir con algún ángel... - Me quedé volando en el lugar unos segundos antes de salir rumbo al reino de licántropos renegados, ya que Dean no podría contener a Luccie solo, y no se cuanto tiempo tardarían en darse cuenta de lo que pasaba.



[Arshei acabó aprobándomelas, Caeli... ¿Recuerdas que me dijo en el post que no podían ser infinitas y que tenía que saber que hacían? Acabamos arreglando que solo tenía muchas (xD) y que servían para anular o detener los hechizos, pero solo esos que vinieran en forma de haz de luz, por eso cuando edité la ficha lo puse. De cualquier manera lo quité, aunque tampoco habían tenido relevancia en el rol o-o]

–Sí, Jace. Pero no hay tiempo. Si quieres ayudar y tienes amigos que sean de luz, mándalos al reino renegado licántropo, o ve a avisar a Walter... Y, discúlpame, pero me tengo que marchar.
Estaba muy acelerada. Me sabía mal tener que irme así, pero ya hablaría con él más detenidamente en el castillo. Ahora no tenía tiempo que perder, Dean me esperaba con Luccie para recibir instrucciones. Luccie me había salvado la vida y no podía dejarla en la estacada. Se lo debía...
Me desaparecí en una densa niebla blanquecina.

- Tsk... Esperaba tener que evitar ir yo. - Murmuré para mi mismo mientras volaba a velocidades supersónicas rumbo a... El castillo de los vampiros.