Balanceando la situación

[OFF Este tema es continuación del Pueblo costero, en principio sólo los que estábamos allí pueden entrar a este tema (a excepción de Master xD)]

¿Pero qué coño había pasado? ¿Qué era esa cosa? ¡Su aura se equiparaba a la de un Dios! ¿Era eso posible...?
Mientras sobrevolaba los árboles no podía dejar de preguntarme todo aquello. Miré hacia atrás... ¿me abría adelantado demasiado?
Descendí mi vuelo hacia uno de los árboles y aterricé en él, ocultando mis alas. Disminuí mi aura sin desmimetizarme aun, tratando de percibir las suyas –ya que no estaba del todo segura de estar del todo a salvo–, y traté incluso de detectar sus olores.
Me preocupaba sobre todo Dean... Luccie y Jace eran reyes, más les valía saber cuidarse solos. Pero Dean, a pesar de su madurez, seguía siendo un licántropo común, que sumado al importante factor de lo que sentía por él, incrementaba mi preocupación.

Llegué, habia perdido de vista a Luccie por que corria más que yo, aun que la sentía. Me habia guiado hasta aqui gracias a la concentración que puse para seguir a Katerina. Me detuve, ella estaba cerca, pero aun no la veía.

Lo que habia pasado era algo deconcertante... Sabía de hombres santos, de echo mi padre y yo convivimos un tiempo con unos monjes muy curiosos que llegaron a cultivar grandes poderes que segun ellos residian en todos los humanos... pero eso era bastante inusual... incluso para lo que yo había visto.
Supuse que sus ataques solo servirian para seres oscuros, como habia pensado antes, por eso aquel rayo no me fulminó, como debería de haber hecho.

Mis heridas ya se habian regenerado, solo eran unos rasguños. No olía ni sentía humanos cerca, los habiamos perdido de vista hacia ya bastante tiempo. Deambulé por la zona, buscandolas

Le sentí cerca y rápidamente descendí al suelo, desmimetizándome para que pudiera verme.
Sentía que no había humanos cerca, pero el aura de aquel ser podía sentirla incluso desde aquí y me preocupaba en sobremanera.
Sin dejar de estar alerta, me abalancé efusivamente hacia él. Le abracé y besé con locura, había estado tan preocupada que no me pude reprimir en hacerlo. Después me separé de él y retrocedí, mirándole. Era la primera vez que le mostraba mi cara de enfado, estaba muy cabreada con lo que había hecho.
–¿Por qué lo has hecho? ¿Por qué has tenido que aparecer? –Mi susurro se mostraba desgarrado ahora, demostrando la rabia que sentía por dentro–. ¡Te llega a haber pasado algo grave de verdad y no me lo habría perdonado jamás! ¿En qué... demonios... ¡¡¡estabas pensando!!!?

La ví aparecer, se me iluminó la cara. Me abrazó, disfruté de ese efímero consuelo, luego me besó, disfruté mucho más de esa efusividad. Entonces, al separarse de mi, vi que tenía el semblante serio, irritado, estaba enfadada, pero ¿por qué? yo habia estado preocupado por ella..

Me gritó, yo fruncí tambien el ceño. También me cabreé.

-¿¡Acaso no has pensado que opine lo mismo pero hacia tí!?-grité tambien. La verdad es que si la hubiera pasado algo y yo no hubiera podido hacer nada para impedirlo ahora mismo mi alma serie errante y mi corazon polvo. ¿Mi orgullo? ni rastro de él quedaría si algo la hubiera pasado... En verdad no sabría bien que habria hecho-¡Tu tambien me importas!, ¿vale? ¡estaba preocupado! y practicamente sabía que no podían hacerme nada. He vivido con monjes parecidos y solo pueden atacar seres oscuros. Puedo defenderme yo solito-me indigné. Sabia de mis limitaciones, pero yo tambien tenia orgullo y lo habia herido, que fuera más debil que ella no significa que fuera debil. Lo que no tenía en fuerza lo podía compensar en gran medida con el ingenio. Aun que si que tenía que admitir que en ese momento no actuaba por coherencia, actuaba por amor.

Al ver su reacción me di cuenta de que me había excedido y toda esa rabia se tornó en arrepentimiento. A veces podía resultar demasiado impulsiva y hacía y decía cosas sin pensar en ellas primero.
–Lo siento... –Susurré, casi sin voz. Me dolía mucho más el haberle hecho daño por mi puñetera impulsividad que el haberme cabreado simplemente porque no quería admitir que él lo había hecho realmente porque me quería.
Me sentía mal, la egoísta había sido yo al haber ido a aquel lugar para desahogar mi rabia... y mira lo que había conseguido...
–Yo también estaba preocupada por ti...

Suspiré, al ver como se relajó la tension me relajé yo tambien por consecuencia. Me acerqué a ella y la abracé, la queria... eso era un hecho... por ello no quería que nada la pasara.

-Te quiero...-la susuré al oido.-no puedo soportar que nada te pase...-me separé un poco de ella, mirándola a esos intensos ojos azules-mejoraré, Katerina... me haré más fuerte. Cueste lo que cueste... no puedo permitirme el lujo de ser debil.. no puedo permitirme el lujo de ser inutil si vuelves a correr peligro...

Me abrazó, me sentía aliviada. Después escuché lo que me decía. Ambos habíamos cometido un error, pero el amor hacía que actuásemos a veces precipitadamente y sin pensar en las consecuencias, solo pensando en lo mejor para la persona amada.
Le miré con ternura, yo también le quería pero no se lo dije con palabras. A pesar de que quisiera decirle muchas cosas, no podía dejar de estar preocupada porque Luccie y Jace podrían aparecer en cualquier momento y me preocupaba que nos encontraran en dicha situación.
–Viene alguien... –Susurré, separándome de él con suavidad.

OFF: Anda que esperais T_______T

Me habia parado en lo que Dean corria detras de Katerina, seguia mimetizada por lo que no podían verme. Los habia despistado un poco mas atras y habia echado a correr detras de ellos, sin perder la pista de todo lo que ocurria. No podía dejar que nos siguiesen. Cuando llegué me desmimeticé apollandome contra un arbol-Demasiados poderes en un solo momento-dije riendome. Habia utilizado muchas veces el baile de las sombras todo lo rapido que habia podido, no habia quitado en casi ningun momento mi mimetismo y habia echado a correr utilizando todo de mi para despistarlos.-Bueno.. les despisté hace un tiempo, no nos seguirán la pista- Me acerqué hacia Dean examinandole por todas partes, no olía a sangre demasiado, subí mi mirada demasiado preocupada-Estas bien ¿no?.. ¿os han echo daño?-pregunté girando la cabeza a la vampiresa, a la cual me acerqué rapidamente, miré toda parte de su piel, manos, brazos, piernas, cuello-Al final eso no te dio...-susurré respirando profundamente-Menos mal.. eso te convierte en ceniza incluso mas rapido que el sol.-dije con una risa un poco tonta. Pero poco a poco se puso un poco mas seria-Escuchadme atentamente lo que os voy a decir a ambos, aun que veais que son humanos... tened mucho cuidado, huid siempre que podais, y mas tu.. vapiresa. Casi no cuento la ultima vez que me enfrenté a ellos cara a cara, su poder es grande, inmenso, no llameis su atencion-Les miraba a los dos a ratos-Y esta vez vas a tenerme que hacer un poco mas de caso-No era autoritario el tono de mi voz, pero si habia que tenerlo en cuenta. Me senté en el suelo, con los ojos verdosos clavados en ambos, sujetandome levemente el costado, sabia que significaba toda esa sangre que olía y aquel contraste, el sello comenzaba a despertar y con ello mi aura se expandía. Subí la cabeza y suspiré con una gran sonrisa.

[Miren todo lo que tuve que leerme. Cuanta maldaT por su parte D:]

Itachi había sentido un aura fuertemente poderosa, y ya muy conocida para el, y luego percibió a Katerina escapando, así que no le quedó mas remedio que seguirla a toda velocidad. Seguía con el aura a pleno, sin ningún tipo de represión, lo que hacía que también fuese casi palpable... Pero mas por lo añejo, que por lo poderosa.
Se detuvó cuando llegó al lugar donde estaban, como venía corriendo y aprovechando al máximo su agilidad, pudo haber dado la sensación de que, al menos visualmente, el se "aparecía" de la nada.

- Que divertidos amigos tienen ustedes, aunque imagino que se los habrán dicho en muchas ocasiones... - Dijo irónicamente, mientras miraba fijamente a cada uno de los presentes alternando la mirada en intervalos de 2 segundos aproximadamente. - A propósito, hola, Luccie. -

Se separó de mi, anunciando que alguien venía. Suspiré, yo quería seguir así con ella, pero recodé que no era conveniente que nos descubriesen. Llegó Luccie, la escuché. Si eso era cierto confirmaba más aun mi pensamiento de que no se tenía que subestimar a los enemigos... Permanecí callado, simplemente, decici escuchar y reflexionar sobre lo sucedido. Eso me hizo pensar si habria humanos que luchaban contra la luz y tenían poderes similares.

Entonces apareció de la nada otro vampiro. Debía ser el que habia olido antes... aun que por norma general todos olian más o menos igual: a muerto.
Le escuché, no le conocía pero parecia que nos habia seguido tras la huida. Me dediqué a observar los rostros de el nuevo vampiro y luccie

Me sentía algo mal, quería haber seguido abrazando a Dean, pero no era el mejor momento de demostrar nuestros sentimientos y ponernos cariñosos... Cerré los ojos, tratando de serenarme y para cuando los volví a abrir la reina vampiresa estaba frente a nosotros. No me había equivocado, su aura era demasiado llamativa para mí...
Escuché todo lo que nos dijo... Me alivió comprobar que parecía no haberse dado cuenta... –o eso, o había preferido no incomodarnos–... y me ruboricé ligeramente cuando demostró su preocupación hacia mí... No lo comprendía, sinceramente no lo hacía... No entendía cómo podría haberme defendido y ayudado con uñas y dientes... “¿Por qué...?”
Asentí, sus consejos me parecían adecuados, los tomaría muy en cuenta a partir de ahora...
Ella parecía conocer a éstos Inquisidores bastante mejor que yo... Era evidente que habían evolucionado mucho...
–No son como los recordaba... el tiempo y el progreso los ha vuelto muy fuertes... –Alegué, con sinceridad, mirando a la reina a esas profundas esmeraldas que tenía por ojos–. He de agradecerle una vez más por su ayuda... Mi nombre es Katerina... y me siento más que halagada de haber recibido su apoyo y protección en una situación tan peliaguda como ésta...
De repente percibí a Jace, me volví a mirarle con una mirada indescifrable... si las miradas mataran... No le perdonaba su comportamiento de hacía un momento en aquel pueblo costero...
–¡Tú...! –Le señalé, acercándome a él con furia. Le empujé, por los hombros–. ¡Camaradería, los cojones!
Nunca en mi vida había estado tan cabreada. Mis ojos se habían inyectado en sangre y mis colmillos habían aflorado amenazadores...
–¡No has sido capaz de mover un sólo dedo para ayudarme! ¡¡¡Si no llega a ser por la reina Luccie me hubiera calcinado!!! ¿Dónde estabas cuando más te necesitaba, Jace? ¿¿¿Dónde??? –Inquirí, masticando cada palabra con furia.
Era la primera vez que me dirigía a él en segunda persona, pero es que estaba tan furiosa que no podía guardar las formas y dirigirle el respeto que se merecía como mi rey que era.

Despues de estar un rato tirada noté una presncia, era tal y como la recordaba antaño. Era intimidante en gran medida, me levante corriendo mientras me le quedaba mirando, era extraño volver a verle despues de tanto tiempo, sin embargo mi respuesta siempre sería la misma.
Me agaché durante unos segundos-Hola... Itachi-sama-susurré antes de levantarme, el vinculo que me unía a el, era probablemente, mucho mas fuerte de lo que me hubiese gustado. Cuando fuí a decir algo, Katerina empezó a gritar, enfadada, le empujó incluso. Bajé la mirada sabía que Itachi había obrado mal en aquel momento, pero aun asi.. Me acerqué a Katerina apoyando mis manos sobre sus hombros, mi mirada era suplicante, pero por ello no le quitaba la razon-s..se que tienes razon, pe..pero por favor para, dejalo-me sentía mal por no poder defender a Itachi en gran medida, pero era lo unico que podía hacer dadas las circunstancias.
toqué mi vientre con cuidado, lo notaba reaccionar con mucha delicadeza. Mi aura se oscurecía y poco a poco, muy poco a poco el tatuaje recorria mi piel, en esos momentos agradecia de forma increible tener bastante ropa encima que me tapase. No devería quedarme mucho tiempo mas.

Itachi iba a articular palabras para defenderse, pero en ese momento reparó en el gesto vago de Luccie y le pareció percibir un pequeño cambio en su aura... (¿O sería el aire...? Da igual, lo investigaré a fondo mas adelante.)
Cuando Katerina terminó de gritar Itachi le respondió con la frialdad y tranquilidad que era habitual en el, mirándola directo a los ojos.
- Yo no tenía idea de que estabas en esa situación, mucho menos de que fueran ustedes tres. Estaba aproximándome al lugar preparado para reconocer el terreno y preparándome para intervenir si fuese necesario... - Se interrumpió para mover levemente a Puerta de un lado a otro, demostrando que ni siquiera la había guardado. - ... Cuando me encontré con vos y te seguí. ¿O en serio creés que si lo hubiera sabido habría tardado tanto en acudir en su ayuda? No soy el tipo de persona que os dejaría ni a ti ni a Luccie a su suerte... Ni siquiera al licántropo que está allí, que aún no nos han presentado, ya que debe ser amigo de una de ustedes dos, si no de ambas. - Cuando se refirió al lobo, le hizo un despreocupado ademán de saludo con la mano izquierda.

Miré a Katerina, volvía a estar enfurecida. Gritó a ese hombre con viveza, reprochándole el no haberla ayudado. Vi como Luccie trataba de calmar las cosas y como el Vampiro se excusaba, todo era tan desconcertante.

-En..cantado, mi nombre es Dean Wingates-dije saludando algo aflijido por la situacion, no sabía exactamente como reaccionar... era irracional apoyar a Katerina y meterme con aquel hombre solo por amor, más aun sin conocerle, y más aun habiendose excusado este. Decidí seguir al margen.

De repente, Luccie se puso en medio y posó sus manos en mis hombros, clavando sus ojos verdes en los míos con súplica, pidiéndome que parara... No lo entendía... ¿Por qué me estaba pidiendo eso? Entonces recordé las palabras de Lucía cuando me habló de ellos dos... Mi expresión se suavizó entonces... mientras escuchaba la disculpa de Jace...
Mi mirada se suavizó entonces, volviendo a su estado natural y mis colmillos se escondieron... ¿Qué me había pasado? “¡Maldita impulsividad de los cojones!” Me maldije. Tenía un serio problema con eso... pero no era algo que pudiese controlar. Desde que había leído la carta de Mater estaba extremadamente sensible... ¿Me estaba volviendo loca?
Agaché la mirada avergonzada, se me hizo sombra en los ojos... No me atrevía a mirar a Jace ni a pronunciar palabra... le había acusado de algo muy grave y no estaba segura de que pudiera perdonarme... Me... había condenado a mi misma... No me merecía siquiera una pizca de misericordia...
Decidí callar y no abrir más la boca ni hacer nada, no fuera a ser que volviese a cagarla tan estrepitosamente.

Despues de aquello, escuché atenta las palabras de Itachi, habian sido bastante duras para lo que pretendía que fuesen. Su cara estaba imperturbable como siempre, eso me hizo mirarle bastante molesta. Antes de responder por Dean, habló el, no pude evitar entrecerrar los ojos, temiendo algo-Es mi sobrino.-dije secamente. No habia olvidado las veces que habia intentado matar a mi hija, cuando era solamente un bebe.

Volví la mirada a Katerina, parecía disgustada. La levanté la cabeza sonriente, eso era algo que nos habia pasado a todos-No te preocupes por eso, es solo que el viejo rey Itachi no es tan rapido como antes-saqué la lengua bromeando. Quería animarla aun que fuese solo un poco, realmente no me gustaba ver a mi gente asi. Noté una pequeña presion y me aparté de Katerina, esperaba que no hubiese notado eso, cuanto mas cerca estubiese de ellos, peor estaría. Sin embargo eso ya no habia forma de pararlo, estaba cojiendo velocidad, empezaba a auto-alimentarse de mi propia oscuridad y se estaba extendiendo, aun que intentase ocultarlo empezaba a salir a la luz, era molesto. Me acerqué a Dean intentando sentir algo de su luminosidad pero era imposible.

Itachi caminó hasta Katerina y, mientras envainaba su espada, la miró directamente mientras le decía - No te preocupes, no hiciste nada malo. Todos tenemos nuestro temperamento. - Luego se acercó lentamente a Dean y le tendió la mano - Soy Itachi, aunque también puedes llamarme Jace, un gusto. - Mientras saludaba a Dean miró a Luccie a la cara y le preguntó - ¿No tenés problemas para recordar a todos los miembros de tu familia? Cielos, juraría que a cada mes te salen 5 nuevos... - Le dijo bromeando, tratando de apaciguar un poco el ambiente entre todos.
Itachi no perdía de vista a Luccie, había algo de ella que se tornaba mas raro a cada instante que pasaba.

Olí el mal estar de Katerina, aun que no era necesario tener mi olfato pues en el rostro se le revelaba. Me sentí yo tambien mal por inercia, no me gustaba verla asi. Me acerqué un poco a ella, pasandola la mano por la espalda, a modo de consuelo. Quería apoyarla pero era obvio que no podía mostrar mucho más cariño delante de tantas personas.

-Tranquila Katerina, todos tenemos derecho a equivocarnos y a tener caracter, es necesario. No somos humanos pero si seres vivos... aun que vosotros a vuestra manera, todos metemos la pata alguna vez. Si tuviera que ponerme mal por cada vez que meto la pata... ya me habría tirado por un barranco-dije, tratando de animarla

Itachi me extendió la mano, se la sujeté dandole un firme apretón a modo de saludo.

-Un placer-le sonreí.

Me contuve una leve risa, me habia hecho bastante gracia aquel comentario, tenía que admitir.

Observé un momento a Luccie ahora... olia... diferente... No sabía explicarlo.. ademas de que actuaba algo raro

Todos me dirigieron palabras de consuelo... no me las merecía, mucho menos las de Jace... Ni si quiera el propio Dean, que me estremeció al sentir su tacto cálido por mi espalda... me había hecho recordar que la última vez que cometí un error, estuve a punto de suicidarme... pero él me salvó.
No me moví, seguía afligida. No me ayudaban demasiado aunque agradeciese su preocupación...
Entonces, empecé a notarlo... había algo raro en el ambiente, concretamente en torno al aura de Luccie... o en su propio aura...
Ahora sí que me moví, pero girando la cabeza para clavar mi mirada en ella... Ese aura... se parecía mucho a...
No estaba segura de si sería lo correcto, actuaba un poco a ciegas, pero si era lo que pensaba, había que sacarla de allí y llevarla a un lugar luminoso para que pudiera combatirlo... y yo no tenía potestad para llevármela a un sitio de tales características... sólo se me ocurría un lugar... La isla de Samasha...
O bien, la segunda opción, si Samasha no se presentaba –que sería lo más probable–...
Me volví hacia Dean y penetrando mi mirada en aquel bosque cuyo paisaje tenía por ojos, le dije firmemente:
–Dean... ¿Puedo pedirte que lleves a Luccie a tu reino? –No había tiempo para explicaciones. Tenía una corazonada y si no ponía en práctica lo que mi experiencia me decía, no estaba segura de si... volviera a ver a la reina vampiresa.

Me paralicé al oirla. La miré extrañado...
Antes de preguntar el porqué me fijé en Luccie, me fijé en su aura.. no sabia que era pero no me gustaba y cada vez sentia mas rechazo irracional hacia ella.. sin quererlo..

Simplemente, asentí.. ya habría tiempo de explicaciones y la mirada de Katerina era firme
Me acerqué a Luccie.

-..Yo... no se que pasa pero.. te llevaré si tu quieres..-dije, esperando una aceptacion

Reí levemente ante lo que dijo Itachi.-Es lo que tiene estar casada con un hombre que tiene un hermano...-susurré. Fué tan solo unos segundos, pero en cuanto me acerqué instintivamente a Dean, este se habia alejado llendo hacia Katerina. Se me escapó un suspiro acompañado de una leve sonrisa, no demasiado confortante para los que me solían conocer.
Se habian dado cuenta, pero demasiado tarde.

El sello habia avanzado, tanto que ya se podía apreciar varias ramas de espinas en torno a mi cuello, que avanzaban con vida propia por mi cuerpo y mi cara. Me aparté en cuanto Dean se acercó, y clavé mis ojos rojos, ahora inyectados levemente en negro se fijaron en el-¿Y.. si no quiero?-reí, no era una risa tranquilizadora ni mucho menos, era una risa demente, llena de locura.
Di un gran salto hacia atras alejandome de todos los presentes, mi aura se habia oscurecido hasta limites insospechados, era densa y se podía distinguir levemente en torno a mi vientre, como una nube negruzca que podo dejaba entrever. Las ramas de espinas empezaron a juntarse hasta que mi cuerpo se volvio totalmente negro, al igual que mi ojos, solo que estos seguian conservando el iris del color de la sangre. Mi mano rozó la parte de atras de mi espalda, dejando ver un gran hacha doble a dos manos. La cogí con ambas manos. Pasé mi lengua juguetona por los labios como acariciandolos y luego por mis colmillos-Hijo de Zelat-mi voz sonó con un ligero tono metalico, como si no fuese yo misma la dueña de ese cuerpo-tu aura molesta y contamina todo lo que mi ama crea... Kahlia no desea tenerte aqui...-susurré divertida.

Al ver la reacción de Luccie, mis sospechas se confirmaron, era algún tipo de posesión...
–¡Llévatela, Dean! –Ordené, tajante–. No le hagas caso a lo que te diga. Yo iré en seguida. Nos vemos allí.

- No va a poder llevársela... - Susurró Itachi mientras miraba fijamente a Luccie. Desenvainó a Puerta sin realizar ningún tipo de movimiento, ofensivo, defensivo o completo.

- Katerina, usá toda la velocidad que puedas y andá a buscar a Deimos... - Fué lo mas práctico que se me había ocurrido, ya que no tenía nada para hacerle frente a un caso de posesión sin lastimarla a ella.

-¡Ostia puta!-no pude evitar exclamar, no era mi costumbre decir insultos pero dioses eso habia sido muy impactante. Me desvanecí y aparecí tras luccie, sujetándola. Volví a desvanecerme, nos habia transportado a mi reino, mi padre sabría que hacer.

Off: https://creatureswars.forosactivos.net/t2071-controlando-a-luccie#38138

- ¡Maldita sea! Esto va a salir mal. - Dije intentando controlarme de nuevo, esto había provocado que perdiera la pasibilidad.

- Vé a buscar a Walter, si no quiere escucharte o lo que sea... Dile que embosqué a Luccie, Dean y su padre en su reino, dile que tengo un gran contingente de soldados renegados o algo. - Le pedí mientras desplegaba mis alas y aleteaba para tomar altura y volar hacia el reino renegado, donde hace tanto tiempo había intentado mantener una alianza.

[Sigo confundiendome nick-pj, fuck]