un lugar solitario

Ya me había acostumbrado a este lugar. Había venido de vez en cuando aqui para pensar y poner en orden mis ideas.

Esa noche era oscura y tenebrosa. Me acerque hasta la torre y me quede mirando por la ventana. Muchos pensamientos invadieron mi mente. Toque mi colgante con mucha nostalgia.

Contemple el paisaje que me ofrecia aquel lugar.

No me había dado mucho tiempo a explorar aquella semana, había estado entrenando duramente y sin descanso así que me había permitido salir hasta tarde. Observé atentamente cada detalle de aquel nuevo lugar descubierto. Mi madre me había contado muchas historias y leyendas en torno a aquella torre, y yo sin creérmelas de verdad había venido a corroborarlas.

Noté un aura bastante grande y conocida y decidí subir a saludar, aun que no tuviésemos demasiada confianza. Me quedé detrás suya, pues sabía que me había notado-Buenas noches-susurré

De pronto note en mi espalda otra presencia, era un aura oscura pero no muy poderosa.

Cai en la cuenta de que ese aura me era demasiado familiar.

Me voltee y me encontre con ella, era Lucia. Sonrei bastante complaciente.

-Hola- dije con una sonrisa- ¿como tu por aqui a estas horas?

Alcé una ceja, quizas no era demasiado obvio lo que iba haciendo a tales horas de la noche-Bueno... como bien dicen de nosotros, los vampiros son los dueños de la noche-le guiñé un ojo parandome a su lado.-Es normal que este aqui de noche y no de dia, aun que no descarto que algun dia nos encontremos-mi cara se volvió un poco seria al ver aquella torre-¿que opinas? ¿a ti tambien te parece extraña?-susurré.

La torre era alta y de color negruzco, demasiado como para ser algo normal, ontaba muchas auras golpearme de pronto y sin saber porque. Quería investigar, pero no me parecía buena idea, no me daba buena espina-Mi madre dijo, que de la noche a la mañana aquella torre apareció.-

-Eso he oído yo, hay muchas leyendas sobre este lugar, leyendas tenebrosas e inquietantes- mis ojos brillaron de una manera especial- supongo que eso lo hace mas especial todavía.

La luz de la luna iluminó nuestros rostros. Estábamos completamente solos.

-¿que.... a que historias te refieres?-de echo habia escuchado bastantes historias sobre ello, pero me gustaba escucharlas.

El soplo fuerte de viento me desequilibró un poco, asi que para que no volviese a ocurrir me senté a su lado, ademas tambien estaba mucho mas agusto asi. Esperé paciente a que empezase.

La sonreí, en verdad parecía bastante interesada en las leyendas urbanas que circulaban por aquel lugar.

Me senté a su lado y me dispuse a seguir contándole.

-Bueno tampoco es que sepa mucho de este lugar, a penas llegue al reino hace unos días...pero por lo que he oído dicen que por aquí a veces rondan criaturas, criaturas muy raras y tenebrosas. A veces van hasta los pueblos de los humanos a generar caos y de vez en cuando metan también se llevan a la gente y las trae aquí para torturarles.

Intente sonar suave para no asustarla.

-También hay otra leyenda...dicen que a veces por los alrededores de esta torre deambulan los espíritus de gente que murió en extrañas circunstancias.

Luego me encogí de hombros.

-O al menos eso es lo que dicen en el pueblo.

Escuché la historia con cada una de sus palabras y puse mala cara, la verdad es que tenían pinta de ser historias realmente aterradoras.
Miré de nuevo la torre, sentía la increíble necesidad de entrar, de descubrir todo lo que aquella torre podía proporcionarme, cualquier secreto, cualquier escondrijo y sobre todo descubrir lo ciertas que podían ser aquellas leyendas urbanas que circulaban por Eliria.

Rápidamente deseché la idea, no tenia mucho poder ni sabía perfectamente como utilizar mis poderes. Probablemente podría terminar tirando de buscar a mi madre o a mi padre, pero eso no sería justo.-Me gustaría saber exactamente si eso es cierto o no-empecé a reírme- La verdad es que no creo mucho en los espíritus de la gente muerta, pero si en los muertos que están vivos. Sin vida olvídate-susurré.

Observé como su pecho se movía acompasado por su respiración y me surgió la gran duda-Demian... dime una cosa, aun que la pregunta puede sonar rara-dije rascándome la nuca terminando por alisarme levemente el pelo-¿que.. que se siente al estar vivo?-

Observe que ella no dejaba escapar ni un sólo detalle de todo lo que la estaba contando. Parecía que se estaba delietando con mis palabras, eso me gustaba. Hacía bastante tiempo que no hablaba así con alguien. Hacía que mi frío corazón se reconfortara un poco.

Muertos que estan vivos, es evidente que esta hablando de si misma, pensé para mi mismo.

Podía notar algo de su tristeza en su no vivo corazón. Parecía muy fragil y no pude evitar pensar en ella. Pero no podía permitirme pensar en ello. Rapidamente deseche esos pensamientos de mi cabeza. Estaba un poco distraido cuando Lucía me hizo una pregunta que consiguió sorprenderme. Me había preguntado que se sentía al estar vivo.

Confieso que eso me pillo desprevenido, al fin y al cabo ella era una persona muerta en vida y nunca pense que un vampiro se interesase por esos temas. La mire a los ojos había en ellos un rastro de duda y melancolía. Me ruborice un poco pero no lo hice notar.


-¿que que se siente al estar vivo-repetí- pues supongo que es una cadena de sensaciones, sientes toda clase de sentimientos todo el rato. Sientes dolor, algería, tristeza...emociones al fin y al cabo. Pero creo que lo principal de estar vivo es el corazón, ese organo que late mas rapido cuando te enamoras, que se encoge cuando sientes dolor...no sabría explicartelo con palabras- me quede pensando un largo rato como podría ayudarla- espera tengo una idea, puedes notarlo tu misma si quieres.

Acto seguido desabroche mi capa negra y desabotone un poco mi camisa dejando al descubierto mi pecho.

-Puedes acercarte aquí y sentir como late mi corazón.

Sus palabras describían casi a la perfección cosas que yo hacia, o sentía. Pero cuando habló del corazón me palpé el pecho, no sentía nada y ni siquiera oía a mi corazón latir.
No sentía nostalgia, pues nunca había respirado y mi corazón nunca había latido, debía de ser una experiencia inigualable sentir algo así.
cuando quise darme cuenta Demian se había desabrochado la camisa y me mostraba e invitaba a que me acercase y lo comprobase por mi misma.

Ande con calma hacia el, respirando algo nerviosa y subí mi mano. Sentía algo extraño, nunca me habían dejado comprobarlo tan abiertamente teniendo en cuenta que yo me alimentaba de ellos. cuando mi mano tocó su pecho cerré los ojos y entonces lo sentí..
Estaba cálido en comparación de mi piel extremadamente fría, entonces noté una pequeña palpitación era increíble aquella sensación. Subí la cabeza hasta mirarle, con un brillo especial en mis ojos yo sin duda... amaba lo vivo.

Parecía algo insegura y esperaba que no mal interpretara ese ultimo gesto pues no pretendía hacerla nada malo, no al menos esta noche.

Al fin pareció decidirse y empezó a acercarse a mí lentamente. Poco a poco estuvo a mi altura. Extendió lentamente su mano hasta tocar mi pecho.
Cerré los ojos, hacía demasiado tiempo que nadie tenia contacto con mi cuerpo, por un momento sentí nostalgia.
Sus mano estaban heladas, cosa que era normal ya que era una vampiresa, mi piel se erizo un poco pero aún así era una sensación bastante agradable.

Ella parecía bastante emocionada por todo lo que estaba mostrándola. La observe y me fije en sus ojos, estaban brillo...un brillo que me dejo embriagado por un momento. Parecía bastante feliz con todo esto y yo tampoco pude evitar sonreírla.

-Siento no serte de mas ayuda- dije rompiendo el silencio.

Me aparté despues de un rato, no por que no deseara seguir con la mano sintiendo aquello, sino porque no me parecía apropiado.-no sientas en absoluto esto, porque es... increible- Me aparté unos pasos. -Siento ademas si la pregunta de desconcertó, digamos que tengo algun tipo de afinidad especial por los animales y los humanos, la..las cosas vivas en general me inspiran algo...- me quedé callada unos segundos sin saber como decirlo- adoro-rectifiqué- todo lo que tenga vida, aun que yo por naturaleza la arrebate la mayoría de las veces.-

Poco a poco se fue apartando de mi y la sensación de frió despareció de mi cuerpo. Agradecí enormemente que no hubiese aparecido nadie por ahí, no se como hubiesen podido interpretar aquella escena.

Cuando hubo retirado su mano de mi pecho me volví a abrochar la camisa de nuevo. Entonces escuche sus palabras.

-Creo que eres el primer vampiro que conozco que es tan..."humano"- luego la sonreí para que no se tomara a mal mi comentario- entonces quieres decir con eso que cuando tienes que ir a cazar te da luego cargo de conciencia...

En realidad en el fondo la entendía cuando despertaba tanta curiosidad por la vida. Los vampiros eran unos seres muy interesantes y a la vez fascinantes.

-Lucía creo que yo te puedo entender- dije hablándola sinceramente y mirándola a los ojos- yo... tengo otra pregunta y espero que no te inoportune...dime , ¿qué se siente al estar muerto? como se vive la inmortalidad.

Asentí, aun que no sabia que había querido decir con lo de ser un vampiro muy humano.-Nunca... e matado a ningún humano del que me haya alimentado, bueno... solo una vez por cuestiones algo personales.-desvié la mirada incomoda. Hasta que escuché su pregunta-Bueno.. digamos que es una gran ventaja y una gran desventaja, no necesitas respirar por lo que puedes estar horas y horas debajo del agua, mis heridas sanan rápido, mi corazón no late... pero mi piel está fría y la mayoría de la gente se me queda mirando como si supiesen que realmente no estoy viva. Es una sensación de libertad, como si hubiese burlado a la muerte pero frágil...-susurré

La presté atención y me fije en su expresión corporal. Lucía cada vez parecía un vampiro de lo más interesante.

-Entiendo debe ser un poco angustioso tener que matar para sobrevivir- dije rascándome el mentón- aún así tienes mucho mérito, no conozco a muchos vampiros que renuncien tan fácilmente a la sangre humana.

La puse una mano en su hombro.

Me rasqué la nuca, me pareció un cumplido aun que no estaba del todo segura-Bueno.. no es tan angustioso si lo piensas, todos matan para poder sobrevivir. Si los humanos no matasen vacas, peces.. ¿de donde sacarían el alimento para subsistir?-No me gustaba mucho esa forma de alimentarse, adoraba la naturaleza y todo lo que tuviese que ver con ella, era como si me sintiese en deuda por el mero echo de existir.-La verdad... no puedo renunciar a la sangre humana, es la que me da la fuerza para poder seguir sobreviviendo, la sangre de animal únicamente no me alimenta, pero nunca mataría nada de lo que me alimento. Esa persona seguramente se recuperaría en unas cuantas horas o quizás días en volver a estar estable con su sangre al máximo y así podría volver a alimentarme, de otra forma iríamos acabando con ellos poco a poco, por mucho que se reprodujesen-dije orgullosa.

La escuche con atencion, a pesar de ser tan joven parecia bastante madura. No parecia la tipica cria con las hormonas alteradas.

Con la luz de la luna se veia aun mas hermosa de lo que era ahora.

-Vaya cuanta razon tienen vuestras palabras. En verdad ser vampiro tiene sus cosas buenas y sus contradicciones, decidme, ¿cuantos años teneis?

Agradecí con un breve gesto su comentario, pocas personas habían hablado conmigo tan calmadamente y de forma tan... profunda.
Pronto mis pensamientos quedaron suspendidos con su pregunta, el ya sabía la edad que yo aparentaba, pero ¿ debía decirle la de verdad? mucha gente me tomaba poco en serio después de reconocer mi edad, aun que no fuese ni física ni mental.-Bueno... yo...-me quedé callada unos segundos-tengo 7 años-solté de pronto.
Le miré a la cara, esperando una muestra de sorpresa o algo por el estilo.

Así que como Dean, ella tiene 7 años. Pensé para mí mismo. Definitivamente no había otro ser que me pareciese de lo mas interesante que los vampiros. Inmortales y con crecimiento bastante desarrollado. Podría estar estudiando a estas criaturas durante largos años.

-Pues déjame decirte que para tener 7 años sois muy madura, supongo que sus padres tuvieron que ver mucho en ello. Debes estar orgullosa de ellos han educado a una bella dama, hacedme caso Lucía, cuando crezcáis seréis una gran mujer.

Sonrei, me gustaba lo que decía de mi familia y sobre mi, la gente me decía que era muy bella, por la calle e incluso las criaturas sobrenaturales que poblaban las tierras. Pero nunca me habían llamado nada más aparte de eso-gracias Decían, de verdad eres un encanto -no pude evitar acariciarle unos segundos la mejilla.
Se me hacia extraño comportarme así con alguien fuera de mi máscara de frialdad, era encantador-Me has animado mucho esta noche-tenía una gran sonrisa que me adornaba la cara. Me quede allí parada apartando la mano de su mejilla.

Le devolví la sonrisa y le pase una mano por la cabeza acariciandole de este modo el cabello. En un momento dado su mano se poso en mi mejilla, acariciándola. Si había algo que me fascinaba de los vampiros era su glacial tacto.

Lucía parecía algo mas animada, eso me alegro. Con cuidado retiro mi mano de mi rostro.

-No hay de que, no me gusta ver a chicas tan hermosas como tu tristes y menos en una noche como esta pero no le digas a nadie que soy buena persona...ya sabes es mejor cubrirse el rostro con una máscara.

Después la dedique una profunda miarada.

-Y dime, ¿como van esos amoríos?

Recordé que Lucía sentía algo por aquel licántropo...creo recordar que se llama Dean.

Cuando me tocó la cabeza sonreí como si fuese tonta, adoraba esa sensacion. Me sonroje al volverme a llamar hermosa, nunca habia oido tantos piropos juntos, realmente me sentía bien a su lado. Comencé a reirme posando mi dedo indice en la comisura de mis labios-No te preocupes, nadie sabrá del gran corazoncito que tiene este demonio-dije rozandole el pecho.

Pero toda la alegría y la ilusion que me habia infundido su confianza se evaporó cuando menciono mis amores. Mi cara se volvió completamente triste con una sonrisa realmente amarga-me temo... que ya dejé escapar a la persona que amo... ademas como el me dijo muchas veces, sería imposible entre nosotros..-giré la cabeza para que no me viese, mis ojos se empezaban a aguar al pensar en Dean, solía ser fuerte cuando pensaba en el, pero en ocasiones como estas... imposible.

La sonrisa que tanto me costo que esbozara despareció de su rostro nada mas preguntarle eso, ademas me giro la cara para evitar el contacto visual.
Por un momento me hubiese gustado morderme la lengua, no me gustaba hacerla sentir mal.

Me acerque a ella y tome su mentón con mi mano y le gire la cara para obligarla a mirarme a los ojos.

-Escúchame muy bien lo que te voy a decir Luía, nunca debes arrepentirte o lamentarte de amar a alguien...incluso si es un amor no correspondido y déjame decirte otra cosa ese Dean debe ser realmente un estúpido si ha rechazado a alguien como tú, créeme se arrepentirá.

Intente que volviese a animarse.

me giro la cara y me hizo mirarle fijamente. Bro mis ojos ahora inundados de lágrimas no sabía como pero él había comprendido mis sentimientos al instante y sabía lo que sentía por él. Me abrace a él-es mi culpa... mi... yo se lo cedí a otra mujer, es mi culpa-dije hundiendo mi cara en su pecho abrazándole con las manos contraídas en un pino.-yo me decidí a olvidarle y se lo deje a esa mujer, me fui con otro chico que me gustaba no lo negare... pero después de...-se me trabaron las palabras y se formó un nudo en mi garganta- ese chico se acostó conmigo.... y ahora a desaparecido sin decir nada. Y no puedo olvidar a Dean...-seguía llorando como si de una cascada se tratase. A nadie le había contado la historia completa, esta era la única vez que me sinceraba con alguien de esa manera

Su rostro se lleno de lagrimas y mi corazon se encogio. Una de las cosas que mas odiaba era ver a una mujer llorar, aunque fuese en miniatura.

La estreche contra mis brazos con suavidad y deje que se desahogara un poco. Cuando vi que se relajo un poco le limpie sus lagrimas con mis dedos.

-Tranquila Lucia- dije acariciandole el cabello- es normal que te sient...

No pude terminar la frase, lo que me estaba contando Lucia a continuacion me dejo descolocado.
No podia estar hablandome en serio, de solo pensarlo me estaba enfurenciendo. Mi rostro era mucho mas frio ahora. Tome a la pequeña de los hombros haciendo que me mirase directamente a los ojos.

-¿que? Lucia explicame eso bien...