Explorando

Hace día que había llegado al contiente de Vaahl para investigarlo a fondo. Era un dia nublado con nubes oscuras que amenazaban con una poderosa tormenta.
Estaba en lo que parecia una común senda. Explore de cabo a rabo el terreno pero no encontre nada sospechoso.

El lugar era muy solitario y estaba en ruinas a lo lejos podia apreciarse lo que era un antiguo caseron abandonado, me quede pensativa pensando lo que debería hacer.

Me asomé por la ventana de aquella casita abandonada que gobernaba un pequeño cerro.
Iba a llover en breves y parecía que copiosamente, así que mejor resguardarse que una gran riada podría hacerme muy mal.
Me senté en una tabla que en su día haría de banqueta para los habitantes del caserón a esperar que el temporal pasase, aunque multitud de agujeros hacían temer que el agua se pudiera filtrar hasta el suelo.

Y como si el cielo me hubiese oido un trueno cayó cerca de allí y a continuacion comenzo a llover, al principio pensé que sólo serían unas cuantas gotas sin importancia pero de aqui a unos segundos empezo a diluviar.
No quería tener que recurrir a meterme sin permiso en aquel caseron pero tampoco parecia que fuese a amainar asi que no tuve otro remedio que echar una carrera hasta aquel caserío. Intente entrar por la puerta principal pero estaba bien atrancada.
¿mierda y ahora que hago? visualice una vez mas el aspecto de aquella casa, tampoco parecía muy habitable asi que me encogí de hombros y de una patada consegui destrancar la puerta y entrar a dentro.
al fin pude resguardarme de la lluvia.

Me di la vuelta de repente al escuchar un ruido y rápidamente cambié mi aspecto físico para que simulase un humano, por si acaso. Cuando iba a investigar quién era, noté una especie de cosquilleo en la nuca y me dio muy mala espina. Esto solo ocurría cuando me podía afectar la narcolepsia que padecía desde pequeño. Lo bueno es que esto siempre me avisaba y en situaciones de peligro me daba tiempo a encontrar un lugar donde esconderme hasta que pasara.
Me asomé por el borde de un muro que aún se mantenía en pie y observé quién era el visitante. Una preciosa aster, uno de aquellos espíritos que poblaban Lineris, con los cuales no había llegado a tener mucha relación. Disminuí mi aura al máximo y pude leer su aura a la perfección y lo que vi me dejó un poco más tranquilo, si me dormía no tendría mucho peligro, o eso parecía.

Seguía caminando por esa casa si ningún rumbo fijo hasta que una embriagadora esecia captó toda mi atención. Era un aura...un aura muy cálida, olía a flores silvestres y a bosque cerre los ojos captando toda aquella esencia y decidi ver a quien pertenecia tan hermoso aroma. Fui caminando hasta que encontre a un tipo asomado al borde de un muro.
Era un joven, bastante guapo por cierto, me acerque a él lentamente para verle de cerca. Era un dríade eso me sorprendio nunca antes había visto uno tan de cerca....me parecian criaturas la mar de interesantes.

Me habia acercado demasiado y estaba como una boba mirando aquel muro.

Al ver lo rápido en que me había encontrado me vi obligado a salir de mi "escondrijo" aunque en realidad no lo era.
Me coloqué delante de aquella mujer y observé los rasgos físicos más de cerca mientras ignoraba e cosquilleo de la nuca que se hacía más intenso.
Buenos días. Mi nombre es Tacca Chantrieri y antes de nada, me gustaría saber que opina de nosotros. Es de vital importancia. -dije muy rápido algo nervioso ya que si la aster no era de fiar, no podría permitirme desmayarme en su presencia.

En menos de un segundo aquel tipo estaba frente a mi, me observaba detenidamente como estudiando todos y cada uno de mis rasgos físicos. Y acto seguido comenzo a hablarme muy rapido y bastante nervioso, tuve que hacer un esfuerzo por comprender sus palabras. Me aclaré la garganta.

- Buenos días, encantada de concerte yo soy Azhara Rostov y bueno en lo que se refiere a los dríades sincermente siempre me han parecido criaturas muy interesantes y vuestro hogar tiene que ser bastante hermoso aunque por otro lado nunca lo he visitado pero la naturaleza siempre me ha gustado.

Aproveche el momento y yo también le observé de arriba a abajo.

Sus palabras me parecían sinceras y opté por confiar en ella, ya que no tenía mucha opción.
Empezaba a marearme y me senté en un trozo de madera que parecía haber formado parte de un banco o algo similar.
No se preocupe mucho, ¿vale? -dije sonriendo.
Cerré los ojos lentamente y, notando una descarga eléctrica por mi espina dorsal, unas pequeñas ramas empezaron a brotar poco a poco terminando por formar una cúpula alrededor mía, simulando un capullo.
Unas veces duraba horas, otras días o semanas, otras en unos escasos minutos, nunca se sabía.

Todo ocurrio muy rapido. Aquel misterioso chico volvio a hablarme y al segundo se dirigio a lo que parecia un banco y se tumbo en el.
Instantes despues el chico en cuestion comenzo a cambiar fisicamente. Me sente a su lado obervando aquella metamorfosis sin perderme ningun detalle de todo aquello. Y entonces cerro los ojos sumiendose de esta forma en un profundo sueño.

No sabia que es lo que tenia o debia hacer mas bien en ese momento. Con mucho atrevimiento me levante de mi sitio y con delicadeza le tome su rostro entre mis manos y me sente en aquel banco dejando que su cabeza reposara sobre mi regazo. No podia dejar de mirarlo.

Sali a dar una vuelta para explorar en parte el continente en el que me encontraba, de hecho estaba buscando algo que llevarme a la boca sin ir mas lejos cuando de repente sentí 2 auras cerca mia, salí al ataque a toda prisa pero me lleve una pequeña sorpresa, eran un driade y un áster, y estaban juntos, no tenia muchas ganas de problemas asi que cese mi ataque, pero ue demasiado tarde, estaba demasiado a la vista.
Oh mierda, espero no asustarles demasiado como para empezar una lucha...
Asi que lo mas sensato que se me ocurrio fue clavar mi mirada en la áster ya que el driade no estaba demasiado consciente.
-Hola, perdón por si os he asustado, soy nueva por aqui...

Aún seguia con la cabeza de aquel joven sobre mi regazo, estaba intentado hacer el mínimo ruido no quería despertarle. Debía reconocer que tenía un aspecto de lo mas tierno asi dormido. Pero entonces una voz me sobresaltó.

Ese aura de oscuridad me abofeteó de lleno, era un uroba. Esto no iba bien.

-¿que trae a alguien como tú por aqui?- dije friamente.

Ante mi presencia repentina la joven se sibresaltó y me preguntó como con odio, parece que los urobas no teniamos buena fama.
-Oh veo que te he asustado, jeje. Llevo todo el dia explorando la zona y no he encontrado nada para llevarme a la boca, mira, no te sobresaltes pero te voy a proponer una cosa ya que seguramente también tengas hambre: Vamos a comernos a ese vegetal que tienes en los brazos, seguro que no lo siente y hasta le hacemos un favor. Dije con actitud altiva mientras sacaba mi espada llameante mirando a la joven directamente a sus ojos y mientras me encaminaba hacia ella.
-Mi nombre es Roze seguro que nos llevaremos bien. Dije ofreciendole mi espada para que acabara con aquel chico.

No me gustaba...definitivamente aquella mujer no era de mi agrado. Su actitud altiva me estaba poniendo enferma...¿asustada yo, ni en sus mejores sueños podría logararlo?
Podría pasarle aquella actitud pero cuando insinuó que quería comerse a Tacca no pude hacer otra cosa que fruncir el ceño.
No iba a permitir eso. Con cuidado retire su cabeza de mi regazo y la puse con cuidado otra vez en el banco. A continuación me levanté del banco.

La mire sin pederme ni un solo detalle de ella.

-Yo te voy a proponer un plan mejor, mueve tu culo de aqui y dejanos empaz si tienes ganas de comer plantas afuera hay mucha hierba- mi tono era del todo amenazador- mi nombre es Azhara y ahora largate.

La joven se levantó del asiento y no solo me plantó cara si no que rechazó ni oferta, ella se mantenia firme y parece que no se iba a arrepentir, no habia forma de que la convenciera, y no solo eso, no me temia.
-Jeje, Azhara te voy a proponer otra cosa aun mas divertida:- dije con una sonrisa totalmente malvada echando la cabeza a un lado mientras la miraba fijamente a los ojos.
-Tu corres y yo te cazo y después podré alimentarme de carne, ademas luces muy bien, VEN AQUI!- Acto seguido me abalance sobre ella con mi espada en mano y la ataqué, mi estocada iba directamente al cuello con lo que no tenia mucha escapatoria.

Abrí los ojos de repente, con mucha energía y lo primero que observé fue una mujer lanzando una estocada hacia el cuello de aquella a la que consideraba mi protectora y por supuesto no lo iba a permitir. Lo único que me dio tiempo fue de escupir a la cara de la uroba. Los fluidos que chocaron contra la mejilla comenzaron a extenderse rápidamente provocando una parálisis intensa que no la permitiría moverse, pero el fallo radicaba en que solo duraría varios segundos, lo suficiente para defenderse, pero el poco tiempo disponible para la creación del "escupitajo" no me dejo mucho tiempo para prepararlo.

(OFF: ponle que estaras en paralisis solo el siguiente post, al que le seguira ya comenzaras a moverte. No iba a hacer que estuvieras dias y dias parada ^^)

Aquella mujer no se andaba con rodeos se abalanzó sobre mi e iba dirección a mi cuello con la intención de atacarme sin ninguna contemplación. Mi espada estaba en el banco y no llegaba a alcanazarla. Estaba dispuesta a convertirme cuando alguien vino en mi ayuda.
Tacca se había levantado y había corrido en mi ayuda, con un rápido movimiento escupio algo en la cara de Roze, era una sustancia verde y bastante pegajosa o eso parecía al menos. Mire como el liquido se iba extendiendo poco a poco por toda la cara de la uroba. Parecía que estaba paralizada o algo por el estilo.

-Tacca me alegra que te hayas despertado- dije con una sonrisa- creo que corremos peligro aquí dentro.

Cuando ya parecia que era un golpe seguro vi moverse algo detras de Azahara y ademas iba muy rápido. Instintivamente quise defenderme asi que solté mi espada ardiente y me fui a proteger...
-AAAHHH! grité, era demasiado tarde, una sustancia me impactó de lleno en la cara y rapidamente se extendió por mi cuerpo provocandome una paralisis...
Si podia mover los ojos y observe como mi espada al soltarla y salir disparada por la inercia habia rozado a Azahara en el torso cerca del pecho, sus ropajes empezaron a arder sin control. Yo continuaba en paralisis pero poco a poco recuperaba movilidad.

Tras muchos años viendo situaciones similares sabía perfectamente como actuar. Cogí delicadamente a Azhara y la deposité en el suelo. Rápidamente cogía puñados de arena y los echaba encima del fuego con la intención de apagarlo, aunque era bastante dificil.
¿Acaso te hemos hecho algo dragona? -dije en alto mientras seguía echando arena que tras años se había depositado en el suelo de la casa en ruinas.
Mientras tanto unas ramas comenzaron a crecer detrás de la uroba rodeándola para que no escapase. Eran bastante fuertes por lo que era dificil romperlas.

Senti como la hoja de una espada rozaba mi torso, instantes despues vi como esa comenzo a arder peligrosamente. Mis ropas se rasgaron completamente y mi piel comenzo a arder con una velocidad alarmante. Tacca se dio cuenta y me deposito en el suelo con suavidad en el suelo e intentaba apagar el fuego.

El dolor que sentia en ese momento era demasiado, me mordi el labio hasta hacerlo sangrar no queria gritar. Empezaba a sudar y temblar. Mire con odio a aquella mujer que ahora estaba paralizada por las ramas de Tacca.

-Furcia...

Para un día que me proponía visitar un nuevo continente se había puesto a llover.No es que no me gustara la lluvia,pero no me dejaba ver aquello por lo que había viajado. Tras varias horas de camino,llegué a unas antiguas ruinas,y me quedé unos minutos sobre una de las rocas.Saqué de mi bolsa una manzana roja como la sangre,y la limpié con la falda y ayuda del agua de lluvia.Luego me la llevé a la boca y empecé a masticarla algo distraída. Tiempo después percibí tres auras de 3 razas distintas,así como distintas tendencias a la luz y oscuridad.

Me acerqué al caserón donde,a través de una ventana,observé lo que parecía el inicio de un enfrentamiento.Me aparté rápidamente de ella y me oculté en la pared,al lado de la puerta rota que daba a la entrada.

Le dí otro mordisco a la manzana,y pasando bastante desapercibida por mi habilidad con el sigilo y aura suprimida,esperé a ver como se desarrollaban los acontecimientos con toda la tranquilidad del mundo.

Por fin recuperé mi movilidad pero unas ramas brotaron detras mia y me quede inmovilizada de nuevo, al menos esta vez podia moverme aunque fuera minimamente. El driade me pregunto y eso me hizo pensar en el, por su tono no tenia que ser mala persona -seguro que tiene una vida interesante, no ire a por el...pero solo por ahora.
Mientras tanto Azhara estaba tendida en el suelo siendo ayudada por el dríade, entre los dos trataban de sofocar mi fuego, no lo hacian mal pero estaban tardando demasiado y la chica podria morir, mientras ella me insultaba yo seguia atada, miré hacia el cielo y suspire...
-Eh, tu hombre verde sueltame y te doy mi palabra de que no te volveré a atacar, si quieres incluso te ayudaré a echarle arena a esa chica, al fin y al cabo tiene que aprender tecnicas de combate, yo estaria dispuesta a ayudar- reí...Hice todo el esfuerzo del mundo por mover mi mano derecha hacia el y se la tendí aun atada por ramas, -¿Que te parece?- dije algo mas calmada.

En estas que percibi otro aura a lo lejos, pero al parecer no queria meterse de por medio.
Miré al cielo y empezó a llover pero las llamas en Azhara se habian extendido tanto que ni eso podria apagarlo...

(OFF: lo siento muchisimo, pero los examenes me impedian continuar, sorry)

Planté las ramas en el suelo y comencé a filtrar todo el agua que pude, que tras haber llovido y la humedad del ambiente no me resultó dificil y pude hacerlo en un tiempo relativamente corto. Todo ese agua comenzó a caer suavemente por la piel de Azhara disminuyendo lentamente el fuego hasta extinguirlo.
No necesitamos tu ayuda dragona, y no, no te voy a soltar. Quizás deberías haberlo pensado antes. -las ramas seguían atándola.

Seguia atada pero las ramas no me hacian daño, este momento era sublime, Azhara estaba sufriendo como nunca y eso me proporcionaba un enorme placer.
De pronto el Dríade empezó a acumular agua y apagó el fuego.

No tenian razón por la que dejarme aqui, transformé mi brazo derecho en el brazo de dragón y rompí facilmente las ramas, corri a por mi espada y me puse en guardia.

Estaba lloviendo asi que de mi espada a parte de sali fuego tambien salia humo que dificultaba la visión.
Me puse en guardia y de nuevo esperé.

Tacca hizo un momiento y unas cuantas gotas de agua cayeron sobre mi cuerpo. Poco a poco se iba apagando el fuego, pero aún así necesitaba mas curas. Me levanté con mucho esfuerzo y cogí mi espada.
Me acerque lentamente hasta ese asqueroso Uroba y cuando estuve frente a ella le solté una bofetada, acto seguido le di una fuerte patada en la boca del estómago.

-Esto es entre tú y yo maldita furcia, no metas a nadie mas en esto.

Off:Claro que si! Estoy en guardia defendiendo con mi espada, te ha costado levantarte, estas sin fuerzas y aun asi te dejo que me des en la cara y luego en la boca del estómago...pues...bueno...como veas... On:

Estaba mirando las moscas que salian de su cabeza, claro las pobres olian a quemado y se acercaban a darse un manjar. Me distraje durante medio minuto, era un espectáculo, asi que mientras estaba ensimismada me impactó dos golpes que no me hicieron nada ya que venian con poquisima fuerza debido a sus quemaduras.
La miré a su desesperada cara y le dije:
Como desees debilucha, no creo que en tus condiciones puedas hacer mucho sin ayuda, pero bueno, el dríade ha demostrado fuerza y valentia, este mundo solo es para los fuertes, los debiles como tu merecen la muerte-
Dicho esto le di un tajo en el brazo y le devolvi la patada, esta vez en un sitio delicado para que no hablara de mas.