Buscando

El reino de los brujos realmente parecía un bosque encantado, era todo lúgubre y siniestro, pero a la vez poseia un encanto misterioso y arrebatador. Caminaba tranquila por el camino que me llevaría al castillo, más bien torreón, que era su centro. Allí debia encontrarme con su actual reina y ofrecerle un trato que no podría rechazar.

Finalmente mis pasos me llevaron al castillo, con mi aura suprimida llamé a la puerta y me hice pasar por una mensajera de la reina meztiza. No tardaron en abrirme las puertas y ordenarme esperar. Ahora solo quedaba esperarla a ella. Tenia ganas de conocerla.

Dos de los brujos que custodiaban la entrada acompañaron hasta una una puerta de mármol a la mestiza. Esta puerta se abrió,dando lugar a una inmensa sala iluminada por tonos azulados.Las paredes estaban llenas de estanterías con libros gruesos y de aspecto antiguo,pero cuidado. En el final de la sala,y sobre una alfombra azulada,había un pequeño trono vacío hecho también de mármol.

Aun que la sala parece vacía,puede sentirse el aura de una bruja en su interior.


Pasad sin miedo-susurro la voz.

Y sin miedo pasé. Con paso decidido avancé hacía el interior de la sala, observando lo que en ella se encontraba. Nada del otro mundo, bueno, quitando esa extraña luz azul y mi afitriona invisible.

-Mi nombre es Mara, enviada por la actual lider de los mestizos con una singular oferta para la actual reina de los brujos renegados. - Junté las manos frente a mi pecho e hice una leve reverencia, esperando a que aquella a la que buscaba se personase ante mi.

Me materialicé sobre las escaleras que llevaban al pequeño trono de marfil,y con la sonrisa que me caracterizaba, indescifrable,bajé observando a la nueva invitada.


Hacía extinguida a vuestra raza,puesto que nunca os he visto por estos lugares. Mucho me temo que puedo predecir cual será la petición de vuestra líder-dije igualando su reverencia.

Yo soy Neliel, hablad pues..-dije esperando con curiosidad cual sería su mensaje.

-Largo tiempo ha que nuestra raza desapareció, en eso teneis razón. Pero hicisteis mal en pensar en nuestra muerta. Hemos vuelto, y somos más fuertes que nunca. -Hablé directamente a la figura que se encontraba ante mi sin mostrar ninguna sorpresa.

-La verdad es, señorita, que son temas que no se pueden tratar en un lugar tan... Público como este. -Terminé refiriendome a los posibles oidos indiscretos. -Digamos que es una oferta dificilmente rechazable.

Bueno,eso tendréis que demostrarlo todavía-dije indicándola para que me siguiera hasta una mesa circular que había al fondo de la sala,algo escondida.


Y no temas,si te he hecho pasar aquí es porque no corríamos peligro de ser escuchadas. Siéntate-le indiqué amablemente cuando aparecieron las sillas y tazas necesarias.


Parecía querer ir directa al grano,sin duda,y eso me alegraba,puesto que llamar mi atención era algo digno de elogio.¿Qué podían querer los mestizos de un reino brujo?Estaba claro que necesitaban crear aliados,pero bueno,tal vez estaba equivocada.

Y dime,¿de qué se trata esa interesante oferta?-dije esbozando una sonrisa misteriosa mientras probaba el té templado.

Me sneté tranquilamente en la silla, con seguridad, no era bueno mostrar debilidad. Mi sonrisa demostraba suficiencia, estaba casi segura de que aceptaría mi propuesta.

-Mi reina quiere el cielo, mi pueblo lo necesita, las tierras yermas fruto de constantes guerras y abandono no son suficientes para mantenernos. Estamos tratando de repoblar la región, y para ello necesitamos recursos. -Me crucé de piernas y la miré directamente a los ojos. -Vamos a conquistar el cielo, tenemos un plan, solo necesitamos aliados con los que llevarlo a cabo. A cambio, mi reina ofrece una cosa. El reino oficial de los brujos. Con el apoyo de uno de los lideres oficiales no deberia serte dificil acabar con lo que ahora es un reino casi extinto.

Entiendo a tu reina,cualquiera necesitaría nuevas tierras fértiles en las que empezar de nuevo.
Y el cielo me parece una buena caza..sin duda..-comenté con la taza pegada en los labios,pero sin beber.Miré un instante a la ventana.

Sin embargo..hay algo en todo esto que no acaba de cuadrarme,¿sabes?
Porqué tu reina envía a una común a tratar conmigo un asunto de semejante importancia.

Podría ser porque tiene plena confianza en que no te mataré,podría ser porque no te tiene en demasiada estima..o incluso..podría tratarse de que eres tu misma..-dije esbozando una sonrisa malvada y mirando con lentitud a sus ojos.

Una divertida sonrisa se dibujó en mis labios, realmente era como me la imaginaba. Detrás de esa fachada de niña "inocente" se escondia una de las auras más oscuras que había visto. Esta conversación iba a ser deliciosa. Expandí mi aura de golpe, mi control aúrico me era alto incluso para las criaturas más ancianas. Mi sentidos se expandieron y un coro de pensamientos indundó mi cabeza, lo acallé y me centré en la mente de Neliel, tan clara y taimada.

-No esperaba menos de la reina de los brujos. -No aparté mi vista de sus ojos. -No es que ande sobrada de altos rangos, asi que me temo que tengo que hacer la mayor parte del trabajo yo sola. -Dije encogiendome de hombros. -Espero que no te haya molestado con mis extrañas costumbres, pero tenía que asegurarme de que eras su aprendíz.

-Pero no nos andemos por las ramas, todavía no me habeís dado una respuesta. -Alegué sonriendo.

La sonreí bastante alegre,aquella mestiza empezaba a caerme bien,sin duda alguna.

Yo tampoco estoy muy solicitada en cuanto a altos rangos,te entiendo,al final parece que tenemos que hacer todo por nosotras solas.-dije aún con la sonrisa y analizando su poderosa y llamativa aura.

Dejé la taza y la miré con picardía.Si,sin duda me agradaba.

¿ Conocisteis a mi mentor?Este es un día lleno de sorpresas,por lo que veo. Si,se que no os he dado una respuesta. Conquistar el cielo parece demasiado tentador..así como acabar de derribar a las escasas defensas de los brujos oficiales y su debilitada reina,si es que sigue con vida. Pero debes saber,que aceptaré tu oferta por que nuestros reinos se encuentran en situaciones parecidas.Bueno,eso,y por que me has caído en gracia-dije sonriendola con algo de malicia y confianza.

Extendí mi mano para estrechar la suya.Sin duda la decisión tenía bastante locura,pero sin ellas,este mundo sería demasiado aburrido.

Mi sonrisa se ensancho, realmente era una persona interesante, alguien que podría ayudarme a conseguir lo que de verdad quería. Estreché su mano sin que mi maliciosa sonrisa desapareciese.

-Entonces tenemos un trato, escribiré los tratados y los mandaré para que firmes. Meras formalidades, ya sabes. -Dije encogiendome de hombros.

-Tienes razón, nuestro reinos estan en situaciones parecidas, y cierto, es una locura. Pero una locura que podría funcionar. -Nada escapaba a mi lectura. -Tu tambien me has caido en gracia Neliel, eres su digna heredera. Salem era un personaje interesante, le conocí en uno de mis viajes hará aproximadamente medio siglo. Al parecer la muerte no le alcanza a uno cuando se dedica a jugar con ella. -Dije sonriente. Olisqueé un poco la taza de té que tenia en frente, nunca me había gustado demasiado, pero igual degustaba aquel. Aunque más tarde.

-Por cierto, seguireis guardando su libro, ¿no? -La pregunta llegó de repente, con una naturalidad casi absurda.

La miré sin sorpresa alguna,si le conocía,era obvio que conocería su famoso libro.
Me levanté y le indiqué que me acompañara,caminando despacio.

Si,fue uno de sus últimos legados que me cedió.¿Sabes mucho sobre él?Por que parece llamar mucho la atención de todos cuanto lo ven.Pero claro,comprenderás que no voy enseñándolo e incluso usándolo como tal cosa.Digamos que es uno de los mejores ases bajo mi manga-dije sonriendola pícara y señalando mi manga.

Me levanté del asiento dejando allí la taza y comencé a seguirla apaso tranquilo.

-Entonces lo habeís estado estudiando. -No era una pregunta. -Siempre me imaginé el mayor de los grimorios mucho más... grueso. Pero bueno, la magia es así. Solo espero que tenga cierto conjuro que me interesaría. Por supuesto los planes ya estan en marcha. Pronto recibirás un mensaje mio indicandote lo que hay que hacer, lo mandaré de la manera más discreta y segura que encuentre.

Entonces cambié de rumbo hacia la salida, tenia muchas cosas que hacer y muchas alianzas que sellar.

-Pronto volveremos a vernos Neliel. -Y justo antes de salir por la puerta me giré de nuevo, como si hubiese olvidado algo. -Por cierto, mi nombre real es Samantha, Samantha Evans. -Y entonces desaparecí del lugar.

Eso espero,Samantha Evans..-comenté observando como desaparecía entre los pasillos.

Di media vuelta y regresé a la mesa donde habíamos estado,de la que ya se habían encargado de recoger,y miré distraída con una sonrisa cómplice por la ventana.

Tengo ambiciones mucho mayores que las de los brujos oficiales..me temo que las cosas no serán tan sumamente fáciles..-comenté sonriendo como una niña con un juguete nuevo,y abrí en silencio el apreciado legado de Salem.