El reencuentro (Balmung y Natasha)

Tardé varias semanas en averiguar que clase de raza era Balmung. Al parecer era un Yasgeniod. Al menos ya tenía claro algo.
Los recuerdos de esa noche no se me iban de mi mente, sobretodo lo que mas recordaba una y otra vez era aquel beso, ¿por que no era capaz de quitarlo de mi mente? intente buscar la respuesta a esa pregunta a lo largo de estas semanas pero no conseguí hallar ninguna respuesta.

Aún conservaba su gabardina, y tenía la excusa perfecta para volver a verlo. Además, habían pasado muchos años desde la última vez que le vi, teníamos que ponernos al día.

Me puse mi vestido violeta y fui en busca del reinado de los Yasgeniods. Tarde mas de lo que me hubiese gustado pero al fin lo encontré.

Nunca había estado en este reinado. Espero que no pensasen que iba con malas intenciones. Cuando llegue a la puerta me encontré con dos guardias custodiando la gran puerta.

-Buenas noches- dije con una inclinación de cabeza- hacerle saber a tu Rey que necesito hablar con él, decidle que se trata de una vieja amiga- dije con una medio sonrisa cómplice.

Espere a que el guardia se fuese a cumplir con el encargo que le había dado. Estaba nerviosa y no entendía por que. La verdad es que después de aquel incidente que tuvimos la otra noche no he vuelto a saber nada de él.
Teníamos que aclarar varias cosas.

Se creó un silencio, dicho silencio flotó en el aire, el guardia que esperaba movió los hombros, como para relajarlos. El silenció se volvió más y más denso, el guardia tosió pero no emitió sonido alguno.
Dicho guardia mantenía una mirada firme en el horizonte, sin moverse, completamente quieto, la densidad de la atmosfera crecía por momentos y de repente Nat se dio cuenta de que no podía moverse, trató de gritar, pero su garganta no emitió sonido alguno, sus ojos comenzaron a cerrarse en contra de su voluntad legando su cuerpo a un pequeño letargo...


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