Bajo las estrellas

-- que no me preocupa e.e -- dije con un suspiro de resignación...

-Oh, siempre arruinas toda mi diversión, al menos podrias haberme dejado jugar un poco más. -Desvié mi mirada de Elinor y la clavé en Ana, me encogí de hombros. -Todo lo divertido esta prohibido. -De nuevo mire a Elinor y sonreí.
-Espero que esto no os produzca pesadillas.

*sonreí*
-Bueno, ignoro de sabores de sangre pero si es cierto que una vez tenté demasiado al anterior rey... con un simple abrazo y el cuello a la vista.
*dije recordándo la escena de la taberna frente a Amaliah y George, cuando a Itachi se le pusieron rojos los ojos y me dijo que no volviese a hacer aquello nunca mas. Elinor lo recordaría, había estado presente.Sonreí y cambié de tema*
-Bueno, ¿y que hay de esos humanos o animales? Estoy pensando que puedo jugar un rato en mi reino con las almas de los animales... tengo un par de ideas estupendas que si dan resultado...
*dejé la frase inacabada mientars pensaba en los posibles resultados. una malvada sonrisa sensual asomó a mis labios y dije*
-Bueno, ¿nos vamos de caza?

Me volví hacia Arshei y la dediqué un picara sonrisa. Mi capa ondeo al volverme y la poca sangre que quedaba en mi espada salpico en el suelo. -¿He de asumir que la sangre será para mi y el alma para ti? Porque si ese es el caso puedes contar conmigo, reina de los demonios.

Los mire a los dos alternativamente y añadi-yo me quedare un rato por aqui ahora mismo no estey sedienta-sonriendo me subi y me sente en una piedra bastante alta situada al lado de donde estabamos- Buen provecho.-

-- si me dejais un par que poderme llevar a la torre voy -- dije yo -- uy si que me acuerdo justo despues de aquello casi me cargo a Ereith con unas sombras no?¿ -- dije sin darle demasiada importancia...

*sonreí*
-a mi la sangre no me interesa, Walter... sólo las almas, asi que si los quieres desangrar no me importa... siempre y cuando no te importe que los que yo mate tengan un algo a fuego, claro.
*dije desenfundando mi espada que llameó con una dulce suavidad sensual y atrayente nada buena. la guardé*
-Elinor, si vamos ahi te podrás quedar con un par de almas o incluso de animales... y sí, ahí casi matas a tu hermana Ereith.
*dije aguantandome una sonrisa malvada*

-- hermana, prima, amiga, enemiga... detalles -- disimulé...

Off: detalles detalles detelles xDDDDDDDDDD

*sonreí con malicia*
-Si, detalles curiosos, simplemente...
*dije con burla y añadí*
-Bueno, ¿para cuando la caza?

-Bien pues, comencemos. Supongo que la sagre de cadaveres calcinados sabrá igual. -Dije riendome. Miré a Ana sentada en su roca. -¿Estas segura de que no quieres venir? Seuramente asi no te aburriras. -Me encogí de hombros. -En fin, si cambias de idea buscanos. Bien, vamonos, despues de ti Arshei.

-- venga os acompaño, por que no?¿ -- dije preparandome ^^

*sonreí*
-Bien... ¡vamos!
*dije extendiendo mis invisibles alas para cualquiera que no fuera ángel, diablo o caído. Me elevé un metro de altura y las agité rapidísimamente usando la velocidad de los reyes... al de un segundo de volar mas rápida que la luz tras haber inspeccionado todo regresé*
-Acabo de inspeccionar todo, asi que sé donde están las piezas mas grandes... y las mas juveniles tambien. Si queréis os lo digo o si preferís que rastreemos... a mi no me importa, tendré entretenimiento.
*dije mientras jugeteaba con una minillama que había aparecido de repente entre mis dedos y una expresión y forma de llevar así mucho tiempo*

-Si ya tienes a las presas localizadas no creo que haya necesidad de rastrear, sin embargo si que hay sed. Vayamos a por las presas mas jugosas. -Ya tenia ganas de divertirme y de saciar mi sed, desde luego no era una sensación agradable. Mis afilados colmillos listos para succionar ese precioso liquido rojizo. Clavé mis ojos en Arshei. -Guiame, por favor.

-Por aquí.
*dije mientras volaba a un ritmo normal en dirección de unas presas juveniles*
-vamos a las mas juveniles, las que tienen mas fuerza y energía, supongo que será mejor sangre que las de los mayores... los adultos tienen mas sangre pero no tienen tanta fuerza... si los prefieres me dices y cambio la dirección.

Desplegué mis negras alas de murcielago y la seguí dando vueltas a su alrededor mientras hablabamos. La impaciencia se dejaba notar en mi tono de voz.
-Los jovenes siempre tienen una sangre mas dulce, en ese aspecto la sangre es todo lo contrario al vino, empeora con la edad. La sangre de las personas mayores tiene un sabor demasiado amargo. Además con los jovenes uno se puede divertir más. -Me relamí los labios, ya casi podia saborear la sangre fresca.

*sonreí*
-entonces voy en la dirección correcta.
*seguimos durante unos 20 minutos en aquella dirección cuando me pare de repente detrás de unos árboles. una manada de unos 300 cervatillos jóvenes estaba pastando plácidamente. miré a Walter con una sonrisa*
-había un par de manadas de 30 cervatillos que hemos dejado atrás, e supuetso que con ésta nos llega y sobra.... bueno, quizás no nos sobre, pero es la mas abundante que hay.

-Creo que con 300 cervatillos tengo mas que de sobra, es más, con un par tendria una buena cena. Asi que supongo que podremos divertirnos y desangrarlos un poco. Agradeceria que no pudiesen salir huyendo, ¿podrias encargarte? -Una divertida sonrisa surcó mi rostro mientras me adentraba en el claro en el mas absoluto silencio, desenvainé mi espada y me dispuse a cercenar unos cuantos miembros. Mis colmillos estaban preparados, podia notar la sangre recorriendo las venas de todos esos cervatillos.

*nada mas mencionarlo un círculo de fuego de 3 metros de altura rodeó a la manada quedando encerrada, pero pudiendo ver las estrellas. sonreí a walter*
-¿con eso te sirve?
*dije mientras unas llamas comunes surgían en mi mano como si de cepos se tratase*

-Jajaja! Perfecto! Es todo lo que necesitaba, ahora, que comience la diversión. -Esbocé una siniestra sonrisa, acto seguido me dirigí a masacrar. Mi espada relucia en la noche, mi cara reflejaba un estado parecido a la locura, sin embargo mis movimientos continuaban siendo perfectamente cuerdos. Me acerqué a la manada y cuando estuve lo suficientemente cerca de un cervatillo lo degolle, la sangre salpicó mi rostro y me relamí los labios para saborear ese suculento manjar. Acto seguido me lance corriendo hacie los demás cervatillos, estos, apresados por las llams de Arshei no podian huir. Mientras avanzaba iba cercenando patas y cabezas a partes iguales, cientos de cervatillos intentando huir de una muerte inevitable. El campo se teñia de color carmesí a mi marcha.

*sonreí y atravesé el fuego. nada mas hacerlo, lancé hacia el lado opuesto de la manda que atacaba walter varias bolas de fuego que se cerraron en torno a los pies de los cervatillos. cuando tuve unos cuantos apresados, desenfundé mi espada que llameó amenazadora y me puse a torturarles, primero les quemé las orejas y después les cegué lentamente con unas llamas que hice aparecer en sus ojos. me estab divirtiendo bastante, aunque menos que si fuese un humano o un angel*

*aun estaba sentada en la roca mirando distraidamente las estrellas, cuando un olor familiar empezo a llenar el ambiente*- aa.. maldito Walter.. lo hace todo tan indiscreto que hasta a mi se me hace la boca agua..-dije con resignacion cuando mi sed fue aumentando y con ello mis ojos verde esmeralda se tiñeron de un tono carmesi y mis colmillos empezaron a afilarse ya solo olia ese agradable aroma a sangre fresa. Sin mas detenimiento corri hacia el lugar donde provenia todo y en un abrir y cerrar de ojos alli estaba, viendo como Walter mataba cervatillos y como Arshei torturaba a otros asi que sin pensarmelo dos veces desenfunde mi espada y me puse a matar mas cervatillos mientras que el olor me embriagaba.

-Vaya, mira quien ha venido, la chica de la roca. -Dije mirando a Ana y riendome. Lamí la sangre de mi espada, su dulce sabor fué apagando mi sed pero aún queria más, mis ojose iluminarón al ver un pequeño cervatillo junto a su madre. -Creo que ya he elegido mi cena. -Dije acercandome, me coloque al lado, degollé a la madre y evité que el pequeño escapase. Mis afilados colmillos se clavaron en su cuello buscando la yugular, la sangre comenzó a brotar. Una calida sensación me embargó El sabor de la sangre joven era mi favorito.

Mire a Walter con una cara de placer inigualable, aquello me encantaba, ese olor y el sabor de la sangre que me caia en la cara.-A sido tu culpa por desprender tan esquisito olor Walter, sabes que no puedo resistirme a esto.- Vi como se acercaba al joven cervatillo y empezo a serenarse pero yo aun estaba sedienta y queria algo que realmente me gustara, de pronto aparecio a mi lado una cervatilla hembra tirada en el suelo sin poderse mover pero aun viva, supe que era joven y me encantaba el sabor de la sangre de hembras, mas dulce que la de los machos pero a la vez mas ligera. Me agache y coji el cuello del animal y saboree el instante en el cual mis colmillos empezaban a clabarse en su piel, me encantaba la sensacion y poco a poco comence a absorber la sangre de la indefensa cervatilla.

*sonreí pero seguí con mi tortura, esta vez introduje el fuego en las venas de lso animales y fuí secándolas lentamente mientras hacía lo mismo con los órganos vitales*

Les seguí con mi escoba y me quedé el el aire viedo como se lo pasaban con los cervatillos. No experimentaba con animales pero lo ver como les torturaban y/o devoraban era expectular y divertido...


Off: joder que solo he estado fuera un dia xDDDD