Sala musical

Arriba subiendo por las escaleras de la nave central, a la derecha tirando por el tercer pasillo, habia una puerta, que daba a la sala de musica. Era una sala enorme con varios instrumentos: violines, pianos, flautas traveseras, un contrabajo, violonchelo... y un monton de instrumentos mas. En el centro habia unas cuantas sillas colocadas por si querias tocar sentado, el lugar no era lo mas bonito y maravilloso del mundo, es mas era bastante sencillo, pero para ser una sala de music ano estaba nada mal.

Entre por la puerta de la sala tranquilamente y mire todo el espacio a mi alrededor, estaba todo llenmo de polvo, definitivamente habia mucho que limpiar pero antes de eso, yo habia entrado alli por una razon, un viejo violin.- aah.. tan precioso como siempre, mi pequeño violin^^- Era un violin antiguo y vastante bonito no tenia adornos muy llamativos ni nada pero era el que yo tocaba hace mucho tiempo. Hacia mucho tiempo que no hacia aquello pero no me importo, coji el violin y me puse en medio de la sala, empece a tocar una melodia trste pero a la vez hermosa, y poco despues empece a cantar mientras tocaba el violin.

Cuando terminó aplaudí, estaba sentado en el banco frente al piano. -Precioso como siempre, mi reina. -Sonrei cuando se volvio a verme, habia estado tan concentrada tocando el violin que no me habia visto entrar y colocarme ahi. -Si me permitis que me una. -Dicho esto me di la vuelta y me coloqué frente al teclado del piano. Comencé a tocar una melodia que Ana ya habia oido otras veces por lo que no le seria dificil seguirla. Era una melodia muy melancolica, aun asi hermosa.

Mire a Walter con una sonrisa.- gracias^^ hacia mucho que no tocaba nada con mi viejo violin^^, claro unete.- Empece a escuchar la melodia al principio no la reconoci del todo pero luego me acorde. Sonreí, empece a tocarla de cara a Walter y notaba como el sonido se me hacia muy agradable, se me hacia trste y melancolica, pero a la vez hermosa y dificil de tocar incluso para un prfesional pero no dificil para mi. Vi como Walter tocaba el piano con tanta sutileza como si en vez de tocarlo lo acariciara y me deje llevar por la musica mientras tocaba. Al poco rato paré, se me habia roto una cuerda.-Ahh.. vaya por dios, hacia mucho que esto no me pasaba, en fin supongo que ya esta viejo-dije dejandolo en su funda blanca.

Tras tocar unos compases más deje de tocar. Y mirando a Ana la contesté:
-Vaya, es una lastima. Parece que no has perdido el toque. Seguro que hay mas cuerdas por ahí, aunque no seria mala idea restaurar muchos de estos intrumentos. -Dije observando el resto de la sala. Me di la vuelta y mire a Ana.

Seguia acariciando mi violin en su funda.- Ya bueno pero que se rompa significa que e perdido practica, de todas formas tienes razon hay que remodelar los instrumentos de por aqui, esta sucisimos.- dije levantandome y acariciando un violonchelo bastante bonito de mi derecha mientras me giraba paara mirar a Walter.- Pero tu si que no has perdido practica con el piano eh?, tocas igual.- dije con una sonrisa

-Supongo que las canciones como esta no se olvidan facilmente. Siempre me gustó, me recuerda bastante a mi anterior vida. -Evité sumergirme en mis recuerdos. Me limité a mirar al techo y sonreir. Momentos despues me di la vuelta y acaricie la tapa del piano con suavidad.
-Es un buen piano. -Comenté.

Miré a Walter ponerse un tanto nostalgico aunque sin querer mostrarlo y no me pudé aguantar la risa.- jajaja! nunca te habia visto asi, es gracioso^^.- dije con una gran sonrisa acercandome a el y mirando el piano.- Si, es un buen piano, oye hablando de pianos, ¿me enseñarias a tocarlo?- dije poniendole ojitos.

-Para tocar el piano necesitas mucho tiempo, sin embargo creo que podria enseñarte alguna canción sencilla. -Hice hueco en el banco del piano para que se sentase y una vez sentada comencé a tocar una canción. Esta era mas alegre que la anterior, sin embargo producia en mi una sensación parecida. Cuando hube terminado la fui repitiendo poco a poco para que Ana pudiese ir repitiendo lo que yo hacia. Repeti el proceso hasta que la aprendiese.

Walter empezo a enseñarme una cancion bastante sencillita para que no me liara, al principio me resultaba dificil seguirle ya que nunca habia tocado el piano, aunque lo hacia bastante despacio, al poco rato fui pillandole el tranquillo y conseguia hacer mas de 3 notas sin equivocarme. Mas tarde consegui hacerme la cancion entera que me habia estado enseñando, eso si, tan despacio como lo hacia al principo. Tardaria un tiempo en cojer velocidad. Al rato de tocarla mire a Walter.- Walter, esto es muy divertido.- dije sonriendo, la verdad es que no estaba nada aburrida, era emocionante aprender a tocar mas instrumentos, de los que ya sabia, al pensar esto sonrei aun mas.

Sonreí a ver como intentaba tocar Ana.
-Bastante divertido si. -Acaricie un poco las teclas del piano y me levanté del banco dirigiendome a una de las ventanas. En el exterior una niebla lo cubria todo como si se tratase de un suave manto blanco sobre el que sobresalian las copas de los arborles. Una bonita vista

Sonrei al ver a Walter enfrascado en la niebla de fuera y segui con esa cancion, a los 3 minutos tocaba la cancion con fluidez sin tenerme que parar a pensar donde estaban las teclas. Al poco rato terminó la cancion y me quede sentada en mi sitio satisfecha.- Pues no parecia tan dificil, ¿a que ya lo hago mejor?- respondí a Walter con una sonrisa. De repente recorde cuerdas de recambio en un cajon de por alli y fuí a por ellas, cuando las encontre cojí mi violin y con el maximo cuidado posible cambie y afiné la cuerda. Al terminar todo el preoceso me levanté y comencé a tocar el violin otra vez enfrascada en mi melodia, sonriendo levemente disfrutando de la sensación. Esta vez era una musica suave, cualquiera diria que era amorosa sin embargo habia toques de dureza en aquella pieza.

-Si, vas mejorando. -Dije con una sonrisa. Me di la vuelta dando la espalda al paisaje y contemplé con interes como cambiaba la cuerda del violín. Cuando empezó a tocar no reconocí la melodia.
-Es una bonita melodia, peor me temo que en esta ocasión no puedo acompañarte con el piano puesto que no la conozco. -Me senté en el borde de la ventana mientras escuchaba.

Al poco rato la pieza terminó como interrumpida y sonreí.-Normal que no la conozcas Walter, se perdió hace tiempo, pero a mi me gusta mucho, aunque nunca me acuerdo como continua.-Volví a guardar el violin en su funda y miré a Walter, suprimi muchimi aura y me acerque sigilosamente a el, cuando ya estube a su lado.- ¿que miras con tanto interes?- le dije a Walter en el oido mientras miraba la niebla que cada vez se hacia mas baja por lo que al rededor no se podia ver a simple vista nada definido. Me coji uhn pequeño taburete y me senté al lado de el a mirar por la ventada esperando una respuesta a mi pregunta, en verdad sentía curiosidad.-oo vamos no seas asi, cuentamelo anda-dije cojiendole de la manga, al ver que no respondia a mi pregunta.

-No miro nada en particular, es solo, que este paisaje me recuerda mucho a mi ultima noche vivo... Bueno, ya sabes a lo que me refiero. -Dejé de mirar por la ventana y miré a Ana.
-Pero no os voy a aburrir con viejas historias. Es un precioso paisaje, parece que esconde muchos misterios y secretos, secretos olvidados tiempo atrás. -La niebla lo cubria todo, extendiendose como si todo la perteneciese, tan solo algunas de las copas de los arboles mas altos sobresalian. Un paisaje inquietante, como si algo acechase en cada recobeco. La luna teñia el manto blanco de un brillo siniestro que llegaba a antojarse malvado. Se me antojaba un paisaje maravilloso, perfecto. Al fin y al cabo, para mi significaba la vuelta a la vida.

Volvi a mirar el paisaje, se me antojaba tan bonito, era como una mañana nevada en las que me levantaba a jugar con mi familia, deje mis pensamientos a un lado y volvi a mirar a Walter sentandome en sus piernas y sonriendo.-Walter.. por favor aburreme con tus historias, estoy intrigada el porque este paisaje tan bonito te recuerda a tu "vida".- dije mirandole esperando una respuesta por su parte, pero no hizo ningun movimiento asi que le puse ojitos de corderito.-porfiiiiiiiiis Walteeeer.-

Miré a Ana y no pude reprimir una sonrisa.
-Muy bien. Lo primero que tienes que saber es que yo era un chico de 19 años, de una familia acomodada. Lo que se llamaria alta burguesia. Desde pequeño me enseñaron a respetar los estudios, a buscar el conocimiento. Estudiaba todo lo que caia en mis manos, necesitaba saber más y más de todas las cosas en general y de ninguna en particular. Mis pasatiempos eran la esgrima y el piano llegando a desarrollar grandes habilidades en ambas areas, como habrás podido comprobar.
Bueno, creo que me desvio del tema. Era una noche muy parecida a la de hoy, la niebla apenas permitia ver nada y las criaturas del mal campaban a sus anchas, eso yo no podia saberlo, por supuesto que algunas historias habia oido pero no llegué a creerlas. Mi familia y yo nos encontrabamos en el salon de lo que seria una casa de campo de tamaño mediano tirando a grande. Yo estaba tocando el piano, esta melodia que tocabamos hace un rato, mientras que mi madre se dedicaba a juguetear con mi hermano pequeño que tenia 8 años. Mi padre, por su parte estaba leyendo un libro de caballerias, le gustaba hacerlo para desconectar de sus quehaceres diaros, era un comerciante reconocido. Como ya he dicho yo me encontraba tocando el piano que estaba delante de un gran ventanal que daba a un bosque. Distinguí algunas sombras entre la niebla pero no las dí mayor importancia. A partir de aqui es todo bastante confuso, pero intentaré narrarlo tal como ocurrio.
La puerta principal de la casa se abrio de golpe, todos nos sobresaltamos, segundos mas tarde los criados comenzaron a gritar, gritos de autentico terror. Sin embargo los gritos pararon en un instante. Mi padre se levantó cogio una de las espadas colgadas de la pared de adorno y se dirigio a la entrada dejandome al cuidado de mi madre y de mi hermano, yo cogí la otra espada. Poco despues oi el grito ahogado de mi padre e instantes mas tarde una figura completamente vestida de negro quedó recortada en el marco de la puerta. Sugetaba la espada de mi padre con una mano, estaba manchada de sangre, su sangre, tenia una gran herida en un hombro. En apenas un suspiro se acercó a mi me desarmó y me lanzo a un lado contra una de las estanterias del salon. Cuando abri los ojos vi como se alimentaba de mi madre, en el suelo pude distinguir a mi hermano con una espada clavada en su corazón. Cuando me levanté dirigió su mirada hacia mi y se acercó despacio.
"-Ha llegado la hora del postre" -Decia. Yo me lancé contra él pero fisicamente era muy superior a mi y en un momento me tenia sugeto del cuello y contra la estanteria, se disponia a beber mi sangre y así lo hizo. Yo estaba perdiendo mucha sangre pero en el ultimo momento conseguí cojer un abrecartas de la estanteria y clavarselo en el cuello, seccionando su garganta, su cuello y matandolo. Yo estaba muy debil y no se que es lo que me llevó a hacerlo, la desesperación, los delirios debidos a la falta de sangre o una clara conciencia de lo que ocurriria, el caso es que bebí su sangre. Mis heridas sanaron rapidamente, ya era un vampiro, sin embargo esto lo descubriria bastante mas tarde. Estaba deosrientado pero tras informarme descubrí en lo que me habia convertido. Y así es como llegué aqui. Ya te dije que era una historia aburrida.

Durante todo el tiempo en el cual Walter me estubo contando su historia no aparte mi mirada de el, le miraba y escuchaba con gran atencion para no perderme ningun detalle. Cuando termino sonrei levemente.-No es aburrida, al menos es mas interesante que la mia, siento lo de tu familia, devio ser un shok- Dije mientras me levantaba de sus piernas y me pasee por la sala rozando el piano y demas instrumentos de la sala limpiandoles un poco el polvo.- De todas formas, me alegro de que seas tumi principe.- dije con sencillez acariciando un violonchelo viejisimo.

-Al principio si que fue un gran shock, pero con el tiempo te acostumbrás. He visto muchas atrocidades, ya no me parece tan... malo. -La miré parear acariciando el piano.
-Yo tambien me alegro de estar aqui.

Le mire sonriendo de medio lado.- La verdad es que despues de alimentarte de la sangre de otros para vivir, pierdes un poco lo que es el concepto de atrocidad, ¿no crees?-. dije tranquila, abri un poco la ventada dejando que el aire entrera y me acariciara era una noche esplendida,la niebla no dejaba ver lo que habia al ras del suelo pero las estrellas y la luna se veian perfectamente.-La luna es tan bonita.-y me quede observandola.

-Puede ser, pero preferiria no perder el sentido de atrocidad, me gusta saber si lo que hago esta bien o está mal. Me da oportunidad de elegir. -Miré por la ventana que habia abierto, sintiendocomo el frio aire me acariciaba, era un sensación agradable. La lna llena lo iluminaba todo con una tenue luz blanquecina.
-Más que bonita. -Me quedé embobado contemplando esa maravilla.

Me quede embobada un rato mirandola y me volvi para mirar a Walter, me quede callada mirandole, era curioso ver su color de ojos, si estaba diractamente en contacto con la tenue luz de la luna. Me quede totalmente atontada viendole mientras el aire fresco de la noche me despeinaba.

Cuando dejé de mirar a la luna y volvi a mirar a Ana me sobresalté por un instante al verla mirarme tan fijamente. El aire despeinaba su corto pelo arborotandolo, sus verdes ojos clavados en los mios, no pude evitar quedarme mirandola fijamene, era como hipnotizante, como si algo no me dejase apartar la vista, aunque tampoco queria apartarla.

Después de un rato de mirarle, noté como me empezaba a poner colorada. Ladeé la cabeza para que no lo notara, al fin y al cabo era su reina y si me veia así perdería el poco respeto que podía infundirle. Sin embargo, seguía mirandole de reojo y mi mirada no mentía: me sentía avergonzada.- lo... lo siento - susurre, seguía notando su mirada clavada en mí. Aunque no le miraba directamente me quedé embobada mirando sus ojos, sonreí lebemente y me mordí el labio inferior. Traté ocultarme tras un cartina de pelo, pero lo tenía demasiado corto como para conseguirlo eficazmente. Me vi traicionada por mi expresion: quería un beso suyo...

Tras ver su reacción me acerqué un poco más a ella.Tal vez más tarde descubriera que habia sido demasiado pero en ese mismo instante no pensé en nada más. Nuestros labios se juntaron en un beso. Sin embargo fue breve pues me aparte en seguida.
-Lo.. lo siento, ruego que disculpeis mis actos. -"Ella es la reina, ¿en que narices estaba pensando?"

Cuando Walter se acerco a mi, le miré y de repente me beso, aunque al poco tiempo se separo, me quede bastante sorprendida *¿que.. que a psado?* sonrei tontamente.- No.. te disculpes.-susurre por lo bajo. Me volvi a acercar a el y le di otro beso bastante corto, me separe de el y me sente en el filo de la ventana todabia algo sonrojada.