Había pasado ya varios días recogiendo libros, tanto de la Biblioteca del Templo Infernal, como incluso algunos de Bibliotecas de Eliria o Liang. Era momento entonces de comenzar a estudiar, pormenorizadamente, cada uno de ellos.
Horas y horas me encontré delante de cada ejemplar, leyendo detenidamente sobre un tema muy concreto: Aves sobrenaturales. Una criatura de esas características serviría para mis propósitos de manera excelente, pero su entrenamiento y crianza serían complicados, por lo que era necesario realizar un exhaustivo estudio previo.
Todo el tiempo que gasté en esta investigación me sirvió para dejar en claro varios puntos, que aunque parecieran evidentes a priori, no lo eran tanto.
El primero era que requeriría de una fogata incesante de fuego ardiente para lograr que del huevo naciera la majestuosa ave mitológica. El tiempo de incubación podía variar según el caso, pero desde luego un buen fuego acogedor determinaría el futuro del polluelo.
El segundo punto importante era que la identificación de la personalidad de la cría era fundamental para su posterior entrenamiento, y que las primeras semanas eran críticas en este aspecto. Era necesario ganarse pronto la confianza del recién nacido, otorgándole la protección necesaria y el alimento en su justa medida.
La tercera cuestión, una vez ya pasadas las dos anteriores, se refería al adiestramiento propiamente dicho de las capacidades sobrenaturales de la misma. Un buen control de las resurrecciones, así como de las maneras de aplicar sus propiedades curativas, desde la temprana juventud, haría de este ser mágico un adulto totalmente flexible y preparado para cualquier circunstancia.
Por último, y no menos importante, pude observar que muchos autores hacían especial mención a la idea de que estas aves requieren de una especial atención en cuanto a su relación con su amo se trata. El fénix es una de las criaturas más fieles que existen, pero dicho sentimiento debe ser mutuo para que realmente surta efecto.
Así pues, con éstas y otras muchas nociones ya conocidas, me dispuse a realizar el encargo.
OFF:
Me marcho
aquí.