Lugar de descanso

Mis pasos me llegaron a una zona en la que me sentia realmente comodo, era el reino licantropo. Nunca habia indagado mucho en el tema de otros licantropos; habia visto alguno que otro a lo largo de mi vida pero no me habia parado a interesarme por ellos. Y aqui me veia, la luz de la luna alumbraba mi cuerpo, me quede un largo tiempo observandola.

Indagué por la zona un poco más hasta llegar frente a un arbol enorme y de aspecto comodo.
Desde siempre habia preferido dormir en las ramas gruesas de los arboles en vez de en tierra, basicamente por seguridad. A ser posible en la rama mas alta y confortable que pudiese encontrar, me encantan las alturas.
Lo miré con mucho detenimiento. *me gusta...* Trepé hasta lo alto, encontrando una comoda y amplia rama en la que me tumbé y me quede dormido al instante.

Al poco desperte y de un salto aterricé en el suelo. Con un pequeño gruñido bostecé mientras me estiraba y mis huesos crugian. Mire a mi alrededor rascandome la mejilla y los ojos medio abiertos, aun algo adormilado.

Me dispuse a dar un paseo. No se cuanto llegue a andar pero cabe en un sitio muy alejado, creo que incluso mas alejado del reino licantropo. El lugar me sonaba mucho y se olia a lo lejos cerbeza fria y carne a la parrilla, seguramente de alguna taberna.
No me preocupé demasiado y seguia teniendo un tremendo sueño, las transformaciones me solian cansar y hoy habiatenido almenos 2.
Me subi hasta lo mas alto de la copa de un arbol, entre escondido, para evitar que nadie me pudiera ver. Sabia perfectamente que nadie, amenos que se fijaran, notarian mi aura. Cuando duermo ultimamente suelo tener sueños demasiado tranquilos y silenciosos como para que se llegase a notar que estoy ahi, es algo que se aprende cuando no tienes un lugar fijo en donde dormir en tu vida mas que la copa mas alta de un arbol. Allí me quede placidamente durmiendo sin hacer ruido.

*Un mensajero llego al lugar, cansado y destrozado, no conocia los terrenos y habia estado apunto de morir en varias ocasiones, recupero aire y dijo:*

-Solo traigo un mensaje: La humanidad os necesita en su reino, esta siendo invadido y... *nunca pudo terminar, murio por sus heridas y el cansancio*
*De su bolisllo callo una imagen, un simple dibujo de cuando el lider de la humanidad vivo en aquellos lugares, rodeado de licantropos.

Por fin olí a un licántropo y decidí y a ver que sucedía. Observé al mensajero caer y esperé a que él se dirigiera a mí ya que sabía que ya me había captado.

Tras mucho tiempo, me pase nuevamente por aquel lugar que tan placidamente habia dormido en el reino licantropo. Observe el panorama.

Que diablos...??

Corrí hasta el mensajero tratando de socorrerle, pero era demasiado tarde.
Tomé la foto y la observé detenidamente.

-¿Que diablos significa esto...?...

Observé con detenimiento a ese hombre. Por su olor y forma parecia un cazador del mal... me había cruzado con alguno varias veces pero nunca me habían llamado demasiado la atencion. Me plantee ignorar el tema, pero no podía quedarme quieto viendo como este hombre había muerto en mis narices practicamente. Me dispuse a ir al reino de los cazadores del mal. Guarde la foto en mi bolsillo y antes de marchar vi a Ian no muy lejos de ahi.

Al la expectativa apartado de los tres, vi la escena, fue algo que no me gusto, hacia años que ningún humano se acercaba a la manada, que podría suceder en su reino para que nos vinieran a pedir ayuda, confuso y extrañado me acerque a Andrew y le pregunte.

- Cachorro dime, que tea dicho el humano.

Mi voz sonó tranquila, a la vez que seria y contundente, espere pasiente a que me lo explicara todo.

Buenos días alteza -susurré con respeto.

(OFF: supuestamente Andrew se ha ido hace un tiempo y está en el reino de los cazadores del mal xD)

Tras haber repuesto fuerzas, volví de aquel terreno al reino licantropo. En tonde me encontre a Ian y a otro licantropo que no conocia. Por su olor tenia muy alto rango. Escuché sus palabras. "¿¿como que cachorro??" pense algo malhumorado.

-Cuando llegué ya estaba muerto. Vi la foto al lado suya y decidí ir a investigar. Al llegar al reino de los cazadores del mal encontre un panorama catastrófico, todo había quedado reducido a cenizas.
Varios diablos me atacaron y trataron de detenerme. Noté que eran controlados por una fuerza aun mayor, sospecho que de la reina de los Diablos-mi tono al mencionarle daba a entender mi enojo hacia esa persona, junto al desprecio que sentia despues de nuestros variados encuentros-siguiendo el rastro de uno de los diablillos al que quería rematar salí de las fronteras del reino y no logré encontrar de nuevo el rastro de su olor.