en lo alto de la torre

Volé hasta arriba de la torre mas alta que tenia mi castillo y me sente en la repisa, me encantaban las noches en las que yo me escapaba un rato de responsabilidades y me ponía ahi a mirar la luna.
No era un lugar muy amplio, pero no necesitaba mas que espacio para mi sola. Desde ahí se veia todo el valle iluminado brevemente por la luz blanquecina de la luna, esa noche hacia viento, pero no un viento frio sino calido y tampoco muy fuerte. Empece a cantar, era el unico lugar donde yo cantaba sin que nadie me molestase. Me encantaba la sensacion, era como estar encima de un escenario.

La voz de Ana era transportada por el aire haciendola audible a cualquiera que prestase suficiente atención. Llegó a mis oidos. Salí de mi habitación y me dirigí hacia allí, a lo más alto de la más alta torre, como en los cuentos de hadas. El viento acaricio mi cará nada mas salir de la habitación, calida noche primaveral con la luna en lo alto. Sus rayos plateados lo hacian todo más hermoso. La melodia continuaba llegando a mis oidos. Esperé a que terminase de cantar y entonces hablé.
-Tu voz es verdaderamente preciosa y me temo que las ocasiones que he tenido de escucharla se me antojan escasas. -Sonreí

Cuando paré de cantar, me habló Walter y me sobresalte un poco,me di la vuelta para mirarle a la cara, estaba sonriendo.Hiba bastante elegante como siempre, aunque algo inusual dadas las altas horas de la noche, yo llevaba un vestido negro ajustado, que marcaba todo mi cuerpo y como siempre mas corto por alante que por atras, el cual el viento ondeaba suavemente y unas botas negras. Sonreí todabia un poco sorprendida, no le habia notado llegar- Gracias, es que no suelo cantar muy a menudo, ¿puedo saber que hace un chico tan guapo aqui arriba por la noche?-dije sonriendo muy calidamente.

-Tan solo estaba organizando algunas cosas en mi cuarto cuando oí tu voz, no pude resistirme a pasar por aqui. - Todavia seguia sonriendo y me senté a su lado en la repisa. El aire mecia suavemente mi pelo y mis ojos estaban clavados en los suyos.

Sonreí -tampoco es tan bonita Walter-me sonrroje levemente cuando me miro a los ojos, pero sin embargo yo no aparte la mirada, aquellos ojos me hipnotizaban, todo de Walter me llamaba a acercarme. Me levante de la repisa, me puse enfrente de él y le bese suavemente. Al poco rato me separe de él y ire la cabeza sonrrojada, no estaba acostumbrada a expresar mis sentimientos de esa manera.

Sonreeí de nuevo cuando se separó de mi.
-Todo lo que provenga de una hermosa dama como tu ha de ser hermoso tambien. -me levanté de la repisa tambien y la rodeé con mis frazos fundiendonos en un abrazo.

Correspondi a su abrazo sonriendo -¿Sabes? no se que hacer con Dasfinguer, me descoloca, antes no era asi- suspire, era cierto, guardaba tanta ira y rabia que no sabia que hacer.

-Se calmará, es solo cuestión de tiempo. Cuando vea que no gana nada de esta manera cambiará. -Dije sin separarme de ella.

Volví a sonreir-eso espero.. a veces pienso que deverias ser tu el rey y yo la princesa jajaja-rei mientras le miraba a los ojos y volví a abrazarle -Escrito 'sta en mi alma vuestro gesto y cuanto yo escribir de vos deseo: vos solo lo escribistes; yo lo leo tan sola, que aun de vos me guardo en esto. En esto estoy y estare siempre puesta, que aunque no cabe en mi cuanto en vos veo, de tanto bien lo que no entiendo creo, tomando ya la fé por presupuesto. Yo no nací sino para quereros; mi alma os a cortado a su medida; por habito del alma misma os quiero; cuanto tengo confieso yo deberos; por vos nací, por vos tengo la vida, por vos e de morir y por vos muero.-recite enterrando mi cara en su hombro.

Escuché esos versos para mi ya conocidos. Y entonces aun manteniendola en mis brazos recité.

Para mi corazón basta tu pecho,
para tu libertad bastan mis alas.
Desde mi boca llegará hasta el cielo
lo que estaba dormido sobre tu alma.

Es en ti la ilusión de cada día.
Llegas como el rocío a las corolas.
Socavas el horizonte con tu ausencia.
Eternamente en fuga como la ola.

He dicho que cantabas en el viento
como los pinos y como los mástiles.
Como ellos eres alta y taciturna.
Y entristeces de pronto, como un viaje.

Acogedora como un viejo camino.
Te pueblan ecos y voces nostálgicas.
Yo desperté y a veces emigran y huyen
pájaros que dormían en tu alma.

Oí con atencion lo que recitaba Walter y sonrei escondiendome aun mas en su pecho -te amo Walter-dije poniendome de cunclillas , rodeandole el cuello con mis brazos y dandole un beso suavemente.

Le correspondí el beso y la pareté más contra mí.
-Y yo a ti, no lo olvides nunca.

Sonrei y me sonroje levemente-nunca lo olvidare..-repeti en un susurro. Decididamente no podia ser mas feliz de lo que ya era, tenía una familia, me habia encontrado con mi hermano y tenia a la persona que amaba a mi lado. La luz de la luna alumbraba, como tímida, el castillo y alrededores. Me quede en silencio un buen rato abrazada a el, no queria romper, lo que para mi estaba siendo, un momento magico y unico.

Continuamos abrazados largo rato. La brisa nocturna acariciaba nuestros rostros y mecia nuestros cabellos. La luna brillaba tanto que apenas dejaba vislumbrar las estrellas, lo teñia todo de un color palido y brillante, haciendo a la noche aun mas hermosa y misteriosa.
-Ojala este momento durase para siempre, pero me temo que en unas horas amanecerá y esta preciosa escena desaparecerá.

Miré el cielo, el negro manto de la noche se iba sustituyendo por un tono anaranjado, Me gire y miré a Walter, le acaricie la cara con dulzura y me acerque poco a poco hasta darle un beso muy dulcemente.-Tienes razon Walter.. pronto desaparecera esta escenta.. pero lo unico que no lo ara es lo que siento por ti-dije mirandole a los ojos.

Correspondí su beso. La miré a los ojos y no pude reprimir una sonrisa.
-Ahora y siempre.

Miré un poco mas haya de los bosque alrededor del castillo y divisé una pequeña aldea, no sabia que este castillo estubiera tan cerca de ahi..-Mirá Walter ¿ves aquella aldea de ahi?-pregunté, aunque ya sabia cual era la respuesta, suspire-Ahi fue donde nací-dije con sencillez y algo de nostalgia.

Miré la aldea que señaló.
-Ahora que lo pienso, juegas con ventaja. Yo te conté mi historia pero no se nada de la tuya.

Me reí un poco y suspire, tenía razon.-Bueno supongo que tendre que contartela... Yo nací en aquella aldea de allí, pero nací humana, vivia con mi familia, tenia un hermano Dasfinguer. Un día un muchacho de la misma edad que yo 4 años, estaba en nuestra puerta, mis padres le acojieron, cuando yo tenía 15 mi hermano mayor murio cayendose por un acantilado. El jefe de la aldea, mi padre, estaba echo una furi asi que me combirtieron en la heredera de mi padre. Esa mimsa noche mi padre me transformo y seguí sus indicaciones hasta que dos años después me escape de ahi, porque yo no queria seguir mas sus indicaciones. No volví a saber nada de mi otro hermano y estube vagando durante 3 años aproximadamente hasta que me encontre con Itachi, el me entreno y me dejo quedarme en su castillo, asi me combertí en princesa. Y bueno lo demas ya lo sabes...-dije sin dejar de mirar la aldea, era extraño recordar esas cosas, de hace tanto tiempo.

Ecuché con atención la historia de Ana.
-Vaya, una familia interesante. Pero... ¿Tan malo era tu padre que te fugaste?

Sonreí y empece a bajar un poco la cremallera de mi vestido y me di la vuelta, en la espalda tenia una marca y varias cicatrices note como Walter las repasaba con la mano, normal, eran extrañas, a parte de ser vampira esas marcas permanecian-fueron hechas con un material raro, y se quedaron asi-, nadie sabía nada.-no es solo por esto, yo nunca quise responsabilidades.-dije volviendome a subir la cremallera del vestido, todabia sonriendo.

Repasé las marcas cuando me las enseñó, eran verdaderamente extrañas.
-Pero esto es horrible... -Esperé a que se subiese la cremallera del vestido de nuevo. Mis ojos reflejaban preocupación.
-Y a pesar de no querer responsabilidades aqui estas, reina de reinas de los vampiros.

Miré su cara y sonreí-Esto ya no se ira nunca, pero da igual, ya no duele ^^-dije sin preocuparme mucho, al fin y al cabo hacia casi un siglo de aquello.-Si, de todas formas tengo sangre pura Walter, ademas no queria responsabilidades a los 15 años y aunque mi físico sea igual al de entonces mi mentalidad a cambiado.-sonreí y le abracé, se le notaba preocupado por las marcas de mi espalda.-No te preocupes mas, enserio, estoy bien-

Me relajé más.
-Pero... ¿Por que te hicieron eso? No entiendo que clase de razonamiento puede llevar a un padre a ahcerle algo así a su hija.

Me quede mirando la aldea.-Yo era muy indisciplinada, ya que yo no era la heredera me dejaban hacer lo que yo quisiese. De pronto tube responsabilidades, ansia de sangre... queria ser libre, me tenian que disciplinar de alguna forma sin embargo...-deje la frase colgando, ese material en los vampiros solo se utilizaba para grandes torturas, era algo doloroso, que dejaba cicatriz.- Adamantio... una pierda con la que el cuerpo no se regenera, causa un dolor penetrante en el cuerpo durante meses...-mi mirada se torno triste, odiaba esa piedra con todo mi ser.